El Gimnasio Monseñor Manuel Maria Camargo y el programa Redes de la Fundación San Antonio, llevaron a cabo una iniciativa en la que 200 niños, niñas y adolescentes entre los 6 y los 17 años, conformaron una orquesta sinfónica con el fin de disminuir la depresión y vivir más felices haciendo arte.
“Los diferentes problemas que aquejan a nuestra sociedad desde hace algunos años, agravados por la pandemia y sus estragos, que ahora llamamos pospandemia, y sumada la crisis provocada por el deterioro medio ambiental y las guerras, han generado un gran estrés en los niños, niñas y jóvenes que no ven claro su futuro. No ven claro incluso, si habrá futuro” afirma Kenny Lavacude Parra, Director Ejecutivo de la Fundación San Antonio.
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Tomando como ejemplo de superación la obra y la vida del músico Beethoven. El Maestro Gabriel Guzmán y su equipo de la Fundación Marguz, desarrollaron una propuesta artística basada en las circunstancias vividas durante la pandemia y sus consecuencias para la salud mental.
“una de las maneras de afrontar esta situación tan dolorosa y típica del siglo XXI y sobre todo, en los entornos urbanos, es el arte. En efecto, los niños, niñas y adolescentes que se vuelcan en la música, la pintura, la danza, la actuación, desarrollan mejores herramientas para defenderse de los problemas mentales y emocionales que deben afrontar junto con sus familias”, agregó Kenny.
De ahí nace la Orquesta Sinfónica San Antonio, una nota de luz en medio de la oscuridad, un acorde de esperanza, una melodía de alegría y una sinfonía de risas en un ambiente comunitario y visionario de un futuro que será, seguramente, mejor.
La cita para disfrutar de la primera presentación de la Orquesta Sinfónica y más números artísticos será este próximo jueves 27 de octubre a las 4:30 p.m. en el Auditorio Fabio Lozano de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
Por: Jiselly Tatiana Ortiz Pacheco