Ubicado en la zona sur del departamento del Meta se encuentra Puerto Lleras, un territorio que según la Defensoría del Pueblo, estuvo históricamente afectado por la presencia de grupos al margen de la ley que se disputaban el control sobre los terrenos y la población. Como otras regiones del país, con la firma del Acuerdo de Paz se redescubrieron espacios naturales antes ocultos por la guerra, entre los que resalta la Laguna Lomalinda.
Se trata de un cuerpo de agua que en el 2009 fue declarado por CORMACARENA como Parque Natural Regional, y que tras un tiempo de su disposición para el turismo se hizo muy conocido por su singular figura, la cual es muy parecida al mapa de Colombia. El croquis se puede visualizar desde un ángulo específico y se debe a que allí crecen las palmas caminadoras, conocidas así porque tienen la capacidad de trasladar sus raíces a determinadas distancias en busca de humedad.
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Con el propósito de sanar las heridas causadas por la violencia, las comunidades de Puerto Lleras decidieron apostarle al turismo natural y a la construcción de memoria gestionando distintos espacios y actividades para quienes llegan a visitar el territorio. La oferta turística ofrece senderismo, avistamiento de aves y recorridos acuáticos, aportando así al desarrollo socioeconómico del municipio.
Familias comprometidas con la conservación de Lomalinda
A través de la firma de acuerdos y como parte del esquema de Pagos por Servicios Ambientales de CORMACARENA, 36 familias que habitan la zona se comprometieron a velar por la protección y conservación de este valioso ecosistema haciéndose acreedoras de 12 mensualidades por valor de $270.000 pesos.
Durante el evento en el que se pactó dicho compromiso el director general de la Corporación resaltó el trabajo que se ha adelantado desde la Junta de Acción Comunal, la administración municipal de Puerto Lleras y la comunidad en general, en aras de conservar los recursos naturales del municipio, por lo cual anunció el apoyo al Proyecto de Avistamiento de Aves de la Institución Educativa Manuela Beltrán y al Vivero Comunitario.
Por: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.
