La salud en Colombia pretende generar un cambio en su sistema por medio de una ley estatutaria que se aprobó en el Congreso de la República en el año 2013 y que fue sancionada por el Presidente de la República el pasado mes de Febrero del presente año. Existen opiniones divididas al respecto.
Por: Jose David Castro*
La salud en Colombia ha sido objeto de debate en el transcurso de las administraciones municipales, departamentales y nacionales. Y aunque debería hacerse cumplir ésta como un derecho fundamental que debemos tener todos los Colombianos, se ha convertido en todo un emporio económico, donde la salud y el bienestar de las personas queda en un segundo plano, reflejado en lo que cotidianamente viven las personas para poder ser atendidos dignamente por alguna Entidad Promotora de Salud – EPS.
En ese orden de ideas se pretende desde el Ministerio de Protección Social hacer efectiva la ley estatutaria que se aprobó en el Congreso de la República desde el año 2013 y que fue sancionada por el presidente de la República Juan Manuel Santos el pasado mes de Febrero del presente año. Esta ley con relación a la salud en Colombia tiene muchas visiones y posiciones divididas, pues lo que se pretende o lo que quieren hacer ver, es que se acabarían los “paseos de la muerte” y que la salud dejaría de ser un negocio. Esta visión no la comparten algunos analistas pues expresan que la ley estatutaria limita el derecho a la salud y no resuelve los problemas estructurales que causan el “paseo de la muerte”.
No obstante quienes están a favor en la Corte Constitucional, expresan que la salud en Colombia con esta “Ley Estatutaria facilitará que se mejore el acceso a los servicios de salud, se eliminen las autorizaciones para las atenciones de urgencias, se fortalezca el control de precios a los medicamentos”
En esa medida, las consecuencias buenas y malas en últimas se verán reflejadas y serán sentidas principalmente por las familias colombianas cuando esta ley comience a operar en todo el territorio colombiano y es cuando no se debe dejar pasar por alto estos cambios que si bien traen algunos beneficios, también estarían vulnerando igual o peor la integridad y el bienestar de las personas.
*Facilitador Escuelas Digitales Campesinas (EDC) Valle y Cauca