De las 20 Zonas Veredales Transitorias de Normalización (ZVTN) y 7 Puntos Transitorios de Normalización (PTN), solo cuatro municipios dijeron No a los acuerdos de paz entre el Gobierno colombiano y las Farc-EP

El apoyo a el acuerdo de paz en las zonas que previamente el Gobierno y las Farc habían establecido para que se hiciera el proceso de dejación de armas y tránsito a la vida civil fue contundente. Así lo demuestran los resultados del plebiscito que se llevó a cabo ayer, en una jornada electoral marcada por el abstencionismo, que se volvió a hacer presente a los largo y ancho del territorio nacional.

En municipios como La Macarena, Meta, donde se establecería una de las ZVTN, con una población que ha sufrido los estragos de la guerra, la victoria del Sí fue relevante, pues un 73,66% de la población que votó ayer aprobó los acuerdos. Así mismo sucedió en Corinto, Cauca, donde de las 8.489 que salieron a votar, 5.669 decidieron darles el visto bueno a los acuerdos. Un mensaje muy claro de los que más han sufrido a lo largo de los 50 años de confrontación armada entre el Estado colombiano y las Farc-EP.

Otros resultados en los municipios en los que se habían dispuesto las ZVTN y PTN:

• Arauquita, Arauca, 76,47% de la población a favor del Sí.
• Buenos Aires, Cauca 72,15% por el Sí.
• Caldono, Cauca, 79,84% por el Sí.
• Dabeiba, Antioquia, 64.68% por el Sí.
• Ituango, Antioquia, 69,34% por el Sí.
• Puerto Asis, Putumayo, 57,99% por el Sí.

En Riosucio, Chocó se dio una de las victorias más contundentes del Sí en la jornada electoral. De los 3.879 ciudadanos que salieron votar en este municipio tan solo 345 personas decidieron no apoyar los acuerdos.

Aunque el respaldo de estas poblaciones a los acuerdos y a la posibilidad de convivir con integrantes de las Farc fue generalizado en los 27 puntos dispuestos, cuatro municipios dijeron No. En Remedios, Antioquia, el voto por el No fue de 65,27%. Los habitantes de San José del Guaviare también dijeron No a los acuerdos con 52,64%. Lo mismo ocurrió en los municipios de Villarrica y Planadas en el Tolima en donde el No ganó con el 61,45% y 52,22% respectivamente. El municipio de Planadas fue el que causó mayor sorpresa, pues se esperaba un triunfo del Sí en una población considerada como la cuna de las Farc.

Pero pese a el triunfo del sí en estas zonas, los resultados generales a nivel nacional que dieron al No como ganador con un 50,21% sobre el 49,78% del Sí. Esto deja en total incertidumbre a estas poblaciones acerca de lo que seguirá con las ZVTN y PTN. El futuro dependerá de las conversaciones de Gobierno, Farc-EP y la oposición, encabezada por el partido Centro Democrático.

La feria que organiza la Asociación Colombiana de Criadores de Ganado Cebú (Asocebú) muestra lo mejor de la genética Cebuina y se llevará a cabo del 5 al 9 de octubre en el recinto Puerta de Oro en Barranquilla, Atlántico.

Esta versión de la Feria Nacional del Cebú contará con la participación de 128 ganaderías de todo el país, quienes participarán con más de 1.200 ejemplares de las razas: Brahman, Gyr, Guzerá y hembras con certificado de cruce para carne y leche en los diferentes campeonatos. Serán juzgados por Julio Olaya, Juan Rueda y Gustavo Vergara para la raza Brahman; Carlos López para la raza Gyr y cruces certificados para leche y la juez Alysson Sampaio, quien juzgara la raza Guzerá y cruces de hembras certificados para carne.

Por otra parte, Asocebú, con el propósito de generar conciencia cebuina en los niños, quienes son considerados de continuar el legado de sus padres, organizó mediante el programa Echando Raíces el concurso Mejor Mostrador Infantil y Juvenil de la Raza Cebú. La asociación invita a todos los niños y jóvenes a inscribirse a este concurso que se realizará el 9 de octubre.

Dentro del marco de la Feria Nacional del Cebú también se hará la celebración de los 70 años de Asocebú, por su aportación a los estudios a la genética cebuina, y se brindaran reconocimientos a todos los asociados, en especial a aquellos que llevan más de 40 años contribuyendo al desarrollo de las razas cebuinas en Colombia.

Un evento propicio para que expertos y principiantes en este tipo de raza ganadera puedan conocer avances en la mejor genética que produce hoy en día el país.

El diálogo es un escenario de encuentro para construir la paz, potenciando la voz de los diferentes actores como protagonistas de la transformación social.

Por: Claudia Patricia Toro Ramírez, vicerrectora de Extensión y Proyección Comunitaria, Uniagraria

Parece obvio decir que en el corazón de la paz está el diálogo.  Parece un lugar común, una afirmación de Perogrullo. Pero no es así. Esta semana me quedó claro que no dialogamos, no con ese diálogo que necesitamos, no con el diálogo franco, empático, sin prepotencias. Y no hablo del diálogo entre los contradictores, no hablo del diálogo entre los enemigos. Hablo del diálogo entre los que se supone están del mismo lado, de personas que representan instituciones consolidadas.

Parece haber un acuerdo nacional, soportado en cifras, estudios y misiones, en el que la paz pasa por lo rural, por ponernos al día como nación frente a la deuda histórica que tenemos con esa Colombia profunda. Pero este acuerdo y la expectativa de recursos frente al posconflicto ha exacerbado la “creatividad”, todos. Aun los que nunca se habían acercado a lo rural, hoy tienen especial interés en proponer desde los libros o la improvisación alternativas de salvamento.

Durante dos intensos días nos reunimos más de 300 personas representantes de instituciones públicas y privadas, de la academia y del sector productivo en el “II Foro Latinoamericano de Extensión y Desarrollo Rural”, a pensar sobre el camino posible en este propósito renovado de dar a nuestros campesinos una vida digna y para nuestros territorios mayor productividad.  La gran conclusión es que tenemos poca escucha y no por una posición ideológica o política, más bien, por una incapacidad metodológica.

Nos reunimos los académicos a hablar del campo desde las teorías sin sujetos. Se reúnen los decisores de política pública a planear sin la academia y sin la participación de las comunidades. Las comunidades son bombardeadas con un sinnúmero de ofertas que encarnan respuestas a preguntas que ellos no se han hecho. Es urgente saber cuáles son sus preguntas, es urgente saber cuáles son sus anhelos, su concepción sobre la dignidad y la paz.

Nos ocupamos en planear cómo mejorar la productividad con la idea de que más es mejor. Sin embargo, en este encuentro nos sorprendimos cuando uno de los campesinos participantes, un hombre sereno y sabio, se levantó y nos dijo: “Es que yo no quiero ser un gran productor, ni siquiera un mediano, quiero seguir siendo un pequeño productor”. Qué difícil desde nuestra mirada economicista y consumista entender que no siempre más es mejor.

Es urgente que nos escuchemos, pero no esporádicamente, es necesario que nos escuchemos sistemáticamente, para construir juntos, para dar respuestas a preguntas reales y sentidas, para reconocernos como coequiperos en este intento de soñar y construir un país en paz.  En esta tarea las instituciones universitarias tienen una responsabilidad que no pueden evadir. Porque el problema es de innovación social, y esto no atañe sólo a las ciencias sociales. Por el contrario, todas las disciplinas deben visibilizar esta perspectiva para emprender el dialogo necesario desde las cosmovisiones de todos los actores implicados.

El Gobierno espera llevar electricidad a 173.000 familias para finales del 2018 con este programa.

Después de participar en los eventos de la celebración por la firma del Acuerdo Final de Paz entre las Farc y el Gobierno, el Ministro de Minas y Energía, Germán Arce Zapata, aseguró que el programa PaZa la Corriente se concentrará en llevar electricidad a las zonas que han sido más afectadas por el conflicto armado.

Los departamentos que cuentan con el índice de cobertura eléctrica más bajo son Vichada, Putumayo, Vaupés, Guaviare, La Guajira y Chocó ya que tanto las condiciones geográficas como las de orden público impedían el acceso del Gobierno; por esta razón durante la implementación del programa estás regiones serán prioritarias.

El Ministro también señaló al diario El Espectador: “Las familias que viven en los lugares más alejados y dónde no hemos podido llegar por culpa del conflicto, tendrán energía eléctrica por primera vez. Además, nuestros pequeños mineros podrán tener la tranquilidad de trabajar en regiones en Paz donde sacar sus productos por nuevas vías rurales será una realidad».

Con el programa de PaZa la Corriente el Gobierno pretende lograr una cobertura del 97% del servicio eléctrico en el territorio nacional. Para ello se contará con una inversión de cerca de 2.5 billones de pesos, la cual estará a cargo del Estado y de empresas privadas.

Además de llevar electricidad a las poblaciones que no cuentan con este servicio, el programa también se encargará de implementar energías alternativas como la solar en zonas remotas donde sería muy difícil implantar torres y cableado.

Por otro lado, el servicio eléctrico permitirá que miles de familias cuenten con mejores opciones de vida al poder conservar sus alimentos en neveras, utilizar electrodomésticos, acceder a internet y telefonía móvil y contar con el servicio de alumbrado público.