En los departamentos del Caquetá y Meta, el gobierno suscribe acuerdos de cooperación para la sustitución de cultivos ilícitos con más de 900 familias, trayendo nuevas propuestas productivas para reemplazar estos sembrados ilegales.
Foto: El Tiempo
El acuerdo, que aporta en gran manera a la meta del Gobierno para sustituir de manera voluntaria más de 50.000 hectáreas de cultivos ilícitos, contempla en el primer año una remuneración mensual de un millón de pesos para cada familia que se vincule. Además, por una sola vez, se entregarán a cada familia 1’800.000 pesos para un proyecto que garantice su seguridad alimentaria de manera inmediata, y 9’000.000 de pesos para un proyecto de ingreso rápido.
Esta cantidad les permitirá a los beneficiarios garantizar el sustento de sus familias y obtener producciones rentables que ya no sean ilegales; la decisión se dio a conocer en una reunión en la vereda el Zotará de San Vicente del Caguán, en la cual se contó con la participación de representantes del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso ilícito y las distintas organizaciones de acción comunal.
“Estas iniciativas que nos ofrece el gobierno nacional buscan transformar la calidad de vida en nuestra región. Pues dándose este proceso de sustitución de cultivos ilícitos e implementando nuevas formas de producción en nuestros campos de producción, y que beneficien a las demás personas será una alternativa muy importante para el desarrollo de nuestras comunidades y solo esperamos que se dé un buen cumplimiento a lo socializado”; expresó Alfonso Ramírez, presidente de Junta de Acción Comunal de la vereda Zotara.
Autor: Alberto Medina Córdoba , Facilitador EDC – Caquetá. Editor: Katherine Vargas Gaitán, Periodista Editora. @KatheVargasg
En Colombia se cultiva algodón de fibra media y larga que en su gran mayoría proviene de semillas americanas, la duración del ciclo de siembra está entre 100 y 140 días; por ser este un país de clima tropical, se presentan dos temporadas de siembra en distintas regiones cada una:
Región Costa y Llanos: Con una producción nacional del 70%, en los departamentos de Antioquia, Atlántico, Bolívar, César, Córdoba, La Guajira, Magdalena, Sucre, Casanare, Meta y Vichada; la temporada de siembra es entre agosto y octubre.
Región del “Interior”: Con una producción nacional del 30%, en los departamentos de Tolima, Huila, Cundinamarca, Huila, Cauca, Caldas, Valle del Cauca y Risaralda; se comienza el ciclo en febrero.
Foto: Agroinformación
Este año la temporada dio inicio el 20 de febrero y terminará el 25 de marzo de acuerdo a las fechas establecidas mediante las resoluciones del Instituto Colombiano Agropecuario, ICA; dentro de este tiempo, los algodoneros del Tolima esperan cumplir la meta de cultivar 6.000 hectáreas, y por su parte, productores de municipios como Aipe, Baraya, Campoalegre, Neiva, Rivera, Tello y Villavieja del departamento del Huila esperan superar las 1.000 hectáreas de cultivo.
Estas mismas resoluciones fijan las fechas para la venta de semillas, registro de agricultores, destrucción de socas y un periodo de veda de siembra que va desde octubre de este año hasta febrero de 2018.
El ICA, la Confederación Colombiana de Algodón – Conalgodón y otros representantes nacionales, realizaron jornadas de socialización previas a la temporada, entre las cuales se manejaron temas de normatividad y establecimiento de estrategias para fortalecer las siembras; así mismo, la entidad, mencionada inicialmente como responsable de la sanidad agrícola del país, realiza un trabajo de inspección, vigilancia y control a las plagas limitantes de este cultivo tales como la mosca blanca, el picudo y la cochinilla.
Actualmente, el Gobierno busca estrategias y políticas para aumentar la producción y competitividad del sector, que produce cerca de 60.000 empleos indirectos y directos; no obstante y según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE y de Conalgodón, la diferencia de área cosechada ha decaído notablemente, pues mientras que en 1970 se cultivaron 225.576 hectáreas, en el 2016 solo se alcanzaron 17.484.
Autor: Maria Luisa Pedraza, Estudiante de Comunicación Social. @LuisaPedraza80 Editor: Katherine Vargas Gaitán, Periodista Editora. @KatheVargasg
En La Guajira, gran parte de sus habitantes no cuenta con los bienes y servicios básicos para vivir con dignidad y, como lo mencionó Mauricio Albarracín en una nota para el periódico el Espectador: “El departamento en su conjunto sufre una crisis del derecho al mínimo vital”.
Foto: Semana
El agua es una de las grandes necesidades del departamento; al recorrer su zona rural, donde habitan las comunidades indígenas Wayuu, se puede evidenciar la dificultad para abastecer a una familia, en aquellas rancherías donde la soledad es golpeada por los fuertes vientos y la arena.
Hace poco, la Corte Constitucional visitó La Guajira durante una inspección judicial relacionada con una acción de tutela, donde se evidenció la gran falta de agua. Si la situación es crítica en los corregimientos y los centros poblados de la Alta Guajira, lo es aún más en la gran cantidad de asentamientos dispersos en los 15 mil km² de territorio guajiro.
En las zonas rurales de la Alta y Media Guajira las comunidades subsisten del agua que consumen de los pozos, que en su mayoría proveen agua salobre con altos contenidos de minerales; en otros casos, consumen de los jagüeyes que almacenaron agua en el invierno anterior, donde comparten el preciado liquido con los animales, los cuales tampoco tienen otra fuente de subsistencia.
Son muchos los proyectos que entregan tanques de almacenamiento de agua para los hogares y, algunos de gran tamaño, para comunidades enteras pero, aunque pueden haber requerido una gran inversión, actualmente no contienen agua.
La Guajira ha recibido varios millones de pesos durante años, sin embargo, continúa careciendo del recurso vital del agua. La adaptación y pasividad de sus habitantes es menospreciada por muchos, que desconocen la situación de un territorio aislado al cual le exigen “pruebas” para sus acusaciones.
Autor: Erica Correa, Facilitadora EDC – La Guajira. Editor: Katherine Vargas Gaitán, Periodista Editora. @KatheVargasg
Una mirada al campo colombiano nos muestra de forma clara el abandono por parte del Estado y la sociedad misma, el cual lleva a problemas de acceso y garantía de derechos fundamentales para los campesinos y campesinas, como la educación, el trabajo, la igualdad y la vida. Dicho abandono obedece a diferentes factores, entre estos la invisibilidad del campo y la mujer rural, así como su importancia para la sociedad colombiana.
Foto: Asturias Podemos
Dentro de la vida rural, la contribución de la mujer a la economía es aún menos visible y valorada, no solo en el hogar sino en la producción agrícola misma. El trabajo que las mujeres campesinas realizan diariamente es poco reconocido por parte de la sociedad, principalmente por no mostrar de forma directa la ganancia monetaria, ya que no existe un salario para amas de casa .
El cuidado de los hijos y los animales, la realización de labores en fincas y cultivos, cocinar para los trabajadores, los oficios diarios del hogar y los aportes en la administración y el manejo de las finanzas, entre otros, hacen parte del trabajo diario de muchas mujeres campesinas, labores que tienen gran influencia sobre la economía; solo por dimensionar el costo de dichas tareas, vale la pena preguntarnos ¿cuánto costaría pagar estas tareas a trabajadores particulares?
Foto: Blog Ángela Robledo
Estas actividades han sido nombradas Economía del Cuidado, entendida como el trabajo no remunerado que se realiza en el hogar y relacionado con el mantenimiento de la vivienda, los cuidados a otras personas o la comunidad y el mantenimiento de la fuerza de trabajo remunerado; por otro lado, el Trabajo de Hogar no Remunerado son los servicios domésticos, personales y de cuidados generados y consumidos dentro del propio hogar, por las que no se recibe ninguna retribución económica directa (Ley 1413 de 2010).
El reconocimiento del trabajo de las mujeres y la economía del cuidado ha sido discutido, desde la academia y la legislación; es así que, en Colombia, desde la Ley 1413 de 2010 se dictan normas para incluir la Economía del Cuidado al Sistema de Cuentas Nacionales, para identificar el aporte de las mujeres al desarrollo económico y social del país.
A su vez, la participación de la mujer realiza un aporte considerable a la producción agrícola, debido a sus efectos directos e indirectos. Desde el informe del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, se menciona que las mujeres rurales producen el 45 % de la comida que se consumen en los hogares, incluyendo alimentos fundamentales para el consumo de la canasta familiar (2010, IICA, citado por MPS y FAO, 2015); es decir, que las mujeres no solo aportan al campo desde el cuidado del hogar y otras tareas, sino también desde la alta participación en la producción agrícola y, por ende, afectan de forma positiva la economía de la familia, el campo y del país mismo.
Foto: Iniciativa para la Conservación en la Amazonía Andina
Dicha invisibilidad del rol de la mujer campesina también ha llevado al desconocimiento sobre los derechos de las mujeres en la propiedad de la tierra; se ha presentado que, al morir los cónyuges, darse separaciones de parejas o en casos de abandono o despojo de las tierras a causa del conflicto armado, las mujeres pierden la posibilidad de tener acceso a la tierra a causa del desconocimiento de sus derechos. La campesina, por haber trabajado la tierra y aportado al hogar, tiene derechos sobre la propiedad y es de gran importancia que comprenda los derechos que tiene sobre esta y pueda exigirlos.
El campo cumple un importante valor para la sociedad y, tal como lo hemos mencionado, la garantía de los derechos es limitada, lo cual obliga al reconocimiento del aporte del campesinado, especialmente de las mujeres campesinas, quienes se han visto enfrentadas históricamente a la desigualdad en el acceso a los derechos en Colombia.
Fuente: Las mujeres rurales y la agricultura familiar (2015), Ministerio de Salud y Protección Social, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – FAO.
En los países denominados «en desarrollo», entre los cuales se encuentra Colombia, las posibilidades de acceder a la educación superior son muy pocas debido a los altos costos y los pocos cupos para universidades publicas, situación que se hace más difícil con el incremento del nivel académico al que se quiera aplicar, como especializaciones, maestrías y doctorados; como excepción, les compartimos la historia de Tania Martínez Cruz, una mujer indígena mexicana que logró acceder a un doctorado en Holanda y con su investigación busca conservar el maíz nativo de su región.
El pasado 3 de marzo El Campesino compartió la primera parte de Radio Sutatenza, modelo colombiano de industria cultural y educativa, en su contexto organizacional, del Boletín Cultural Bibliográfico No. 82 de la Biblioteca Luis Ángel Arango, en conmemoración de los 70 años de Acción Cultural Popular – ACPO; ahora les daremos a conocer la segunda parte de esta gran historia, la cual se centra en la construcción y expansión de las Escuelas Radiofónicas con la gestión y trabajo de Monseñor Salcedo.
José Joaquín Salcedo y la construcción del modelo de la industria cultural
Escrito por: Hernando Bernal Alarcón.
«La construcción y expansión del modelo de las Escuelas Radiofónicas como práctica pedagógica y de su funcionamiento como industria cultural se debió a la mente, capacidad de trabajo, constancia y dedicación de monseñor José Joaquín Salcedo. Él, como persona, fue un notable líder social reconocido en el mundo y, como gestor, fue además capaz de convocar un equipo humano múltiple y variado, con alto sentido de dedicación para la puesta en funcionamiento del modelo y para concretar en forma práctica la conjunción de una idea de desarrollo del potencial humano, con una estructura operativa de avanzada y eficiente gestión empresarial. Es decir: Salcedo fue una persona y un equipo. y como tal no solo fue reconocido de manera amplia y apoyado, sino también en cierta forma temido y vituperado. Este parece ser el sino de los grandes líderes. (…)
En la primera etapa la actividad se concentra en dicha región, donde convoca a los párrocos y a los campesinos, y hace la primera experimentación del modelo de las Escuelas Radiofónicas, tanto en el municipio de Tibirita como en el mismo Sutatenza, con el apoyo decidido de José Ramón Sabogal, párroco de esa localidad y quien posteriormente fuera subdirector general de ACPO. El 28 de septiembre de 1947 se realiza la primera transmisión cultural utilizando un pequeño radio de 100 vatios.
En 1949 se instala el segundo transmisor (de 250 vatios) y se aumenta el numero de receptores utilizados por los campesinos; en septiembre se inauguran de manera oficial las Escuelas Radiofónicas por el Gobierno Nacional y el presidente de la República, Mariano Ospina Pérez, dirige una alocución a los caminos de Colombia; en octubre, Acción Cultural Popular obtiene personería Jurídica Civil por Resolución núm. 260 del Ministerio de Justicia. (…)»
Hoy, 7 de marzo, Juan Manuel Santos Calderón estará en Nuquí, Chocó, y se reunirá oficialmente con todas las autoridades del municipio y el departamento, con el fin de analizar aspectos de la obra del acueducto con la comunidad, el tema principal será “optimización y ampliación del acueducto”.
Foto: Caracol Radio
La obra, que se inició en 2015, ha pasado por muchos tropiezos en el transcurso de su diseño y ejecución; sin embargo, logró llegar a sus últimas etapas para el beneficio de más de 500 casas y la comunidad de Nuquí. El tema principal es cómo hacer que esta obra sea verdaderamente funcional y beneficie a la población de la región en su totalidad.
La visita le cae como anillo al dedo al Consejo Municipal, teniendo en cuenta que desde hace varios meses estaba solicitando la presencia del primer mandatario de los colombianos; dicho ente tiene temas de gran importancia para tratar con el presidente, razón por la cual el concejal Jimmy Gamboa le manifestó al periódico El Campesino que “el presidente tiene que escucharnos en temas importantes como la construcción de la pista del aeropuerto y el relleno sanitario. ya que somos un pueblo netamente turístico y este tema lo afecta directamente».
Esperamos que esta segunda visita que realiza el presidente a la localidad tenga algún efecto significativo para la comunidad de Nuquí y aporte para el futuro del pueblo Nuquiseña, emblema del Pacifico Colombiano.
“El futuro de nuestro pueblo, está en cómo nos estamos formando para dirigirlo” Karen Liseth Abadía Córdoba, estudiante EDC.
La Secretaría Departamental de Educación de Chocó, el Ministerio de Educación y el Grupo Empresarial Escala se unieron en un ambicioso proyecto con el objeto de formar líderes en las comunidades educativas Ecoturística Litoral Pacífico, de Nuquí, Sagrado Corazón de Jesús, de Acandí y en la Normal Superior Santa Teresita, de Bahía Solano.
Foto: El Fichero
El proyecto pretende transformar el entorno, mejorar la calidad de vida e inculcar procesos de liderazgo a más de 600 estudiantes, padres de familia y maestros de los grados octavo a once en las instituciones mencionadas.
De acuerdo con el presidente del Grupo Empresarial Escala, Diego Alejandro Gómez Zuluaga, estas comunidades educativas serán pioneras en el departamento en el desarrollo de habilidades de Liderazgo y Competencias Ciudadanas, a través de la educación experiencial; esto sin olvidar que en Nuquí ya existe una alianza fuerte con las Escuelas Digitales Campesinas de ACPO, con quienes habrá un convenio de colaboración para fortalecer aún más dichos procesos en el campo colombiano. Así mismo, estos jóvenes recibirán apoyo específico para el desarrollo de sus proyectos.
Se busca que tutores, estudiantes y padres de familia desarrollen habilidades y tengan espacios de crecimiento mediante el análisis, el pensamiento crítico y la resolución de problemas. Así, tanto la Secretaría como el Ministerio de Educación buscan la formación de líderes integrales desde la adolescencia, para contrarrestar los males que hoy afectan la región.
La iniciativa permitirá que los estudiantes adquieran procesos conscientes de observación y transformación de su entorno, bajo una visión colectiva en beneficio de toda la comunidad. Así mismo, se convertirá en una alternativa para la aplicación de competencias científicas y comunicativas dentro del tiempo de jornada única.
Por otra parte, se vinculará a los líderes de la zona y a los miembros del sector productivo al desarrollo de los proyectos, con el objeto de generar nuevas iniciativas de emprendimiento que respondan al desarrollo sostenible de la región.
Autor: Jorge Pinzón, Grupo Empresarial Escala / Miguel Angel Arango, Facilitador EDC – Chocó Editor: Katherine Vargas Gaitán, Periodista Editora. @KatheVargasg
Existe preocupación entre los apicultores del país debido a la constante muerte de abejas a nivel nacional; hoy se hablará de este suceso específicamente en Boyacá, el cual, hasta el momento, al parecer se debe principalmente al envenenamiento masivo de estos polinizadores con los pesticidas utilizados en diferentes cultivos del departamento.
Foto: Colprensa
Lorena Vásquez, vocera del gremio apicultor, aseguró que el fenómeno de la muerte masiva de abejas en Boyacá y a nivel nacional se debe a unos químicos que se aplican a los alimentos.
Pero una causa más se suma a esta problemática, ya que también se ha identificado la destrucción de colmenas por parte de la población civil, ya sea por miedo a ser atacados o por que las consideran innecesarias, lo que aumenta la exterminación masiva de estos insectos y de paso el riesgo de terminar con el animal que permite el ciclo natural de la producción vegetal.
Muchas veces se piensa que las abejas son pequeños insectos que pican y solo hacen daño, pero se desconoce la importancia de estas trabajadoras para el desarrollo del hombre; de las 100 especies de cultivos que abastecen el 90% de los alimentos del mundo, las abejas polinizan más del 70% de ellos: realizan el proceso de trasporte necesario que forma parte de la polinización de las flores, que luego permite a las plantas poder fabricar sus propias semillas en el proceso de reproducción de las especies vegetales. Si no existieran estos insectos la mayoría de las actividades agrícolas desaparecerían.
Los apicultores hacen un llamado a la comunidad para que cuiden de las abejas, ya que son de gran relevancia para todos los procesos naturales.
Autor: Paula Mondragón, Facilitadora EDC – Boyacá. @paulamondra14 Editor: Katherine Vargas Gaitán, Periodista Editora. @KatheVargasg