El activismo ambiental se entiende como esas acciones que tomamos con el fin de efectuar cambios en el accionar contra el medio ambiente, buscando la protección de la naturaleza y el respeto por sus derechos.
Por: Luis Fernando Moreno Gallego, estudiante EDC- Antioquia
Para nadie es un secreto que el deterioro ambiental se ha venido incrementando progresivamente a lo largo de estos últimos años en todo el mundo. Con nuestras malas acciones estamos agotando poco a poco nuestros valiosos recursos naturales. Vemos a diario como destruimos los bosques, los ríos, la fauna, la flora. Atacamos y destruimos sin misericordia, muchas veces con nuestra complacencia y de las autoridades ambientales, que en muchos casos regulan en bien de los fuertes y poderosos económicamente. Vemos como se conceden concesiones mineras, se permite la explotación maderera, el tráfico de fauna y flora, y las autoridades poco hacen al respecto.
Es preocupante el ataque frontal y despiadado que viene sufriendo la selva amazónica, que nunca antes había estado tan amenazada. Los ocho países que la conforman no se han puesto de acuerdo o no han querido ponerse de acuerdo para frenar su degradación. La humanidad ha perdido más de una quinta parte de este grandioso bioma y todo por el interés minero que despierta toda esta zona.
La selva amazónica es sinónimo de agua en grandes cantidades, pues le entrega al planeta una sexta parte de su agua dulce. La selva es el mayor depósito de oxígeno para un planeta agobiado por el efecto invernadero. Pero la selva es frágil, en sus últimos años se perdió el 17% de este bioma, lo cual es equivalente a si desapareciera toda la superficie de Francia.
Colombia es uno de los países donde más se ve este deterioro ambiental. En los últimos 150 años, perdió cerca del 84% de los glaciares. Lo que antes eran montañas blancas cubiertas de nieve, hoy solo son rocas con manchas de hielo aisladas. Lo más grave de todo es que los glaciares continúan en vía de extinción no solo por los efectos del cambio climático sino por la acción devastadora de la minería, del narcotráfico, de la contaminación ambiental y de las explotaciones petroleras, entre otras.
Los ríos se encuentran seriamente amenazados por la minería ilegal que se desarrolla en muchos lugares del país. Muchas personas que habitan a lo largo de estos ven con preocupación que escasea su alimento. La pesca ya no es la misma desde hace algunos años debido a que la minería les está llenando sus aguas de mercurio y de sedimentos.
A lo largo del mundo existen miles de grupos y personas consideradas activistas ambientales, los cuales siempre están defendiendo hasta con sus propias vidas sus ideales de cambio y de conservación. Estas personas no solo defienden a los animales, a los ríos, a los páramos, a las selvas. Defienden sus ideales por un mundo mejor, un mundo sin atropellos contra todo lo que nos da vida.
Es hora de actuar, es hora de unirnos a estas personas y a estos grupos que promuevan el activismo ambiental y que tratan desesperadamente de frenar todos estos atropellos. No es fácil luchar contra los gobiernos, los políticos corruptos y las grandes multinacionales llenas de personas importantes y con millones de dólares en sus arcas para comprar conciencias y personas que se opongan a sus intereses.
Si el activismo ambiental tiene como fin la conservación de la naturaleza en su estado puro para conseguir un mejor desarrollo de la humanidad, nos corresponde aportar un granito de arena a todos y cada uno de nosotros. Sin importar si somos activistas ambientales o no, debemos buscar la mejora de las condiciones de vida y propender por el cuidado del medio ambiente. Podemos aportar utilizando de manera adecuada los recursos naturales de forma sostenible, procurando dejar para las futuras generaciones un planeta igual o en mejores condiciones al que nos encontramos.
“Mi cuerpo es tierra, mi sangre es agua, mi aliento es aire, mi espíritu es fuego”
Mantra indígena
*Este es un texto generado a partir del trabajo de las Escuelas Digitales Campesinas de Acción Cultural Popular- ACPO, que buscan promover el liderazgo del campesinado colombiano a través de procesos de educación, formación y capacitación, orientados a su dignificación, inclusión y desarrollo.