Colombia, un país productor de gran diversidad de frutas que no explota su verdadero potencial
Por: Carlos Arturo Leiva.
Una de los grandes atractivos que tiene Colombia para ser visitada es la diversidad de frutas que podemos encontrar. Esto se debe a su gran variedad de climas y pisos térmicos que dan lugar a una producción de fruta en todas las épocas del año.
Dentro de las más apetecidas en el marcado internacional podemos encontrar las siguientes:
Banano: hay tal variedad de tamaños de banano, y si usted es de los que aman el sabor de esta fruta se sentirá en el paraíso. Los hay de diversos tamaños, hasta los mas pequeños y dulces bananitos llamados también ‘bocaditos’
Borojó: según dicen, el borojó mejora el desempeño sexual.
Curuba: con una sabor similar a la maracuyá, la curuba es un fruto típico de los andes que se consume desde épocas pre-coloniales.
Feijoa: la feijoa es otra fruta que se saborea mejor en jugos ya que así se puede endulzar un poco. Es ácida, muy nutritiva y con un ligero sabor a tierra. Si se come cruda, se consume con cáscara.
Granadilla: probar esta fruta es toda una experiencia y no exageramos. Parecida a la maracuyá, para comer granadilla hay que ensuciarse un poco, pero vale la pena. La cáscara de la fruta se rompe para llegar hasta sus semillas, recubiertas de una dulce y refrescante pulpa.
Lulo: el lulo es otra de las frutas favoritas de los colombianos, sobre todo para preparar jugo. Es bastante cítrica y su sabor se asemeja al de la lima; definitivamente debe probarla.
Mango: así sea en jugo o en su forma natural, en Colombia el mango es jugoso, fresco y altamente recomendado.
Maracuyá: así como el lulo, y varias otras frutas en esta lista, la maracuyá alcanza su punto más alto de sabor si se sirve en jugo. También se puede consumirla sola y, aunque es bastante ácida, es muy buena para comenzar el día.
A pesar de lo anterior, en Colombia 1,5 millones de toneladas de frutas se desperdician en la post-cosecha anualmente. Esto impide que los productores puedan comercializarlas y terminan perdiéndose. Se deben generar políticas claras de producción de estos productos donde las cosechas se puedan comercializar en su totalidad y no generar estas pérdidas.