La Mojana es una subregión que se ubica en la zona norte del país y que se caracteriza por contar con humedales productivos pertenecientes a la Depresión Momposina; cuya función es regular los cauces de los ríos Magdalena, Cauca y San Jorge, amortiguando inundaciones y permitiendo la seguridad alimentaria y generación de ingresos de los pobladores.
Sin embargo, hace unos años como consecuencia del cambio climático y las fuertes lluvias generadas por el denominado fenómeno de la niña, este territorio se ha visto afectado por grandes inundaciones. Se estima que en el 2010 cerca de 200 mil personas fueron damnificadas por esta situación, y pese a la solicitud de medidas de prevención, 11 años después se está repitiendo la emergencia.
Desde inicios de septiembre del presente año, comunidades de los departamentos de Sucre y Bolívar enfrentan nuevamente este desastre natural que llega en un momento donde se esperaba una reactivación económica tras la pandemia. Razón por la que exigen al presidente Duque tomar acciones de manera urgente para canalizar las afectaciones presentadas.
Hasta el momento el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales – IDEAM señala que más de 11.000 hectáreas de cultivos se están viendo afectadas, así mismo sectores como el ganadero y arrocero.
Si usted desea conocer a profundidad este tema, puede escuchar la emisión completa de Radio Mundo Rural a continuación.
Temas en la mesa de Radio Mundo Rural:
La importancia de incluir el tema agrario en la agenda electoral hacia la Presidencia de la República.
Los jóvenes que realizan sus estudios académicos en las instituciones educativas rurales beneficiarias del proyecto Pescado para el Desarrollo, han avanzado en cursos como Paz y convivencia 1 y 2, Liderazgo en la comunidad rural, y Persona, medio ambiente y sociedad. Lo que les ha permitido fortalecer sus competencias humanas por medio del programa insignia de Acción Cultural Popular – ACPO, denominado Escuelas Digitales Campesinas.
En el mes de agosto se inicia la formación del curso Mi Proyecto de vida en el campo, el cual cuenta con cuatro temáticas fundamentales: ¿Quién soy yo?, esta unidad permite que los jóvenes reconozcan sus aptitudes, sus competencias, definan sus gustos, aprendan a conocerse y descubran sus fortalezas y debilidades.
La segunda unidad, está dirigida a reconocer su entorno no solo como el lugar en el que habitan, sino el lugar que puede ofrecerles oportunidades de crecimiento, identificando las actividades económicas que les permitan implementar su proyecto de vida. En este punto es importante resaltar que, el proyecto Pescado para el Desarrollo busca establecer una de las actividades principales del departamento del Caquetá, como lo es la piscicultura.
Se propone una alternativa de crecimiento tanto para la población campesina beneficiaria, como para la reactivación económica de las regiones, pues la tercera unidad está dirigida a conocer las entidades que trabajan en pro a impulsar la población campesina. Y la cuarta unidad busca orientar a los estudiantes en la definición de sus objetivos y metas a corto, mediano y largo plazo.
Motivar y acompañar a las juventudes rurales
Este curso es fundamental en la formación de la juventud campesina debido a que por causas como la falta de oportunidades, la difícil situación económica que viven y los episodios de violencia que han enfrentado, los jóvenes muestran un desinterés en su futuro. Donde su pensamiento va orientado a sobrevivir día a día, dejando a un lado la posibilidad de proyectarse en un futuro.
Es importante recalcar que los jóvenes deben contar con el apoyo no solo del equipo del cuerpo docente de las IER en las que se forman, sino con el apoyo de padres de familia y/o acudientes, los cuales tienen la responsabilidad de guiar y apoyar los sueños de los adolescentes.
Por eso, se debe realizar un proceso de sensibilización con el fin de encaminar a la población rural a un cambio, donde se observe el aprovechamiento de oportunidades que conlleve a un mejoramiento en su calidad de vida.
Por: Sandra Riaño García. Facilitadora educativa del proyecto Pescado para el Desarrollo.
Ya sabemos que la soya trae consigo muchos beneficios, entre ellos la disminución de la presión arterial y la ayuda en los trastornos de la menopausia, pero y ¿Cómo podemos prepararla? aquí te traemos tres deliciosas recetas que puedes hacer con sólo una libra de soya.
Receta de leche de soya
Para esta receta vamos a usar una libra de soya que alcanza para 1 litro de leche, con la que se podrán preparar 30 porciones de arepas o carnes.
Se debe dejar la libra de soya remojando el día anterior con agua hasta que la sobrepase.
Al día siguiente, se debe botar el agua, revisar que no haya piedras o suciedad, pero con mucho cuidado de no rozar la soya para no quitarle la cascarita.
Luego, se pone en una olla con agua a calentar a fuego medio, después de hervir, se apaga y se pone a reposar hasta que este totalmente fría.
Se debe botar el agua donde se coció, y la soya se debe licuar bien agregando dos tazas de agua por una taza de soya.
Luego de licuar, se debe alistar una olla para escurrir la leche (esta debe ser la olla donde se va a poner a cocinar ya que la leche de soya es muy delicada y debemos cuidar de la preparación), se debe escurrir la leche con un colador de tela o usar una tela de algodón muy fina y limpia para exprimir bien el residuo de la soya.
Nos disponemos a cocinar la leche de soya a fuego medio, revolviendo constantemente. (Si lo desea, puede echarle un trozo de carbón bien limpio y firme, para disminuir el sabor a vegetal natural de la soya).
Cuando empiece a hervir, se pone a fuego bajo y se deja hervir por 20 o 30 minutos. Se apaga y listo, dejar enfriar para consumir.
Arepas de soya
Con el residuo de soya que queda después de exprimir la soya, se pone en un recipiente.
A esto, se le añade harina de trigo hasta que se deje moldear y que la masa quede suave.
Luego se añade una pizca de sal y panela rayada al gusto.
Y si es de su agrado, puede añadirle cuajada al gusto.
Finalmente, se ponen en un asador hasta que estén perfectamente asadas.
Carne de soya
Si por el contrario en vez de arepas, desea hacer carne de soya, debe usar el mismo residuo de la soya sobrante al exprimir la leche de soya.
En la licuadora se debe agregar los siguientes ingredientes: una cebolla cabezona pequeña, una rama de cebolla larga, 5 dientes de ajo medianos o pequeños, dos ramas de tomillo, una hoja de laurel, medio pimento pequeño.
Luego, se agrega medio vaso de agua y se licuan todos los ingredientes hasta que queden bien licuados.
Luego en el recipiente donde se encuentra el residuo de la soya, se le añade la mezcla anterior y 1/3 de harina de trigo, para que nos de la contextura que necesitamos para armar las carnes y se le añade sal al gusto.
Por último, se debe calentar y aceitar bien el sartén donde se van a preparar para que no se peguen.
Caquetá sigue trabajando por cambiar el panorama de su territorio, así se demostró en el municipio de San Vicente del Caguán en el encuentro denominado Frutos de Paz. Espacio que se llevó a cabo a finales de agosto y en el que participaron las comunidades en proceso de reincorporación, instituciones gubernamentales y organizaciones nacionales e internacionales.
Por su parte, las comunidades reincorporadas presentaron los resultados a través de su trabajo con proyectos sociales que cuentan con el apoyo de financiadores como la Unión Europea, que aportan al desarrollo y la construcción de paz en Colombia.
La tilapia roja, el plátano, la creación de textiles y la fabricación de calzado fueron algunos de los emprendimientos que resaltaron en la exposición, evidenciando el compromiso de excombatientes que hoy apuestan a crear empresa y generar empleo en sus territorios.
A este encuentro asistió la Embajadora de la Unión Europea en Colombia, Patricia Llombart, quien felicitó a las comunidades por su disposición y acogida de los proyectos. Así mismo, recalcó que seguirán trabajando por el bienestar de estas comunidades, las cuales han podido cambiar su destino y ser hoy en día actores sociales fundamentales que traen oportunidades nuevas a la región.
Proyecto MIA ¡presente!
El proyecto Mujer Mestiza, Indígena y Afrodescendiente – MIA fue uno de los protagonistas, este se desarrolla en las veredas Agua bonita y Miravalle, y en zonas urbanas de San Vicente del Caguán, Puerto Rico y Florencia; trabaja con mujeres en proceso de reincorporación y de la comunidad.
En el encuentro las facilitadoras educativas, que son mujeres reincorporadas, y el coordinador del proyecto presentaron los avances en capacitaciones tanto de las Escuelas Digitales Campesinas – EDC de Acción Cultural Popular – ACPO, como de los talleres de comunicación que forman a las mujeres como reporteras rurales; los cuales han permitido construir artículos y fotografías del trabajo de las comunidades, siendo ellas misma las que dan conocer sus esfuerzos.
La presencia de la embajadora fue esencial, pues las comunidades participantes conocen de forma directa a todas aquellas personas que están detrás de estos grandes proyectos. Su visita y sus palabras motivan a los participantes y a las organizaciones que hacen parte de los proyectos a seguir trabajando con esfuerzo y dedicación y cumplir con los objetivos planteados.
El encuentro permitió ver las habilidades y capacidades que se han reforzado y desarrollado, además de los resultados en cifras de emprendimientos que se desarrollan en las zonas de intervención, y las rutas de trabajo. Las comunidades agradecieron el apoyo que han recibido, surgieron propuestas y se invitó a seguir apoyando al campo y a la población rural y en proceso de reincorporación que tanto lo necesita.
Por: Anyela Patricia Cardozo. Facilitadora educativa del proyecto MIA.
Colombia es un país cuya riqueza natural y cultural lo han posicionado ante el mundo como un territorio megadiverso y gran destino por conocer, y pese a que su historia está marcada por una guerra que duró más de 50 años, desde una posición de perdón se apostó a una etapa de posconflicto con la firma del Acuerdo de Paz entre el Gobierno y las extintas FARC- EP en el año 2016.
Entes nacionales e internacionales han unido esfuerzos desde entonces para acompañar los procesos de construcción de paz que se gestan en distintos departamentos. Tal es el caso de proyecto Mujer Mestiza, Indígena y Afrodescendiente – MIA, que nació en 2019 con el propósito brindar herramientas y conocimientos en torno a liderazgo, emprendimiento y comunicación a mujeres en proceso de reincorporación o que habitan en zonas aledañas a los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación – ETCR de Caquetá y Chocó.
En conmemoración al Día Internacional de la Paz, el proyecto hace el lanzamiento de una revista que recoge lo que ha sido el proceso formativo de estas mujeres hasta ahora. Dicho compilado no solo hace referencia al funcionamiento del proyecto, sino que evoca los saberes aprendidos y puestos en práctica a través de diversos artículos periodísticos creados por ellas mismas.
Una apuesta creativa que puede visualizar a continuación y que fue posible gracias al Fondo Europeo para la Paz, Acción Cultural Popular – ACPO, el Vicariato Apostólico de San Vicente del Caguán y la Registraduría Nacional del Estado Civil de Colombia – RNEC.
El Acuerdo de Paz firmado en 2016 entre el Estado colombiano y las extintas FARC- EP, es uno de los pactos por la paz más importantes en la historia del país y de Latinoamérica. Pues tras más de 50 años de conflicto armado, llegó un momento para la desmovilización y la reconstrucción del tejido social.
Sin embargo, tras casi cinco años de su implementación, preocupa que los diferentes instrumentos técnicos, programas y planes diseñados para dar sostenibilidad a la paz, aún no han logrado articularse de manera efectiva y obtener los resultados esperados . Así lo reveló la Procuraduría General de la Nación en el Tercer Informe sobre la Implementación del Acuerdo de Paz, que fue presentado el pasado 13 de agosto del 2021 al Congreso de la República. Los resultados a continuación.
Respecto al acceso a la tierra, se evidenció que de las más de 1.000.000 de hectáreas ingresadas al Fondo de Tierras, el 71% se concentran solo en 15 de los 32 departamentos del país, principalmente en Bolívar con el 22%, Antioquia 13% y Caquetá 11%. Además, el documento puntualiza que solo el 0.4% de las tierras previstas por entregar han sido adjudicadas.
Además, el informe mostró que aunque los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial – PDET, plantean 32.808 iniciativas productivas sólo 7.282 iniciativas, es decir 22,2% tiene una ruta de implementación activada. Y ninguna de estas cuenta con un sistema de información público que permita evidenciar los avances y el estado actual de cada una de las estrategias de los Planes de Acción para la Transformación Regional – PATR, así como sus resultados y los montos invertidos.
Punto 2: Participación política
La Procuraduría hizo énfasis en que según el Sistema Integrado de Información para el Posconflicto – SIIPO, solo hay un avance del 32% en los compromisos adquiridos para asegurar la participación de la ciudadanía en la construcción de paz, el fortalecimiento de una cultura de respeto, tolerancia y no estigmatización, y la apertura democrática en el país; esto debido a la ausencia de reformas normativas como proyectos de ley.
De igual manera, se identificó un incremento en el riesgo para el ejercicio del liderazgo social y de defensa de los derechos humanos, así como para personas en proceso de reincorporación, ya que desde el año 2016 hasta junio de 2021, 500 líderes y defensores han perdido la vida, y durante el primer semestre de 2021 se han registrado 118 casos. También, se advirtió con preocupación, la situación de homicidios de las personas en proceso de reincorporación que desde la firma del Acuerdo de Paz a la fecha, ascienden a 278.
Punto 3: Fin del Conflicto
En materia de reincorporación, el ente de control resaltó la compra de 9 predios para la consolidación de 7 Antiguos Espacios Territoriales para la Capacitación y la Reincorporación – AETCR, pero advirtió que estos no han sido titulados para proyectos de vivienda. Y aseguró que los reincorporados tampoco cuentan con rutas pertinentes de acceso a tierras que les permita realizar proyectos agrícolas o agropecuarios.
Punto 4: Solución al problema de las drogas ilícitas
En lo que concerniente a este eje el informe alertó que 3.600 familias fueron suspendidas y 10.248 excluidas del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito, sin explicación alguna, por lo que hizo un llamado a esclarecer las causas de estos hechos.
Punto 5: Acuerdo sobre las víctimas del conflicto
Reveló que solo el 4% de las medidas de reparación integral a víctimas ha finalizado su proceso y, por último, el informe indicó que uno de los mayores atrasos en el cumplimiento se encuentra en el Capítulo Étnico, pues solo hay avances del 19.67 %, y las comunidades siguen padeciendo condiciones de injusticia y afectaciones por el impacto desproporcionado del conflicto armado.
Lo anterior evidencia el poco cumplimiento de los establecido en la Habana para alcanzar la anhelada paz de Colombia, además de un débil compromiso estatal para lograrlo. Si usted desea leer el informe completo puede consultar el siguiente enlace: Tercer Informe sobre la Implementación del Acuerdo de Paz
En la iniciativa participan las sedes Medellín, Bogotá y Palmira de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), la Universidad del Cauca y las Universidades Lund y KTH de Suecia. El profesor Gabriel Barrero de la UNAL Sede Palmira, afirma que la seguridad alimentaria de las familias de esta zona de Cauca, en el Pacífico colombiano, está determinada por el oficio de la pesca.
“Sin embargo esta seguridad alimentaria se vería afectada por la migración de las nuevas generaciones hacia los centros urbanos, ya que no encuentran en la pesca artesanal una alternativa que les garantice calidad de vida, lo cual representa además una pérdida del valor del conocimiento tradicional”, señala el docente.
Para mejorar estas condiciones se busca crear un modelo de gestión sustentable que fortalezca a las organizaciones pesqueras e incrementen su emprendimiento social integrando una cadena de valor, además de diseñar y construir un prototipo de embarcación ecoeficiente propulsada con energías renovables e híbridas y elaborar de planes de negocio para los participantes.
Las comunidades que contribuyen con sus conocimientos sobre la pesca artesanal son la Asociación Nueva Bellavista, de la comunidad indígena eperara siapidara, quienes trabajan la pesca en el río Guapi y en la bocana, y dos comunidades afrocolombianas que trabajan la pesca en el mar: la Asociación de Servicios Pesqueros de Pescadores Artesanales de Guapi (Aservipesca) y la Asociación de Pescadores Renacer Guapireño.
Una labor conjunta
Entre el 6 y el 14 de agosto, investigadores, representantes de las comunidades y otros actores locales aliados se reunieron para consolidar el equipo de trabajo y comenzar con la metodología encaminada a lograr los objetivos.
La profesora Diana López, de la UNAL Sede Medellín y directora del proyecto, menciona que “pensamos en formas de llevar el producto al mercado con un mejor reconocimiento, para romper la intermediación y que el pescador reciba mejor reconocimiento por su labor; con la embarcación queremos utilizar energías y aprovechar potencialidades propias del entorno geográfico climatológico y de sus saberes tradicionales”.
Entre las actividades de cocreación, la comunidad ha ofrecido ideas, como por ejemplo reemplazar las redes de pesca comerciales para las faenas –hechas con nylon– por unas sustentables, y optimizar la distribución de los productos en mercados y restaurantes que reconocen el valor cultural y alimentario del Pacífico colombiano.
Al respecto, la profesora Mónica Vallejo señala que “si verdaderamente se desea un modelo sustentable, este debe ir acompañado por la comunidad y su conocimiento”.
Saberes tradicionales
El proyecto “Econavipesca del Pacífico: ecosistema para la navegación pesquera sustentable” va de la mano con el proyecto de Extensión Solidaria “Valoración de los conocimientos tradicionales asociados con el proceso de pesca artesanal en Guapi (Cauca)”, que busca identificar estas prácticas tradicionales, valorarlas y que brinden la sustentabilidad que requieren los pescadores para conservar el oficio de la pesca artesanal.
Los dos proyectos se formularon a finales de 2020 y comienzo de 2021, pero por la crisis provocada por el COVID-19 se empezaron a desarrollar desde mediados del presente año.
A causa del desplazamiento forzado, mujeres de la etnia senú se asentaron en el municipio de Riosucio, Chocó, más específicamente en la vereda de Santa María la Nueva del Darién, para rehacer sus vidas con sus familias. Siendo gratamente recibidas por la comunidad afrodescendiente del sector, donde acordaron una alianza comunitaria entre las mujeres de las dos etnias.
Dicha alianza se dio cuando llegó en el 2019 el proyecto Mujer Mestiza, Indígena y Afrodescendiente – MIA liderado por la Unión Europea con apoyo de la Diócesis de San Vicente del Caguán, la Registraduría Nacional y Acción Cultural Popular – ACPO. Fue así como nació la Asociación de Mujeres Indígenas Senú – AMIS, tras la realización del curso Asociación y emprendimiento de las Escuelas Digitales Campesinas.
Cada martes estas indígenas que desafían las inclemencias del tiempo, salen de su resguardo hacia la biblioteca de Santa María, donde muy dispuestas y entusiasmadas comienzan su clase. Algunas con dificultades de lecto escritura, pero con el apoyo del facilitador de ACPO y de sus compañeras logran entender y poner en práctica los contenidos adquiridos.
Como fruto de este esfuerzo nació el proyecto Tienda Comunitaria AMIS, el cual plantearon después de asistir al taller de modelo de negocio canvas, evaluando quiénes serían sus clientes, cuál sería su estrategia de calidad y sus canales de distribución. Para el equipo de trabajo del proyecto fue una verdadera satisfacción ver cómo estas mujeres le pusieron todo el empeño para lograrlo, cuando compartieron por las redes sociales lo que ellas llamaron su esencia, pero que realmente es el logo de su asociación.
Una de sus participantes, la señora Marlene Martínez Morales, indígena de 70 años de edad, decidió comenzar su propio emprendimiento y dejar de vender por unidades el maracuyá que le daba su parcela. Ahora les extrae la pulpa, la empaca y describe su valor nutricional para venderla en las comunidades aledañas y sacarle un mejor provecho.
Después de unos días se enteró por las redes sociales del proyecto MIA, de la nueva ley de emprendimiento que dice que los microempresarios de alimentos y cárnicos pueden gestionar el registro INVIMA de manera gratuita siempre y cuando se capaciten en buenas prácticas agrícolas. Capacitación que ya comenzó, entonces llega al pensamiento colectivo el viejo y conocido refrán “loro viejo no aprende a hablar” pero aquí en Chocó les estamos demostrando que no es tan cierto y que si están aprendiendo sin importar su edad.
Por: Miguel Ángel Arango Cifuentes. Facilitador educativo del proyecto MIA.
El municipio de Puerto Triunfo se localiza sobre la margen izquierda del río Magdalena y se posiciona como gran atractivo turístico de Antioquia, ya que allí se encuentra el Parque Temático Hacienda Nápoles. Según la Universidad Nacional, es uno de los depósitos de calcáreos de este departamento, es decir, es una zona con presencia de rocas con carbonato de calcio para la explotación cementera y ornamental.
La Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare – CORNARE y su Oficina de Licencias Ambientales, se encargan de evaluar previamente las solicitudes de explotación minera para analizar los impactos que dicha actividad podría generar en el territorio y las comunidades.
El pasado mes de agosto, esta entidad resolvió a través de la Resolución No. 05564-2021, archivar el trámite de licenciamiento ambiental del proyecto minero Las Mercedes, cuya solicitud fue presentada por la Sociedad Holcim para el aprovechamiento de calizas en la vereda Las Mercedes de este municipio.
Esta decisión se tomó porque la información adjunta no cumplía con las condiciones establecidas en los términos de referencia que maneja CORNARE. Oladier Ramírez Gómez, secretario general de la entidad afirmó que “somos exigentes en la evaluación de los estudios de impacto ambiental y las propuesta de manejo para la mitigación, prevención o compensación de cada componente, en especial el social y ambiental y si un proyecto quiere asentarse en el territorio, debe garantizar que efectivamente sea sostenible”.
Cabe mencionar que, CORNARE es la única autoridad ambiental en el país que ha conformado una dependencia encargada de atender las solicitudes de los proyectos que requieren licencia ambiental. Labor que cumple mediante un trabajo mancomunado entre un grupo interdisciplinario de profesionales, técnicos y jurídicos.
De acuerdo con el Departamento de Administrativo Nacional de Estadística – DANE, en Colombia a 32.008 personas se dedican a los oficios artesanales, de las cuales el 39,8% habita en las zonas rurales, el 31,3% se reconoce como indígena y el 5,5% se reconoce como negra, afrocolombiana, raizal y palenquera- NARP. Además, el 50,7% tiene como principal fuente de ingreso en el hogar la artesanía.
Sin embargo, la entidad reveló que el 82,5% de los artesanos colombianos reciben menos de un salario mínimo y la principal dificultad a la que se enfrentan es el acceso a los mercados, pues no cuentan con estrategias efectivas para comercializar su producto. En consecuencia, sólo el 28,2% de las personas que se dedican a la actividad artesanal ha participado en ferias o eventos de exhibición que promueven las ventas locales.
Ante el panorama del sector artesanal y teniendo en cuenta que la pandemia generada por el COVID – 19 trajo consigo una recesión que afectó fuertemente la economía nacional, la Gobernación de Bolívar en alianza con Artesanías de Colombia, crearon De Bolívar a tu Casa, una iniciativa que busca mitigar los impactos negativos ocasionados por la situación de salud pública en los artesanos de la región.
Esto a través de icultur, una plataforma virtual que permite a los colombianos realizar compras en línea y de forma directa, artesanías elaboradas en diferentes municipios del departamento. Dicho espacio está nutrido con dos catálogos, uno de artesanías y otro de joyería. Bolsos, pulseras, collares, aretes, utensilios para cocina, adornos, instrumentos musicales, hamacas y mochilas son algunos de los productos que se pueden adquirir.
Los municipios que hacen parte de esta iniciativa son: Mompox, con ebanistería y joyería en filigrana; San Jacinto, con tejeduría en telar vertical; Magangué, con tejeduría en palma sará y palma de coco; Arjona, con tejeduría en caña flecha; Turbaco, con tallado en en madera, técnica de ensamble y torno; Cartagena, con material de totumo, coco, cacho y hueso; Mahates, con cerámica; y María La Baja, con trabajos en telas.
“Como artesanas nos sentimos muy bendecidas de hacer parte de esta estrategia virtual, debido a que hemos podido visibilizar más nuestros productos a pesar de lo durísimo que fue la pandemia. Soñamos con que este 2021 las ventas sean mucho mejores», afirmó Norelis Jiménez García, artesana del municipio de Magangué.
De acuerdo con Artesanías de Colombia con este proyecto se busca beneficiar a 390 artesanos, para contribuir a la dignificación de su labor y apoyar la reactivación económica de este sector en el departamento a través del fortalecimiento del mercado comercial local. Si usted desea conocer los productos disponibles, y todos los detalles para realizar compras puede consultar el siguiente enlace: icultur.