Colombia es un país que se caracteriza por su riqueza natural y cultural, aspectos que históricamente han resaltado gracias a la creatividad de sus habitantes para dar a conocer la fortuna de haber nacido en esta zona del mundo.
Hace varios años en los territorios rurales y urbanos se fortalecían destrezas y lazos sociales a partir de distintos juegos que causan nostalgia al recordar. La coca, el trompo y el yoyo son algunos de los elementos con los que se divertían los niños y jóvenes de antaño.
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Con el propósito de rescatar estos saberes y prácticas ancestrales, Wilson Gómez oriundo de Sogamoso, Boyacá, creó el “Kit de los juguetes de mi tierra sumercé”; una caja lúdica que luego impulsó la idea de establecer el primer Museo de Juegos Tradicionales de Colombia.
Este espacio ubicado en Nobsa, Boyacá no solo tiene el propósito de conservar lo que se considera parte del legado cultural del país, sino que pretende que las nuevas generaciones se involucren con estos juegos y con la elaboración de los mismos.
Cabe mencionar que esta iniciativa resulta de gran importancia, pues se trata de un ejercicio de memoria que además contribuye a la economía de los artesanos cuyo sustento se encuentra en estos juegos.
Por: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.
