Algunos de los habitantes del corregimiento La Capilla, ubicado en Cajibío, Cauca, que actualmente son participantes del proyecto Alfabetización digital, manifiestan que aún no cuentan con un acueducto comunitario, por ello una alternativa es la utilización de aguas subterráneas.
Se trata de un agua dulce almacenada en acuíferos provenientes de la infiltración de aguas lluvias. Sirve principalmente como fuente para el consumo humano y de los animales domésticos, y el riego de cultivos, brindando oportunidades de desarrollo a la sociedad.
Es muy importante porque mantiene el caudal de base de muchos ríos y la humedad del suelo en las riberas y partes bajas de las cuencas. Una de las grandes ventajas es que posee una calidad constante, lo que posibilita el consumo o utilización directa sin tratamiento previo.
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En ese sentido, la mayor cantidad de agua obtenida por los habitantes rurales del corregimiento de La Capilla es por medio de aljibes, los cuales se espera ir tecnificando poco a poco para garantizar la protección y no contaminación del recurso hídrico.
Otra ventaja es que esta agua presenta estabilidad en los caudales, lo que significa que en épocas de mucho calor es poco probable que el pozo pueda secarse. Por eso para las familias que no cuentan con acueducto, el agua de los pozos garantiza el mejoramiento de las condiciones de vida, salud y seguridad alimentaria.
“El 95% del agua dulce lo conforman las aguas subterráneas, debemos tener más conciencia y dar una adecuada disposición de químicos domésticos para evitar contaminar los acuíferos” manifestó Briyith Salinas, beneficiaria del proceso de acueducto comunitario de La Capilla.
Por: Carmen Alicia Sánchez Cifuentes. Facilitadora educativa del proyecto Alfabetización digital para la gestión comunitaria/COSUDE.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.