El gusano Zophobas morio, es una larva de escarabajo generalmente utilizada para alimentar mascotas, pero tras una investigación hecha por un equipo científico de la Universidad de Queensland, su existencia podría contribuir a la lucha por el medio ambiente.
En su intestino posee una enzima bacteriana que le permite digerir y alimentarse de icopor, uno de los plásticos más utilizados y por ende más contaminantes del planeta. Pues el poliestireno termina en los océanos creando un desequilibrio ecosistémico grave.
De acuerdo con los expertos, el insecto resulta una especie de “mini planta de reciclaje”, ya que puede triturar el material, y aunque esta capacidad ya era conocida en el sector, lo novedoso de la investigación es que aporta el uso de una nueva técnica para extraer el ADN de los microbios del estómago.
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Planteando la posibilidad de secuenciar y catalogar las enzimas, y analizarlas de manera integral para que a futuro puedan ser utilizadas por otros microbios para crear bioplásticos.
Cabe mencionar que, además de ser el inicio de una búsqueda científica para determinar la mejor manera de utilizar dichas enzimas, se convierte en una alternativa a pequeña escala para quienes habitan en zonas que carecen de un sistema de basura y reciclaje.
Por: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.
