viernes, mayo 23, 2025
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Mujeres de Caquetá reconocen su importancia en la construcción de paz

En una lluvia de ideas, mujeres lideresas de Miravalle planificaron paso a paso la forma para celebrar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora; precisamente para reconocer la labor que realizan las mujeres de la comunidad que día a día trabajan, cuidan de sus familias y son esenciales en el desarrollo de la comunidad. 

Convocaron a la Administración Municipal, la Casa de la Cultura, la Misión de Verificación de la ONU, el proyecto MIA del Fondo Europeo para la Paz, la Policía,  las mujeres de la zona de reserva campesina de la región de El Pato y Valle de Balsillas, las mujeres de la mesa de víctimas de San Vicente del Caguan, Limpal, ASOMUPIEL y la Fundación Prolongar. Estas entidades y proyectos apoyaron a la iniciativa de la celebración, logrando un evento significativo para el territorio. 

El evento contó con presentaciones culturales que llamaron la atención de los asistentes, así mismo, se realizó una siembra de árboles en agradecimiento a la Madre Tierra que día a día brinda el agua y los alimentos para subsistencia de hombres y mujeres en todo el mundo.

Esta conmemoración, fue valiosa en la medida en que se logró socializar la Política Pública de Mujer y Género, de tal forma que se puso en el escenario lo que implica la participación y la incidencia de las mujeres en la sociedad Sanvicentuna. También el reconocimiento de que se ha implementado el enfoque de género en proyectos económicos,  políticos y sociales, lo cual es de gran importancia para esta zona.

Proyecto MIA de la mano con mujeres de Miravalle

Una Mujer segura de sí misma, se viste de fuerza y dignidadfue la frase mencionada por parte del proyecto MIA del Fondo Europeo para la Paz durante el evento, Frase que fue plasmada en un mural donde las mujeres dejaron mensajes de paz, reconciliación y metas que tienen para el territorio; así mismo, en camisetas que fueron obsequiadas para que nunca olviden el valor de sí mismas. 

Cabe resaltar que el proyecto Mujer Mestiza, Indígena y Afrodescendiente – MIA ha venido trabajando en la formación de mujeres rurales en Alfabetización Digital, Liderazgo en la Comunidad, Proyectos de Vida en el Campo, Medio Ambiente, y Asociatividad y Emprendimiento. 

Todas las voces se unieron para comprender el sentido de lo que implica la reivindicación de derechos de las mujeres y su valor en la sociedad, como cuidadoras, trabajadoras, emprendedoras y siempre construyendo un mejor futuro para los suyos. Se recordó también a aquellas mujeres que callaron su voz con la violencia y se hizo un minuto de silencio por aquellas que ya no están. 

Todas las lideresas agradecieron el apoyo y participación durante la conmemoración, pues este tipo de acciones son las que se deben apoyar para continuar la construcción de paz. 

Por: Anyela Patricia Cardozo. Facilitadora educativa del proyecto MIA.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora. 

Radio mundo Rural: “Sentatón” el llamado de los campesinos colombianos

La pandemia generada por el COVID – 19 ha ocasionado afectaciones en muchos sectores, el agropecuario ha sido uno de los más impactados con la situación sanitaria. Una encuesta realizada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reveló que cerca de 1.086 productores presentaron dificultades. 

Por lo que, muchos campesinos han tenido que salir a las carreteras del país a vender sus productos, pues no consiguen transporte para sus cosechas o porque no cuentan con el factor económico para pagar un vehículo que lleve sus productos a las ciudades. 

Además de atravesar tiempos difíciles, colectivos como Dignidad Agropecuaria explican que el Gobierno Nacional ha incumplido muchos de los acuerdos pactados con el sector agropecuario, priorizando la importación de productos y debilitando la capacidad que tienen los productores para competir en el mercado. 

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“Se necesita la atención del Estado para no dejar de producir los alimentos que necesitan los colombianos. En el caso de la papa, ofreció realizar unas compras públicas que no se han hecho efectivas. A los arroceros les prometió que no se iba a importar más, mientras pasaba el tiempo de crisis, pero hizo todo lo contrario, y así ha pasado con otros sectores como el maíz”, dijo Dimas Alberto Arias Lasso, integrante del colectivo   

Ante la inconformidad de los campesinos colombianos, el pasado 24 de Marzo  realizaron una “sentatón” frente al Ministerio de Agricultura, que consistió en sentarse frente a la institución como forma de protesta ante la crisis actual.

“Con la “sentatón” queremos llamar al ministerio a la sensatez, porque nosotros no hemos dejado de trabajar, de producir alimento, pese a la pandemia y,  aun  así, el gobierno nos ha tenido abandonados”, agregó Arias.

Si desea conocer el balance completo de la jornada de manifestación  y las exigencias de los campesinos al gobierno nacional, puede escuchar la emisión completa de Radio Mundo Rural a continuación.

 Temas en la mesa de Radio Mundo Rural

  • Urgen cambios sustanciales en prácticas ambientales, para contrarrestar la mortandad de abejas.
  • Ganaderos denuncian que en Colombia se está vendiendo leche adulterada con lactosueros.
  • Balance de la sensación de campesinas y campesinos. Protestaron contra los tratados de libre comercio y ante la falta de políticas consistentes para el agro. 
  • Nuestro municipio invitado es Bugalagrande, Valle del Cauca.

 

Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona. Periodista.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

 

Turismo sin control podría amenazar la Laguna de los Tunjos de Sumapaz

La Laguna de los Tunjos es una represa natural que se encuentra ubicada dentro del páramo de Sumapaz, en la localidad número 20 de Bogotá, un ecosistema rico en biodiversidad considerado el más grande el mundo. Tiene una longitud de 14 km y es una de las principales fuentes de abastecimiento de agua para la capital.

Debido a su cercanía con la urbanidad, el páramo de Sumapaz se ha convertido en uno de los destinos turísticos preferidos por los bogotanos, que buscan conectarse con la naturaleza sin gastar mucho tiempo en desplazamientos o dinero, para ocupar su tiempo libre, especialmente los fines de semana. Sin embargo, el  incremento desbordado en el número de personas que llegan hasta la Laguna de Los Tunjos, ha puesto en grave riesgo a este ecosistema.

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Así lo evidenció un estudio realizado por Paola Andrea Ruiz González, magíster en Medio Ambiente de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), en el que se evaluó el impacto ambiental que genera el turismo en esta zona. Según explicó Ruíz, las diferentes empresas privadas que ofertan guías, caminatas y otras actividades turísticas no cumplen con las recomendaciones dadas por autoridades como la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), ni con una correcta disposición de residuos. 

En los últimos 4 años, el número de personas que visitan el páramo de Sumapaz ha aumentado indiscriminadamente, según datos de CAR  en 2015 se registraron 2.133 visitas por año a la laguna, mientras que en el 2019, ingresaron 21.482. Generando un incremento de más del 70%. “El problema es que, no hay delimitación de los espacios exclusivos para la actividad y la gestión que realiza el personal del parque no es suficiente para controlar la cantidad de visitantes, lo que ocasiona afectaciones al medioambiente y a las comunidades locales”, añadió Ruíz.

Uno de los principales impactos negativos en el ecosistema es la pérdida de suelo y la erosión, generada por las pisadas de los visitantes en los senderos, ya que de acuerdo con el estudio de la magister, la zona no cuenta con la infraestructura adecuada. A esto se le suma que no hay una correcta disposición de los residuos y una disminución de la cobertura vegetal por la extracción de frailejones. 

Es por esto que se hace necesario tomar medidas que regulen las actividades turísticas en el páramo de Sumapaz, “ zonificar las áreas de turismo, que planteen a dónde van a ir los senderos, además de adecuar una infraestructura liviana para evitar afectación directa del suelo” detalló Ruíz.

Cabe destacar que, la comunidad que habita en la región ha manifestado su desacuerdo con el turismo desbordado, sin embargo la investigación también destacó el incremento de las oportunidades culturales tanto de ciudadanos como de los habitantes del páramo. Por esto, es importante promover una educación ambiental que permita garantizar los intercambios culturales y la conservación del medio ambiente. 

 

Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona. Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

Casanare le apuesta a reducir contaminación con energía geotérmica

La energía geotérmica es una fuente de energía renovable que aprovecha el calor de las profundidades de la tierra. Según lo explica Adriana Gil, ingeniera ambiental de la Universidad Nacional de Colombia “las altas temperaturas, generadas por la conservación del calor de las rocas, hacen que el agua se caliente y posteriormente, se infiltre en el subsuelo. Un ejemplo de esto son los manantiales termales que descargan agua caliente y vapor para climatizar”.

Este recurso energético puede utilizarse para generar energía eléctrica, calefacción, baños medicinales siendo útil para, el turismo, agricultura, piscicultura y otras actividades industriales. Una de sus ventajas más sobresalientes según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), es que con esta energía se reducen más del 50% de las emisiones de gases del efecto invernadero que generan las centrales eléctricas, debido a que, lo que se dispersa en la atmósfera es en 99% vapor del agua. 

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Con el objetivo de encontrar alternativas de producción y consumo que sean más amigables con el medio ambiente e implementar el uso de energías renovables no convencionales. La empresa Parex Resources, en trabajo conjunto con el Ministerio de Minas y Energía, iniciaron el primer piloto de generación de energía eléctrica a través de geotermia, en el municipio de San Luis Palenque, departamento del Casanare. 

El proyecto, fue articulado con la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) sede Medellín. Con los recursos geotérmicos que se encuentran disponibles en el pozo Las Maracas, del municipio de Nunchía, se busca generar energía eléctrica, aprovechando las altas temperaturas y volúmenes de agua producidos por la extracción de hidrocarburos de esta zona.

La central eléctrica,  según explicó el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa, producirá aproximadamente una potencia de 100 kilovatios (kW ) de energía. “Estos reemplazarán un 5% de la energía generada de combustibles fósiles, logrando reducir hasta 550 toneladas de CO2 anuales”, añadió. Así, el sistema podría generar hasta 72.000 kilovatios hora (kWh) de energía, que equivalen al consumo mensual de unas 480 familias.

Con la implementación de esta iniciativa, se espera que más proyectos de este tipo se expandan por todo el territorio nacional, pues, de acuerdo con el El Ministerio de Minas y Energías, Colombia está situada en el cinturón de fuego del Pacífico y, según los datos del Servicio Geológico Colombiano, los recursos geotérmicos almacenados del país son cerca de 138,60 y tienen una potencia eléctrica de 1.170,20 megavatios. Lo que hace efectivo el desarrollo efectivo de esta energía alternativa.

Cabe resaltar que, esta idea fue galardona con el premio a la Innovación de la Asociación Colombiana de Ingenieros de Petróleos (Acipet) en la categoría “Innovación en gestión socioambiental y energías renovables”, y se suma a la hoja de ruta del Gobierno Nacional en su apuesta por un sistema energético más competitivo, eficiente y resiliente.

Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona. Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

Campesinos de La Serranía del Perijá, cogobernantes del territorio

La Serranía del Perijá se encuentra ubicada en el municipio Agustín Codazzi, del departamento del Cesar, es uno de los límites importantes de la frontera con Venezuela. Cuenta una población aproximada de 1.041.203 habitantes según datos de la Gobernación del Cesar, la mayoría de las personas que viven en este territorio son campesinos e indígenas. 

Debido a su ubicación geográfica esta zona ha estado en medio del conflicto armado, pues diferentes grupos al margen de la ley se disputan la toma del territorio, ya que es uno de los puntos donde el suelo facilita actividades como la minería ilegal y la producción de cultivos ilícitos.

A pesar de esto, desde hace 5 años la comunidad de la Serranía del Perijá se ha empoderado y reconocido como actores políticos activos, que pueden cogobernar su territorio, apostando a la transformación del municipio para crear un ambiente de paz en el que puedan fortalecer el tejido social.

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Así lo evidenció el estudio de Brayan Andrés López, magíster en Estudios Políticos de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Bogotá, en el cual se reconoce el carácter político y jurídico de los campesinos en este aspecto. “Se resalta por ejemplo, la capacidad de los campesinos de prescindir de la dominación de actores armados tanto legales como ilegales. Las Juntas de Acción Comunal (JAC) han jugado un papel fundamental para ejercer jurisdiccionalidad en el territorio”, aseguró.

Siguiendo sus propias dinámicas sociales, culturales y económicas la comunidad ha implementado planes de ordenamiento territorial, que reconocen la importancia de la preservación de la tierra y que sus usos van más allá de la explotación productiva para generar ganancias monetarias. 

“En el ámbito rural, se entiende que el campesinado ha sido un actor que ha ejercido múltiples luchas por el reconocimiento a la hora de defender sus usos y costumbres sobre el territorio”, señala el politólogo López.

Desde el año 2020, estos valientes cogobernantes vienen trabajando en sus propios proyectos de ecoturismo, con el acompañamiento de los Programas de Desarrollo y Paz, como parte de un objetivo que permita borrar las huellas del conflicto, para que el territorio renazca.

Construyendo un futuro mejor basado en la paz, luchando por la conservación de sus bosques mediante la agricultura sostenible e implementando formas alternativas de usar la tierra. Así mismo, promoviendo el municipio como un destino turístico ideal para conectarse con la naturaleza, que se reconoce por su biodiversidad y no por su pasado.

Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona – Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

Pimentón colombiano llegará a los hogares estadounidenses

En Colombia se cultivan más de cinco variedades de pimentón, especialmente al norte del Valle del Cauca, Antioquia y algunas zonas de la Región Caribe. Según datos del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, aproximadamente 600 hectáreas del territorio nacional son utilizadas para la producción de esta hortaliza y es uno de los productos que mejor rendimiento tiene, ya que una hectárea de tierra logra generar entre 10 y 20 toneladas de pimentón. 

El pasado 25 de Marzo del presente año, el Servicio de Inspección para la Salud Vegetal y Animal de Estados Unidos (APHIS, por sus siglas en inglés) aprobó el ingreso del producto colombiano al mercado estadounidense. Mediante la publicación del “Registro Federal la Regla Final” la autoridad sanitaria dio a conocer los requisitos fitosanitarios que deben cumplir los exportadores colombianos para comercializar pimentón.

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El ministro de Comercio, Industria y Turismo, José Manuel Restrepo, explicó que esto representa una oportunidad para aprovechar y fortalecer el acuerdo comercial que tiene el país con Estados Unidos desde el año 2012. Además, la meta es posicionar a Colombia como proveedor principal de los hogares estadounidenses, pues EE.UU importa alrededor de US$1.400 millones dólares en pimentón. 

De otro lado, la exportación de pimentón en Colombia ha venido aumentado en los últimos cinco años, llegando a países como Aruba, Curazao y Panamá, de acuerdo con el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Rodolfo Zea Navarro, “de 2016 a 2020 las exportaciones ascendieron a US$748.239 dólares. Con esta nueva oportunidad, queremos posicionar el pimentón colombiano en el mercado estadounidense así como lo hemos hecho con el aguacate”.

Actualmente, el principal proveedor de esta hortaliza en Estados Unidos es México con una participación del 68%, seguido por Canadá con el 25%, los Países Bajos con el 3%, e Israel, Honduras, República Dominicana, España y Guatemala, cada uno con el 1%. 

Con esta aceptación, el pimentón se convierte en el producto fresco número 99 que ingresa a este mercado. “Se traduce en un paso más para seguirnos posicionando como un gran proveedor mundial de agroalimentos, con el fin de responder al llamado que nos ha hecho la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de ser una de las despensas del mundo”, añadió Flavia Santoro, presidenta de ProColombia, entidad encargada de encargada de promover el turismo y la inversión extranjera en Colombia.

Cabe resaltar que, los detalles de esta nueva aprobación serán articulados en un plan de trabajo consensuado entre las autoridades fitosanitarias: el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), por Colombia, y el APHIS, por Estados Unidos.

 

Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona – Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

Proyecto de ley busca dignificar el trabajo de los campesinos colombianos

En Colombia, según datos del último Censo Nacional realizado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) en 2018, cerca de 6.8 millones de personas viven en zonas rurales del país. De la población rural total, aproximadamente 2.461.156 millones de personas componen la fuerza laboral del sector agropecuario y el 91 % de estas trabaja en la informalidad. 

Debido a esto, quienes se dedican a estas actividades agrícolas no cuentan con garantías dignas en el campo laboral y en muchos de los casos su trabajo no es remunerado, aumentando así el índice de pobreza de las comunidades campesinas. 

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Luciano Grisales, representante a la Cámara por el Quindío, radicó un proyecto de ley en el departamento que busca la dignificación del trabajo agropecuario y mejorar la calidad de vida de los campesinos de todo el territorio nacional. Esto a través del mejoramiento de sus condiciones laborales y su priorización para el acceso a subsidios estatales. 

Uno de los principales objetivos establecidos es generar una compensación salarial para los campesinos que permita avanzar progresivamente en los procesos de formalización laboral del sector del agro. Según explicó el representante, dentro de sus apartados se plantea que, los productores agropecuarios que vinculen trabajadores por períodos inferiores a un mes, realicen la respectiva afiliación, cotización a los sistemas de pensiones, riesgos laborales y subsidio familiar en los términos que establece la ley.  

“Estimamos que a nivel nacional cerca de 696.000 personas resulten beneficiadas directamente con los efectos de esta ley y más de 2.3 millones de modo indirecto” aseguró en su explicación, Grisales.

El proyecto que contiene 14 artículos, también propone garantizar que el gasto público del Estado, mediante subsidios se dirija prioritariamente a todo aquel que tenga una vocación de trabajo en el campo y el sector agrícola. Además, que el Gobierno Nacional deberá desarrollar un seguro que permita el aporte y pago de incapacidades por enfermedades laborales o comunes.

Actualmente, se espera que esta iniciativa sea aprobada para su legislación, “esperamos que el proyecto avance en esta legislatura hasta segundo debate en plenaria de Cámara para continuar madurándolo y alimentándolo con las visiones y las voces de las bancadas, los diversos sectores y el Gobierno Nacional”, añadió Grisales.

Si usted desea leer el documento completo del proyecto de ley puede descargarlo en el siguiente link: Dignificación del Trabajo Agropecuario

Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona – Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

Jóvenes caqueteños reconocen los procesos sostenibles de la piscicultura

El Departamento del Caquetá cuenta con una abundante hidrografía gracias a su posición geográfica, lo que permite desarrollar actividades económicas un poco más sostenibles en base a la piscicultura, sin embargo, esta no es la actividad que representa a los caqueteños, pues es la ganadería la que sobresale en este departamento.

Hoy en día se desarrolla un proyecto denominado Pescado para el Desarrollo, financiado por Caritas Noruega, fundación humanitaria independiente que busca un mundo sin hambre y pobreza extrema, donde la gente pueda vivir dignamente, la cual ejecuta sus acciones por medio de Cáritas Colombia y Pastoral Social.

Este proyecto va enfocado a 300 jóvenes, estudiantes de ocho Instituciones Educativas Rurales del Caquetá, donde participan en una serie de capacitaciones teórico – prácticas relacionadas con la piscicultura y adicionalmente reciben formación humana. Se imparten estos dos enfoques con el fin de fortalecer los conocimientos en torno a la piscicultura y los valores que permiten que sean seres humanos íntegros que realicen aportes a la sociedad.

Aprendiendo directamente de los protagonistas

El pasado 17, 18 y 19 de marzo del 2021, 23 jóvenes visitaron una serie de fincas en el municipio de Doncello, Caquetá logrando fortalecer sus conocimientos en temas como sistemas de producción de alevinaje y engorde de especies nativas, producción en estanques y geomembranas, cultivos hidropónicos, reproducción de cachama en seco y en húmedo, muestreos de peces de consumo, y traslado de peces de un lago a otro. 

Esta salida de campo permitió que los jóvenes participaran activamente en estos procesos tan importantes para el trabajo adecuado con peces, y reconocer que es posible hacer uso de los recursos naturales sin dañar el medio ambiente. Este tipo de experiencias han sido planteadas gracias al SENA y ACUICA, entidades implementadoras que han acompañado a los jóvenes  del proyecto en cada práctica. 

De igual forma la jornada tuvo  cierre en la sede de Pastoral Social en Florencia con actividades pedagógicas orientadas por los facilitadores educativos de Acción Cultural Popular – ACPO,  donde se busco mejorar habilidades de escucha, trabajo en equipo, coordinación y respeto, en base a diferentes juegos que permitieron que los alumnos pusieran en práctica estas cualidades de una forma divertida.

El Proyecto Pescado para el Desarrollo es un complemento integral para la educación de estos jóvenes rurales que buscan salir adelante, mejorando la economía de su región, aprovechando de forma adecuada los recursos naturales que les ofrece el campo y convirtiéndose en personas útiles para su comunidad.

Por: Sandra Liliana Riaño. Facilitadora educativa del proyecto Pescado para el Desarrollo.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

Pilas orgánicas a partir de residuos de plátano, aguacate y caña

Las pilas son una fuente de energía que forma parte de la vida cotidiana, se utilizan en juguetes, linternas, relojes, calculadoras y otros elementos tecnológicos. La reacción de los químicos que las componen como el mercurio (Hg), níquel (Ni), litio (Li) y plomo (Pb), permite obtener energía eléctrica. Sin embargo, según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, estos elementos son considerados tóxicos para el ambiente.  

De acuerdo a la entidad, este producto al terminar su vida útil, se convierte en un residuo peligroso, debido a que una pila de botón puede llegar a contaminar hasta 600 mil litros de agua. Además, si después de desecharlas son quemadas, se producen vapores que se dispersan por el aire y, cuando llueve, los metales son arrastrados hacia el suelo y las fuentes hídricas, contaminando así el planeta. 

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Es por esto que Fabio Nicolás Rosero Rodríguez, magíster en Ciencias Físicas de la Universidad Nacional – Sede Manizales, junto con el grupo de investigación en Física de Plasma de la universidad, realizaron un trabajo de investigación, con el objetivo de encontrar fuentes alternativas de energía más amigables con el ambiente y aportar a la reducción de los efectos del cambio climático. 

Como resultado del estudio obtuvieron una mezcla derivada de los residuos de cáscara de plátano, semillas de aguacate y bagazo de caña panelera, que aportan una excelente fuente energética gracias a sus propiedades naturales y que es capaz de sustituir los químicos que generalmente se utilizan en las pilas de uso común en los hogares como las pilas AAA. 

Proceso de elaboración de esta alternativa de energía

Según explicó Rosero, los residuos orgánicos se procesan hasta llegar al punto de carbonización en un horno a alta temperatura, posteriormente se maceran y así se obtiene un fino polvo con el que se forman las pilas orgánicas. Así mismo, aseguró que “el tiempo de vida útil es muy alto, y con este material orgánico la degradación será más lenta. Tiene además, una eficiencia en cuanto a voltaje del 90 % en comparación con las baterías del mercado y su proceso es muy económico”.

La investigación, también evidenció que el cambio de temperatura no afecta el proceso de degradación de este elemento y que su vida útil es de aproximadamente un año. Por su facilidad de fabricación, economía y eficiencia, el ingeniero denomina estas pilas orgánicas como “amigables con el medioambiente”.

El siguiente paso, es lograr comercializar el producto a nivel nacional, con el objetivo de posicionar esta energía alternativa como la preferida en los hogares. Cabe destacar que, de acuerdo a lo mencionado por Rosero, el proceso de  aprobación de la patente ante la Superintendencia de Industria y Comercio está en curso desde el año 2020.

Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona – Periodista.

Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.

#Opinión: Solución al problema agrario requiere de líderes políticos comprometidos

¿Qué posibilidades tiene Colombia para avanzar en la solución del problema de la tenencia y aprovechamiento de la tierra, uno de los más graves problemas del país y que ha estado en la base de nuestro viejo, sangriento y violento conflicto armado colombiano?

¿Cómo proteger el proceso de restitución de las tierras despojadas o usurpadas a sus legítimos dueños durante el conflicto armado?  y ¿Cómo dar respuesta a los graves problemas que permanecieron ocultos durante cuarenta y cuatro años, entre 1970 y  2014, cuando Colombia no hizo ningún censo agropecuario y que sólo se conocieron con el censo agropecuario de 2014?

Recientemente asistí a una conferencia virtual del Doctor Juan Camilo Restrepo, exministro de Agricultura y de Hacienda de Colombia, en la que hizo una reflexión sobre problemas antiguos y recientes de la tenencia de la tierra en nuestro país. Este artículo es un resumen personal de los puntos más importantes de su exposición, la cual se encuentra completa, en https://exjesuitasentertulia.blog/distribucion-de-la-tierra-en-colombia/

Después de su exposición, el exministro respondió a las inquietudes y comentarios que le hicieron algunos participantes. 

Algunos datos 

El problema de la tenencia y explotación de la tierra, constitutivo del problema agrario de nuestro país, siempre se ha tocado, aunque sea tangencialmente, con el largo conflicto armado que nos ha agobiado y que aún no está resuelto. Según el censo agropecuario, Colombia tiene 114 millones de hectáreas de territorio continental. Sólo unos 18 millones están dedicados a la agricultura, mientras que hay 40 millones dedicados a una ganadería extensiva y muy poco productiva.

Con sólo 20 millones de hectáreas, mejorando un poco las praderas, y con un manejo menos extensivo del rebaño, se pueden atender los requerimientos de la exportación y del mercado nacional de carne y leche. Con ello, se liberarían más de 20 millones de hectáreas para la agricultura grande, mediana y pequeña. 

Colombia es uno de los pocos países que puede doblar la extensión de tierras aprovechables para la agricultura y crecer su frontera agrícola, sin necesidad de arrasar su bosque natural, como lo han hecho otros países y sin hacer daño a la silvicultura ni al medio ambiente. Al contrario, Colombia lo puede mejorar y esta posibilidad es una verdadera bendición, aunque no nos damos cuenta de ello.

Por ejemplo, a Chile, que había sido muy fuerte en el crecimiento de la silvicultura, ya se le copó su espacio para producir maderas y bosques. Por eso ha tenido que comenzar a comprar tierra en otras partes del mundo, pues ya no tiene más espacio para sus proyecciones de silvicultura. China se ha comprado porciones inmensas del territorio africano para asegurar su seguridad alimentaria en las décadas que vienen, pues el mundo de hoy requiere mucho más alimentos, más agricultura familiar y agricultura extensiva. 

Los datos del DANE revelan una muy alta concentración de la tierra en manos de unos pocos; hay un asfixiante minifundio en Cundinamarca, Boyacá, Nariño, y en otras regiones, sobre todo del altiplano. Sin embargo, este no es el único problema. La agricultura moderna no es sólo una cuestión de tierras sino, también, de insumos.

Uno de ellos, y quizás el más importante, es el agua. A pesar de que somos un país con mucha agua, lluvias y fuentes hídricas, hay muy poca agua dedicada a la agricultura y en esto tenemos muy pobres indicadores. En comparación con Colombia, México, un país mucho más seco, tiene cuatro veces más extensión de tierra con agua dedicada a la agricultura con riego. Colombia tiene un atraso gigantesco en distritos de riego y en el uso racional del agua, de modo que pueda poner a producir las maravillosas tierras que tiene.

Los acuerdos de paz y el problema de la tierra

El primer tema de los acuerdos de paz de la Habana trata de la transformación rural integral. Se discutió durante año y medio del total de más de 4 años que duraron las negociaciones. Esto no fue una negociación para y en beneficio de las FARC. Lo que allí se dice sobre política agraria es en beneficio de los agricultores colombianos que no tienen tierra en absoluto o tienen tierra insuficiente. Se trata de llevar más equidad, mejor distribución, más progreso a los campesinos hoy excluidos o de la propiedad, o de una propiedad mínima para ser eficientes, en esos casos de minifundio asfixiante.

Se acordó que durante los 10 o 15 años del período del posconflicto, luego de los acuerdos de paz, se otorgarán títulos de propiedad a dueños de 7 millones de hectáreas y se distribuirán 3 millones de hectáreas a campesinos que no tienen tierras o las tienen insuficientemente.

Esto se debe acompañar con transformaciones importantes de bienes públicos para esas zonas rurales. Sin embargo, la atención presupuestal para cumplir lo acordado ha sido muy deficiente y se ha llevado con desinterés. Por ello, los resultados hasta este momento son mucho menores a lo esperado en la reconformación de las estructuras agrarias del país. Estamos muy lejos de distribuir 3 millones de hectáreas entre los campesinos sin tierra o con tierras insuficientes. Y estamos muy muy lejos de la meta de titular siete millones de hectáreas. 

La inmensa mayoría de quienes explotan la tierra legítimamente no tienen títulos de propiedad, por muchas razones sociopolíticas de vieja data, herencias sin protocolizar, sucesiones sin terminar, como lo indican los estudios del propio Ministerio de agricultura. La tercera parte de las fincas cafeteras de Colombia no tienen título de propiedad o los tienen de manera muy precaria. Por falta de títulos, los dueños no pueden acceder a créditos, subsidios o a la comercialización y gestión comercial de la tierra. Avanzar hacia la titularización de las tierras, dará movilidad a la gestión de la tierra.

Importancia y novedad del proceso de restitución de tierras

Como algo realmente muy novedoso, en pleno conflicto armado Colombia inició una política de restitución de tierras en favor de quienes habían sido despojados a sangre y fuego o expulsados de sus parcelas entre 1990-2010, ya sea por paras, guerrilla o por terceros. Los censos demuestran que los despojadores de tierras pertenecieron a alguno de estos grupos. Colombia inició una política de restitución de tierras que ha sido la más exitosa en los últimos 5 o 6 años.

Se ha logrado devolver a sus dueños un territorio casi equivalente a Caldas y Quindío juntos. Para reclamar las tierras, quien cree tener derecho a esta restitución, va a la autoridad legítima, la UNIDAD DE RESTITUCIÓN DE TIERRAS. Allí se ayuda al reclamante a acopiar y documentar todas las pruebas que acrediten que sí fue despojado. Cuando la reclamación es seria y respaldada, la autoridad lleva de la mano a los campesinos hasta los tribunales y magistrados, los jueces agrarios, quienes luego del examen de pruebas determinan si la propiedad de un terreno se le quita a alguien y se le devuelve al campesino. 

Con el actual sistema, se está logrando devolver la tierra a sus legítimos dueños en uno o dos años. Dentro de la actual ley está contemplado que si alguien cree que tiene mejor título que el reclamante, puede hacerse presente en el juicio, presentar sus razones y será un juez agrario, no una autoridad administrativa quien decida y defina quién tiene la razón. Esta política de restitución de tierras es tan importante como lo son los acuerdos de paz de La Habana en el tema agrario. Y aunque no forma parte de esos acuerdos, por sus resultados ha sido la política más exitosa en este aspecto.

La inversión en bienes públicos necesarios y urgentes en el sector rural

Colombia tiene un camino muy grande por recorrer en lo que respecta a desarrollar bienes públicos para el sector rural y son una cuestión fundamental en la política de tierras. Se entienden, como la inversión necesaria en carreteras terciarias, cadenas de fríos, tanques de almacenamiento, centros de acopio y todos los servicios con los que puede contar un campesino y que benefician una comunidad grande para combatir la marginalidad con una verdadera inversión, diferente a los subsidios que se otorgan a quienes tienen mayor influencia en el gobierno pero que no son los más necesitados. Los acuerdos de la Habana tienen una cantidad de reclamos en este sentido. 

La productividad real de la pequeña y mediana propiedad agraria

En Colombia ha habido el mito de que sólo funciona bien la gran propiedad agraria. Pero los estudios, por ejemplo, de la Facultad de Estudios ambientales y rurales de la Universidad Javeriana han mostrado que la gran propiedad genera igual o menor productividad que la pequeña o mediana propiedad y que no hay razón para marginar a la pequeña y mediana propiedad de los planes de desarrollo rural del país. Está desvirtuado que las pequeñas y medianas propiedades no son productivas. En esto hay congruencia entre los acuerdos para el desarrollo de lo agrario en el período del postconflicto, con la buena productividad del campo. 

Problemas y peligros que hay que enfrentar y superar

Los acuerdos marcan la ruta que se debe seguir durante los 10 a 15 años del período del posconflicto, y el gobierno es el responsable de los avances. Pero, al paso que vamos, en 15 años no se logrará el compromiso, pues no hay voluntad política para implementarlos. El ministerio de agricultura el año pasado tuvo menos recursos. Si no se hace una transformación profunda, tal como se está logrando en la restitución de tierras, seguirán los conflictos. 

Hay gremios, como el de los ganaderos, que quieren poner palos en la rueda a los avances de la restitución de tierras. La ley de restitución de tierras implica que sólo se puedan mantener en manos de los actuales propietarios las propiedades que se hayan adquirido de buena fe y exentas de culpa, es decir, sin despojo violento o extorsivo. Pero hay propuestas de reformas a la Ley que están ya en el Congreso y que tienen detrás a los grupos más turbios y truculentos comprometidos en el despojo de la tierra.

Éstas quieren impedir la restitución alegando que “los poseedores de buena fe” que no hayan sacado de sus tierras a los campesinos a sangre y fuego, se puedan quedar con ellas. Es decir, que se acepte como legítima la “buena fe no exenta de culpa”, aunque las tierras se hayan adquirido de manera maliciosa. Por ejemplo, se le pagaba la hectárea a un campesino acosado por la violencia a $500.000, a sabiendas de que el valor real era de $5.000.000. Se quiere que quienes adquirieron tierras con estos mecanismos maliciosos las puedan mantener y que en esos territorios no haya restitución de tierras.

Si el gobierno no le pone cuidado a esto, eso puede prosperar en el congreso actual. Sería muy grave que esa expresión, buena fe EXENTA DE CULPA se borrara de la legislación, porque se le abrirían las puertas a los que quieren validar gran parte del despojo anterior de tierras, basado en la extorsión a los campesinos. Se dice que sí hay compromiso con los acuerdos, pero cuando se ven cifras de entidades serias y evaluadoras de los acuerdos, se ven los pobres resultados. No se ven medidas radicales. 

La paz rural sí es posible y sólo se requiere de un verdadero compromiso y ejecución para cumplir con los acuerdos. Ojalá surjan candidatos en las próximas elecciones que tengan la justicia rural como tema prioritario y lo pongan en la conciencia nacional.

*Esta nota periodística no representa la postura de Acción Cultural Popular – ACPO organización dueña de la marca registrada Periódico El Campesino y elcampesino.co. Con ello, tampoco compromete a la organización ni al periódico en los análisis realizados, las cifras retomadas, los entrevistados que aparecen, entre otros. 

Por: Bernardo Nieto Sotomayor. Equipo Editorial Periódico El Campesino.

 
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