Cittaslow, tendencia mundial por la conservación de la arquitectura, la Slow Food y la vida sencilla
Por: Henry Armando Ruiz Ahumada
Facilitador proyecto Tabletas para Educar en el municipio de La Capilla – Boyacá.
| Sobre la concha de un caracol naranja, se erige un pueblo. Este es el logotipo que identifica a las ciudades donde la tendencia Cittaslow se establece como regla general. El Cittaslow es un movimiento nacido en Italia en el año 1999 por iniciativa de Paolo Saturnini, alcalde de Greve in Chianti, en conjunto con alcaldes de localidades vecinas, con el ánimo de promover algo más que Slow Food. Ésta última es la filosofía del buen vivir, del consumo de comidas elaboradas y saludables y no de las comidas rápidas que tanto daño hacen a las arterias y al corazón de los seres humanos. La filosofía del Cittaslow lucha contra la homogenización y la americanización de las ciudades apoyando la diversidad cultural y la forma de vida local y al mismo tiempo las artesanías y la arquitectura local. El concepto Cittaslow, que deriva de Citta que significa ciudad y Slow del inglés lento, incluye el modo de vida sin sobresaltos, aprovechando lo que la cultura, gastronomía y comercio local ofrece y, asimismo, manteniendo un modelo arquitectónico más básico. Busca el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes no solo en Italia, puesto que el concepto de Cittaslow ha traspasado las fronteras encontrándolo con facilidad en Francia, España, Reino Unido y muchos otros países hasta el punto de haber creado toda una organización que lleva el nombre de esta tendencia y bajo la cual existen los estándares y lineamientos que una ciudad debe cumplir para ser certificada como Cittaslow. Durante el seminario llevado a cabo el 20 de octubre de 2006, el presidente de esta asociación, definió a las “Ciudades Slow” como un desafío a las ciudades modernas, ya que si bien las ciudades dentro del concepto Cittaslow no son las más pujantes y desarrolladas, si ofrecen una mejor calidad de vida para todos sus habitantes, un ambiente más humano y más ecológicamente amigables, respetando la cultura local dentro de un ambiente globalizado. Sin lugar a dudas, las “Ciudades Slow” serán un destino turístico en el futuro y el lugar donde muchas personas cansadas del ajetreo de las grandes metrópolis vendrán a pasar sus vacaciones dado que se come bien, se vive bien y se está en un ambiente más sano |
