Las desigualdades territoriales que enfrenta el Pacífico colombiano han obligado a que desde el sentir los jóvenes se involucren en procesos de resistencia. Con fines de generar bienestar social por medio de acciones que reivindican sus derechos, a partir del aporte de los mayores y ancestros para emprender caminos de paz y desarrollo social.
La meta de la Mesa Distrital de Mujeres es que dentro de las organizaciones de base que hacen parte de la misma, se vinculen jóvenes que se involucren adquiriendo conocimientos sobre las luchas para garantizar los derechos humanos para que no tengan que salir en un futuro del territorio como les toca hoy en día en el caso de Tumaco.
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Así mismo, la Asociación de Mujeres Líderes – ASMUL desde sus líneas de trabajo y objetivos han buscado que sus espacios sean modernos para atraer a los jóvenes, para que se conviertan en cuidadores del territorio y preservadores de la vida. Que sean ellos quienes logren re imaginar el futuro como apoyo a quienes ya están haciendo defensa del desarrollo y las comunidades.
Por ello, estas organizaciones asentadas con grandes logros han ido cerrando algunas brechas de desigualdad, pero frente a los cambios existen más retos y esto ha despertado el interés de muchos jóvenes por abogar por las disconformidades existentes, en torno a derechos humanos, género, paz, justicia y reparación desde todas las dimensiones sociales.
Además, las organizaciones ven a los jóvenes hoy en día como grandes movilizadores para las resistencias territoriales con fines de marcar un hito, aún más en sectores como el Pacífico, tan olvidado por el Estado y azotado por el conflicto armado. Pues juegan un papel importante en el desarrollo y las decisiones que desde la Mesa Distrital de Tumaco y ASMUL se toman.
Por: Cristian Alejandro Gongora. Facilitador educativo del proyecto Comunicar y Proteger la Paz.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.