Niñez colombiana víctima de maltrato infantil
Por: Yaneth Diaz Ramos facilitadora EDC Cundinamarca
Entre los temas álgidos que se presentan en referencia a los niños de nuestro país, se encuentra el maltrato que sufren por parte de familiares, amigos y otras personas de su entorno. Este fenómeno aqueja no solo en los estratos bajos de la sociedad, sino que se presenta en todos los niveles, incluso en aquellos en donde cuenta con un entorno económica y socialmente estable.
El maltrato infantil se cataloga como de los problemas sociales que aquejan a nuestra sociedad, y es uno de los retos a solucionar en cada una de las instancias sociales, ya sea en el hogar, colegio, vecindario, etc.
Entre los factores que con potencial para generar el maltrato de menores se encuentra el alcoholismo, drogadicción, afectaciones psicológicas y por su puesto la cultura violenta que precede a nuestra comunidad colombiana.
Lamentablemente, diariamente los medios informativos comunican casos sobre maltrato infantil en sus múltiples configuraciones: maltrato psicológico, físico, omisión de cuidado, etc[i]
Muchos de quienes maltratan fueron a su vez en su infancia víctimas del maltrato. Esto está ligado a problemas estructurales de la sociedad colombiana, y a la ausencia de políticas públicas serias que llevan a combatir dicho fenómeno.
Normalmente los casos no se superaran por la persona de manera individual, y tampoco se busca ayuda profesional, lo que lleva a que la sociedad perpetúe las actitudes violentas..
El Estado debe cumplir con sus obligaciones de organización en las diferentes instancias sociales y cumplir con prestar un servicio para generar el bienestar de las personas y debe establecer de manera prioritaria dentro de los programas de salud, atención psicológica y trabajo social a las familias con secuelas de maltrato infantil.
No obstante, sin perjuicio del rol del Estado, es responsabilidad de toda la sociedad el bregar por que los niños tengan un desarrollo positivo y luchar por disminuir la violencia infantil. Todos los niños merecen nuestra atención, comprensión, direccionamiento y afecto para que sean seres humanos íntegros, con capacidad de cambiar los aspectos negativos que por años han marcado a muchas generaciones. El reto es mejorar como personas y como sociedad desterrando definitivamente las prácticas del maltrato infantil