La yuca se ha caracterizado por ser de los primeros productos básicos que tuvieron los indígenas en su alimentación. Es conocido como el tubérculo que le dio inicio a la economía indígena por su variedad de preparaciones y con ello se comenzó a expandir entre los habitantes de la región Amazónica.
La yuca brava se caracteriza por ser venenosa en su estado crudo, por ello es necesaria la cocción para ser apta para el consumo humano, con ella se prepara la fariña, producto fundamental para la elaboración de la gastronomía de la región. Producto que se puede considerar un alimento base y que a nivel cultural puede sostener a una población en época de escasez, pues es constante, abundante y fácil de preparar.
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Así se prepara la fariña amazónica
La fariña es la harina obtenida de la yuca brava, para prepararla, se deja remojar la yuca en agua para desechar los componentes venenosos y que quede apta para el consumo humano. Luego, se pasa por un rallador muy fino llamado egi, dando como producto resultante la pulpa de mandioca.
Esta pulpa se pasa por un colador gigante y alargado llamado ruguma, el cual puede llegar a tener hasta dos metros de largo. Se ancla a una viga y se retuerce para terminar de extraer todo el líquido de la pulpa de mandioca dando como resultado un tronco húmedo de harina.
Este tronco se deja secar todo un día al sol para terminar de extraer la última cantidad de líquido y luego es tamizado en un jivise para obtener un polvo granuloso que es lo que se llama fariña o tapioca.
Por: Claudia Patricia Barón. Periodista
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.