La cocina, un legado campesino que trasciende fronteras

La cocina es parte de nuestra identidad, del hogar y del lugar al que pertenecemos, y eso por ese motivo que se ha transformado, a lo largo de los años, en el legado que vamos pasando a futuras generaciones.

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Foto por: Artesanías de Colombia - https://cutt.ly/fQlrKAh

Lo que comúnmente llamamos tradiciones, no son más que aquellos legados que se van pasando de generación en generación y que comienzan, sin querer, a tejer el entramado de lo que habitualmente llamamos cultura. Son las costumbres más arraigadas que vamos enseñando a nuestros hijos y de esa manera vamos enriqueciendo nuestra identidad y nuestros lazos. 

Las comunidades desde las épocas más antiguas han encontrado a través de la comida, un hilo conductor que ha llegado hasta nuestros días, donde aún hoy, seguimos conservando costumbres culinarias típicas, y nos sentimos identificados con los sabores propios de la región que habitamos. 

La cocina es parte de nuestra identidad, del hogar y del lugar al que pertenecemos, y eso por ese motivo que se ha transformado, a lo largo de los años, en el legado que vamos pasando a futuras generaciones y que forman parte del patrimonio cultural de una región y de un país. 

¿Y, será por eso que todavía nos moviliza aprender el arte del buen comer? Con los mejores cursos de cocina se podrá aprender toques modernos, sabores originales, esos sabores de la tierra, de la materia prima cosechada en el campo, de lo que la tierra de cada uno tiene para ofrecer y con la que se hacen los más ricos manjares que luego forman parte de nuestra identidad más genuina. 

Con cursos de cocina podrás saber, ¿Cuál es esa cocina que viene del campo y que hoy llega hasta la mesa de tantos otros? ¿Cuál es el punto de partida y el contenido nutricional de la oferta que el campo nos ofrece para elaborar los platos típicos más deliciosos?

Del campo a la mesa de los colombianos 

El campo colombiano se caracteriza por tener diferentes platos típicos, y llevar las más antiguas tradiciones culinarias aun hasta estos tiempos y seguir alimentando nuevas generaciones con los productos nobles de la tierra. 

Los cursos de cocina, pretenden respetar las comidas típicas introduciendo nuevas recetas que se incorporan a las necesidades actuales de los colombianos y que modernizan la manera en la que se presentan los platos de todos los días. 

Las diferentes regiones del país son, sin lugar a dudas, un conjunto de saberes y de prácticas gastronómicas, muchas que han ido incluso perdiéndose con el avance de los años, pero que muchos campesinos aún intentan rescatar para que no queden en el olvido para el futuro. El sabor especial de la comida hecha a la leña, por ejemplo, rescatando la esencia más pura de la comida colombiana de antaño. 

Miles de sabores, región por región 

Si hacemos un recorrido por las distintas regiones y vamos entrelazando sabores, entenderemos la importancia de rescatar estas tradiciones culinarias y llevarlas a los cursos de cocina modernos. Resulta tan interesante ver cómo pueden mezclarse perfectamente los sabores típicos, producto de los alimentos de la tierra, con los nuevos sabores que hoy son parte en la mesa diaria de todos los colombianos.

Nuestro recorrido empieza en la región de Antioquia, en la región andina de Colombia y su tradicional Bandeja Paisa, un plato muy particular y popular por supuesto compuesto por ingredientes de la región y, como dijimos, cocinados sobre el fuego de la leña. 

Este plato típico a base de frijoles, pertenece a la cocina típica de esta región de Colombia y constituye un verdadero manjar del campo

El caribe colombiano también nos deja sabores típicos de campo que vale la pena destacar, en la región de Montes de María, más precisamente, nos invita a saborear el tradicional Sancocho de gallina criolla, elaborado con productos típicos de la región como el ñame

Este tubérculo, que es el que más se produce en la región, es considerado parte de la cocina ancestral, además de haber sido utilizado por sus propiedades medicinales que aliviaban las dolencias, ya que el ñame es rico en proteínas y vitamina C

San Martin de los llanos, dentro de uno de los 4 departamentos que componen los llanos orientales, con su fuerte ganadería y sus más deliciosos asados, también nos regala un plato típico del campo que trasciende fronteras, la Carne a la Perra. 

Este típico plato con su particular forma de cocción, directamente bajo la tierra, envuelta en cuero y con brasas por encima, nos remonta a la época en la que ni vasijas había en el medio del monte para cocinar la carne. 

El departamento de Nariño, nos invita a conocer a este animal de herencia Inca con el que se prepara otro de los platos típicos del campo en Colombia, el cuy. Criado según las costumbres ancestrales, constituye una de las tradiciones de esta región y ofrece también su plato típico, cuy asado. 

La selección de las especies y la mano de las mujeres campesinas, son la clave para que esta tradicional receta siga pasando de generación en generación y siga ofreciendo los más arraigados sabores del campo a sus visitantes. 

Por último, y cerrando así este recorrido por las diferentes regiones del campo colombiano y sus platos típicos que, aun hoy, siguen deleitando a sus habitantes, llegamos a la región de Boyacá, que nos espera con su cocido boyacense.

Un plato que recopila los ingredientes más nobles del campo como lo son la papa, las chuguas, los nabos y las habas, entre otros y que tiene como gran cocinero al entrañable fuego de la leña. 

La cocina, uniendo a las personas a través de los sabores 

Si este recorrido te ha dejado con ganas de prepara una rica comida para tus seres queridos, entonces te invitamos a que pienses en los cursos de cocina que pueden darte todos los conocimientos para desarrollar este magnífico arte con amor y sabiduría. 

Si bien la cocina típica de un país es la que habla de sus tradiciones y de sus costumbres más arraigadas, cualquier plato hecho con amor y dedicación se convierte en una expresión de los más profundos sentimientos y es un gesto amable hacia el prójimo.

Pocas actividades demuestran tanto amor y dedicación por el bienestar de una comunidad como la de cocinar. No solo por el hecho de la dedicación con la que se seleccionan los ingredientes y el esfuerzo personal invertido en cada plato, sino por lo que sucede luego cuando la comida está servida.

Ese momento mágico en el que la familia se reúne para disfrutar de una comida preparada con amor, un momento de compartir, de conversar, de saborear los ingredientes de la tierra y que son motivo suficiente para celebrar el poder reunirnos frente a la mesa con la comida como protagonista. 

No existe acto más amoroso que el de alimentar, algo que es propio de las madres cuando sus hijos son pequeños y que luego se extiende a todos aquellos que disfrutan del arte de cocinar un plato de comida para sus seres queridos. 

La alquimia de los ingredientes, la mano del cocinero y el agradecimiento de los comensales luego de haber compartido el plato, hacen del ritual de la cocina, uno de los principales en la vida de todas las personas. 

Realmente podemos decir que en la mano de quien cocina, esta la capacidad de hacer magia con los ingredientes de la tierra. 





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