El 10 de febrero del 2021 el Ministerio Federal de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza y Seguridad Nuclear de Alemania, presentó una ley de protección para insectos. La cual contempla asignar aproximadamente 100 millones de euros al año para la labor de defensa e incluye 25 millones de euros con el fin de invertir en investigaciones de esta clase animal.
Dentro de la política se contempla la restricción del uso de pesticidas en las zonas protegidas y alrededor de las fuentes de agua del país. Además, aprobó la prohibición del uso de gran cantidad de productos fitosanitarios y del herbicida glifosato para finales del año 2023, y se adoptarán acciones contra la contaminación lumínica, con el objetivo de detener la desaparición masiva de insectos en el campo.
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En cuanto al glifosato, su uso será muy restringido incluso antes de la prohibición total. Cabe resaltar que de acuerdo con la Clasificación Integrada de Revistas Científicas de la Organización Mundial de la Salud, este herbicida se encuentra clasificado como un producto con altas probabilidades de ser cancerígeno.
De acuerdo con un estudio publicado por la revista Biological Conservation, el 40% de las especies de insectos del mundo, incluidas mariposas y polillas, abejas y avispas, escarabajos y libélulas, han disminuido tanto su población que podrían extinguirse en las próximas décadas.
Una investigación similar llevada a cabo en áreas protegidas de Alemania, reveló que la cantidad y diversidad de insectos había disminuido tres cuartas partes en menos de tres décadas. Por esta razón, aunque la ley de protección ha sido altamente criticada por organizaciones agrícolas del país, el Ministerio de Ambiente continúa firme con la ley.
Por: Isabella Durán Mejía. Periodista.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.