En Trinidad, municipio de Casanare, nació en el 2013 La Palmita, Centro de Investigación, un proyecto que desde entonces ha trabajado por la conservación y protección de la biodiversidad a través de apuestas que articulan la ciencia y el arte.
Fue Carolina Mora Fernández, actualmente directora de la fundación, quien tuvo la idea de que la finca de sus padres se convirtiera en reserva natural para “investigar, generar conocimiento y generar transformación en el territorio» como lo señala.
La creación de esta iniciativa constó de un proceso de aprendizaje continuo, inicialmente con la orientación de los padres en cuanto a cómo crear una empresa, y posteriormente con la búsqueda de la figura legal que representará el propósito del proyecto y su impacto.
En 2008 la reserva entró en un programa de buenas prácticas ganaderas y áreas protegidas, brindando a Carolina y su familia la oportunidad de planificar y proyectarse a futuro. Tras 5 años se establecieron como centro de investigación, figura reconocida en ese entonces por Colciencias, actual Ministerio de Ciencia y Tecnología.
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Al visualizar el progreso del proyecto Carolina afirma que esperan en unos años ser “un referente en la región que lidera investigación en conservación y en el uso sostenible de la biodiversidad buscando medios de vida sostenibles, bienestar en las comunidades y transformaciones de la relación con la naturaleza”.
Tres principios para el éxito de un proceso en comunidad
La Palmita tiene en su esencia la creencia en el cambio a partir de lo propio del territorio y quienes lo habitan. Por ello cada uno de los escenarios que brindan a investigadores, estudiantes, turistas y demás interesados, trabajan bajo estos enfoques que los movilizan.
- Construcción conjunta del conocimiento: Implica el reconocimiento de todos los participantes de un proceso investigativo, como actores importantes y en igual condición de capacidades.
- Enfoque de género claro: Promueven y garantizan la participación diversa en los procesos, dando un espacio de oportunidad a quienes deseen hacerlo. Especialmente mediante acciones como abrir cupos igualitarios en las convocatorias, e invitar a aquellas personas que se identifican con la diversidad de género.
- Fortalecimiento de los procesos: Incidir positivamente en los territorios partiendo de los proyectos e iniciativas que ya adelantan las comunidades, y que desde su saber hacer abordan las necesidades e intereses que les concierne.
Experiencias de ciencia, arte y turismo
El centro ofrece cursos para universidades y aliados en temas de biodiversidad, monitoreo de la biodiversidad, interpretación de la información, entre otros. Además cuentan con parcelas con monitoreo de cámaras trampa para la identificación de especies.
Una de sus apuestas más recientes es La Caballeriza, un taller para el rescate y conocimiento de oficios ancestrales, guiados por artesanos locales y con elementos del kit que brinda todo lo necesario para la práctica. Esta idea nació en la pandemia con el apoyo de la hermana de Carolina, quien es artista plástica.
La Palmita también está abierta a turistas con planes como una noche con murciélagos o investigador por un día, en los que se hace un acercamiento a procesos de ciencia y protección ambiental desde actividades dinámicas y enriquecedoras.
Cabe mencionar que esta fundación es sin ánimo de lucro, por lo que sostenerse continúa siendo un reto a pesar del tiempo de trabajo. Por eso, quienes quieran apoyar este proyecto que apuesta por la naturaleza, pueden solicitar información y reservar ingresando a su página web La Palmita, o vía correo a [email protected]
Por: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.
