Durante una de las conversaciones organizadas por la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede de La Paz (Cesar) enfocadas en “Perspectivas y orientaciones para analizar la actual crisis del pueblo Arhuaco en la Sierra Nevada de Santa Marta”, el tema de discusión fue el nombramiento del gobernador del Cabildo del pueblo Arhuaco, Zarwawiko Torres Torres, registrado por el Ministerio del Interior.
Esta conversación estuvo moderada por los profesores de la UNAL Sede de La Paz, Lucía Eufemia Meneses Lucumí y David Esteban Molina, director de la Escuela de Pregrados; además, contó con la participación de Leonor Zalabata Torres, defensora de derechos humanos del pueblo Arhuaco; Rosa Emilia Salamanca, antropóloga de la UNAL, feminista y constructora de paz; Carlos Alberto Uribe Tobón, profesor de la Universidad de los Andes; y Yezid Campos Zornosa, investigador social y documentalista.
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El hecho político que fue tema central de la conversación, supone un conflicto en el territorio ya que se siente y se ve desde las costumbres de los pueblos indígenas como una intromisión por parte del Estado. Pues las decisiones internas como ésta se toman por consenso, es decir mediante un acuerdo colectivo por parte de toda la comunidad indígena, por ende, se considera ilegítimo el nombramiento de este gobernador.
Es importante mencionar que la razón del descontento es que esta elección del gobernador y los demás integrantes de la directiva general, no tuvo la participación del total de las comunidades indígenas, ya que de las 64 existentes en el territorio solo participaron 19.
Ligado a esto, aunque en el transcurso de la conversación se recordó el hecho de que recientemente se han registrado hechos que evidencian una ruptura organizativa en el pueblo indígena, Leonor Zalabata Torres, defensora de derechos humanos del pueblo Arhuaco, señaló que internamente aún se mantienen unos principios de unidad y consenso permanente en la elección de sus autoridades o en la toma de decisiones, y son tradiciones muy respetadas.
“El diálogo ha sido la forma de resolver nuestros problemas, nuestras diferencias o en casos mayores, nuestros conflictos. Quienes elegimos según nuestras costumbres somos los pueblos indígenas, y el Gobierno no puede, desde ningún punto de vista, sin una verificación real, tratar de certificar a otro si no hay un consenso”, explicó Zalabata.
Por su parte, la antropóloga Salamanca, afirmó que la situación se ha presentado a lo largo de la historia, pues desde siempre ha habido intromisión o falta de claridad de los límites del Estado dentro de los aspectos relacionados con los pueblos indígenas colombianos.
Además, debido a que las comunidades indígenas son construidas desde múltiples dinámicas, impactos y visiones, las decisiones se debaten de manera interna, constructiva y autónoma, sin contar con intervenciones externas. “A mí me parece que eso es un elemento fundamental, ahí el respeto por la autonomía también es el respeto por los diálogos internos que se tengan en los pueblos”, asegura la antropóloga.
El profesor Tobón de la Universidad de los Andes, concuerda con esta visión y comenta que el momento por el que atraviesa Colombia en términos de adelantar agendas políticas, sociales y económicas, no son favorables para los pueblos indígenas. “Los indígenas tienen todo el derecho y deben tener toda la autonomía para lidiarlo internamente según sus propias leyes”, añade Tobón, invitando a ampliar el panorama del enfrentamiento con el pueblo Arhuaco.
Yezid Campos investigador social, le suma al comentario de Tobón diciendo que el problema no es solo del Gobierno Nacional, sino de la población nacional en general, ya que no se logra entender a los pueblos indígenas y como tampoco se les escucha, aún son subestimados a pesar de los avances constitucionales.
Asimismo, Campos añade que el racismo cultural y ambiental con respecto a las tierras que se les otorga y otros aspectos, han contribuido a que las comunidades internamente estén desarticuladas.
Finalmente, es importante resaltar que los panelistas aseguraron que se ha demostrado que pueblos indígenas tienen gran experiencia en solucionar sus conflictos internos a través de la palabra, por lo que nadie externo debería entrar de manera autoritaria a imponer el rumbo de una solución.
Por: Isabella Durán Mejía. Periodista.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.