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La agricultura mundial tendrá un encuentro en el GlobalG.A.P. Summit 2018

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Cada dos años la agricultura sostenible tiene una cita mundial. Se trata del GlobalG.A.P. Summit 2018, en el que, delegados, productores, compradores y proveedores, organizaciones comerciales, así como organismos de certificación y acreditación se reúnen para tratar temas relacionados con la creación de nuevos mercados para alimentos y flores cultivados responsablemente.

El encuentro tendrá lugar del 5 al 7 de noviembre del presente año, en la capital peruana. Entre los temas que se abordarán, se destacan: las últimas novedades relativas a la inocuidad alimentaria y la sostenibilidad, las Buenas Prácticas Agrícolas y Acuícolas, y el futuro del sector. Le puede interesar: Proyecto de ley busca proteger a las abejas en Colombia

Diálogos y desafíos para la agricultura mundial

Uno de los objetivos principales del evento, es permitir que productores y propietarios de marcas se conecten y relacionen con líderes del mercado para estrechar alianzas en favor del sector agrícola mundial.

“La conferencia es un espacio ideal para conversar sobre las últimas novedades en el mundo de la inocuidad alimentaria y la sostenibilidad, así como también sobre las buenas prácticas agrícolas y acuícolas y el futuro del sector”, explica Flavio Alzueta, vice president y Chief Marketing Officer de GlobalG.A.P.

Así pues, el encuentro sirve como espacio de diálogo sobre nuevos cambios, desafíos e innovaciones que supone la industria. Para lo cual se extiende la invitación a cerca de 450 profesionales y trabajadores del sector en todo el mundo.

Por: Lina María Serna López. Periodista – Editora.

La tecnología al alcance del campo en Restrepo, Valle del Cauca

Sin lugar a duda, la enseñanza ancestral, la verdadera sabiduría, aquella que se obtiene con la experiencia, es y será pilar importante en la cultura de todo colombiano. Pues la oportunidad de sentarse a hablar con un adulto mayor, patriarca o matriarca, y aprender de sus innumerables historias, es algo que no tiene precio.

Sin embargo, es entendible que el mundo cambió, que han surgido nuevas cosas que pueden hacer la vida un poco más fácil, herramientas que pueden mostrar al mundo lo que existe en lugares alejados, como es el caso de las poblaciones rurales. La tecnología es una de esas herramientas, bandera actual de lo que antes se llamó Escuelas Radiofónicas y hoy denominamos: Escuelas Digitales Campesinas. Le puede interesar: Jóvenes de Dagua, Valle del Cauca, identifican sus aptitudes vocacionales

Acción Cultural Popular – ACPO, con sus proyectos, y en este caso, de la mano de la Fundación Bolívar Davivienda, excelente aliado, ha unido fuerzas y por medio de la iniciativa “Mi Proyecto de Vida en el Campo”, ha llegado a municipios y veredas alejadas de los cascos urbanos, en diferentes municipios de Colombia.

La tecnología como vitrina del campo para el mundo

Este es el caso de la vereda Santa Rosa, en el municipio de Restrepo en el Valle Del Cauca, donde “Mi Proyecto de Vida en el Campo” llegó a la Institución Educativa Teodoro Múnera. A esta institución se llega después de un buen trayecto por una carretera aun sin pavimentar. Allí, los alumnos acuden a formarse en botas pantaneras, pantalón y camiseta, alternando con las mallas de áreas curriculares en su proyecto pedagógico institucional, la agricultura, la avicultura y todo lo relacionado con el cuidado de los animales.

Esta institución le ha abierto las puertas a nuestro proyecto, facilitando todo aquello que sus directivas han gestionado para que sus alumnos encuentren nuevas posibilidades de crecer y de poder mostrar lo que es su diario vivir en el campo, aquel que alternan con su colegio.

En la sala de sistemas, donde cuentan con su propia red de internet, se reúnen semanalmente para desarrollar el proyecto que tiene como objetivo hacer que el joven campesino se identifique como habitante rural, sin avergonzarse de lo que es, entendiendo que hay muchas oportunidades de crecer, de tener emprendimientos productivos que los pueden llevar a tener una mejor calidad de vida.

En la lucha por visibilizar las iniciativas que se gestan desde el campo colombiano, se ha buscado la manera de llegar a lugares poco visitados, para mostrar que el mundo necesita de aquel que cultiva los alimentos y trabaja por el desarrollo rural, pues a veces parece ser olvidado.

La tarea incansable de ACPO por generar cambio, por crear impacto en jóvenes y adolescentes a través de este proyecto, alcanza su plenitud cuando los estudiantes, motivados, participan, aprenden y deciden aplicar todo aquello que se las ha transmitido de generación en generación.

“Llegó la era de la tecnología y aunque no se pretende mostrar como única salida, si es necesario aprender que con ella se con distancias, se crean vitrinas mundiales y si puede generar productividad”.

Foto: Diana García – Facilitadora ACPO.

Por: Diana García. Facilitadora ACPO en Valle del Cauca.
Editor: 
Lina María Serna. Periodista – Editora.

Proyecto de ley busca proteger a las abejas en Colombia

La senadora Maritza Martínez, recientemente, está impulsando un proyecto de ley para preservar y fortalecer el sector apícola en el país; ya que las abejas son de vital importancia para el medio natural y son esenciales para la agricultura nacional. Le puede interesar: La productividad ganadera del país y su relación con el medioambiente

En un reciente foro de la Comisión Quinta del Senado, la senadora Martínez, expuso ante representantes de asociaciones apícolas, expertos en agricultura y funcionarios del Gobierno Nacional, que, aunque no se conocen datos puntuales sobre la situación de la apicultura en Colombia, estudios de varios colectivos ecologistas en el país aseguran que, por año, desaparecen unas 10.500 colmenas en el país, y esto en gran medida se debe al elevado uso de agroquímicos.

Falta de garantías para la apicultura colombiana 

Por otra parte, Martínez aseguró que Colombia es un país que se está quedando rezagado ante las innovaciones y leyes que se promueven en otras partes del mundo para el desarrollo y protección de las actividades apícolas. Por ejemplo, Martínez sostiene que en Estados Unidos y la Unión Europea se están llevando a cabo estrategias para salvar a las abejas y ofrecer mejores condiciones a la apicultura; también destaca el caso de Francia, país en el cual se están prohibiendo los agroquímicos para preservar las colmenas.

Ante estos datos, la senadora propone que se establezca la creación de una entidad que promueva el desarrollo y la protección del sector apícola nacional, es decir, un Sistema Nacional de Apicultura, que, de crearse, sería una dependencia del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. Dicha institución se encargaría de la regularización de agroquímicos en las colmenas y la protección a las polinizadoras en los ambientes urbanos.

El proyecto de ley que presenta esta senadora apunta también a que el Ministerio de Agricultura deba intervenir de manera más seria y eficiente, a través de estrategias que ayuden a la apicultura nacional, entre estas, revisiones semestrales que determinen el estado de la polinización en el territorio colombiano.

Finalmente, Martínez recogerá todas las opiniones y aportes hechos durante dicho foro en la Comisión Quinta, para posteriormente presentar la ponencia de este proyecto en un próximo debate en el Senado de la República.

Por: Felipe Espitia. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.

Turmequé está de fiesta: el tejo ahora es patrimonio nacional

Turmequé es un municipio colombiano ubicado en la provincia de Márquez en el departamento de Boyacá. Está a una distancia de 45 km de Tunja y limita al occidente con Ventaquemada, al oriente con Úmbita, al norte con Nuevo Colón y al sur con Villapinzón. Se encuentra junto al cerro de pozo negro y cerca al páramo de Guacheneque donde nace el río Bogotá.

Este municipio está de fiesta y no es para menos, el tejo, uno de sus atractivos turísticos, considerado como uno los juegos, tradiciones y orgullo del municipio, fue declarado patrimonio cultural e inmaterial de Colombia.

Gracias a la iniciativa de la Dra. Neyla Ruíz, representante a la Cámara del departamento de Boyacá, quien impulsó el proyecto de ley que tenía como fin resaltar, en el país y el mundo, uno de los juegos autóctonos más importantes de la cultura colombiana y lo logró. Le puede interesar: La pepitoria, un plato tradicional de la zona santandereana

En plenaria de la Cámara de Representantes se aprobó el proyecto de ley que proponía que: el juego al turmequé más conocido como tejo, fuera declarado patrimonio cultural e inmaterial de Colombia. 

Aunque su nombre real es el juego al turmequé, y es uno de los pocos juegos autóctonos que tiene nuestro país, los términos mechas, embocinada o moñona se han transmitido de generación en generación desde la época de los muiscas y hacen parte del vocabulario de los colombianos.

El tejo con más de 500 años de tradición ya es símbolo de Colombia, es un deporte que consiste en lanzar un disco metálico de aproximadamente 680 gramos a unas canchas de arcilla (ubicadas en los extremos), dentro de un área de juego de 19.5 metros de largo y 2.5 metros de ancho, para hacer estallar las mechas (pequeños sobres con pólvora), que se encuentran en el bocín (círculo metálico que está ubicado en la cancha) y así ir sumando puntos.

El tejo como identidad

El tejo se ha popularizado de generación en generación a lo largo del territorio colombiano, su alcance sobrepasa las clases sociales y regiones geográficas; hombres, mujeres, jóvenes y niños y familias entera practican este deporte ya sea profesionalmente o por diversión. El tejo hace parte de las raíces que identifican a la nación, ya que gran parte de los colombianos conoce algo sobre este bello deporte, pues la mayoría lo identificamos como propio.

“Colombiano que se respete ha jugado tejo”.

Por: Adriana Marcela Ardila. Facilitador educativa ACPO.
Editor: Lina María Serna. Periodista.

#Opinión: El ecoturismo, nueva forma de vida campesina en Nariño

Los campesinos, indígenas y afrodescendientes del departamento de Nariño, son los grupos sociales con las mayores carencias de esa región del país, así lo muestran los indicadores sociales y estadísticos disponibles. El difícil acceso a la educación, la vivienda, el agua potable, los servicios públicos, la débil atención a la salud, se unen a los obstáculos para cultivar la tierra y cosechar lo necesario para sobrevivir.

Las imponentes montañas de las zonas altas se visten de pequeñas parcelas con cultivos de tierra fría y en sus poblados indígenas se ofrecen productos agrícolas a precios irrisorios con los que difícilmente se puede conseguir el dinero que necesita una familia. Allí también se venden zapatos, ropa, cachivaches y fantasías con precios de regalo, que evidencian el origen ilegal de su procedencia. El contrabando es otra manera de rebuscarse la vida. Le puede interesar: #Opinión: Los desplazados, su drama y su esperanza

Por contraste, la exuberante vegetación de las tierras cálidas y templadas, es escenario de la multiplicación de cultivos ilícitos. La selva entrega sus mejores tesoros al avance depredador del colono que reemplaza árboles centenarios por fuentes ilegales de supervivencia. Son campesinos sin alternativas que han encontrado en lo ilegal la fuente de sus recursos, obligados por el hambre y sobornados por los dueños del negocio ilícito.

Tumaco y la costa nariñense son rutas para el comercio ilegal, para el contrabando y el narcotráfico. Allí hay zonas prohibidas para los visitantes en donde las autoridades tienen que demostrar todo el poder del Estado y de la legalidad, para que los habitantes puedan vivir una vida diferente, digna y con futuro.

Sin embargo, en esta época de los post-acuerdos que abrieron caminos al turismo y gracias a la determinación y al ingenio nariñense, se van abriendo alternativas de trabajo válidas y promisorias. Por los conocimientos de sus territorios y de sus tradiciones, por el estudio de su propia historia y de su cultura y por la capacitación que están recibiendo de algunas entidades oficiales, como el SENA, encontramos guías turísticos nativos formados, recursivos, generosos y valientes.

Foto: Bernardo Nieto Sotomayor.

En el precioso, sereno e imponente lago Guamuez, conocido como laguna de La Cocha, se encuentra uno con personas como Gilberto Josa Sánchez. Es un joven y curtido campesino, con la bondad en su mirada y en la forma sabia y pausada de comunicar sus pensamientos. Nos reunió en la sala de orientación de la isla de la Corota, antes de iniciar nuestra caminata por el sendero del bosque y nos hizo entender por qué había que hablar en voz baja y caminar despacio en medio de una naturaleza intocada, donde la vida se muestra en todo su esplendor.

Cobijados por un techo de follajes originarios, subimos los húmedos escalones del sendero y tuvimos la sensación de ir al lado de espíritus inmortales convertidos en árboles cubiertos de líquenes y musgo, pájaros cantores e insectos que saben que nadie les hará daño, irrespetando su santuario.

En el refugio, cruzando hasta el lado opuesto de la isla, después de una hora de caminata, contemplamos en silencio la belleza de la laguna, respiramos profundamente y, tomados de las manos, nos dejamos invadir de la fuerza del Creador que nos llevó hasta ese mágico lugar, nuestro, auténtico y del que somos parte. Un campesino, que sabe por qué hay que respetar la vida y la naturaleza que nos alimenta y de la que nos nutrimos, nos hizo experimentar lo que ignoramos en las ciudades de cemento, asfalto y polución.

Sólo caminando despacio, en silencio y amorosamente, podemos descubrir el valor de lo que hoy se conoce como ecoturismo. Volver a las fuentes, protegerlas, sentirnos parte de este país que hay que cuidar, porque la vida es frágil y nosotros la destruimos.

Foto: Bernardo Nieto Sotomayor.

Gilberto, Jesús, Miguel, María y Alexandra, son nombres de amigos y compatriotas que abren nuestros ojos a otro mundo y a su cultura. Ellos están enfrentando su presente en Nariño con ojos de esperanza y con la decisión de que visitantes colombianos y extranjeros transiten seguros y confiados por sus territorios, donde los Incas pusieron su frontera norte y en donde Bolívar encontró fiera resistencia por parte de un pueblo que quiso mantener su autonomía, su autodeterminación y su aparente lealtad a un rey lejano que nunca se aventuraría a vulnerar su libertad al venir hasta esos parajes indómitos de las cordilleras.

Como ellos decían, “era preferible tener un rey lejano que un tirano cercano”. Además, ese rey sí reconoció la nobleza de sus gentes al darle a Pasto el título de ciudad noble. Algo que los criollos jamás le reconocieron y que nosotros, aún hoy, desconocemos.

PorBernardo Nieto Sotomayor- Equipo Editorial El Campesino.

Un concurso que premia el trabajo de los papicultores

Los papicultores de las regiones más productoras de papa a nivel nacional, participaron de la segunda edición del Yara Champion Program Papa 2018, en Bogotá. El concurso, que contó con la participación de más de 70 productores, reconoce la implementación de buenas prácticas en la producción de papa y hace un reconocimiento a los agricultores y agricultoras por su esfuerzo, disciplina e interés por producir con calidad.

Jesús Correales, papicultor boyacense y ganador del primer puesto en la categoría Papa de Consumo en Fresco, reconoce que el logro es un trabajo que proviene de sus antepasados, una trayectoria familiar en el cultivo de papa que le fue legado. La herencia agrícola le permitió recopilar los saberes tradicionales e implementar nuevas prácticas en sus cultivos. Le puede interesar: El reto de tecnificar los cultivos para mejorar la productividad

“Esto es un triunfo de más de 5 años de esfuerzo, aparte de los que ya había hecho mi familia anteriormente, de 5 años trabajando sin tener ningún reconocimiento. A veces uno gana, uno pierde, a veces le dan ganas a uno de retirarse de esto, pero el amor al campo, el amor al cultivo y el amor a todas estas cosas, lo llevan a uno a hacer las cosas mejor para obtener estos reconocimientos”, agrega.

Asimismo, Correales hace un llamado a agricultores, instituciones y consumidores a concentrar esfuerzos para devolverle a la papa el reconocimiento. “Aparte de uno tener buenas prácticas y aparte de hacer un buen cultivo con todas las reglas, creo que todas las personas tenemos que consumir nuestro producto interno”, asegura.

En cuanto a la categoría Papa de Industria, Mario Espitia, papicultor de Cundinamarca y acreedor del primer lugar, este logro lo motiva a seguir trabajando y a aprender cada día más del cultivo de papa. “Para mí es un honor tener el primer puesto (…) lo motiva a uno a seguir y lo hace a uno aprender cada día más para ser más productivos y mejorar cada día la cosecha”, asegura.

El cundinamarqués cree necesario la capacitación, la asesoría técnica, el análisis de suelo y los abonos para trabajar adecuadamente la tierra. Dichos requerimientos, podrían ayudar a los productores de papa para que sus cosechas mejoren en calidad y cantidad.

En total, fue reconocida la labor de 20 papicultores –10 por categoría–, y el departamento más galardonado fue el de Cundinamarca. Adicionalmente, durante el desarrollo del evento hubo espacio para conversatorios en torno a los valores nutricionales de la papa y la presentación gastronómica de un plato elaborado con este producto.

Detalles del concurso

Para Marcelo Altieri, director del regional del cono norte de Yara, el concurso nace como un reconocimiento “que pocas veces” se hace al esfuerzo de agricultores para llevar el producto a la mesa de los colombianos. De igual forma, se crea para motivar a mujeres y jóvenes a cultivar más para satisfacer las necesidades alimentarias venideras.

«Colombia tiene cerca de 50 millones de hectáreas aptas para la producción de alimentos, eso es lo que ha llamado la FAO a Colombia como uno de los principales países en satisfacer esas necesidades alimentarias. Acá los colombianos están dotados de algo que es muy difícil de lograr, el ambiente, los suelos y el espíritu de los agricultores colombianos (…) el camino está en ser más productivos, no hay que seguir ampliando áreas, no hay que seguir deforestando”, asegura Altieri.

Dicho esto, el concurso reúne a los productores de papa de industria y consumo fresco en Colombia, para competir y recibir un reconocimiento por sus esfuerzos en la producción de papa. Para esta edición, 100 cupos fueron habilitados para agricultores de diferentes departamentos: Boyacá (20 cupos), Cundinamarca (40), Nariño (15), Antioquia (10), Cauca (10) y Santander (5).

La jornada de inscripción se llevó a cabo durante abril y julio de este año. Luego, la recolección de las muestras de la denominación pastusa superior, cosechada entre mayo y septiembre, así como el lavado y clasificación, se realizó entre el mes de mayo y agosto.

Por último, para los parámetros de evaluación se tuvo en cuenta la calidad física y porcentaje de usabilidad, que otorgaron a cada muestra un puntaje y perfilación del producto para facilitar para medir al papicultor.

Por: Andrés Neira. Periodista
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.

Apoyo del Gobierno Nacional a maiceros

Por resolución, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, estableció el programa de incentivo de coberturas de precios y de tasa de cambio para los cultivadores de maíz amarillo y blanco.

La norma, que fue bien recibida por los cultivadores agremiados en Fenalce, indicó que el presupuesto asignado para financiar este programa totaliza 2.500 millones de pesos.
La parte procedimental para la entrega de los recursos se hará según lo establecido en un instructivo técnico, publicado por la cartera del sector agrario. Le puede interesar: Exportaciones de carne y pescado a la alza durante el 2018

La operación del programa correrá por cuenta de la Bolsa Mercantil de Colombia (BMC). Entre las consideraciones del Gobierno para establecer el programa está la inestabilidad de los precios de esta materia prima en el mercado de referencia, la Bolsa de Chicago.

También, se tuvo en cuenta la misma situación presentada con la cotización del peso colombiano frente al dólar estadounidense.

Variaciones del 30%

Acerca del primer aspecto, se tiene la inestabilidad en el precio de la tonelada de maíz, que en el último año ha oscilado entre un mínimo de 300 dólares por tonelada y un máximo de 420 dólares.

Así las cosas, las variaciones han sido de hasta el 30 por ciento, lo que genera total incertidumbre en el mercado local, mientras que los productores han recibido un promedio de 767.500 pesos por tonelada comercializada.

Esta cifra es similar a los costos de producción, lo que deja un estrecho margen de rentabilidad para los cultivadores colombianos. En la resolución, el Gobierno indica que las coberturas de precios garantizan a los productores el derecho a recibir la diferencia (en el mercado local) frente al precio de referencia (Bolsa de Chicago).

En cuanto al instructivo publicado por el Ministerio de Agricultura, en este se indica que el apoyo que se otorgará para la toma de coberturas de precio y tasa de cambio, se dará hasta por 35.715 toneladas de maíz amarillo y blanco tecnificado. Los productores podrán tomar las coberturas hasta el próximo 21 de diciembre de 2018 o hasta el agotamiento de los recursos del programa.

Información diaria

Ahora, como el programa se canaliza a través de la Bolsa Mercantil de Colombia (BMC), la entidad informará diariamente acerca de los volúmenes que se apoyarán para la toma de las coberturas y las condiciones para la toma de coberturas, así como la disponibilidad de los recursos.

«Este es el tipo de instrumentos de manejo del riesgo que se requieren del Gobierno Nacional para manejar las variables que nos permitan acceder a condiciones equiparables de competitividad con los otros países productores. «Además, contribuyen a garantizar la estabilidad del ingreso al productor nacional ante las fluctuaciones del mercado», dijo dijo Henry Vanegas, gerente de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales y Leguminosas (Fenalce).

Los detalles de cómo acceder a los recursos, los tipos de productores que podrán beneficiarse, así como la disponibilidad de recursos, están compiladas en un instructivo técnico publicado por la Bolsa Mercantil y el Ministerio de Agricultura en sus páginas de internet. Igualmente, Fenalce preparó una cartilla anexa, con todos los detalles del programa.

Por: Periódico El Agro.

Apuestas por la educación: mejorando la calidad de vida en Guática

Guática, es un municipio de vocación agrícola que flanquea la vertiente oriental de la cordillera occidental y es bañado por diversos ríos como el Guática, Opiramá y el Oro; donde el día de mercado no es el sábado como en la mayoría de municipios del país sino el lunes; y donde a la cebolla se le realiza una fiesta cada noviembre, posee gente de cálida actitud, amable y emprendedora, que se le “apunta a lo que sea”, con tal de ver a su municipio crecer y a sus jóvenes salir adelante.

A ello se debe que, en la vereda Alturas, en Guática, haya un interés particular de aprendizaje por parte de los pobladores; sin embrago, la falta de tiempo y los compromisos con la tierra, una tierra fértil donde se siembra cebolla, cilantro, aguacate, tomate, entre otros productos, hace que esto sea difícil para los hombres. Le puede interesar: Mujeres rurales siguen sufriendo desigualdad

Es por esto que, las encargadas de realizar los cursos y de replicar ese conocimiento adquirido son las mujeres, quienes después de realizar sus quehaceres en sus hogares se disponen a asistir al curso de alfabetización digital, el cual desarrollan la Fundación ACPO y la Fundación Smurfit Kappa.

Habitantes de Guática que trabajan por el desarrollo del municipio

Este curso se realiza cada 15 días en una de las sedes del Instituto Guática, en cabeza de su rector, Alberto Guerrero, quien muy amablemente dispuso de los equipos (tabletas y computadores) para el desarrollo de las sesiones.

Estas mujeres, que en su mayoría son madres, se convierten en ejemplo de sus hijos al evidenciar el interés de vincularse a procesos educativos que, hasta la fecha, parecían no estar al alcance. De igual manera, las jóvenes que hacen parte del programa sirven de inspiración para los demás jóvenes que se encuentran en la vereda y que, a pesar de no poder acceder a la educación formal, se vinculan a este tipo de procesos con la expectativa de mejorar su calidad de vida.

Para los pobladores de la vereda Alturas estos procesos se hacen vitales en el desarrollo de las dinámicas sociales, ya que incentivan a las personas a formar parte de grupos como la Junta de Acción Comunal, desde el cual se aporta al crecimiento de la vereda.

Actualmente, el curso de alfabetización digital busca ofrecer más y mejores herramientas en cuanto al manejo y apropiación de las nuevas tecnologías; con el fin de incentivar procesos productivos a través de las TIC’S, generando en la comunidad un punto de partida entre el conocimiento TIC y la productividad del campo.

Por: Jean Wilman Parra. Facilitador EDC Armenia y Risaralda
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.

La pepitoria, un plato tradicional de la zona santandereana

Se cree que los orígenes de este plato se remontan a España por la influencia de los árabes que lo describen como un guisado que se elaboraba a base de los despojos de las aves, como las alas, pescuezo, hígado y mollejas.  Le puede interesar: Envueltos de maíz, una tradición de generación en generación

En Francia se llegó a llamar petit-oie, que quiere decir pequeño ganso; ya que de estas aves es elaboraba la pepitoria. Es posible que, en Colombia, la receta se modificara y en vez de aves se usara cabro, haciendo más deliciosa y autóctona esta receta.

Ingredientes necesarios para 10 personas:

 Sangre de un cabro

Menudo de un cabro (riñón, hígado, corazón, etc.)

Tripas de un cabro

8 tallos de cebolla larga picados

2 cebollas cabezonas

1 cucharada de pimienta

2 tomates

1 pimentón

½ cucharada de cominos

1 cucharada de achiote o color

1 taza de aceite

Salsa de soja

Sal al gusto

1 libra Arroz previamente preparado

Preparación

 Se lavan muy bien las tripas por fuera y por dentro, con jabón azul y agua, se enjuagan muy bien y se frotan con abundante limón, y por último, se frotan con abundante cebolla larga.

El menudo se lava con abundante agua, se le frota limón y por último se le frota cebolla larga.

Se llevan a una olla con bastante agua, de manera que cubra toda la olla, y se dejan hervir, se retiran del agua y se pica todo finamente.

En una sartén se sofríen la cebolla, los ajos, los tomates y el pimentón finamente picados, se agrega pimienta, comino, achiote y sal al gusto. Después, se añade las tripas, el menudo y la sangre desmenuzada sobre el guiso y se sigue revolviendo por 15 minutos aproximadamente.

Después se agrega el arroz por porciones sin dejar de revolver y finalmente se agrega la salsa de soja, hasta que el arroz tome el color de la mezcla.

La pepitoria se sirve con cabrito, yuca frita o patacones y un delicioso guacamole. Y ¡a disfrutar!

Por:  Sandra Patricia Romero – Facilitadora EDC Cundinamarca.
Editor: Lina María Serna. Periodista y Editora.

Exportaciones de carne y pescado a la alza durante el 2018

De acuerdo al último informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE, sobre la producción de alimentos en el país, el producto con mayor crecimiento de exportación en el primer semestre del año es el pescad, con un 38,7% con respecto al año anterior; registrando en dicho período del presente año US$81 millones en ventas.

Sara Bonilla, directora de Fedeacaua, sostuvo que el crecimiento exponencial de la exportación de pescado se debe a que el país recientemente obtuvo su primera certificación grupal mundial en producción de tilapia, lo que significó la apertura del mercado considerablemente y atrajo la atención de los compradores internacionales como Estados Unidos. Le puede interesar: El reto de tecnificar los cultivos para mejorar la productividad

Por otra parte, en el primer semestre del año, según el informe de la entidad del DANE, los productos cárnicos sumaron ventas por US$59,8 millones; lo que representa un crecimiento del 31,6% con respecto al año anterior. Así las cosas, las ventas de carne y preparados de carne están creciendo significativamente en el mercado internacional para Colombia.

Sin embargo, Rafael Mejía, presidente de la Bolsa Mercantil de Colombia, aseguró que aunque las ventas de pescado y carne en el mercado exterior están en un buen momento, las exportaciones agrícolas están experimentando poco crecimiento y se están viendo rezagadas frente a otros productos nacionales.

Mejía sostuvo que las exportaciones del agro nacional solo están creciendo en un 1,6%, y esta situación, según el funcionario, se debe a que Colombia todavía no siente el alza del dólar en las exportaciones; por lo cual, los productores agrícolas deben aprovechar los efectos de la divisa en los próximos meses.

Por: Felipe Espitia. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.

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