Juglares del mundo cumplen un papel vital en el mantenimiento de las tradiciones de los pueblos.
Por: Gustavo la Rotta Amaya*
En la Europa medieval los juglares eran conocidos por ser artistas itinerantes que deambulaban por los territorios y a cambio de dinero o comida ofrecían un espectáculo en plazas públicas. Tal vez, por esta razón en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua se habla de los juglares como de artistas de atracciones, en tanto atraían un público a su vez itinerante.
Los espectáculos de los juglares por aquel entonces se organizaban alrededor del malabarismo, la acrobacia, la prestidigitación y la música. Sin embargo, muchos otros oficios menos nobles como la estafa por ejemplo, se asimilaban también con los juglares.
Actualmente el término juglares está reservado para aquellos artistas que mantienen una tradición y por ello, en Colombia, cuando se habla de juglares es inevitable referirse a la rutilancia de estrellas del folclor vallenato como Leandro Díaz o Alejandro Durán.
Personajes como estos, encarnan una comprensión del mundo que da cuenta del modo de vida tradicional campesino. Por esta razón, el hecho de considerarse como juglares, es de vital importancia en el reconocimiento de la diversidad de expresiones que conforman el patrimonio inmaterial de un pueblo. De ahí precisamente la importancia que los juglares representan en su mantenimiento, en su reproducción pero también en su actualización.
