Los grupos paramilitares de las Autodefensas Gaitanistas (AGC) son una grave amenaza para las comunidades del medio y bajo Atrato chocoano.
La Corporación Nuevo Arco Iris (CNA) envió a investigadores a reportar sobre la situación de seguridad en el Chocó, específicamente en las regiones del Atrato medio y bajo. Tras dos meses de trabajo de campo, se confirmó que las comunidades campesinas, afro e indígenas de este territorio se encuentran en un estado de alerta de riesgo alto.
En los municipios de Bojaya (Bellavista), Vigía del Fuerte, Murindo, Curvarado, Riosucio, entre otros; hay presencia agresiva de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, también conocidas como Los Urabeños. Estos grupos armados son considerados como las estructuras sucesoras del paramilitarismo y tienen amenazada a la población chocoana.
Las AGC se encuentran actualmente buscando una expansión territorial en la región. El deseo de controlar la zona se debe a sus intenciones de controlar rutas y áreas de producción del negocio de exportación de cocaína. Por medio de la violencia están tomándose las zonas en las que históricamente hizo presencia el Bloque 57 de las Farc. Quieren imponer sus reglas para ubicarse allí permanentemente después de que las Farc se concentren en los municipios de Vigía del Fuerte y Riosucio, como se acordó en las negociaciones de La Habana.
“Las comunidades informan que, como respuesta a la arremetida paramilitar, desde el año 2015 se presentan enfrentamientos de unidades conjuntas de las FARC y el ELN contra las AGC”, comunicó la Corporación Arco Iris. Se calcula que el grupo cuenta con una fuerza de 500 paramilitares en las veredas de las Brisas entre Vigía del Fuerte y Riosucio.
Los habitantes también acusaron al Ejército y la Armada de ignorar la presencia de Los Urabeños. “Reiteran que en el año 2015 ingresaron más de 200 paramilitares desde Turbo a bordo de 20 pangas (botes) a la vista de todos, sin que la Armada realizara control militar, hecho a todas luces sospechoso pues la Infantería de Marina realiza retenes a lo largo de todo el río Atrato”, dice el comunicado de la CNA.
En este momento, las asociaciones campesinas están muy preocupadas por lo que vaya a ocurrir tras la desmovilización de las Farc. Creen que el dominio paramilitar podría llevar a que amenacen su trabajo comunitario y les impongan cuotas para su trabajo agrícola. Piden un mayor acompañamiento del Estado, pues en la región no hay instituciones de salud y es poco acceso a servicios públicos. Esperan que la finalización del conflicto venga con una verdadera reparación y estas alertas se hacen para evitar que allí siga la violencia, solo que con un nuevo victimario.
¡Ojo! Este tipo de extracción tiene un gran impacto ambiental y económico para el campo.
El foro “Luchas y resistencias frente al fracking” reunió en la Universidad Nacional a representantes de organizaciones de todo el mundo que se han dedicado a investigar esta forma de explotar petróleo. El fracking utiliza enormes cantidades de agua para romper rocas a gran profundidad y así poder extraer el hidrocarburo.
Los participantes notaron que, además de ser una actividad de alto impacto ambiental, el fracking causa alteración de modelos económicos tradicionales en el campo, desplazamiento de la actividad pecuaria y presiones con contratos de silencio, entre otros. Colombia se encuentra considerando implementar esta técnica extractiva y ya ha entregado licencias para hacerlo.
Existen 13 licencias para la exploración de yacimientos no convencionales en siete departamentos. Las comunidades se han resistido a este tipo de exploración, en especial en San Martín, Cesar, donde no han permitido el trabajo de la empresa ConocoPhillips, que tiene la licencia para realizar fracking en este municipio.
Las movilizaciones de la comunidad impidieron pacíficamente los trabajos de la petrolera. Esta estaría considerando suspender su actividad en la región. Varios de los líderes activistas, organizados en la Corporación Defensora del Agua, Territorio y Ecosistemas (Cordatec), fueron amenazados por oponerse a la explotación de sus tierras.
Las organizaciones notaron que se avanza en la apuesta por el fracking, pero sin haber evaluado los efectos que puede tener en el país. Esto en comparación con otros países como Argentina, donde se ha investigado no solo sobre efectos ambientales sino sobre impacto socioeconómico en pequeñas comunidades.
En ese país, solo en la provincia de Neuquén, hay aproximadamente mil pozos con este tipo de extracción, 800 de los cuales son de explotación comercial. Según Hernán Scandizzo, periodista y miembro del Observatorio Petrolero del Sur, una investigación empírica de esta organización encontró que se han llevado a cabo trasformaciones en el uso del territorio.
En Neuquén, se ha pasado de criar ganado a espacio abierto a hacerlo en corrales. Algunas comunidades han decidido ceder sus espacios a las empresas petroleras para su explotación. Además, las grandes corporaciones comenzaron a concentrar la propiedad de la tierra y la producción, fijando los precios de pequeños productores de fruta.
Otro grave efecto viene del trabajo incesante que se da en los pozos petroleros. Se mantienen luces potentes encendidas permanentemente, alterando la producción. La luz atrae insectos que atacan los cultivos. Los campesinos mayores han visto a sus familiares irse por las duras condiciones y prefieren arrendar sus tierras a las petroleras para ganar dinero a seguir usándolas para la agricultura.
Estos acuerdos se hacen bajo contratos de confidencialidad, para que, en caso de impacto en las tierras, los campesinos no puedan denunciar públicamente a las petroleras. Por su parte, participantes del foro que defienden el fracking alegaron que mientras los estudios geotécnicos sean precisos, las cantidades de agua para usar son menores que las usadas por el sector agrícola. También enfatizaron que la caracterización de los suelos que suponen estas perforaciones no coincide con la de los acuíferos, con lo cual resulta improbable la contaminación de estos. Sin embargo, no se refirieron a los impactos sociales a los campesinos que habitan cerca a los pozos.
En el fracking, grandes cantidades de agua -con ciertos químicos- son inyectadas en lo más profundo del suelo, pero a alta presión. Tiene como propósito fracturar las rocas madre, a través de poros milimétricos para que el gas o petróleo adherido a ellas puedan ser sustraídos.
*Realizado con información de la Agencia de noticias Unal.
La cita para admirar las orquídeas será del 22 al 25 de septiembre en el Jardín Botánico de Bogotá. Se conmemora especialmente a la Cattleya Trianae, que cumple 60 años de ser declarada flor nacional de Colombia.
El Jardín Botánico de Bogotá y la Asociación Bogotana de Orquideología (ABO) son los encargados de realizar la Exposición de Orquídeas 2016, que pretende resaltar la belleza de estas plantas. Colombia es el país con mayor diversidad de estas flores, con 4.270 orquídeas registradas, de las cuales 1.572 son endémicas, es decir, solo se dan en este país.
El evento contará durante los cuatro días de exposición con eventos que van desde la exposición de las orquídeas hasta talleres para grandes y chicos. Allí se dará a conocer la importancia de los ecosistemas donde nacen estas flores, las regiones del país donde se encuentran y qué se debe hacer para la conservación de las orquídeas.
Por otra parte, el Ministerio de Ambiente participará de este evento. En un stand estarán dando a conocer el «Plan para el estudio y la Conservación de las Orquídeas en Colombia» el cual está enfocado en realizar estudios para determinar las amenazas que corren estas plantas. A partir de la investigación se espera crear planes de acción para la conservación y la protección de las especies endémicas, con el objetivo que en 2025 todas las especies silvestres de orquídeas sean prioritarias para la conservación en el país.
La exposición estará abierta para todos los capitalinos de 8:00 a 17:00 horas. La admisión tiene un costo de cinco mil pesos para niños entre los tres y 12 años, de 10 mil pesos para personas mayores de 60 años y de 12 mil pesos para el público en general. Un buen plan para el que quiera disfrutar de una exposición llena de colores y conocimiento.
Hoy se celebra el Día Internacional de la Paz en medio de una coyuntura que ve al país un poco más cerca del estado ideal que el día promueve.
Coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional de la Paz en el mundo, el presidente Juan Manuel Santos se dirigió ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. En su discurso, declaró el fin de la guerra en Colombia, a un par de días de la firma final del acuerdo en Cartagena.
El Presidente recibió el apoyo de la comunidad internacional para la implementación de los acuerdos con las Farc. Estos ya comienzan a dar sus frutos, pues desde la finalización de las negociaciones en La Habana no ha habido un solo muerto por causa del conflicto con la guerrilla.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, confirmó su asistencia a la ceremonia final de este fin de semana. «La paz en Colombia es un mensaje muy poderoso de esperanza para el mundo«, declaró. Todas estas afirmaciones estuvieron enmarcadas en la emotividad de la fecha, pues el 21 de septiembre fue declarado como el Día Internacional de la Paz. El tema elegido para el Día en 2016 es: “Los Objetivos de Desarrollo Sostenible: elementos constitutivos de la paz”.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son 17 metas que la humanidad busca cumplir antes del 2030. Los 193 miembros de la ONU aprobaron unánimemente trabajar por ellos, a través de la llamada Agenda 2030, en la Asamblea General del año pasado. Su finalidad es eliminar la pobreza, proteger el planeta y garantizar la prosperidad para todas las personas.
Alrededor del mundo se celebran eventos para conmemorar la lucha por un mundo en paz, lideradas por una programación especial desde la sede principal de la ONU en Nueva York. Allí se realizó un acto en el Jardín de la Paz de la Sede en el que se tocó la Campana de la Paz donada por el Japón y se guardó un minuto de silencio. (Vea los videos de jóvenes de alrededor del mundo contando cómo los Objetivos de Desarrollo Sostenible llevan a la paz)
“Trabajemos juntos para ayudar a todos los seres humanos a lograr la dignidad y la igualdad, para construir un planeta más ecológico y para asegurar que nadie se quede atrás.”, fue la invitación que Ban Ki-moon, Secretario General de la ONU, les hizo a sus países miembros para que continúen en búsqueda de la paz.
Como Franklin de Jesús Maldonado Restrepo fue identificado por la Fiscalía General de la Nación el presunto asesino de Duván Fernando Trejos Cardona integrante de la comunidad indígena de Marsella, quien fue encontrado a orillas del río La Nona.
Franklin de Jesús Maldonado fue capturado a la salida de un juzgado donde se le imputaban cargos por los delitos de tráfico, fabricación y porte de estupefacientes. Está acusado de matar a Duván Trejos, indígena risaraldense. El supuesto asesino había sido descubierto con dos bolsas, con 59,7 gramos de marihuana y 27,3 de cocaína lista para la venta, cuando intentaba subirse a un bus de servicio público.
Según las pruebas presentadas por la Fiscalía, al momento de la captura Maldonado usaba un pantalón manchado con sangre. De este se tomaron muestras que fueron cotejadas por los investigadores con muestras de sangre recogida del cadáver de Duván Trejos. Los resultaros dieron como positivo su coincidencia con la sangre de la víctima.
El procesado, quien aceptó los cargos de homicidio, fue identificado por testigos de los hechos. Los declarantes manifestaron que los hechos se presentaron en la madrugada del domingo 18 de septiembre. Según ellos, luego de compartir unos tragos en un quiosco de la vereda Altamira, Maldonado y Trejos discutieron cerca de un palo de limón. Luego fue encontrado el cuerpo sin vida de Trejos, víctima de una herida profunda en el cuello.
El Juzgado Promiscuo Municipal con funciones de control de garantías en Marsella, Risaralda, aceptó las pruebas presentadas por la Fiscalía y dictó medida de aseguramiento privativa de la libertad contra Maldonado. El delincuente fue enviado a la cárcel para varones La 40 ubicada en Pereira para proteger la seguridad del imputado. Los indígenas de la comunidad a la que pertenecía Trejos, actualmente se encuentran alterados por los hechos ocurridos y se quiere evitar posibles vías de hecho contra Maldonado.
Muchos prefieren la justicia transicional antes de continuar con el sufrimiento y el dolor de miles de familias colombianas a causa de una guerra sin sentido
Por: Érika Correa, facilitadora EDC- La Guajira
La justicia transicional se refiere a las penas que pagarán los guerrilleros que dejen las armas, pero también con la reparación que reciban sus víctimas y lo conforme que quede la sociedad con ambas cuestiones.
Las discusiones recientes sobre justicia transicional en Colombia se han desarrollado en dos grandes momentos: uno derivado del diseño y aprobación del Marco Jurídico para la Paz (MJP) y posterior inicio de los diálogos de paz entre el Gobierno Nacional y las FARC, y otro, como resultado de los acuerdos sobre el punto de víctimas en el marco de la negociación, y del diseño de mecanismos especiales para agentes del Estado y terceros.
Por segunda vez en su historia en medio de un proceso de paz con un grupo armado ilegal, el Estado colombiano acordó un modelo de justicia transicional que permite penas alternativas, incluso no pagar cárcel, para responsables de delitos de guerra y de lesa humanidad. A cambio se espera de ellos que cuenten la verdad, reparen a las víctimas y se sellen compromisos de no repetición. La justicia transicional es vista como una injusticia para algunos y como una oportunidad de vida sin dolor y muertes para muchos que han vivido en carne y dolor propio una guerra de más de 50 años. Por esto es que alrededor de la justicia transicional se tejen un sin número de dudas.
Para muchos es mejor creer en la promesa de reducir el dolor y la muerte de miles de colombianos a través de una justicia transicional, y aquellos probablemente votarán por el Sí el 2 de octubre en el plebiscito. Son muchas las interpretaciones en relación de la justicia transicional y todo el proceso de paz. Cada uno de acuerdo a su posición, sufrimiento, población, entre otras, decidirá aquella cercana fecha en la que se definirá si se refrenda o no los acuerdos del proceso de paz con las Farc.
La Guajira vive una campaña doble de confusión y de intereses, pues también está en campaña para elegir a un nuevo gobernador. En definitiva, no queda más que esperar que los resultados sean los más beneficiosos para la región.
*Este es un texto generado a partir del trabajo de las Escuelas Digitales Campesinas de Acción Cultural Popular- ACPO, que buscan promover el liderazgo del campesinado colombiano a través de procesos de educación, formación y capacitación, orientados a su dignificación, inclusión y desarrollo.
Papa Francisco ora en la Basílica Menor de San Francisco de Asís por la paz en 27 naciones azotadas por la guerra, la violencia y la pobreza.
Por:Ary Waldir Ramos Díaz
“Nosotros, discípulos del Crucificado, estamos llamados a ser “árboles de vida”, que absorben la contaminación de la indiferencia y restituyen al mundo el oxígeno del amor”, dijo el papa Francisco durante la meditación en ocasión de la oración ecuménica de los cristianos, católicos y no, reunidos en la Basílica Menor de San Francisco en Asís donde reposa el cuerpo del ‘santo de la paz y de la ecología’.
Los mismo hicieron en otro lugar, los musulmanes y, asimismo, los judíos por su aparte.
El Pontífice visita la ciudad de Asís, la tierra del santo pobrecito, para participar en la Jornada Mundial de Oración por la Paz, titulada ‘Sed de Paz’ religiones y culturas en diálogo” (20 de septiembre de 2016).
En la tarde (16.00), el papa Francisco realizó una oración ecuménica con los cristianos reunidos en la Basílica Menor de San Francisco en Asís para una oración ecuménica, durante la cual se recordaron todos los países en guerra y en conflicto (Burundi, Birmania, Colombia, México, Venezuela, Tierra Santa, etc), al mismo tiempo que se encendió una vela por los 27 países incendiados por el odio y la violencia.
Oración que terminó con el saludo de paz entre los participantes, mientras se entonaban cantos de adoración. Por otro lado, los representantes de las diferentes religiones oraron por la paz en diferentes lugares de Asís.
Tras el almuerzo con 12 refugiados, el papa Francisco se reunió (15.00) por separado con Bartolomé I, patriarca ecuménico de Constantinopla; Ignacio Efrén II, Patriarca de Antioquía de Siria ortodoxa; Justin Welby, el arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia de Inglaterra.
Además, conversó Din Syamsuddin, presidente del Consejo de Ulemas de Indonesia y Gran Rabino David Rosen de Israel.
Francisco también tuvo un ‘tu a tu’ con el famoso sociólogo y filosofo polaco teórico de la sociedad liquida, Zygmut Bauman.
Texto completo de la meditación del Papa Francisco
Ante Jesús crucificado, resuenan también para nosotros sus palabras: «Tengo sed» (Jn 19,28). La sed es, aún más que el hambre, la necesidad extrema del ser humano, pero además representa la miseria extrema. Contemplemos de este modo el misterio del Dios Altísimo, que se hizo, por misericordia, pobre entre los hombres.
¿De qué tiene sed el Señor? Ciertamente de agua, elemento esencial para la vida. Pero sobre todo de amor, elemento no menos esencial para vivir. Tiene sed de darnos el agua viva de su amor, pero también de recibir nuestro amor. El profeta Jeremías habló de la complacencia de Dios por nuestro amor: «Recuerdo tu cariño juvenil, el amor que me tenías de novia» (Jer 2,2).
Pero dio también voz al sufrimiento divino, cuando el hombre, ingrato, abandonó el amor, cuando ―parece que nos quiere decir también hoy el Señor― “me abandonaron a mí, fuente de agua viva, y se cavaron aljibes, aljibes agrietados que no retienen agua” (v. 13). Es el drama del “corazón árido”, del amor no correspondido, un drama que se renueva en el Evangelio, cuando a la sed de Jesús el hombre responde con el vinagre, que es un vino malogrado. Así, proféticamente, se lamentaba el salmista: “Para mi sed me dieron vinagre” (Sal 69,22).
“El amor no es amado”; según algunos relatos esta era la realidad que turbaba a san Francisco de Asís. Él, por amor del Señor que sufre, no se avergonzaba de llorar y de lamentarse en alta voz (cf. Fuentes Franciscanas, n. 1413). Debemos tomar en serio esta misma realidad cuando contemplamos a Dios crucificado, sediento de amor.
La Madre Teresa de Calcuta quiso que, en todas las capillas de sus comunidades, cerca del crucifijo, estuviese escrita la frase “tengo sed”. Su respuesta fue la de saciar la sed de amor de Jesús en la cruz mediante el servicio a los más pobres entre los pobres.
En efecto, la sed del Señor se calma con nuestro amor compasivo, es consolado cuando, en su nombre, nos inclinamos sobre las miserias de los demás. En el juicio llamará “benditos” a cuantos hayan dado de beber al que tenía sed, a cuantos hayan ofrecido amor concreto a quien estaba en la necesidad: “En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis” (Mt 25,40).
Las palabras de Jesús nos interpelan, piden que encuentren lugar en el corazón y sean respondidas con la vida. En su “tengo sed”, podemos escuchar la voz de los que sufren, el grito escondido de los pequeños inocentes a quienes se les ha negado la luz de este mundo, la súplica angustiada de los pobres y de los más necesitados de paz.
Imploran la paz las víctimas de las guerras, las cuales contaminan los pueblos con el odio y la Tierra con las armas; imploran la paz nuestros hermanos y hermanas que viven bajo la amenaza de los bombardeos o son obligados a dejar su casa y a emigrar hacia lo desconocido, despojados de todo. Todos estos son hermanos y hermanas del Crucificado, los pequeños de su Reino, miembros heridos y resecos de su carne. Tienen sed.
Pero a ellos se les da a menudo, como a Jesús, el amargo vinagre del rechazo. ¿Quién los escucha? ¿Quién se preocupa de responderles? Ellos encuentran demasiadas veces el silencio ensordecedor de la indiferencia, el egoísmo de quien está harto, la frialdad de quien apaga su grito de ayuda con la misma facilidad con la que se cambia de canal en televisión.
Ante Cristo crucificado, “fuerza de Dios y sabiduría de Dios” (1 Co 1,24), nosotros los cristianos estamos llamados a contemplar el misterio del Amor no amado, y a derramar misericordia sobre el mundo. En la Cruz, árbol de vida, el mal ha sido trasformado en bien; también nosotros, discípulos del Crucificado, estamos llamados a ser “árboles de vida”, que absorben la contaminación de la indiferencia y restituyen al mundo el oxígeno del amor. Del costado de Cristo en la cruz brotó agua, símbolo del Espíritu que da la vida (cf Jn 19,34); que del mismo modo, de nosotros sus fieles, brote también compasión para todos los sedientos de hoy.
Que el Señor nos conceda, como a María junto a la cruz, estar unidos a él y cerca del que sufre. Acercándonos a cuantos hoy viven como crucificados y recibiendo la fuerza para amar del Señor Crucificado y resucitado, crecerá aún más la armonía y la comunión entre nosotros. “Él es nuestra paz” (Ef 2,14), él que ha venido a anunciar la paz a los de cerca y a los de lejos (Cf. v. 17). Que nos guarde a todos en el amor y nos reúna en la unidad, para que lleguemos a ser lo que él desea: “Que todos sean uno” (Jn 17,21).
Por fin, alguien se dio cuenta que los problemas relacionados con la contaminación producida por los residuos de mercurio en el ambiente que deja la explotación inadecuada y rustica de las minas, perjudica a los humanos. En tiempos de paz esta práctica debe terminar definitivamente.
Por: Nicolás Montañez
Esta semana, y después de mucho tiempo de silencio, el Estado admitió que tenemos un nuevo récord en cuanto a contaminación, gracias a la explotación de oro de manera inadecuada. Como muchos saben, el mercurio se usa para separar el oro y permite sacarlo limpio del sitio en el que se este buscando. Lo malo es que esos residuos comienzan a crear una contaminación cíclica que comienza desde el agua del río, la cual contamina, para que luego la tomen los peces que consumimos. Todo el proceso termina pareciendo a la conocida canción de Los toreros muertos.
El asunto es que, de alguna forma, tanta extensión de tierra no puede seguir siendo contaminada. Aún menos, la comida de todos termina envenenada, porque de alguna forma los que explotan también se tienen que alimentar, sin contar la exposición directa.
Por el afán de crear industria, se ven algunos malos resultados, como el ejemplo del carbón en el valle de Ubaté en Cundinamarca, el problema tóxico en Sogamoso, Boyacá y no sabemos cuántas más que aún no son denunciadas. Afortunadamente todo el planeta está tomando conciencia y también se pueden dar algunos ejemplos positivos. En nuestro país se convocó a la población del Tolima para decidir sobre un asunto minero a gran escala y hay un caso en los Estados Unidos donde la población indígena Siux se rehúsa a la explotación de tierras que fueron su territorio y donde además reposan los restos de sus antepasados.
La toxicidad del mercurio se ve reflejada en las personas con problemas en el sistema nervioso, problemas cardiovasculares y arritmia. Incluso en menores de edad causa insomnio, pérdida de memoria, reacciones alérgicas y dolor de cabeza.
Entonces, esperemos que en los tiempos de paz que se avecinan se pueda controlar o reglamentar por parte del Estado la mala práctica de la minería ilegal. Ojalá que el mercurio no siga rodando por ahí con la complicidad de todos, de los que se benefician y de los que hasta ahora no pueden decir una palabra.
Campesinos volvieron a su región tras desplazamiento y ahora son la envidia
En una ceremonia en la Casa del Balcón, el lugar de Chibolo desde donde operaban los paramilitares, se formalizó la creación de la Cooperativa Agropecuaria de Campesinos y Campesinas del centro del Magdalena (Colapaz), una organización de campesinos víctimas de la violencia en esta región del Magdalena. El lanzamiento es el fruto de tres años de trabajo de las familias, con acompañamiento de la Unidad de Restitución de Tierras (URT), para emprender proyectos productivos. La institución ayudó a financiarlos y a brindarles asistencia técnica.
Colapaz es un esfuerzo conjunto de víctimas de la violencia de las veredas La Pola, Bejuco Prieto, Canaan, El Encanto y La Palizúa de Chibolo. Todos los miembros fueron desplazados que se beneficiaron por la reparación colectiva planteada tras la desmovilización paramilitar. Ahora buscan formalizar la producción agrícola y lograr beneficiarse de la comercialización de su trabajo en el campo.
La URT, seccional Magdalena, está buscando implementar acciones encaminadas a la consolidación y sostenibilidad de los proyectos productivos en la comunidad restituida de los municipios de Chibolo, Plato y Sabanas de San Ángel. Uno de los logros de este trabajo ha sido el proceso de fortalecimiento organizativo con la creación de esta cooperativa lechera; lo que también contribuye a mejorar las condiciones de bienestar social y económico.
“Esta ha sido una experiencia muy bonita e importante para nosotros, luego del desplazamiento forzado del que fuimos víctimas. Gracias a la Ley 1448 de 2011 empezamos a ver los resultados del proceso de restitución de tierras y hemos podido recuperar nuestros predios”, expresó uno de los gestores de la cooperativa Colapaz.
La cooperativa servirá como centro de acopio para todos los derivados lácteos que se produzcan en la región para su trasformación y comercialización. La cultura solidaria que fomenta espera acabar con las barreras de acceso a las que se enfrentan los campesinos de regiones aisladas para poder comercializar sus productos agrícolas.
Ricardo Sabogal, director general de la URT, estuvo presente en el lanzamiento y expresó su alegría por el avance de iniciativas como Colapaz. “Los que hacen la cooperativa son las mismas comunidades y ahí es donde está el secreto. El cooperativismo implica que todos ayudan, todos ponen y en eso, estas comunidades ya tienen mucha experiencia. La Casa del Balcón fue transformada por la unión de sus habitantes. No desfallezcan en este propósito, sigan unidos”, manifestó el funcionario.
Máxima Acuña cuenta su versión de los hechos en los que resultó herida.
Máxima Acuña, quien recientemente fue galardonada por el premio medioambiental Goldman, fue atacada en sus tierras, presuntamente por empleados de la empresa minera a la que se ha enfrentado.
Por medio de redes sociales, la familia de la campesina Máxima Acuña denunció que empleados de Newmont, multinacional minera estadounidense que explota la mina de Yanacocha en el norte de Perú, la agredieron físicamente con tal gravedad que debió internarse en un hospital para tratar sus heridas. Además, los agresores habrían destruido los cultivos localizados en su propiedad.
Acuña se volvió famosa por su resistencia ante la explotación de Yanacocha, la mina de oro más grande de Suramérica. La expansión de la mina buscaba apropiarse de la zona conocida como Tragadero Grande, donde ella vivía con su familia. Finalmente, esperaba apropiarse de las lagunas de la región, para que le sirvieran como botadero de sus desechos.
La familia Acuña vive de cultivar papas, que comercia localmente, y se abastece con otros cultivos y de un par de animales de ganado. En 2011, la Newpont llegó a desalojarlos y tumbó su humilde casa, alegando ser los propietarios de la tierra. Allí comenzó la lucha de Máxima, quien fue encarcelada por ocupación ilegal del terreno que con mucho esfuerzo había adquirido con su esposo.
La campesina peruana terminó en la cárcel, pero no se dejó amedrentar por el poderío de la multinacional minera. Conoció a la ONG Grufides, que brinda asesoría a la comunidad afectada por la minería en Cajamarca, el estado donde queda Yanacocha. A pesar de no saber leer ni escribir, se convirtió en vocera de su comunidad y se enfrentó a las acusaciones legales que Newmont le imputó. Logró que se anulara su sentencia y se le reconociera la propiedad sobre su tierra.
El reconocimiento que ganó Máxima Acuña impulsó al resto de la comunidad a unirse para luchar contra los intereses de Newmont. Lograron impedir que accedieran a la Laguna Azul y las tierras en zona de páramos que les suministran el agua. El testimonio de esta campesina peruana ha sido ejemplo para movilizaciones por todo el continente, lo cual eventualmente la llevó a ganarse el prestigioso premio Goldman, que busca reconocer a “héroes ambientales”, que con esfuerzos locales han logrado cambios positivos para proteger sus recursos naturales.
Sin embargo, la fama no ha impedido que la Newmont continúe su acoso a los Acuña. Además del grave ataque de esta semana, la empresa mantiene un sistema de intimidación constante, con la excusa de que siembran en su territorio. Han cercado el terreno de la campesina, limitando su espacio y movimiento y constantemente destruyen sus cultivos. Organismos internacionales como la CIDH y Amnistía Internacional, elevaron protestas por los maltratos recibidos y, junto con los encargados de entregar el premio Goldman, exigieron a las autoridades protección para Máxima Acuña y sus familiares.