La papa es un tubérculo que hace parte de la canasta básica familiar de los colombianos y se cultiva principalmente en la Región Andina. Según el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, los departamentos de Cundinamarca, Boyacá, Nariño y Antioquia, concentran el 90% del área sembrada y de la producción con cerca de 2.782.676 millones de toneladas al año.
De acuerdo con la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria – AGROSAVIA, en Colombia existen más de 300 variedades de papa nativa. Pero a pesar del amplio catálogo, la Federación Colombiana de Productores de Papa – Fedepapa, asegura que sólo se consumen 12 variedades entre las que se encuentran: la papa criolla, la pastusa, la tuquerreña y la diacol capiro.
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En consecuencia, las demás tipologías de tubérculos nativos que representan la gran diversidad del sector papicultor; se encuentran en riesgo de desaparecer. Por eso, con el objetivo de garantizar la sostenibilidad de las especies menos conocidas de este alimento, Pedro Briceño creó Tesoros Nativos.
Una empresa familiar que desde el 2008 comercializa snacks elaborados con diferentes tipos de papas nativas que se cultivan en el departamento de Boyacá. “Queremos lograr que las papas nativas sean incluidas en la alimentación de muchos hogares, pero también en muchos cultivos. Y buscamos que las nuevas generaciones conozcan la comida ancestral”, aseguró el emprendedor Briceño.
Esta iniciativa se vinculó al proyecto Implementación de procesos biotecnológicos y agrícolas para el cultivo de materiales limpios de variedades ancestrales de papa provenientes de los agro-ecosistemas de Boyacá, financiado por la Gobernación de Boyacá y ejecutado por la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, bajo la supervisión del Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación.
Como resultado, en los municipios de Ventaquemada y Chiscas, florecieron 17 variedades de papa ancestral, que estuvieron a punto de desaparecer y perderse en el olvido. Con estas cepas, se logró consolidar una tabla nutricional que fortalece la labor de Tesoros Nativos, y además se beneficiaron más de 10 familias cuya principal actividad socioeconómica es el cultivo de papa en la región.
Cabe destacar que, conforme con el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural a este emprendimiento se le atribuye el rescate de 40 grupos de tubérculos, convirtiéndose así en un ejemplo líder de conservación cultural.
Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona. Periodista.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.
