Chocó es un departamento considerado una de las regiones con mayor riqueza en términos de biodiversidad del mundo. Sin embargo, reporta los índices de pobreza más altos en Colombia. Cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), reportaron un crecimiento negativo del producto interno bruto (PIB) del 5,7% aportando sólo el 0,4% al PIB del país.
Esto debido a la reducción de la minería en el sector, es decir que la región no cuenta con un sector productivo que permita llenar el vació de la actividad minera y así dar a sus habitantes una estabilidad económica.
Con la reducción de las actividades del sector minero, muchos habitantes han visto en la agricultura una oportunidad para generar ingresos “Chocó es una región que presenta condiciones desfavorables, en lo relativo a la aptitud de los suelos, deficientes drenajes y bajo acceso a mercados” aseguró Leyner Mosquera,Ingeniero de Producción Industrial del Instituto Tecnológico Metropolitano ITM – Medellín
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Sumado a esto el departamento cuenta con sólo dos vías principales; la transversal Quibdó-Medellín y la vía Quibdó- Pereira, esto dificulta que los productores puedan transportar sus cosechas y que reciban un pago justo por ellas. “Sin infraestructura vial adecuada, es difícil lograr crecimiento económico en el sector agrícola” destacó Mosquera.
Esaud Ibargüen, un pequeño productor de la región asegura que el problema radica en la falta de un apoyo estatal para que las comunidades puedan fortalecer las diversas iniciativas y proyectos productivos, ya que en el chocó según expertos no se ha realizado proyectos que le apuesten a la preparación de los suelos para el sector agropecuario.
Cultivo de coco para un ingreso rentable y sostenible
Ante esta desalentadora situación, Esaud ha hecho esfuerzos para encontrar una forma de producir que le genere rentabilidad, desde el año 2006 ha cultivado en su finca ubicada en el municipio Bajo Baudó, arroz, caña, lulo, maíz, banano bocadillo, cacao y otros productos que han dado buenas cosechas, pero ante la falta de apoyo para su comercialización se han perdido.
A finales del año 2020, decidió cultivar de manera empírica cocos y su cosecha resultó ser de muy buena calidad, consiguió un mercado en Valle del Cauca que le facilita un transporte para su comercialización y vende a más de $15.000 pesos la docena.
Debido a la alta calidad de la fruta, la demanda del coco ha crecido un 40% según cifras del investigador Mosquera, por lo que actualmente Esaud Ibargüen impulsa el proyecto de siembra de coco empírico en el Bajo Baudó, con este busca motivar a la comunidad para que vean en la fruta una oportunidad de desarrollo y de la cual se han beneficiado más de 10 familias de la región.
Cabe mencionar que en Tumaco, Nariño por ejemplo, según cifras del Ministerio de Agricultura la producción de coco asciende a 50.413 toneladas, siendo así el municipio líder en producción.
“Yo invito a Tumaco a que nos unamos y que podamos hacer una misma alianza, para que nos enseñen como el coco les da tan buenos dividendos y al gobierno que recuerden que en pacifico colombiano también somos muchos los agricultores que necesitamos de su apoyo para crecer en el sector” dijo Ibargüen.
El cultivo de coco se plantea entonces como una alternativa para el agro del Chocó, ya que es una semilla que se da de manera natural en el suelo de la región, lo que le brinda una oportunidad a los productores de competir en el sector agropecuario y generar una rentabilidad digna que les permita reinvertir en sus cultivos.
Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona. Periodista.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.