miércoles, mayo 21, 2025
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Carta del Campo: Puerto Manrique le apuesta al bienestar comunitario

La inspección de Puerto Manrique está ubicada en el municipio de Doncello, Caquetá. Una de las zonas con cobertura del proyecto Pescado para el Desarrollo, financiado por Caritas Noruega, Cáritas Colombiana y Pastoral Social con el acompañamiento de ACPO, el cual tiene como apuesta el cuidado de la vida por medio de la pesca responsable y sostenible.

El pasado 4 de agosto, la comunidad de Puerto Manrique recibió un parque biosaludable por parte de la Agencia de Renovación del Territorio – ART en el marco del programa La Paz con Legalidad para Todos, y como una iniciativa de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial.Cabe mencionar que, lo biosaludable hace referencia a toda actividad física o  de alimentación que genere un impacto positivo en  la salud de las personas.

Esta infraestructura fue planteada por la misma comunidad en el pacto municipal con la Alcaldía, liderado por la Junta de  Acción Comunal que además aportó mano de obra en este proyecto. Un ejemplo de liderazgo en la ruralidad, y de las posibilidades que tienen estos espacios participativos para exigir al Gobierno recursos que traigan bienestar a las comunidades. 

En el marco del proyecto Pescado para el Desarrollo, estas acciones aportan en tanto permiten el acceso de las y los jóvenes a nuevos espacios de sana convivencia que pueden fortalecer el sentido de pertenencia en el contexto que habitan. Así mismo, en tanto marcan precedentes importantes de liderazgo comunitario. 

 

Por: Sebastián Ríos Buitrago. Facilitador educativo del proyecto Pescado para el Desarrollo.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

Miniguía de loros, creación de un campesino apasionado por las aves

De acuerdo con la organización ambiental internacional BirdLife, existen un total de 398 especies pertenecientes a 86 variedades de loros, guacamayos, cacatúas, papagayos, periquitos y cotorras de la familia psitaciformes. Además de ser reconocidos por su belleza e inteligencia, cumplen un papel fundamental en la conservación de los ecosistemas ya que son dispersores de semillas por naturaleza.

Sin embargo, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza – IUCN, afirma que estos ejemplares se encuentran en gran estado de vulnerabilidad, pues el 28% de sus ejemplares están en peligro de extinción y más del 50% experimenta declives poblacionales. Esto debido a malas prácticas humanas como la caza indiscriminada para el comercio,  y  la deforestación.

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Luis Díaz, un tolimense amante de la fauna silvestre que en los años 90´s se radicó en el municipio de La Montañita, Caquetá, se ha dedicado por más de dos años a trabajar por la protección de las aves de su región, especialmente de los loros. De acuerdo con su explicación, desde muy pequeño con su formación en Radio Sutatenza buscó impulsar desde el liderazgo iniciativas en pro de la conservación de la naturaleza.

Por ello, en el 2017 se vinculó a un grupo de 12 promotores ambientales del municipio de Solano, articulados por el proyecto Amazonía 2.0; una iniciativa que coordina La Fundación Natura con apoyo de la Unión Europea, cuyo propósito es generar capacidades locales para contrarrestar la deforestación. En dicho proyecto recibió una capacitación en  Monitoreo Comunitario de los Recursos Naturales, y así decidió emprender en la labor de observar los loros que habitan en los alrededores de su casa.

Con el tiempo esta actividad se convirtió en un documento valioso, pues en una pequeña agenda plasmó diferentes características de 17 tipos de loros durante 3 años. Detalles como su canto, su color, sus dinámicas de alimentación, las formas y temporalidades de reproducirse fueron escritos de su puño y letra. Estos apuntes los acompañó con impresiones fotográficas que tomó el mismo, transformando sus apuntes en una guía de caracterización de la especie.

Reconociendo el potencial de este trabajo empírico de investigación, a finales del 2020 el equipo técnico de Amazonía 2.0, lo digitalizó con el nombre de Miniguía de Loros. Actualmente, Díaz espera que esta publicación sea una guía didáctica para su comunidad, que contribuya a la protección de las aves documentadas.

“Me gustaría llevarla a los colegios y compartirla con los niños, con el objetivo de que ellos, que son una nueva generación entiendan la necesidad y traten de conservar los bosques, para que estas especies no vayan a desaparecer”, aseguró.



Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona. Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

Radio Mundo Rural: Buscan crear comisión para la revisión de los TLC

Colombia es un territorio que goza de valiosas riquezas naturales y su condición geográfica lo convierte en una zona megadiversa. En sus suelos se producen el 83,5% de los  alimentos que abastecen a toda la población nacional y por ende es una nación con gran vocación agrícola. De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE, en el país se producen más de 63 millones de toneladas de productos agropecuarios al año. 

Sin embargo, de acuerdo con la entidad en el país se importan cerca de 14 millones de toneladas de productos que ya son cultivados en el campo colombiano como el arroz, el maíz, el trigo, el azúcar de caña, hortalizas cocidas o conservadas, leche, aceite de soya, cebada y algodón. Lo que se debe principalmente a los Tratados de Libre Comercio – TLC que el Estado colombiano tiene con diferentes países como Estados Unidos, México y Chile.  

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Esto supone claramente una disminución en la participación de los campesinos en el sector agrícola, por lo que diferentes gremios se oponen a estos acuerdos, por ejemplo, los arroceros actualmente se encuentran en crisis debido a que tienen cientos de toneladas de arroz represadas y aún así se sigue importando este producto. 

Por ello, el pasado 25 de agosto del 2021 se radicó ante el Congreso de la República el Proyecto de Ley 282/2021C, por medio del cual se busca crear una comisión de revisión a los TLC suscritos con Estados Unidos, Canadá, México, la Unión Europea el Reino Unido e Irlanda del Norte, con el fin de “determinar los graves daños que a la economía nacional la producción industrial y agropecuaria, han causado dichos tratados. Y formular las recomendaciones para su revisión o, de ser necesario, la suspensión de los mismos”, detalla el documento. 

Cabe destacar que, la iniciativa se encuentra en trámite y de ser aprobada dicha comisión deberá estar integrada por gremios de la producción del sector agropecuario, de la pequeña, mediana y gran industria, al igual que de organizaciones de la agricultura campesina, familiar, indígena y comunitaria. 

Si usted desea conocer a profundidad este tema, puede escuchar la emisión completa de Radio Mundo Rural a continuación.

Temas en la mesa de Radio Mundo Rural: 

  • Conforman Comisión de Seguimiento para revisar los Tratados de Libre Comercio.
  • Colombia sigue quedada en la titulación de tierras.
  • Líneas especiales de crédito para pequeños campesinos.
  • Municipio invitado: Ciénaga de Oro, en el departamento de Córdoba. 

 





Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona. Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

 

Se creó la Red Nacional de Jóvenes de Restitución de Tierras

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Una de las afectaciones más visibles que ha causado el conflicto armado en Colombia es el desplazamiento y de acuerdo con el Registro Único de Víctimas, 8.137.396 millones de personas tuvieron que abandonar sus hogares de manera forzada. Una cifra preocupante teniendo en cuenta que 9.146.456 colombianos han sido víctimas del flagelo de la guerra.

Reconociendo esta situación, en el año 2011 el Estado sancionó Ley de Víctimas y Restitución de Tierras 1448, por la cual se dictan “ las medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado interno, que posibiliten hacer efectivo el goce de sus derechos, a la verdad, la justicia y la reparación con garantía de no repetición”.

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Según datos de la Unidad de Restitución de Tierras – URT, actualmente 67.717 solicitudes de restitución se encuentran en cabeza de adultos mayores. Por eso con el propósito de fortalecer la participación de los jóvenes que hacen parte de familias beneficiarias de restitución, para promover el desarrollo territorial y garantizar el relevo generacional en el campo, la URT creó la Red Nacional de Jóvenes de Restitución de Tierras. 

Su articulación se llevó a cabo en el mes de agosto del 2021 en Santa Marta, y durante una jornada de 3 días se eligieron 24 jóvenes de departamentos como Sucre, Bolívar, Meta, Antioquia, Cauca, Cesar, Cundinamarca, Caquetá, Tolima y Norte de Santander, que representarán a 200 beneficiarios de los procesos de restitución. 

Además, de acuerdo con la URT estos jóvenes serán promotores de desarrollo, ya que buscarán impulsar el proceso de integración, asociatividad y autogestión, para que se consoliden los proyectos de vida y apuestas productivas de sus territorios, abriendo así la posibilidad a la generación de empleo y la transformación de sus economías.  

“La conformación de la Red Nacional de Jóvenes del proceso de restitución es un hito para esta política pública que permitirá afianzar la participación de este grupo poblacional y su empoderamiento para la exigibilidad de derechos y el reconocimiento de los beneficios que otorgan las sentencias de restitución de tierras”, aseguró Sergio Ibarra, director social de la URT. 

Cabe destacar que, esta es iniciativa fue articulada en el marco de una estrategia denominada Complemento Generacional, que se ha trabajado desde el 2019,  y que hoy se consolida para garantizar la participación efectiva de las juventudes en implementación de la política de restitución de tierras, reconociéndolos como actores fundamentales para desarrollo rural integral, la construcción de paz y su sostenibilidad.



Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona. Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.






 

#Opinión: Respetar y cumplir los derechos humanos en un mundo desigual

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Cualquiera que vea en su conjunto la manera como vivimos los humanos en el mundo actual, encuentra un planeta lleno de contrastes sociales, económicos, políticos y culturales, en el que pasamos nuestros años tratando de llenarlos de sentido, de actividades y realizaciones, hasta cuando la vida se nos acaba, irremediablemente. Conseguimos escasos o abundantes medios para sobrevivir y vivir de manera desigual; reflexionamos, pensamos, estudiamos, construimos, formamos familias, ambicionamos, elegimos gobernantes, dentro de la cultura y sociedad en la que nos correspondió nacer y desarrollarnos.

Aún con todas las desigualdades e injusticias existentes, precisamente a causa de los enfrentamientos y la terrible destrucción que causan las guerras, las luchas por el poder y por poseer y disfrutar los bienes de la Tierra, gracias a la creación y consolidación de la Organización de Naciones Unidas – ONU en 1948, hace ya 73 años nos pusimos de acuerdo para reconocer que todos los seres humanos tenemos los mismos derechos, sin importar en donde hayamos nacido, sin tener en cuenta nuestra manera de pensar, creer, hablar o relacionarnos.

Además, hemos consignado este reconocimiento en tratados y pactos internacionales de obligatorio cumplimiento para todas las naciones. El reconocimiento universal de los derechos humanos busca evitar un nuevo horror y desastre, como el de las dos guerras que ya experimentó la humanidad y que pueda llevarnos a la total autodestrucción. Además, con estos pactos y tratados se pretende que seamos capaces de vivir en un mundo más justo, más equitativo y en paz. 

Declaración Universal de los Derechos Humanos, formulada y aceptada por todas las naciones desde 1948, en sus treinta artículos determina y establece los derechos fundamentales propios de todos los seres humanos, que los Estados y gobiernos deben proteger en todo el mundo como valor supremo. Esa declaración es un tratado internacional de obligatorio cumplimiento en todos los Estados pertenecientes a la Organización de las Naciones Unidas. De los 194 Estados que hay en el mundo, 193 forman parte de las Naciones Unidas. La única excepción es la de la Ciudad del Vaticano, cuyo rol es de observador.

En palabras simples, los derechos humanos son un conjunto de atributos propios y derivados de la dignidad que tenemos todos los seres humanos, por el solo hecho de existir. Su cumplimiento y realización resultan esenciales para el desarrollo integral de las personas. Los derechos humanos son parte de la esencia de nuestra naturaleza. 

Aunque la desigualdad, las inequidades y las diferencias económicas, sociales, culturales y políticas existentes, tanto entre los individuos como entre las naciones son un hecho irrefutable, precisamente esas realidades nos están indicando la enorme brecha que debemos cerrar para alcanzar el magnífico ideal que contiene y formula la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Ellos nos marcan el rumbo y el camino, largo y tortuoso, que aún debemos recorrer para hacer realidad ese ideal. 

Los derechos humanos definen nítidamente el deber ser ético, moral y político del comportamiento humano acorde con su dignidad como seres humanos, y las responsabilidades que tienen las sociedades y el conglomerado de las naciones para cumplirlos. Esos 30 artículos han servido de línea directriz y de inspiración para concebir, redactar y firmar, hasta el día de hoy, más de setenta tratados de derechos humanos en todo el mundo. Ese ideal común acordado y aceptado entre los países firmantes de la Declaración en la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948, se constituyó como el documento legal fundante que estableció la  protección universal de los derechos humanos fundamentales y sigue siendo la base de toda ley nacional o internacional de derechos humanos. 

Estos derechos universales son inherentes a todos nosotros, sin importar la nacionalidad, género, origen étnico o nacional, color, religión, idioma o cualquier otra condición de los seres humanos. Varían desde los fundamentales, como el derecho a la vida, hasta los que le dan valor, como los derechos a la alimentación, a la educación, al trabajo, a la salud y a la libertad. 

La universalidad de los derechos humanos es el principio y fundamento del derecho internacional de los derechos humanos. Todos tenemos el mismo derecho a gozar de estos, y este principio, como se recalcó primero en la Declaración Universal de Derechos Humanos, se repite en numerosas convenciones, declaraciones y resoluciones internacionales en torno al tema.

Los derechos humanos son inalienables, es decir, no se pueden quitar a nadie, a excepción de situaciones concretas y siguiendo un procedimiento adecuado. Por ejemplo, el derecho a la libertad puede restringirse si una persona es declarada culpable de un delito en un juicio justo y por un tribunal de justicia.

Los derechos humanos son indivisibles e interdependientes, lo cual implica que unos derechos no puede disfrutarse plenamente sin los otros. Cuando hay avances en el cumplimiento de los derechos civiles y políticos, también se avanza en el ejercicio de los derechos económicos, sociales y culturales. De igual manera, cuando se da la violación de los derechos económicos, sociales y culturales, muchos otros derechos se afectan negativamente.

La no discriminación, formulada en el Artículo 2 de la Declaración, trasciende todo el derecho internacional de derechos humanos. Este principio está presente en los principales tratados de derechos humanos y es el tema central de dos convenciones fundamentales: la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, y la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujeres.

Los Estados tienen obligaciones y deberes conforme al derecho internacional para respetar, proteger y cumplir los derechos humanos. Respetarlos quiere decir que los Estados no pueden interferir en el disfrute de estos, ni limitarlos. Protegerlos es una exigencia para que cada Estado proteja a las personas y a los grupos contra las violaciones de derechos humanos. Cumplirlos exige los Estados promulguen y adopten leyes positivas para facilitar el disfrute de los derechos humanos básicos.

Como personas e individuos, si bien tenemos derecho a disfrutar plena e integralmente de nuestros derechos humanos, también debemos respetar y defender los derechos humanos de los demás. Finalmente, aunque en las sociedades ocurran violaciones a los derechos que afectan a seres humanos concretos, la vulneración de los derechos, el delito, la injusticia, la desigualdad y la inequidad no pueden ser aceptados de ninguna manera como normas o realidades que rijan inexorablemente el comportamiento social. 

*Esta nota periodística no representa la postura de Acción Cultural Popular – ACPO organización dueña de la marca registrada Periódico El Campesino y elcampesino.co. Con ello, tampoco compromete a la organización ni al periódico en los análisis realizados, las cifras retomadas, los entrevistados que aparecen, entre otros. 

 

Por: Bernardo Nieto Sotomayor. Equipo Editorial Periódico El Campesino.

 

Cacao y chocolatería gourmet, la apuesta embera que florece en Antioquia

El municipio de Mutatá se encuentra localizado en el departamento de Antioquia, de acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE, tiene una población de 12.609 personas, de los cuales 1.636 indígenas embera que habitan en los resguardos Chontadural Cañeros, Jaikerasavi y Coribi Bedadó, que dependen principalmente de actividades como la agricultura y las artesanías. 

Esta comunidad ancestral actualmente custodia 34.000 hectáreas de selva tropical  comprometidas en un proyecto REDD+ (Reducción de Emisiones derivadas de la  Deforestación y la Degradación de los bosques) apoyado por el Programa Páramos y  Bosques de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo – USAID. Por ello, la agencia ha trabajado por más de dos años para contribuir al desarrollo integral del territorio, apoyando apuestas productivas como el cultivo de cacao a través de asistencia técnica.

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En el ejercicio de su labor, el pasado 6 de septiembre del 2021 USAID anunció que se logró concretar una alianza comercial entre el Cabildo Embera de Mutatá y la compañía francesa La Finca Brava, la cual se dedica a buscar el mejor cacao en el país para producir chocolatería gourmet. Así mismo, la entidad detalló que este negocio fue posible gracias a que el grano que produce el pueblo originario además de ser orgánico tiene gran aroma y textura. 

Como avance de esta nueva alianza, Laura Marcela Suescun Goez, Gloria Esther  Bailarin Domico y Argelia Bailarin , pertenecientes a la etnia embera eyabidá y productoras de cacao, viajarán a Francia entre el 11 y 22 de septiembre del presente año para capacitarse en alta chocolatería con destacados  pasteleros y chocolateros de ese país. De igual manera en Mutatá, la comunidad seguirá fortaleciendo sus conocimientos en buenas prácticas agrícolas para obtener una materia prima de alta calidad.

“La estrategia de mercado es promover el cacao de Mutatá como un producto orgánico de  origen étnico, producido por mujeres que unirán sus conocimientos ancestrales a nuevos  conocimientos de chocolatería para crear un producto único. Se proyecta que para el  2022 el Cabildo indígena de Mutatá envíe las primeras cantidades de cacao orgánico y  posteriormente el producto transformado en barras de chocolate” aseguró USAID.

Por su parte, Gregory Le Heurt, gerente de La Finca Brava manifestó que con este proyecto no sólo se impactará a la comunidad indígena, si no que “impactarán también a mujeres francesas, a chef pasteleros y chocolateros del país, con un producto exquisito que consumen en 15 días alrededor de 36.000 toneladas de chocolate, aproximadamente 2/3 de la producción anual de Colombia”.

Así, el cacao cultivado por este pueblo autóctono, comienza a dar sus primeros pasos para ingresar al mercado francés, lo que representa una oportunidad para mejorar su calidad de vida y fortalecer su economía local. 

Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona. Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

Carta del campo: Pensar en un proyecto de vida en el campo

Pescado para el Desarrollo es un proyecto financiado por Caritas Noruega a través de Cáritas Colombiana, que tiene como objetivo la formación de 300 jóvenes del Caquetá y sus familias en acuicultura. Con el propósito de construir capacidades que les permitan acceder al mercado laboral  y aportar a la seguridad alimentaria de sus comunidades.

El proyecto cuenta con tres aliados como son el Servicio Nacional de Aprendizaje – SENA, la Asociación de Acuicultores del Caquetá – ACUICA y Acción Cultural Popular – ACPO, que a través de las Escuelas Digitales Campesinas, ha venido capacitando  a  los jóvenes de los grados 9°, 10° y 11° en el área personal, creando conciencia en cada joven de que la formación en el ser humano debe ser integral, relacionada con el desarrollo de actitudes y valores que impacten positivamente en su vida y en su entorno.

Para esto, el proyecto se enfoca en impulsar una de las poblaciones más vulnerables que son los jóvenes rurales, dándoles bases y conocimientos sobre el tema en la práctica, técnica y la actividad que conlleva al conocimiento, crianza y cultivo de peces, además de brindarles una formación integral con vista hacia el futuro.

¿Qué resultados se espera con el curso Mi proyecto de vida en el Campo?

Al finalizar el curso Mi proyecto de vida en el campo, se espera que las y los jóvenes rurales hayan adquirido conceptos y herramientas claves para el diseño y la construcción de su proyecto de vida. Reconociendo las enseñanzas de las 4 sesiones que componen este ciclo formativo y que van contagiando al estudiante de curiosidad e interés por adquirir competencias para enfrentarse a la vida.  

Comprenderán que nuestro país tiene grandes oportunidades de desarrollo en el campo y que es muy necesaria la formación para aportar en este proceso.  Además, entenderán que las competencias laborales en el entorno rural son un punto de encuentro entre el sector productivo y el sector educativo.

Se espera que se empoderen y crean que Colombia está viviendo un momento muy especial, y que en él los jóvenes tienen la posibilidad de emprender y realizar un proyecto de vida que no solo contribuya a su desarrollo personal y profesional, sino que además les da la posibilidad de ayudar a su comunidad.

Por: Fanery Cabrera Ramírez. Facilitadora educativa del proyecto Pescado para el Desarrollo. 

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora. 

Alfabetización, deuda pendiente para el desarrollo integral en Colombia

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Desde 1967, cada o de septiembre se celebra el Día Internacional de la Alfabetización, una fecha instaurada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura – UNESCO, con el propósito de crear conciencia en los ciudadanos sobre la importancia de reconocer la alfabetización como un factor fundamental para ejercer los derechos humanos y de dignificación humana. 

Así mismo, busca promover el fortalecimiento de la cooperación internacional, para avanzar en el cumplimiento del cuarto Objetivo de Desarrollo Sostenible – ODS, en el cual se estipula “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje”. De igual manera su meta 4.6 propone para 2030, garantizar que todos los jóvenes y al menos una proporción sustancial de los adultos, tanto hombres como mujeres, tengan competencias de lectura, escritura y aritmética.

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Según la UNESCO, más allá de su concepto convencional como conjunto de competencias de lectura, escritura y cálculo, la alfabetización se entiende hoy día como un medio de identificación, comprensión, interpretación, creación y comunicación, que permite una mayor participación de las personas en el mercado laboral, influyendo directamente en la reducción de la pobreza y ampliando las oportunidades de desarrollo.

Sin embargo, la entidad afirma que en el mundo 773 millones de personas son analfabetas, y, el género femenino es el más vulnerable, ya que  2 de cada 3  personas que carecen de competencias lectoescritoras son mujeres. De igual manera, detalla que más de 600 millones de niños y adolescentes no alcanzan niveles mínimos de competencia en lectura y matemáticas. 

Los países con menor tasa de alfabetización son : Afganistán, Benin, Burkina Faso, República Centroafricana, Chad, Comoras, Costa de Marfil, Etiopía, Gambia, Guinea, Guinea-Bissau, Haití, Irak, Liberia, Malí , Mauritania, Níger, Senegal, Sierra Leona y Sudán del Sur, con una cifra se encuentra por debajo del 50%.

La alfabetización en Colombia

El panorama en el territorio nacional tampoco tiende a mejorar, pues a pesar de que el artículo 68 de la Constitución Política dictamina que la erradicación del analfabetismo y la educación de todas las personas son obligaciones del Estado,  2.847.251 colombianos no saben leer ni escribir, así lo reflejan datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE. 

Además, las comunidades rurales son las más afectadas debido a que no cuentan con garantías que les permitan acceder a conocimientos básicos, pues la cobertura educativa de las zonas más apartadas del país es tan sólo del 23,7%. Y los departamentos con mayores índices de analfabetismo son La Guajira con 17,03%, Chocó con 14,82%, Sucre con 12,42%, Vichada con 11,50% y Córdoba con 11,55% . Lo que evidencia la necesidad de tomar acciones institucionales que aseguren el derecho fundamental a la educación. 

Trabajar por la formación integral del campo colombiano 

Desde su creación en 1947, la fundación Acción Cultural Popular – ACPO le ha apostado a la educación como pilar fundamental del desarrollo integral del campesinado colombiano. En ese sentido, ha llegado a 11 departamentos como Valle del Cauca, Boyacá, La Guajira, Chocó y Caquetá con el curso Alfabetización Digital de sus Escuelas Digitales Campesinas, beneficiando a cientos de personas, potenciando sus capacidades académicas y humanísticas, y aportando a la reducción de las brechas de desigualdad que existen entre lo urbano y lo rural en Colombia. 



Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona. Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.



Cultura BIT, un evento sobre tecnología y dinámicas culturales

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De acuerdo con el Ministerio de Cultura, los procesos de comunicación y cultura están cada vez más influenciados por las Tecnologías de la Información y la Comunicación – TIC, y sus lógicas de interrelación. Como resultado, se generan nuevas dinámicas de relacionamiento sociocultural que presentan variadas transformaciones asociadas a las posibilidades de creación de contenidos, hábitos de consumo y  formas de organización de la cultura.

“Las nuevas tecnologías y las nuevas lógicas de la comunicación ofrecen múltiples posibilidades de acceso a la información, pero especialmente les brindan a los ciudadanos la oportunidad de superar su condición de receptores de información para convertirse en productores de contenidos y en creadores culturales”, afirma el Ministerio. 

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Reconociendo el potencial de las tecnologías, el ente gubernamental lanzó en el año 2020 Cultura BIT, una experiencia anual en la que interesados en la cultura, las narrativas digitales, inmersivas, interactivas y expandidas pueden explorar en las más recientes tendencias del sector, de la mano de conocedores nacionales e internacionales provenientes de los más variados contextos de creación, investigación y producción de contenidos.

Conforme con la explicación del Ministerio, Cultura BIT propone espacios de reflexión sobre el uso y los fines de la tecnología. Además, busca transformar cómo se cuenta la cultura digital, el patrimonio, los nuevos medios, las prácticas artísticas, los museos y otros espacios que surgen en los entornos digitales y que son manifestaciones culturales. 

Para este 2021, esta iniciativa se llevará a cabo del 6 al 9 de septiembre en el marco del Gran Foro de Artes, Cultura, Creatividad y Tecnología – GFACCT. Su programación virtual que será liderada por expertos  de Chile, Estados Unidos, Argentina, Canadá, Brasil y Colombia, los cuales desarrollarán conferencias, talleres y estudios de caso entorno a 9 ejes temáticos como videojuegos, narrativas transmedia, narrativas sonoras, narrativas inmersivas e interactivas, inteligencia artificial, literatura digital, y museos y patrimonio. 

Las conferencias por ejemplo abordarán temas como: la danza, el cuerpo y el arte digital, interactividad y mapping para puestas en escena en vivo; exposiciones interactivas; música y cultura afrobrasileña a través de herramientas tecnológicas; robótica social; videojuegos en comunidad; patrimonio documental y digitalización; y hacktivismo racial. 

Por otro lado, en su sesión de paneles se enfocará en literatura digital, narrativas inmersivas e interactivas, museo y patrimonio en la era digital, internalización en la industria del videojuego, narrativas sonoras en el podcast colombiano, ilustración y novela gráfica digital, y humanidades digitales. Así mismo, los talleres se especializan en creatividad e inteligencia artificial, series culturales animadas, imágenes en escena, sonido, cuerpo y ciudad, y tendrán una duración de 3 horas. 

Cabe destacar que, todos los eventos que su cronograma son totalmente gratuitos y el único requisito para participar es realizar una inscripción previa a cada sesión, ya que los cupos son limitados. Si usted desea conocer toda la programación completa o registrarse en algún evento puede consultar el siguiente enlace: Cultura BIT 

 

Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona. Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.



En Miravalle las mujeres rurales lideran proyectos productivos

El pasado 9 de agosto de 2021, el Antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación – AETCR Miravalle dio un paso significativo en relación con la producción y comercialización en la línea de piscicultura. Con la producción de una tonelada y media   de   tilapia roja que fue sembrada en diciembre del 2020.

En este territorio de Caquetá los proyectos productivos son el eje fundamental para el desarrollo local de la región, se propició un escenario donde se encontraron varios actores en pro de la convivencia, la paz y la reconciliación. Como el ejército en cabeza del Batallón de Operaciones Terrestres -BATOT 70, que trabajó de manera conjunta con las y los reincorporados en el alistamiento y la pesca.

Luego se  dio el segundo paso con las  mujeres  reincorporadas  en   el  choque térmico con  integrantes de la Policía, un vivo ejemplo de convivencia, pues actores que antes se confrontaban en armas en este territorio, hoy se unen en un proceso de desarrollo local que favorece la comercialización de uno de los proyectos productivos.

La paz es un hecho cuando son las mujeres y los hombres reincorporados quienes le aportan al desarrollo del país, no solo en la comercialización de sus productos, sino en la posibilidad  de construir lazos de confianza, respeto, cordialidad  y trabajo en equipo. Todos en absoluto, Fuerza Pública, Ejército, Policía, Agencia para la Reincorporación y la Normalización – ARN, y Acción Cultural Popular – ACPO.

En cabeza de la facilitadora del proyecto Mujer Mestiza, Indígena y Afrodescendiente – MIA, quien lideró el accionar en la sala de procesos que se adecuo en el AETCR Miravalle,  mujer que con dedicación, esfuerzo y compromiso sacó adelante este proceso, se formó como técnico en piscicultura en el marco del Convenio ARN -SENA en Angostura, Huila. 

Poder hablar del desarrollo local de la zona de reserva campesina, es posicionar la labor de las mujeres que se han cualificado para mejorar la calidad de vida de todas y todos los que hacen parte de la ruralidad. 

Por: Anyela Patricia Cardozo. Facilitadora educativa del proyecto MIA.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

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