Desde el año 2015 cada 1 de octubre se celebra el Día Mundial del Café, una fecha establecida para conmemorar este producto tan importante a nivel internacional. No solo por su delicioso aroma y sabor, sino por hacer parte de la identidad cultural y representar el sustento económico de millones de comunidades rurales.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – FAO, “generalmente los cafés de mejor calidad en la taza se cultivan en suelos fértiles que contienen buenos materiales”. Características que hacen de Colombia un país cafetero, pues por sus condiciones geográficas, casi 3 millones de hectáreas en todo el territorio nacional están sembradas con cultivo de café.
Le puede interesar: CoffeeClub, apoyo tecnológico para cafeteros colombianos
Reconociendo su papel fundamental en la soberanía alimentaria y el desarrollo integral de los territorios, resaltamos a continuación tres iniciativas productivas que vieron en el café una oportunidad para mejorar su calidad de vida y contribuir al crecimiento socioeconómico del país.
Café Marquetalia
Desde el ETCR Marquetalia, Cuna de la Resistencia ubicado en el departamento del Tolima, llega una muestra de café orgánico con notas de perseverancia y reconciliación. El primero con el nombre “Marquetalia” es elaborado únicamente por ex combatientes de las FARC que pese a la falta de maquinaria e insumos vienen trabajando para demostrar su compromiso con la paz. Así mismo, “Tercer Acuerdo” un producto del trabajo mancomunado entre ex combatientes, campesinos e indígenas de esta zona del país.
Colombia Coffee Tree
José Daniel Gallego y María Clara Puerta desde el departamento de Antioquia, idearon una empresa que por medio de su página Colombia Coffee Tree, permite adoptar un árbol de café desde cualquier parte del mundo. “A quien adopta un árbol se le registra y vía correo electrónico periódicamente le mandamos notificaciones de todo lo que ocurre con su árbol: si floreció, cosechó o se recogieron granos, y así vive la experiencia de lo que hace un caficultor en Colombia”, explica María Clara.
Con este emprendimiento, los jóvenes se plantearon llevar la cultura cafetera de Colombia al mundo, además de contribuir al bienestar de los caficultores con el 7% de las ganancias.
Café Wasikamas
Se trata de una marca registrada de café gourmet que traduce al español guardianes de la tierra. Elaborado por comunidades del Resguardo Indígena de Aponte, Nariño, que son un caso exitoso de sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito en el país. En el 2019 abrieron una tienda en Bogotá ubicada en La Candelaria. Un lugar que además de evidenciar una valiosa historia de superación del conflicto armado, cuenta con la cosmovisión y hospitalidad de esta comunidad que atiende a los visitantes.
Por: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.
