domingo, agosto 3, 2025
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Señales ecoacústicas, una alternativa para proteger los bosques

La bióloga Susana Rodríguez Buriticá adelanta un estudio de paisajes sonoros que le apuesta a frenar la deforestación en Colombia a través de señales ecoacústicas en los territorios. Rodríguez es líder de la línea de ecología espacial del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.

Las señales ecoacústicas hacen referencia a las ondas de sonido que la fauna emite naturalmente, por ende, su estudio se basa en la relación existente entre los sonidos de los animales y el ecosistema en el que habitan. De acuerdo con Rodriguez, investigar este aspecto fortalece los campos de conocimiento en ecología, comportamiento, uso de hábitat e incluso el efecto de las actividades humanas sobre diferentes especies animales.

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En cuanto al avance en estudios de ecoacústica, el Instituto Humboldt cuenta con un banco de sonidos llamado “Colección de Sonidos Ambientales Mauricio Álvarez Rebolledo” que recoge más de 22.000 grabaciones registradas a lo largo y ancho del territorio colombiano. Alrededor de esta colección, surgió la Red Ecoacústica de Colombia, que cuenta con investigadores de diferentes instituciones a nivel mundial interesadas en estudiar los sonidos de la naturaleza.

“Tenemos un país con una historia de transformación muy interesante, al lograr contar con el 50% del territorio conservado. Es una oportunidad de exploración invaluable. Somos un país de montañas, es decir, contamos con una variedad inmensa de fauna y flora, y por tanto, gran abundancia de ecosistemas”, comentó Rodriguez.

Además, mencionó que la ecoacústica constituiría una herramienta para detectar los focos de deforestación, ya que a partir del análisis del sonido de una motosierra, se puede diseñar un esquema de monitoreo que revele en dónde se están cortando los árboles.

“Es posible clasificar los bosques o coberturas vegetales de acuerdo con sus sonidos. Recientemente venimos trabajando en un estudio de paisajes sonoros intentando responder preguntas relacionadas con la degradación del bosque”, agregó. La investigación se basa en conocer esos procesos de deforestación, ya que a través de los satélites es posible detectar cuando desaparece, más no saber exactamente lo que sucede antes.

Por: Isabella Durán Mejía. Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

Radio Mundo Rural: Preocupación por crisis educativa en el mundo

De acuerdo con un informe presentado por el Banco Mundial, 10 millones de niños y niñas en el mundo no volverán a clases debido a los cierres prolongados de escuelas, la crisis económica y el difícil acceso a conexión de internet. Como resultado, 80 millones de niños y niñas en edad escolar que no van a tener acceso al mínimo de aprendizaje en aspectos como lectura, escritura, habilidades matemáticas básicas, entre otros.

Las zonas rurales son las más afectadas por esta situación, ya que los territorios apartados de las capitales, cabeceras municipales y centros urbanos no cuentan con conexión a internet y en algunos casos ni siquiera hay electricidad. 

Según el informe antes de la pandemia el 53% de los niños y niñas de las zonas más pobres del mundo no sabían leer ni escribir, y con la pandemia se incrementó un 63% y probablemente la cifra siga en aumento si no se plantean estrategias para fortalecer la educación. Frente a este panorama, los gobiernos están trazando planes de acción para mantener a flote la educación en todos los territorios.

Si desea conocer a fondo este tema, cómo está la situación del agro y cuál su proyección para 202, y la consolidación de las exportaciones del aguacate Hass, a continuación puede escuchar la emisión completa, cuya mesa de trabajo tiene como municipio invitado a Carmen de Bolívar.

Temas en la mesa de Radio Mundo Rural:

  • Crisis educativa en el mundo.
  • Perspectivas económicas: ¿Cómo le iría al agro este año?
  • Consolidación de las exportaciones del aguacate Hass.
  • Municipio invitado: Carmen de Bolívar.

 

Por: Isabella Durán Mejía. Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

Carta del campo: Historia de resiliencia de una mujer ex combatiente

Mi nombre es Lida María Valdés Benavidez. Nací en San Agustín Huila, pero desde los 9 años a mi padre se le presentó la forma de venirse para el Caquetá, fue así cómo llegamos a vivir en aquí. En una parcelita que le dio el INCORA. Mis padres eran gente noble, personas muy humildes y con muchos principios y valores. Nos enseñaron siempre a ser personas neutrales, a mirar, pero no juzgar, ni hablar. Recuerdo que mi mamá nos decía que uno nunca debe estar a favor de algún bando, refiriéndose a los grupos armados existentes. Mientras vivía con ellos nunca tuve un inconveniente o problema con algún grupo. 

Tuve mi primera hija a los 20 años sin buena suerte con el papá de ella, luego de dos años empecé una relación con el padre de mis siguientes dos hijos, lo conocía desde siempre, pues con él compartí parte de mi infancia en la escuela. Lamentablemente, sin pensar, ni tener en cuenta los consejos de mi madre me dediqué a vivir y a seguirlo para donde me llevara. Yo soy la única de mi familia que tuvo gusto por la llamada guerrilla, pero nunca se lo hice saber a mi familia; pero siempre tuve ese interés en la mente porque este grupo armado en la región hacía justicia por la gente. 

Mi nuevo compañero también tenía un gusto mayor por la guerrilla, más del que yo podía imaginar. En el tiempo del despeje, él se puso a trabajar con algunos de esos miembros, incluido James llamado “Pata Mala”, nunca le pregunté qué hacía exactamente porque mi vida con mi marido a veces era complicada; yo solo sé que para el año 2006 nos tocó salir desplazados y nos fuimos para  Bogotá y luego de tres años regresamos a San Vicente del Caguán, donde mi marido se puso a trabajar en oficios varios en fincas y cuando regresamos al pueblo se puso a trabajar como mototaxi.

Después de una discusión y algunos problemas  se dedicó a trabajar como miliciano olvidándose de la promesa que me había hecho. Para él fue fácil ya que su gusto por la guerrilla lo llevaba en venas. Al pasar los días, fui a visitarlo y me pidieron un encargo, realmente se trataban de unas moñas que costaron cinco mil pesos, tenía que hacerlas llegar en el Mixto que iba para Neiva; de esta manera, la guerrilla comenzó a pedir muchos más encargos. 

Me dediqué a trabajar con ellos, guiándome por la forma de trabajar de mi marido, nunca le preguntaba nada, pero sí tenía bien presente en qué parte hacía compras y cuáles eran las señas para saber qué era lo que compraba. En diciembre del 2014 hicieron un allanamiento en mi vivienda, saliendo ilesa gracias a Dios. Mi marido por otro lado, tuvo muchas aventuras y un día simplemente se fue, pero lo hizo de una forma compleja, dejando una mala imagen ante aquel grupo y sembrando una duda en mí. Fueron días duros y tristes pero que con la ayuda de Dios logré superar, decidí alejarme poco a poco pues sabía que me tenían en investigación, además un llamado amigo me había echado al agua con la ley de mi forma de trabajo.

Empecé a trabajar en un supermercado cerca del lugar donde vivía, pero eso no fue suficiente para que aquel llamado amigo me señalará de ser colaboradora de la FARC-EP, llevándose mi captura el 16 de marzo del 2016 acusada de rebelión y no sé qué otras cosas.  Conducida a Rivera, Huila pues desde Neiva era mi señalamiento, gracias a Dios fue solo un año, aunque a decir verdad para mí fueron siglos, no se lo deseo ni a mí peor enemigo. Allá se pierde todo lo conseguido y lo habido por conseguir, con decir que casi pierdo a mis hijos, les tocó sufrir mucho, no tenían una guía, ni compañía, ni quien los ayudará a conseguir sus cosas básicas. 

Pensé en emprender un negocio propio y empezar a recuperar lo que se perdió por estar en cárcel. Tenía un puesto en la plaza de mercado, pasé el proyecto para fortalecer mi negocio, cuando me salió conseguí un local fuera de la plaza confiada en que me iba a ir mejor ¡Pero qué va! lo material, aunque me salió costoso y no fue lo que pedí, ahí está. Pero el mercado todo fue como el proveedor quiso. La mayoría fueron cosas de aseo lo más caro que incluía el IVA. Lo de grano, lo que no estaba con gorgojo, estaba vencido, y fuera de eso una marca no comercial que la gente no consume y más caro que los productos normales. 

Fue así como fracasé de nuevo, tuve que vender el grano a más bajo precio a una persona que maneja cantidades alarmantes, para que no se me dañara todo y pues lo dañado echarlo a la lavaza. Tristemente el gobierno no da puntada sin dedal, al pobre siempre lo llevan por la doble. Y cabe aclarar que   puse en conocimiento mi descontento con mi facilitadora. En mí no se podía hacer nada, pero al menos para que esos mismos proveedores no fueran tenidos en cuenta para un nuevo proyecto.

Esta es parte de mi historia, me gustaría contarles a mayores detalles, pero eso llevaría mucho tiempo. Quiero contarles también que se me han abierto las oportunidades para continuar estudiando con el proyecto Mujer Mestiza, Indígena y Afrodescendiente – MIA de la Unión Europea. Gracias a Dios llegaron a nuestro bello municipio y nos dieron la oportunidad de seguir estudiando y capacitarnos a través de las Escuelas Digitales Campesinas – EDC de ACPO.

También me han abierto este espacio a través del periódico rural El Campesino para contar parte de mi historia; tengo muchas expectativas y quiero llegar al final de este bello proyecto porque ya mi confianza en el gobierno  son pocas. Yo aprovecharé cada conocimiento que el proyecto MIA me brinda para fortalecer mi familia y mi comunidad.

Por: Lida Valdés Benavidez.  Participante del proyecto MIA en Caquetá. 

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora. 

Equipo de cocción de soya para disminuir costos de producción avícola

De acuerdo con un informe del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, la soya en Colombia se siembra en la altillanura en el piedemonte de los departamentos del Meta y Valle del Cauca, y su producción nacional asciende a 58.726 toneladas. El principal uso de esta leguminosa es en la producción de torta de soya.

A pesar de que Colombia produce este alimento, la demanda supera la oferta nacional y por ende, las importaciones anuales corresponden al 95% del consumo. En la industria pecuaria, se suele utilizar la soya en la dieta de las aves debido a que contiene altos niveles proteicos y calóricos, que satisfacen las necesidades nutricionales de animales como los pollos de engorde.

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“Actualmente, debido a la escasez y el alto costo de la soya integral procesada como ingrediente en las dietas de los pollos de engorde, los pequeños y medianos productores optan por importar la torta de soya producida por grandes multinacionales”, señala Yully Andrea Becerra Toro, magíster en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira.

Por esta razón, una investigación desarrollada por Becerra, se basa en brindarles a los pequeños y medianos productores  de pollos de engorde en el Valle del Cauca, una alternativa  que disminuya los costos de producción. Este estudio consiste en la fabricación e implementación de un equipo para cocción de soya que permite procesar entre 50 y 200 kilogramos de soya.

En ese sentido, la opción de cultivo y procesamiento con el equipo les resultaría favorable a los avicultores, logrando una disminución de los costos en la alimentación de sus animales. El equipo se propone lograr la cocción idónea de la leguminosa a una temperatura de 100°centígrados por 15 minutos, lo que permite eliminar compuestos antinutricionales sin afectar la proteína.

Desarrollo de la investigación

Debido a que la soya para alimentación animal debe ser deshidratada, la investigación desarrolló un secador tipo invernadero que aplica calor en condiciones controladas para sacar la mayor cantidad de agua presente en la soya integral evitando su rehumedecimiento.

Posteriormente, mediante un reactivo se realizó un análisis para confirmar la eliminación de los factores antinutricionales en la soya con el proceso de cocción en el equipo diseñado. El resultado fue positivo y se determinó que el producto quedó bien procesado y sin sufrir afecciones a sus valores proteícos ni calóricos.

En cuanto a la fase experimental, se desarrolló en el Laboratorio Granja Mario González Aranda de la UNAL Sede Palmira, con 120 pollos de engorde por 40 días. Durante poco más de un mes los pollos se alimentaron con una dieta balanceada entre la torta de soya y la soya integral procesada en el equipo de cocción, con el objetivo de  comparar el impacto de cada alimento en los pollos.

Aunque la dieta con torta de soya obtuvo mejores resultados en cuanto a la productividad y aumento de peso en los pollos, Becerra resalta que la soya integral procesada tuvo un rendimiento favorable y no se debe descartar, debido a que el incremento de peso fue aceptable y la inversión es menor.

Por: Isabella Durán Mejía. Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

Corpocesar desarrollará estrategia de conservación en el río Guatapurí

Como parte del Plan de Ordenamiento y Manejo de la Cuenca Hidrográfica- Pomcas del río Guatapurí, adoptado por la Corporación Autónoma Regional del Cesar (Corpocesar) según la resolución 0098 del 02 de marzo de 2020, se inicia un estudio para la delimitación de la ronda hídrica de este río en el municipio de Valledupar, Cesar.

La ronda hídrica se define como un área de importancia ecológica que juega un papel fundamental en el territorio debido a las interaciones ecosistémicas que allí se desarrollan. Por ende, llevar a cabo esta estrategia logrará determinar la zona de protección y conservación del río como aspectos propios del espacio público en el municipio.

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Para realizar el proyecto se ejecutará un análisis de los componentes estructurales de la ronda hídrica como:

  • Geomorfológico: Estudio enfocado en describir y entender el origen de una zona, así como cuál es su actual comportamiento.
  • Hidrológico-hidráulico: Siendo la parte hidrológica la relacionada con el agua y su distribución natural e hidráulica el estudio del equilibrio, el movimiento del agua, la ingeniería de su almacenamiento y manejo.
  • Ecosistémico: Determinado por el conjunto de especies de fauna y flora que interactúan en el área determinada y sus agentes externos.

Además, estos estudios deberán acompañarse de información relacionada con el tipo de dominio de los predios, una identificación socio-cultural que abarque las actividades económicas, culturales y ancestrales sobre la ronda y el cauce del río, determinación de conflictos ambientales, estrategias de apropiación, entre otros aspectos.

Como consecuencia, la delimitación de la ronda hídrica permitirá proteger esta fuente hídrica, mejorar la calidad de las zonas que se han degradado y ayudar a la estabilización del suelo. Asimismo, se asegurará la disponibilidad y sostenibilidad del recurso hídrico, asi como de la flora y fauna que hacen de esta área.

Cabe resaltar que el proyecto es de vital importancia para Corpocesar, ya que le posibilita identificar las herramientas necesarias para contrarrestar los principales factores que influyen en la degradación de las zonas de protección del río Guatapurí y su cauce. Esto, en beneficio del territorio y sus habitantes, puesto que constituye una fuente de biodiversidad y servicios ecosistémicos.

Por: Isabella Durán Mejía. Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

La radio, un mecanismo de educación en territorios de reincorporación

El equipo de comunicación y las facilitadoras educativas de Acción Cultural Popular – ACPO, entidad implementadora del proyecto Mujer Mestiza, Indígena y Afrodescendiente – MIA, se reunieron para establecer un cronograma de trabajo con las mujeres participantes del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación – ETCR, Oscar Mondragón, en la vereda de Miravalle de San Vicente del Caguán y el nuevo centro poblado Hector Ramírez en La Montañita.

Este encuentro virtual se realizó con el objetivo de planificar los talleres de radio que hacen parte de la Estrategia de Comunicación del proyecto. Gracias a que las facilitadoras educativas son líderes rurales, habitantes de estos territorios y han realizado reuniones previas con las participantes, se lograron establecer las necesidades frente a espacios de comunicación de la zona y presentar  los intereses de la comunidad. 

“Las mujeres aquí han manifestado su disposición en recibir todo taller o curso formativo del proyecto MIA, para nosotras estudiar es una gran oportunidad.  Aquí en Miravalle, por ejemplo, es necesario implementar más actividades que permitan que la gente se involucre más con la emisora que tenemos y generar diferentes tipos de contenidos que fortalezcan su identidad, que aprendan a editar y compartir contenido”, comenta Anyela Cardozo, Facilitadora educativa del proyecto MIA en Caquetá. 

El programa propuesto para estos talleres proviene de la estrategia  “Red de Reporteros Rurales – R3” de ACPO, la cual brinda herramientas para la producción de texto y audiovisuales, teniendo en cuenta su territorio como fuente de información. Se destacan temas como pre producción, producción y post producción radial básica, investigación, manejo de redes sociales y manejo de líneas gráficas. 

Para el proyecto es esencial que las participantes tanto en Caquetá como en Chocó, puedan compartir sus riquezas culturales y naturales; pero también que sean espacios de reflexión, donde identifiquen herramientas en función de fortalecer los lazos en la comunidad rural  y lograr llevar a otras poblaciones sus historias a través de medios como la radio. 

El proyecto MIA ha venido trabajando con las participantes de Caquetá y Chocó a través de las Escuelas Digitales Campesinas – EDC en su formación en cursos como Alfabetización Digital, Comunicación y Periodismo Rural, Liderazgo Rural, Mi proyecto de Vida en el Campo y Asociatividad y Emprendimiento. 

Ahora con los talleres en comunicación se espera que las mujeres de ambos departamentos se articulen para transmitir a través de la radio la labor que realizan en medio de su proceso de reincorporación por construir la paz en colombia y cambiar el estigma existente hacia estas comunidades que se esfuerzan por estudiar, trabajar y contribuir a la sociedad.

Por: Daimer Fernando Lozada.  Comunicador social del proyecto MIA.

Investigación registra florecimiento de Agave en Colombia

Diego Giraldo Cañas, profesor del Instituto de Ciencias Naturales (ICN) de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), afirma que hay dos nuevas especies y registros de Agave en distintas regiones de Colombia. Estas plantas abundan especialmente en México, donde son utilizadas para producir tequila y otros productos.

Cañas, señala que diez plantas se encuentran en Colombia con un registro de siete nativas y tres introducidas. Popularmente el Agave es conocida como fique, maguey, motua o penca, y se encuentra en los departamentos de Cundinamarca, Boyacá, Huila, Cesar, La Guajira, Magdalena, Santander, Antioquia y Valle del Cauca.

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Debido a que más del 70 % de la diversificación de Agaves se encuentra en México y es un género estrictamente americano, en Colombia son especies poco estudiadas. “Los hallazgos realizados reafirman una vez más que estamos lejos de completar el inventario vegetal del país, pues se siguen descubriendo numerosos grupos y especies”, comentó el profesor.

Sin embargo, gracias a la firma del Acuerdo de Paz los investigadores botánicos han logrado explorar zonas que antes se encontraban prohibidas o que eran territorios peligrosos por la presencia de grupos armados. Estos estudios adelantados hasta la actualidad, no solo ayudan a entender la diversidad y riqueza de Agaves, sino que también contribuyen a la apropiación cultural debido a los diferentes usos que le dan las etnias y otros grupos poblacionales.

La importancia del Agave radica en que es una planta con alto rendimiento agroindustrial, ya que se puede usar en la producción de jarabe, sirope, aguamiel, vinagre, aditivos alimentarios, tequila, entre otros. También, contribuye a tratar enfermedades como diabetes o prevenir el cáncer de colon, la osteoporosis y obesidad.

Además, se pueden aprovechar para fabricar hilos, tejidos para costales, mantas, telas, tapetes, morrales, sandalias y hamacas. Asimismo para construir vigas, garrochas, cercas para delimitar, techos, canales para conectar agua de lluvia o como leña a partir de sus troncos y la base de las pencas.

Cabe resaltar que ya que en Colombia aún no se ha documentado el cultivo de Agave y en Suramérica solo se conocen cultivos en Brasil, Cañas continuará su proyecto de investigación con el fin de registrar esta especie.

Por: Isabella Durán Mejía. Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

Países de la Comunidad Andina impulsarán Agenda Agropecuaria

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En la clausura del Foro Agropecuario Andino, los países de la Comunidad Andina (CAN): Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú se comprometieron a impulsar una Agenda Agropecuaria con acciones conjuntas enfocadas en el fortalecimiento del proceso de integración y la reactivación del comercio agropecuario regional. 

En este foro participaron: el secretario general de la CAN, Jorge Hernando Pedraza; el ministro de Desarrollo Rural y Tierras de Bolivia, Edwin Characayo; el viceministro de Asuntos Agropecuarios de Colombia, Juan Gonzalo Botero; el viceministro de Desarrollo Rural de Ecuador, Héctor Romero; la viceministra de Políticas y Supervisión del Desarrollo Agrario del Perú, María Isabel Remy; representantes del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

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El secretario general de la CAN aseguró que esta agenda permitirá planear el horizonte agropecuario en los países, a partir de una labor articulada que beneficie al sector agropecuario. “Para la CAN es fundamental trabajar de manera conjunta en el desarrollo, impulso y protección del sector agropecuario, enfocados en lograr un impacto positivo en el mejoramiento de la calidad de vida de todos nuestros campesinos. Estoy convencido que podemos encontrar en esta crisis una gran oportunidad para lograr convertir a la Comunidad Andina en la despensa alimentaria del planeta”, agregó.

¿Qué aspectos abarca la Agenda Agropecuaria Andina?

– Desarrollo de acciones que impulsen la competitividad, la productividad y la conformación de alianzas empresariales orientadas por la demanda.

– Avances en la implementación de una estrategia de diplomacia sanitaria que facilite el acceso efectivo de los productos agropecuarios a los mercados andinos y otros mercados. Esto, en concordancia con la normativa sanitaria y fitosanitaria. 

– Unir esfuerzos para contar con procedimientos aduaneros ágiles y seguros de despacho de las mercancías.

– Automatización, digitalización y simplificación de procesos y trámites tanto de importación como de exportación.

– Interfuncionamiento de ventanillas únicas y disminución de inspecciones físicas por parte de distintas entidades.

– Impulsar la agricultura familiar con enfoque agroecológico y orgánico.  

Cabe resaltar que los ministros de agricultura de los países comprometidos, le encargaron a la Secretaría General de la CAN promover una red regional tecnológica para mejorar la seguridad alimentaria, reactivar la agricultura familiar y realizar un monitoreo permanente. Esto, con el objetivo de generar alertas frente a prácticas que distorsionen la competencia dentro de la región.  

Por: Isabella Durán Mejía. Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

Distrito de riego, una opción para impulsar la agricultura en el Huila

Un distrito de riego cuyo sistema funcionaría por gravedad mediante aspersión, microaspersión o goteo, contribuiría a abastecer a los campesinos de las zonas montañosas del país que afrontan problemas para rociar sus cultivos. Esta es la propuesta planteada por Javier Eduardo Bonilla, magíster en Ingeniería – Recursos Hidráulicos, de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales.

El objetivo es que el agua llegue a las plantas en forma de lluvia localizada a través de un sistema compuesto por una bocatoma lateral para captar el agua de una fuente hídrica, conectado a una red de traslado y distribución del líquido. Esto, acompañado de los accesorios de control que permitirán un adecuado manejo del recurso hídrico.

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La investigación del proyecto se desarrolló en el municipio de Santa María, Huila que es una población constituída entre montañas con cascadas de hasta 90 metros de altura, miradores y el cañón del río Baché. Sin embargo, debido a su ubicación no se ha construido un acueducto efectivo que surta de agua a sus habitantes, y por ende, no hay sistemas de riego que les facilite el cultivo de la tierra.

“Al estar ubicada en la Cordillera Central, sus terrenos presentan pendientes muy altas, por lo que generalmente las fuentes hídricas están más bajas que los predios cultivables, aspecto que dificulta el acceso al riego en las fincas”, comentó Bonilla. Además, agrega que si se trabaja en esta zona por suplir el desabastecimiento de agua, se podría consolidar como un referente agrícola para el país.

Por esta razón, en su trabajo le apuntó a la modelación hidrológica, que es una representación simplificada de una cuenca hidrográfica (en este caso el río Baché) que permite entender el ciclo del agua. Asimismo, se realizó una modelación hidráulica simulando situaciones reales de proyectos, para desarrollar un distrito, a través de tres alternativas de riego: goteo, aspersión o microaspersión.

La modelación hidrológica se elaboró con el objetivo de evaluar si el río Baché cuenta con agua suficiente en cualquier época del año. Para ello, Bonilla realizó un estudio de delimitación del área total de la cuenca hídrica desde el nacimiento hasta el sitio de captación del distrito de riego. “Así es posible conocer la cantidad de agua que necesita la población para desarrollar sus actividades, de manera que a partir de un modelamiento hidráulico con tres alternativas de riego, se garantice que el río mantendrá un nivel de caudal constante, incluso en épocas de extrema sequía”, mencionó.

Respecto al modelo hidráulico, se evaluó y analizó el desempeño de tres opciones de cultivo: café, fríjol y granadilla. Como resultado se evidenció que el riego por goteo le permite al agricultor un mayor ahorro del agua por su eficiencia en la aplicación.

Por: Isabella Durán Mejía. Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

Así se desarrolló el conversatorio “Mujeres y Páramos”

El martes 09 de febrero, se llevó a cabo el conversatorio virtual “Mujeres y Páramos” organizado por la campaña ambiental Bibo del periódico El Espectador. Contó con el apoyo de la Unión Europea, el Proyecto Páramos: Biodiversidad y Recursos Hídricos en los Andes del Norte y el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.

Este espacio tuvo como objetivo principal hablar y resaltar el rol de liderazgo de la mujer en iniciativas de negocios verdes que velan por la conservación de los páramos. Su desarrollo fue posible gracias a la intervención de tres invitadas (Liliana Alpala, Gabriela Serrano y Yudi Briceño) que compartieron sus experiencias como protectoras de estos territorios, liderando procesos en busca de la sostenibilidad y el desarrollo en diferentes zonas del país.

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Liliana Alpala es viverista de alta montaña y lídereza ambiental perteneciente al resguardo indígena del gran Cumbal que lucha por la reivindicación de derechos de los indígenas en el municipio de Cumbal, Nariño. Por su parte, Yudi Briceño es gerente y creadora de Tesoros Nativos, un negocio verde que tiene como objetivo rescatar semillas de papas andinas, especialmente en el páramo Rabanal ubicado en el municipio de Samacá, Boyacá.

En cuanto a Gabriela Serrano, es lídereza comunitaria, presidenta de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de la Nevera (ASOAGRIGAN) en la vereda la Nevera ubicada en el municipio de Palmira, Valle del Cauca.

Aspectos a resaltar del conversatorio

Entre los obstáculos manifestados por las panelistas, se encuentra la predominación de la cultura machista en Colombia, pues no es fácil ser una mujer que lidera procesos de conservación en un contexto así. “La credibilidad en la mujer es bajita, por lo que hay que trabajar más para que las personas crean en su labor. Además, se deben cuidar aspectos como el cumplimiento de las metas y la tesorería de las agremiaciones para avanzar en un mundo de hombres”, mencionó Serrano.

A esta postura se sumaron Liliana y Yudi, quienes han tomado las críticas como un motor para avanzar en su misión de proteger la tierra, conservar los recursos naturales, trabajar, gestionar y ser constantes con el fin de ganarse el respeto que hasta ahora tienen. “La participación activa y conjunta de las mujeres ha permitido el avance efectivo en esta misión”, añadió Briceño.

Debido a que las invitadas se encuentran relacionadas con actividades de conservación, sus intervenciones respecto a ¿Qué hacer para que las personas de la ciudad contribuyan al cuidado de los páramos?, siguieron la misma línea en cuanto al respeto y cuidado que se debe tener por estos ecosistemas estratégicos para el ámbito rural y urbano.

“Es importante trabajar la relación de cercanía entre la ciudad y el campo, porque cuando las personas de ciudad van a los páramos, ven el lugar como si no hiciera parte del mismo país, como si estuviera lejos, entonces es vital tener esa noción de proximidad y respeto por estos ecosistemas, que no son lugares para dejar la basura, sino que se deben cuidar todo el tiempo”, comentó Gabriela.

Por su parte, Yudi a firmó que las personas necesitan entender el beneficio de consumir local, ya que esto constituye un factor fundamental para impulsar la economía los territorios. “Para nuestro caso si consumes nuestras papitas nativas, estás aportando al desarrollo de la producción sostenible de este tubérculo en el fincas aledañas al páramo Rabanal. Están apoyando a que las familias campesinas continuemos produciendo la diversidad nativa colombiana bajo buenas prácticas agrícolas, generando una mejor calidad de vida a estas familias”, agregó.

Liliana en su participación mencionó que además de cuidar el territorio y consumir local, se debe respetar la diversidad étnica, las costumbres y los usos que las comunidades le dan a la tierra. También, que es necesario apoyar las actividades productivas desarrolladas en los páramos y visitarlos, desde la postura de no intervención en los ecosistemas.

La reflexión final giró entorno a los aprendizajes que les ha dejado la labor de conservación desde su territorio.“ El campo con visión y de manera planificada, se puede ver como una empresa, porque se ha visto como una zona de gente vulnerable y pobre, pero no, es rico en alimentos, en agua, en oxígeno puro, nos provee de muchas cosas y debemos retornarle algo. Además, involucrar a los jóvenes resulta importante para que no migren a las ciudadades sino que se apropien de sus territorios”, comentó Briceño.

Alpala hizo especial énfasis en la tarea constante de recuperar, conservar, cultivar y cuidar las semillas nativas, porque esa es la mayor satisfacción. “Evitar en un futuro que nos toque visitar el museo de lo extinto, que no tengamos que mostrarle a nuestros hijos en dibujos y decir: así eran, sino vivir rodeado de los bosques, frutos y plantas” añadió.

Para ver el conversatorio completo, ingrese al siguiente link: Conversatorio Mujeres y Páramos

Por: Isabella Durán Mejía. Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

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