jueves, julio 10, 2025
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Indígenas del pueblo awá recuperan sus tierras ancestrales en Nariño

De acuerdo con la Organización Nacional Indígena de Colombia – ONIC, los awá son un pueblo indígena que habita en los departamentos de Nariño y Putumayo y que se caracteriza por vivir en asentamientos dispersos que siguen la corriente del río.  

En diciembre del 2021 la justicia falló a favor del pueblo restituyendo los derechos territoriales de las comunidades de los resguardos de Tortugaña Telembí, Ñambi Piedra Verde, Pipalta Palvi, Planadas Telembí y Tronquería Pulgande. Ubicados en los municipios de Barbacoas y Samaniego, Nariño.

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Con el pronunciamiento del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali un total de 44.981 hectáreas serán entregadas a 3.873 personas, además, el fallo imparte medidas de reparación integral con el propósito de que esta comunidad pueda recuperar su gobierno propio, cultura, tradiciones y la movilidad.

Esta es la primera sentencia que pronuncia la justicia a favor de comunidades étnicas en el departamento de Nariño. Así mismo, ordena al Ministerio del Interior y la Unidad de Restitución de Tierras construir junto con la comunidad un reglamento interétnico que les permita regular los usos del suelo y actividades de vivienda, educación, salud y producción.

“Hoy de la mano de la Unidad de Restitución de Tierras se avanza en el camino para que estas familias indígenas regresen a su tierra y construyan una nueva vida en su territorio” afirmó  Catalina Delgado directora territorial de la Unidad de Restitución de Tierras en Colombia.

 

Por: Karina Porras Niño. Periodista – Editora. 





Con muralismo Villavicencio busca potenciar turismo local

Como una estrategia para fomentar el turismo local y seguir consolidando el proyecto de Villavicencio como una biodiverciudad, Cormacarena inauguró 6 murales representativos en el parque Cerro de Colores.

Los cuales reflejan la historia, la identidad y la conectividad entre el casco urbano y la naturaleza. Estas pinturas fueron elaboradas durante un mes por jóvenes artistas pertenecientes a la comuna 2 del municipio.

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Cada uno de los murales cuenta con un valor significativo para el territorio, tal es el caso de un jaguar que sobresale a unos disparos, haciendo alusión a lo vivido hace unos años en el barrio Colinas y la fortaleza y resiliencia de sus habitantes. 

Otro de los trabajos expresa la conectividad entre los barrios La Salle, Colinas, Libertadores, San José, La Isla y Camilo Torres con la Reserva Natural Buenavista, donde está plasmado el mono ardilla y el caño Gramalote.

Estos murales no solo generan un cambio estético en los barrios duramente estigmatizados, sino que se convierten en un atractivo turístico a través de un recorrido por este sendero natural, que cada vez toma más fuerza en la región.

Por: Cormacarena.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora. 





Zoocios, narrando la conexión entre el ser humano y los animales

Zoocios es una serie dirigida por María José Bermúdez que evidencia a través de 8 capítulos la conexión existente entre el ser humano y los animales. Se trata de una producción de Cabeza Rodante para Canal Trece.

Esta apuesta audiovisual cuenta desde la voz y mirada de Adriana Moreno, una artista e ilustradora, cómo es la relación de 8 personas con los animales que conviven, mostrando que nos necesitamos para coexistir.

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Por su apuesta reflexiva e innovadora, Zoocios de Canal Trece obtuvo el Premio a Mejor Proyecto Series TV en el Festival de Cine Animal y Ambiental 2021 – FICAA. El cual busca promover la visión de cineastas de todo el mundo en estos temas mostrando  factores culturales, denuncia y análisis para la preservación de todos los seres vivos.

En su tratamiento audiovisual, esta serie contiene un componente de animación en el que la ilustradora Moreno va construyendo una obra artística desde lo que se grabó en Cundinamarca, Meta, Tolima y Caldas. Puede ver la serie en el siguiente enlace: Zoocios.  

 

Por: Karina Porras Niño. Periodista – Editora. 



Carta del campo: Labor comunitaria por la protección del río Palacé

En El Culebriado, que es una vereda ubicada en Cajibío, Cauca la comunidad le apuesta al cuidado del medio ambiente y la recuperación de afluentes de agua como la cuenca del río Palacé. 

Desde hace varios meses realizan periódicamente jornadas de siembra de árboles nativos y recolección de basura, actividades desarrolladas con el apoyo de entidades como la Corporación Nueva Ruralidad y la Corporación Autónoma Regional del Cauca.

La imponente belleza del río Palacé atrapa a propios y extraños, así lo narra Martha Lucía quien desde hace muchos años habita en la cuenca del río. “Yo tiendo mis anzuelos en la tarde y en la mañana recojo casi siempre 1 o 2 sabaletas y los turistas que visitan esta región siempre quieren quedarse a vivir en nuestro paraíso”.

De este afluente se benefician varias comunidades ya que abastece de agua para el riego de cultivos y la pesca. Por eso el impacto del trabajo comunitario permite la disminución de la huella de carbono en el departamento y más importante aún, reúne a los habitantes en torno a una causa en común.

Resaltamos el liderazgo de José Ary Capote, participante del Club de Reporteros Rurales, una iniciativa de Acción Cultural Popular – ACPO que busca garantizar el derecho a la comunicación y el acceso a la información en zonas rurales, para fortalecer la participación ciudadana.

Don José promueve esta iniciativa en la que participan más de 25 personas de la comunidad, también ejerce el periodismo y la comunicación de una forma empírica. Es un agente de cambio que protege a los habitantes rurales de Cajibío y aporta al desarrollo de la región a través de su compromiso con el campo colombiano.

Por: Edgar Chitiva Guzmán. Facilitador educativo de ACPO. 

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora. 




Acompañamiento de los padres para el crecimiento de la juventud rural

El proyecto Pescado para el Desarrollo trabaja por darle a la juventud rural herramientas para que puedan construir un proyecto de vida que les permita mejorar su calidad de vida, la de su familia y  su región.

Teniendo en cuenta que en el núcleo familiar los jóvenes adquieren determinados valores, el proyecto busca la participación activa  de los padres o acudientes por medio de actividades como las convivencias.

Un espacio donde padres e hijos trabajaron unidos para fortalecer su comunicación y respeto, y que de acuerdo a lo que afirmaron, son escenarios de gran importancia para la expresión de emociones y la búsqueda de herramientas para la resolución de conflictos.

Hay que recordar que el 23 de julio del 2020 el Gobierno sancionó la ley 2025 que establece los lineamientos para implementar escuelas para padres, madres y cuidadores en las instituciones educativas de todo el país, la cual señala obligatoriedad de la familia para acompañar los procesos de aprendizaje de sus hijos e hijas.

Sin embargo, por parte de las instituciones educativas actualmente no se implementa una escuela de padres, madres y cuidadores que brinde formación en valores, competencias socioemocionales, sexualidad y pautas de crianza no violentas.

Estas actividades de comunicación entre los jóvenes y sus padres permite que los conocimientos y habilidades que los jóvenes reciben en el colegio se soporten y tengan coherencia en los hogares. Ejercicios como la escritura de una carta por parte de los padres permite que los jóvenes sientan apoyo en la construcción de su proyecto de vida.

 

Por: Sandra Riaño García. Facilitadora educativa del proyecto Pescado para el Desarrollo.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora. 

Una aplicación para la equidad educativa en las comunidades indígenas

El departamento de La Guajira ubicado al norte de Colombia,  hace parte de la Región Caribe, limita al norte con el mar Caribe, al este con  Venezuela, al sur con el departamento del Cesar, y al oeste con el Magdalena. De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE, tiene una población de 880.560 personas, de las cuales el 34,8% tienen de 0 a 14 años y el 57,9% de 15 a 59 años. 

Las comunidades que habitan estos territorios son consideradas como unas de las más vulnerables, pues según el DANE cerca del 50% de su población se encuentra en condición de pobreza. Adicionalmente, el 28,6% es analfabeta, el 63,7% tiene bajo logro educativo, y el 38,7% presenta rezago escolar. Lo que evidencia deficiencias en el sistema educativo. 

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Tania Rosas, es una mujer guajira de 30 años, que vivió su niñez en esta realidad, por eso recuerda conmovida que desde pequeña se propuso generar soluciones educativas para ayudar a aquellos niños, niñas y jóvenes rurales que por algún motivo no pueden recibir clases en básica, media y secundaria. Se graduó en Ciencias políticas y como tesis de grado, presentó un trabajo sobre cómo reducir la pobreza multidimensional en las comunidades promoviendo acceso a la educación de calidad. 

Como resultado,  en el año 2015 creó la Fundación El Origen y lanzó la aplicación O – Lab App, una plataforma digital que funciona sin internet y permite a la juventud rural formarse a través de diferentes cursos. “Acceden a una cantidad de cursos que fueron creados previamente con organizaciones y universidades. Y son de educación complementaria, educación vocacional y también cursos que les permitan desarrollar habilidades para crear proyectos para el desarrollo sostenible de sus comunidades”, explicó la creadora

Esta herramienta es adaptable a diferentes lenguas indígenas, principalmente la wayuunaiki, que es una de las más habladas en Colombia. Además, se puede personalizar y todo el material disponible para las personas primero pasa por una revisión para que se adapte a las necesidades y contextos de cada estudiante; ofreciendo así una educación inclusiva.

De acuerdo con la profesional en Ciencias Políticas, con estos contenidos buscan “empoderar a estos jóvenes y que ellos mismos creen las soluciones con recursos que tienen a su alrededor  y que el desarrollo que esperamos ver en nuestro país sea impulsado por los jóvenes de las comunidades más vulnerables”, afirmó motivada. 

Un ejemplo de ello es que tienen un curso que enseña a crear filtros para purificar el agua y otro de paneles solares, temáticas valiosas ya que conforme con el DANE solo en La Guajira el 39,5% de la población no tiene agua potable y el 40% no tiene servicio de electricidad. 

Aunque la aplicación funciona en dispositivos móviles de muy bajo costo, uno de los mayores retos que enfrenta este emprendimiento social es el de conseguir aliados para poder distribuir tablets en los colegios o comunidades con los que trabajan. “La manera en que lo sobrellevamos es trabajar en equipo con diferentes organizaciones comunitarias y escuelas, intentamos llegar a muchas más empresas, alzando la voz de lo que hacemos y lo que podemos conseguir dando acceso para la educación digital en las zonas rurales de nuestro país” dijo con positivismo Rosas.

Uno de los logros que más la conmueven es el hecho de haber trabajado con los niños migrantes que llegan al territorio nacional, pues en convenio con la organización World Vision distribuyeron su plataforma a cientos de infantes que se nivelaron académicamente y se adaptaron al sistema educativo para así continuar de manera efectiva sus procesos de enseñanza. 

Gracias a sus esfuerzos y a la firme convicción de que la educación es un pilar fundamental para el desarrollo y la transformación social, junto con su equipo de trabajo cumplieron el sueño de llevar su tecnología a diferentes partes del mundo. Pues, a raíz de la pandemia generada por el covid 19 comprendieron que su iniciativa podría ayudar a más personas. 

“Estamos en Pakistán, Filipinas, Nigeria, Paraguay, México y Perú. Aún así, esperamos seguir llegando a cada uno de los rincones de nuestro bello país Colombia y contribuir a cerrar la brecha que hay en acceso a la educación digital”, manifestó con alegría la directora de O – Lab. 

 

Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona. Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.




 










Colombia a través del manual “Contemplar, Comprender, Conservar”

El proyecto editorial “Contemplar, Comprender, Conservar: Manual ilustrado para guías de turismo de naturaleza en Colombia”, recoge información sobre la biodiversidad de ecosistemas y la historia natural del país. Es digital y su información se encuentra en tres formatos: un libro, audios tipo podcast e imágenes, diseñados de manera didáctica, estética y accesible.

Este proyecto es liderado por ProColombia y cuenta con el apoyo de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Además, tiene el respaldo del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt y la organización Wildlife Conservation Society.

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“Nunca el país ha contado con una narrativa precisa en materia de naturaleza, y aunque este no es un proyecto científico, si piensa darle un alcance conceptualmente adecuado a las historias y narrativas que enriquecen de manera significativa la experiencia turística del país”, mencionó Gilberto Salcedo Ribero, Vicepresidente de Turismo en Colombia.

El manual fue creado para tres tipos de público: los guías de turismo de naturaleza que deseen ampliar sus conocimientos de la biodiversidad del país, los visitantes interesados en saber de los destinos de naturaleza locales y el público en general que quiera conocer Colombia.

Formatos de contenidos editoriales

Libro: Es un repositorio ilustrado sobre la historia natural colombiana, que está sustentado científicamente. Cuenta con 306 páginas en dos versiones: español e inglés. Puede descargarlo ingresando al siguiente link: Manual.

Audios: Son podcast (formato de narración) diseñados para facilitar su descarga, almacenamiento, difusión y consulta en cualquier momento desde un celular. El material está agrupado en orden de narración por entradas. Puede descargarlo ingresando al siguiente link: Audios.

Imágenes: Consta de 100 piezas gráficas divididas entre atractivos turísticos de los diferentes departamentos y conceptos clave e ideas esenciales del manual. Puede descargarlo ingresando al siguiente link: Imágenes.

Por: Isabella Durán Mejía. Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

Comunidades afro del Cauca ven los frutos de la restitución de tierras

El municipio de Patía ubicado al sur del departamento del Cauca, es un territorio donde las comunidades han resistido por más de 40 años al flagelo de la guerra causada por la presencia de grupos al margen de la ley, que se disputaban terrenos para la producción de cultivos de uso ilícito y la minería ilegal enfocada en la explotación de carbón y oro. 

Una de las consecuencias más evidentes fue el desplazamiento forzado que despojó a cientos de familias de sus viviendas, por lo que la labor de la Unidad de Restitución de Tierras en la recopilación de información en torno a los impactos del conflicto en el municipio ha sido fundamental.

A inicios del mes de septiembre el Juzgado Primero del Circuito Especializado en Restitución de Tierras de Popayán, reconoció la vulneración de derechos ancestrales de estas comunidades afrodescendientes y dio sentencia para la restitución de 10.727 hectáreas a 212 familias integrantes del Consejo Comunitario la Nueva Esperanza. 

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“Esta sentencia es un verdadero éxito para nuestra comunidad porque nos pone en el escenario público para lograr la reparación que tanto hemos esperado y así avanzar en la tan anhelada paz que todos queremos para nuestro territorio, municipio y país” manifestó Seferino Gómez, líder del Consejo.

Dicho dictamen que beneficia a 7 veredas del corregimiento El Hoyo, imparte órdenes a los ministerios de Defensa, Minas, Agricultura y Ambiente, así como a las agencias de Tierras, Minera e Hidrocarburos y las unidades de Víctimas y Restitución de Tierras, para acompañar y velar el cumplimiento en la entrega de los terrenos.

Este avance hacia la construcción de paz busca que las comunidades afectadas puedan recuperar y promover sus tradiciones, restablecer su gobierno propio, y  trabajar en el proceso productivo de sus tierras para garantizar la seguridad alimentaria y generar ingresos sostenibles que les permitan mejorar su calidad de vida.

 

Por: Karina Porras Niño. Periodista – Editora. 

La historia del “oro dulce” del Catatumbo

Del norte del Catatumbo nace el oro más dulce de estas tierras, se trata de la piña, una fruta tropical de origen brasileño que precisa una temperatura de  25 a 32 grados centígrados. En Teorama, municipio de Norte de Santander, es muy interesante ver cómo los campesinos lograron posicionar el cultivo de este fruto pese a que no cuenta con dichas temperaturas.

Se dice que las primeras semillas de piña llegaron a Teorama en el año 1967, traídas por el agricultor Aurelio Coronel, oriundo del territorio, específicamente de la vereda El Farache. Quien decidió hacer los primeros ensayos para identificar especificaciones del suelo en cuanto a nutrientes y abono.

Sin embargo los resultados no fueron positivos, teniendo en cuenta que este cultivo requería de unas temperaturas más elevadas, así mismo, se pudo descifrar que existían variedad de cultivos, y este personaje solo había probado con la especie más dulce, la hoy conocida como oro miel. 

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“Los teoramenses nunca nos damos por vencidos, por eso los señores Ramon Bonet y José Trinidad Ortíz, campesinos de estas tierras productoras, fueron los siguientes en intentar sembrar este delicioso fruto, fue así como con la ayuda del señor Trino Rangel lograron traer a Teorama la muy conocida en estas tierras piña Perolera” menciona el historiador Alveiro Ramírez. 

Tuvieron que pasar 5 años para que el cultivo fuese económicamente viable y sustentable, luego de este tiempo se pudo descifrar lo requerido para que Teorama se estableciera como líder productor.

“Los nutrientes que requiere este cultivo son variados, sin embargo, ya hoy sabemos que se necesita preparar la tierra con: 68 kg N, 24 kg P2O5, 174 kg K2O, 27 kg CaO y 16 kg MgO, estos son porcentajes por hectáreas” asegura el ingeniero agrónomo José Joharly Franco. 

Es así como la piña se quedó en el territorio y se convirtió en un producto representativo económica y culturalmente. Gracias a este aporte agrícola, hoy día se generan productos derivados como dulces surtidos, torta, chicha, vino, mermelada, panderos, cocadas, croquetas, guarapo, entre muchas otras. 

Por: Jackelin Arroyo Rincón. Facilitadora educativa del proyecto Alfabetización digital para la gestión comunitaria/COSUDE.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.



“Museo del Campesino” cuenta la historia y la cultura del agro colombiano

Registrado el 28 de mayo de 2018 ante el Ministerio de Cultura, el ‘Museo del Campesino’ ubicado en el corregimiento de Anaime, en Cajamarca (Tolima) fue creado por campesinos de la región con el propósito de contar su historia, tradiciones y cultura, a través de exposiciones fotográficas, documentos y herramientas de trabajo alusivos a toda la tradición campesina.

El museo está organizado en cinco ejes temáticos que les brindan a sus visitantes un contexto amplio del trabajo histórico campesino, se destacan algunas piezas antiguas como un molino americano del año 1906, una plancha de carbono, un pilón de piedra que era usado por los indígenas y una lámpara Coleman.

A pesar de todas las piezas antiguas que se pueden ver en el museo, la más especial es la Romana, con más de dos mil años no ha podido ser reemplazada con ningún otro objeto en las zonas campesinas, ya que su funcionalidad es pesar y sigue siendo muy útil en las fincas campesinas.

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En todo el museo, en el que se encuentran varios objetos tradicionales, libros y documentos que han sido prestados de ACPO y Radio Sutatenza y el semanario impreso de El Campesino; sus creadores desean plasmar un sinfín de historias y tradiciones de años de trabajo realizados por herreros, arrieros y parteras.

Sandra Paola Caicedo, una de las fundadoras  del museo también creó la “Tienda Campesina Tolimense”, en donde también se pueden encontrar más de 100 productos tradicionales elaborados por manos campesinas de los municipios de Cajamarca, Chaparral, Libano, entre otros.

Caicedo detalla que “en la tienda pueden encontrar arroz de la meseta de Ibagué, el único arroz con denominación de origen con características de calidad premium; café orgánico certificado de Ibagué y Cajamarca; panela orgánica de Villa Hermosa; chocolate orgánico del municipio de Chaparral; y productos de la línea saludable como aceites, granola, tortas, bebidas vegetales libre de gluten y de todos los aditivos químicos”.

Lo que hace más especial las compras de los visitantes es que cada uno de los productos llevan consigo un pequeño relato del productor y su gran labor dentro de la cadena productiva campesina; ya sea que visite el “Museo del Campesino” o que compre algún producto de la “Tienda Campesina Tolimense” en esta región siempre encontrará un camino que lo lleve a descubrir la historia y la cultura del agro colombiano.

Por: Erika Carolina Guarnizo Rico – Periodista.

Editor: Lina María Serna- Periodista – Editora.

 

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