miércoles, mayo 21, 2025
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Mujeres en San Vicente del Caguán se suman a Escuelas Digitales Campesinas

En estos primeros meses del año se realizó la inscripción de mujeres entre los 23 y 35 años de edad a la plataforma de las Escuelas Digitales Campesinas – EDC. Ellas se encuentran en proceso de reincorporación y viven en la zona rural y urbana del municipio de San Vicente del Caguán, Caquetá. Actualmente, no cuentan con muchas oportunidades de carácter educativo y laboral a pesar de tener toda la disposición, es por esto que se sienten muy entusiasmados por iniciar proceso de formación con el proyecto MIA. 

Ya han comenzado a desarrollar el curso de Alfabetización Digital, en donde van aprendiendo conocimiento básico de cómo manejar un computador, celulares inteligentes o tabletas, así mismo, a navegar a través de Internet usando esta herramienta para poder hacer trámites con entidades, enviar información sin necesidad de trasladarse largas distancias, pero sobre todo, a reconocerla como una herramienta que nos permite estudiar en línea y de manera gratuita. 

Este no es el único ciclo formativo que desarrollarán las mujeres, también podrán realizar los cursos: Asociatividad y Emprendimiento, Liderazgo en la Comunidad Rural, Mi Proyecto de Vida en el Campo y Comunicación y Periodismo Rural. Estas formaciones no son sólo digitales, también cuentan con una facilitadora educativa del proyecto MIA que las acompaña en cada actividad, explica los contenidos y las asesora. 

“Me he sentido muy bien en las clases de las Escuelas Digitales Campesinas, ya que es una forma de educación que recibimos con la mejor disposición. Nos han ido enseñando cómo ser líderes y profesionales, es muy importante porque muchas veces por falta de oportunidades no pudimos salir adelante en nuestra juventud”, comenta Luz Mila Camacho, participante del proyecto MIA. 

El proyecto MIA para este 2021, tiene el objetivo de apoyar a aquellos emprendimientos que por falta de recursos tanto económicos como en experiencia y aprendizaje no han podido salir adelante, así mismo, capacitar a mujeres como técnicas agropecuarias y en transformación de alimentos. Estas acciones en el departamento del Caquetá son posibles gracias al Fondo Europeo para la paz, un mecanismo de cooperación de la Unión Europea con enfoque a apoyar a las comunidades de la zona rural de Colombia a las cuales se les han vulnerado sus derechos. 

Cerramos el artículo con el testimonio de Fichica Silva, una mujer comprometida por formarse: “Gracias a este proyecto MIA que nos dio la oportunidad de seguir surgiendo como personas y capacitarnos, quiero dar todo de mi para sacar este proyecto adelante, porque sé que me va a servir para más adelante tener un buen trabajo y una mejor calidad de vida para mí y mi familia.

Ya que en nuestro país es muy difícil tener una buena oportunidad laboral sin conocimientos educativos, ya que para todo trabajo necesitamos por lo menos saber manejar las herramientas principales que son un computador, un teléfono, la tabla, y las redes sociales como Facebook, Twitter, Mozilla”.

 

Por: Diana Marín. Facilitadora del proyecto MIA.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Eitora. 

Radio Mundo Rural: La radio educación continúa vigente en Colombia

Acción Cultural Popular-ACPO y el Fondo Europeo para la Paz impulsan un proyecto de radio educación en zonas de reincorporación en departamentos como Caquetá y Chocó. Este es un espacio que se genera al interior de estos territorios en donde las personas reciben capacitaciones en cuanto a la producción, edición y generación de contenido radial.

Este proyecto les brinda la oportunidad a los habitantes de contarse a ellos mismos y su realidad, ya que se vuelven lugares de encuentro en los cuales comparten sus vivencias. Además, busca elementos que vinculen la comunicación digital con la forma tradicional de hacer radio, contemplando cómo a través del uso del internet es posible llevar este servicio a los territorios.

Desde la mesa de trabajo de Radio Mundo Rural, se ha tratado varias veces la formación a distancia por medio de proyectos como Radio Sutatenza, que llevó la eduación a muchos campesinos en las zonas rurales. Este modelo de enseñanza, contribuyó a disminuir las brechas entre la calidad de vida urbana y la rural en Colombia, ya que instruía en aspectos como lectura, escritura y matemáticas.

Cabe resaltar que la radio en la actualidad permitió que durante la pandemia muchas personas se comunicaran a través de la voz, la palabra y las emisiones radiales. Además, constituyó una alternativa para que los estudiantes ubicados en las zonas rurales del país continuaran con sus procesos educativos.

Si desea conocer a fondo este tema, cuál es el impacto del incremento del precio del petróleo en el agro y otros temas de interés, a continuación puede escuchar la emisión completa.

 Temas en la mesa de Radio Mundo Rural:

– Acción Cultural Popular-ACPO y el Fondo Europeo para la Paz impulsan la radio como mecanismo educativo en zonas de reincorporación.

– Análisis del impacto generado en el agro por el incremento internacional del precio del petróleo.

– Repuntan exportaciones de panela colombiana y suben sus precios en el país.

– Municipio invitado: San Jacinto ubicado en el departamento de Bolívar.

 

Por: Isabella Durán Mejía. Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

La roya, un problema fitosanitario que afecta la producción de café

Las enfermedades en los cultivos reducen la producción del cafetal interfiriendo en el aprovechamiento de la luz en las hojas, afectando la absorción de nutrientes y agua en las raíces, bloqueando el movimiento de sustancias dentro de la planta, evitando el llenado de granos y consumiendo los componentes del fruto. La genética del café y condiciones ambientales son algunos de los factores que pueden influir en la aparición de plagas y enfermedades. 

Para reducir el efecto de las enfermedades en el desarrollo del cultivo y en la cosecha es necesario iniciar con plantas completamente sanas, en suelos libres de problemas fitosanitarios, y garantizar que las plantas crezcan de forma correcta  mediante prácticas agronómicas oportunas y un manejo integral del sistema de producción y cultivo, y luego, de ser necesario un  manejo integrado de las enfermedades.

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Entre las principales problemáticas fitosanitarias del cultivo de café se encuentra la roya, la cual causa pérdidas de entre el 23% al 50% de calidad y cantidad de producción por lote. Este hongo que es un problema para los caficultores de todo el mundo, se manifiesta como un polvillo naranja similar al óxido en la parte inferior de las hojas del café, es una condición cíclica que provoca la defoliación (desprendimiento de las hojas).

El viento y la lluvia propagan las esporas de la roya y se desarrolla en ambientes de 21°C, la enfermedad es más frecuente bajo las condiciones cálidas y húmedas de alturas bajas. Respecto al manejo, debe ser oportuno;  es decir que hay que tomar acciones cuando apenas se encuentra en su fase lenta, primeros ciclos donde hay que evaluar los niveles de infección y determinar si debe realizarse el control con fungicidas protectores, sistémicos solos o mezclados. Su manejo se basa en índices de infección, fijando calendarios dependiendo de los patrones de floración histórica y cosecha de la zona.

Otras de las plagas que amenazan y causan enfermedades del café son: la broca del fruto, mal rosado, minador de la hoja, piojo harinoso del follaje y de la raíz, barrenador del tallo y araña roja. La mejor manera para evitar plagas y enfermedades es con un buen manejo agronómico: la elección de la variedad, el manejo de la sombra, el uso selectivo de pesticidas y la nutrición de las plantas, la temperatura, la precipitación, la humedad relativa y el brillo solar son consideraciones importantes para tener en cuenta.

 

Por: Stefanny Nuñez Hernandez. Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora. 

En Agua Bonita mujeres transforman su realidad desde el emprendimiento

Agua bonita se ubica en el municipio de La Montañita, Caquetá. Es el hogar de familias en proceso de reincorporación que hoy le apuestan a construir la paz a pesar de las circunstancias de seguridad y de falta de oportunidades. Las mujeres trabajan incansablemente en diferentes proyectos relacionados con confección como artesanías, bordados, creación de toldillos, sudaderas, entre otros.

También se forman a diario gracias al proyecto MIA usando las Escuelas Digitales Campesinas – EDC, una plataforma enfocada en brindar herramientas que fortalecen el campo colombiano; se encuentran cursos como Alfabetización Digital, Asociatividad y Emprendimiento, Periodismo y Comunicación Rural.

A la confección le aplican la mayoría de su tiempo, es un trabajo que las mujeres realizan en equipo, al igual que las formaciones que reciben; de esta forma, fortalecen la unión de las mujeres de la comunidad. Adriana Portela, “Daneyi Ortiz”, llamada así en guerra es una de las mujeres que hace parte de estos proyectos y nos cuenta acerca del proceso:

“Nos dieron la oportunidad de hacer una formación en sastrería, después que terminamos la formación pensamos en poner en marcha la sala de confesiones para así comenzar a ser las prácticas.  Al principio nos quedaba un poco duro el tema de las medidas, pero con todo el esfuerzo y trabajo colectivo que le dedicamos día a día, el proyecto salió adelante, toda la proyección que se había planeado que era aprender a elaborar, ha sido una experiencia muy bonita”.

El proyecto MIA del Fondo Europeo para la Paz, actualmente estructura en compañía de la comunidad del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación – ETCR Hector Ramiréz, ubicado en la vereda Agua Bonita; la forma en la cual fortalecerán las líneas productivas, entre esas, el proyecto de confecciones de mujeres, que desean formar su propia línea de ropa. 

Apoyar estos emprendimientos permite que las mujeres no desistan de su trabajo y por el contrario, ganen empoderamiento y puedan contribuir a la economía del hogar, inclusive, a ser generadoras de empleo en la zona. 

Desde el año 2019  Acción Cultural Popular – ACPO, implementadora del proyecto MIA en Caquetá y Chocó,  viene trabajando en el Espacio Territorial,  fortaleciendo las competencias de las mujeres reincorporadas, esto lo hacen gracias a la Unión Europea y el Fondo Europeo para la Paz y con el apoyo de la Dioses de San Vicente del Caguán.

Todo esto se ha logrado también gracias al  proceso de paz, donde se puede trabajar y tener otras oportunidades; son mujeres que quieren eliminar todos los estigmas que aún tienen muchos colombianos sobre su rol en la sociedad. El compromiso de ellas es trabajar y que los proyectos salgan adelante, con ello, resaltar el trabajo en equipo.

 

Por: Anyela Patricia Cardozo. Facilitadora del proyecto MIA.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

Carta del campo: Un proyecto que le apuesta a evitar la deserción escolar

El Ministerio de Educación  Nacional define la deserción escolar como: el abandono del sistema escolar por parte de los estudiantes, provocado por la combinación de factores que se generan tanto al interior del sistema como en contextos de tipo social, familiar, individual y del entorno.

Teniendo en cuenta el significado de la deserción escolar, se podrán identificar una serie de causas que se vienen presentando hoy día en nuestro país y que dan paso a que esta problemática tome cada día más fuerza.

Según el estudio realizado por la  fundación United Way Colombia la cual es el resultado de la unión de la Fundación Génesis y la Fundación Dividendo por Colombia, organización que lleva más de 20 años dedicando su esfuerzo a mejorar la calidad educativa de nuestro país y luchando por  disminuir los índices de deserción, se encuentra que las causas principales son:

1. La calidad educativa, aunque se evidencian algunas mejoras, es importante realizar cambios en la oferta educativa donde la educación sea pertinente para la zona rural y presente diferencias con la educación urbana.

2. Se deben combatir dificultades sociales como  el matoneo,  el embarazo a temprana edad, el trabajo infantil y el desplazamiento; factores que tienen mayor incidencia en las zonas rurales y en la estratos bajos del país.

Con el fin de ayudar a dar solución a las dificultades  sociales que aquejan la zona rural colombiana, el Proyecto Pescado para el Desarrollo financiado por  la Fundación Caritas Noruega, que se ejecuta en el departamento del Caquetá, brinda a los jóvenes de grados 9°, 10° y 11° de ocho Instituciones Educativas, la posibilidad de plantear un proyecto de vida basado en la piscicultura, el cual tiene como fin mejorar la economía del núcleo familiar del alumno y así mismo de la región.

Al mismo tiempo se ejecuta un proceso de capacitación donde los estudiantes adquieren conocimientos teórico- prácticos en el manejo de la piscicultura, lo que fortalece sus habilidades para sacar adelante sus emprendimientos. ACPO – Acción Cultural Popular, a lo largo del proyecto  desarrolla 8 cursos con el fin de fortalecer el liderazgo en la comunidad rural, apoyando a los jóvenes a que cambien su mentalidad y se den cuenta que su vida en el campo es valiosa y que así como los jóvenes de la ciudad ellos también tienen muchas oportunidad de crecimiento personal y laboral.

De tal forma proyectos como Pescado para el Desarrollo dan una visión diferente a nuestros jóvenes campesinos, buscando que estos se sientan motivados a continuar con su formación secundaria y profesional. Así lograr un cambio en las cifras actuales ya que según reportes del Ministerio de Educación  Nacional de 100 niños que ingresan  al colegio solo 44  se gradúan.

Iniciativas como esta dan esperanza a la población más vulnerable de nuestro país, enfocando los esfuerzos para que las soluciones que se establezcan sean acorde a las necesidades de estos y vayan encaminadas a fortalecer las oportunidades de los niños, jóvenes y adolescentes de nuestro país. 

 

Por: Sandra Liliana Riaño. Facilitadora del Proyecto Pescado para el Desarrollo.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

 

Familias de Cesar le apuestan al agro como alternativa poscarbón

En la vereda La Estrella ubicada en el municipio de Jagua de Ibirico y en el corregimiento de Sempegua perteneciente al municipio de Chimichagua, ambos del departamento de Cesar, los Consejos Comunitarios le están apostando al desarrollo rural como alternativa a la economía poscarbón.

Así lo evidenció un trabajo de campo realizado del 17 al 19 de febrero del presente año por la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Agrosavia). Estas dos entidades,  buscan ser aliadas de los importantes procesos de cambios productivos en este territorio.

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Cabe resaltar que la economía poscarbón se refiere a la transición del sustento económico basado en la actividad carbonífera, es decir la exploración, explotación, extracción, transporte, embarque y exportación de carbón, a otras fuentes de ingresos monetarios más amigables con el medio ambiente. Este cambio de acuerdo con la investigación, se da en el marco de la entrega de títulos mineros de explotación carbonífera que realizó la empresa Prodeco en los municipios de La Jagua y El Paso, Cesar.

Las familias que forman parte del Consejo Comunitario en Sempegua, se reconocen como agropesqueras, viendo la agricultura como una actividad prometedora en esta transición y ante la crisis del sector pesquero por el agotamiento de peces en la ciénaga de la Zapatosa.

Por esta razón, se identificó un terreno en el que se hará la parcela inicial que pondrá en práctica los principios de la agroecología para la soberanía alimentaria local. Estará ubicada al lado de un megacolegio, con el objetivo de que sea un espacio productivo adoptado como un aula-laboratorio, en el que los estudiantes aprendan a cultivar y fortalezcan su cultura agroproductiva y su relación con la tierra.

En cuanto a las familias del Consejo Comunitario de La Estrella, le apuestan al desarrollo rural que incorpora la innovación en los procesos agrícolas junto al afianzamiento de una identidad étnico-territorial afrodescendiente.

De acuerdo con la investigación realizada, el agro cesarense será exitoso si se diversifican las actividades agrícolas, ya sea desde la agroindustria o la agroecología, dependiendo del tipo de suelo con el que se cuente. “Es urgente un cambio en los proyectos de producción, distribución y consumo de alimentos que reconstituyan no solo esquemas adecuados de alimentación y nutrición, sino que sean sostenibles ambiental y socialmente”, mencionó el profesor Álvaro Acevedo, del Departamento de Desarrollo Rural y Agroalimentario de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNAL Sede Bogotá.

Por su parte, la profesora Claudia Mosquera Rosero-Labbé, experta en el estudio de comunidades afrodescendientes, considera que ambas experiencias constituyen un ejemplo para el país en cuanto al potencial que tienen los consejos comunitarios, cuando se unen los principios de la agroecología con las prácticas agrícolas ancestrales de las comunidades negras.

Este trabajo de campo, pone sobre la mesa las bases para construir la fase 2 de la iniciativa que propone una transición de procesos productivos, en la cual el protagonismo de las comunidades negras sea el aspecto más importante.

Por: Isabella Durán Mejía. Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

Campesinos en Antioquia accederán a créditos agrícolas con bajo interés

El 70% de los campesinos en Colombia no tienen posibilidades de crédito, la falta de productos crediticios que se ajusten a las verdaderas necesidades de los agricultores, el alto costo y el difícil acceso a los recursos de la banca son parte de los problemas que enfrentan los agricultores para financiar sus cosechas.

Lo que en muchas ocasiones termina empujando a la población a acudir a préstamos informales, suponiendo un retraso para los productores en términos de compra de equipos, transformación tecnológica y mejoramiento de la calidad de vida de las familias.

Por tanto, la alianza entre la Secretaría de Agricultura del Departamento de Antioquia y el Fondo de Financiamiento Agropecuario – Finagro ponen a disposición de los pequeños productores de Antioquia 500 mil millones de pesos para créditos con tasa subsidiada, lo que genera la posibilidad de acceder a recursos financieros con los intereses más bajos del país, llegando en líneas específicas, hasta el 0,3% mensual.

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Con esta intervención para el campo y los productores, Antioquia realiza una gran apuesta regional por la equidad en el sector rural, facilitando el acceso a recursos para vivienda rural productiva, crédito subsidiado para proyectos agrícolas y pólizas de seguro agropecuario que protegerán las cosechas ante eventuales daños o pérdidas. 

Rodolfo Correa Vargas, el secretario de agricultura de este departamento aseguró que “con esta iniciativa, el gobierno de Antioquia busca empezar a pagar la deuda histórica que se tiene con el campo y los trabajadores agropecuarios».

Para Aníbal Gaviria Correa, gobernador de Antioquia, se trata de un anuncio contundente, con la tasa de interés más baja de Colombia para el campo y que va en relación con los propósitos del gobierno departamental. El mandatario expresó que espera que este esfuerzo siga replicándose en el futuro.

Concordando con el presidente de Finagro, Dayro Estrada, quién recalcó que este tipo de convenios permite integrar las políticas nacionales con las departamentales y es una apuesta que apoyará el sector agropecuario, que, a pesar de la pandemia, tuvo un crecimiento de más del 2,6% anual, en una economía que cayó más del 6%.

Por: Stefanny Nuñez Hernandez. Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora. 

Un proyecto integral que fortalece a jóvenes del Caquetá

El Proyecto Pescado Para el Desarrollo de Cáritas Noruega y Caritas Colombiana, busca impulsar la economía del Caquetá apoyando a la población campesina, donde estudiantes de grados 9°, 10° y 11°, de ocho Instituciones Educativas Rurales se encuentran trabajando en emprendimientos enfocados en la piscicultura a través de una pesca responsable y ecológica.

Con el fin de lograr que los alumnos adquieran los conocimientos necesarios para establecer sus proyectos de vida, en Pescado para el Desarrollo se ofrecen capacitaciones técnicas en el manejo de peces por parte del Servicio Nacional de Aprendizaje – SENA, practicas por parte de La Asociación de Acuicultores del Caquetá – ACUICA y formación en Valores Cívicos y Democráticos, en fortalecimiento del liderazgo campesino y en la Construcción de la Paz por parte de Acción Cultural Popular – ACPO.

Lo que permite ver que la formación es integral, ya que los alumnos no solo adquieran conocimientos teórico – prácticos en el área de la piscicultura, sino también se están formando como seres humanos de gran aporte a la sociedad.

En el año 2020, los estudiantes se formaron en un curso denominado “piscicultura rural” con una duración de 300 horas impartidas por el SENA, adicionalmente realizaron salidas guiadas por los profesionales de ACUICA, donde van poniendo en práctica las destrezas adquiridas, e iniciaron dos cursos de Escuelas Digitales Campesinas – EDC, Paz y convivencia I y II orientadas por ACPO.

En lo transcurrido del año 2021 un grupo de estudiantes seleccionados por su excelente desempeño en el transcurso de las formaciones recibidas, ha sido capacitado  para presentar los emprendimientos  que buscan ayudar a la economía de sus regiones.

Dichas ideas serán expuestas frente a jurados designados por  Fondo Emprender, estas capacitaciones fueron orientadas por personal del SENA, así mismo, por  profesionales de ACPO en el área de comunicaciones que apoyaron el proceso de formación con una charla virtual sobre “Elevator Pitch”. Brindando herramientas útiles para que los jóvenes puedan realizar una presentación acorde con las exigencias de tan importante oportunidad.

Es así, que el Proyecto Pescado para el Desarrollo pone todo su esfuerzo en pro a la inclusión y desarrollo de la población rural, buscando que estos jóvenes puedan realizar aportes significativos a su municipio y mejorar la calidad de vida de sus familias. 

Por: Sandra Liliana Riaño. Facilitadora  del proyecto Pescado para el Desarrollo.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

Con recaudo colectivo se busca la ampliación de biblioteca rural en Caquetá

En la vereda de Agua Bonita antes conocida como Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) Héctor Ramírez, ubicado en el municipio La Montañita, Caquetá, residen campesinos y firmantes del acuerdo de paz, que con el paso del tiempo y la convivencia diaria, se han unido como comunidad.

Los pobladores de la vereda, emprendieron el proyecto de mejorar y ampliar su biblioteca con diferentes espacios lúdicos y de aprendizaje. Con esta iniciativa, se espera beneficiar aproximadamente a 90 niños, niñas y jóvenes que residen no solo en la vereda, sino también en las comunidades cercanas.

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La Biblioteca Popular Alfonso Cano, fue construida en el año 2017 como una respuesta a la carencia de espacios educativos y recreativos para los niños, niñas y jóvenes de la zona rural de este territorio. Además, se buscaba el fortalecimiento de las alternativas para acceder y construir conocimiento en relación con las dinámicas del territorio y las necesidades comunitarias.

Este espacio que cuenta con 55 metros cuadrados, es ocupado por los libros que los firmantes del acuerdo de paz llevaron durante la guerra, junto a otros que les llegaron de donaciones, y 18 computadores. Allí los estudiantes acuden a hacer sus tareas o a recibir asesorías para llenar las guías del colegio, pero además ha sido un lugar indispensable para que las personas que están en programas de educación a distancia o validación del bachillerato, continúen con sus procesos de formación.

El crecimiento del pueblo y la educación virtual como consecuencia de la pandemia, evidenciaron la falta de espacios adecuados para aquellos que asisten allí. Entre las dificultades presentadas se encuentra que su capacidad es solo para 18 personas, gran parte de los libros fueron guardados en bodegas para acomodar adecuadamente los computadores y no cuenta con buena ventilación.

Por esta razón, en el marco del proyecto Educaré (Educación, Campo y Reconciliación) liderado por la Facultad de Psicología de la Universidad de La Sabana y la comunidad de Agua Bonita, que busca fortalecer los procesos de enseñanza con un enfoque comunitario participativo, se implementó la iniciativa de recolectar fondos para ampliar la biblioteca.

Con el propósito de garantizar espacios educativos y culturales apropiados, se puso en marcha una «Vaki» a través de la cual se busca construir 120 metros cuadrados más, para una ludoteca con materiales y juegos adecuados, una sala de reuniones y de cómputo, y estantes con todos los libros organizados. Además, se espera habilitar una emisora comunitaria, una papelería, una galería de la memoria sobre las antiguas Farc, adecuar la ventilación y poner en funcionamiento paneles solares.

Aunque el proyecto cuenta con el apoyo económico del Fondo Multidonante de las Naciones Unidas, los recursos no son suficientes para conseguir los materiales de construcción y la mano de obra. Por ende, a través de la «Vaki» que es una plataforma de “Vacas en línea» o recaudo colectivo, se espera alcanzar la meta de $60.000.000 a finales de marzo para que esté lista en mayo.

El proyecto se estableció hasta mayo, debido a que es el mes en el que se lleva a cabo el Festival de Grafitti “Agua Bonita se pinta de colores” y dentro de los planes de la comunidad, está realizar un gran evento para reconocer este proyecto. Además, se espera que el espacio pueda ser pintado en el marco del festival.

Para apoyar la ampliación de la Biblioteca Popular Alfonso Cano, puede ingresar a este link: https://vaki.co/es/vaki/bibliotecapopular.

Por: Isabella Durán Mejía. Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

#Opinión: Correr en solidaridad con la causa del pueblo saharaui

Una camiseta, un pañuelo, el dorsal y el libro Una huella en el desierto son los elementos de la campaña que acompaña la celebración del maratón del Sahara 2021 y que se entregan a aquellas personas que hayan aportado su pequeño grano de arena inscribiéndose en la carrera.

El Sahara marathon es una iniciativa que se viene celebrando de manera consecutiva desde 2001 y que pone el atletismo como excusa para respaldar la causa saharaui y llamar la atención sobre un conflicto que lleva 45 años enquistado y sin solución y con los diferentes gobiernos españoles mirando para otro lado y eludiendo su responsabilidad.

Este año, debido a la covid-19, la carrera se ha adaptado a las circunstancias y se ha convocado para realizarla de manera no presencial en el desierto como en años anteriores. Cada quien la llevará a cabo desde dónde esté y con la posibilidad de completarla en una o varias de las cuatro distancias diferentes permitidas: 5 kilómetros, 10 kilómetros, media maratón y maratón completa y a lo largo de la semana del 22 al 28 de febrero.

Dado que se siguen incumpliendo las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas para la convocatoria del referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui, el compromiso debe estar en poner en marcha iniciativas internacionales como este Sahara Marathon, que coincide en el calendario con la fecha de proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), o el Fisahara, que este año tendrá lugar en el mes de octubre. Todo ello con la finalidad de poner el foco de atención en una realidad ignorada que atenta contra los derechos humanos de esta población de hijas e hijos del desierto.

La frase “42 kilómetros de nuestro esfuerzo por 42 años de vuestra resistencia” encabeza el libro Una huella en el desierto, una publicación del año 2018 que formaba parte del programa cultural solidario SAHARA42 y que fue posible gracias a las ayudas a la creación del Ayuntamiento de Madrid. Ese año se cumplían cuarenta y dos del exilio saharaui y de ahí el texto solidario. “Si el valor de un pueblo se midiera por su compromiso, su lucha y su solidaridad el pueblo saharaui sería paradigmático”, escribí en Nueva Tribuna con motivo de la octava edición del Festival de Cine del Sahara, celebrada en 2011 en Dajla.

Para que la causa saharaui no caiga en el olvido, hágamos fuerza con la cultura y el deporte para que el viento del desierto lleve la voz del pueblo saharaui por todo el mundo.

Por: Ignacio «Iñaki» Chaves – Consejo Editorial El Campesino.

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