En la edición 24 de la revista Semana Educación, se realizó una publicación que hace referencia a la labor de Escuelas Digitales Campesinas – EDC a nivel nacional, destacando la gestión de Acción Cultural Popular – ACPO en su misión de promover el desarrollo rural y el bienestar campesino a través de la educación como herramienta para la plena inclusión social y económica.
Todo el artículo se argumenta con los testimonios de los estudiantes de EDC, quienes afirmaron su gratitud con el porgrama desde diferentes experiencias.
Entre los datos más relevantes que se destacaron en la nota están los siguientes:
Las Escuelas Digitales Campesinas buscan empoderar a la población rural por medio del acceso a las TIC. Entre sus alumnos, niños desde los 12 años y adultos de hasta 70 que se enfrentan por primera vez al uso de un computador.
Aún existe un 16.8% de la población rural que no sabe leer ni escribir, mientras que el 13,8% de los niños entre 12 y 15 años no acceden a secundaria.
Se ha beneficiado a 18.000 campesinos: el 60% son mujeres y el 40%, hombres.
La Ciénaga Grande de Santa Marta, se constituye como la laguna costera más importante del Caribe Colombiano, siendo una barrera protectora contra fenómenos naturales, para los más de 350.000 habitantes de 11 municipios que la rodean.
Foto: Crónica del Qundío
La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el DPS, el Ministerio de Agricultura, la FAO y la Universidad del Magdalena, junto con el Ministerio de Ambiente, se unieron para trabajar en pro de la recuperación de este espacio, y el bienestar y la calidad de vida de sus habitantes.
Con programas productivos de economía, seguridad alimentaria, ordenamiento pesquero; la construcción de agendas productivas, con eje central hacia las vocaciones del territorio y capacitando a sus pobladores, para que formulen y gestionen proyectos, se espera contribuir a la recuperación de este Santuario de Flora y Fauna, a la conservación de su vasta zona selvática húmeda y a la mitigación de las deplorables condiciones sanitarias, en las que han vivido sus habitantes en los últimos años.
Durante la primera reunión técnica del comité, liderada por el Ministerio de Ambiente, la comunidad solicitó que fuera la seguridad alimentaria y productiva, el primer componente en ser desarrollado en la zona, teniendo en cuenta, la emergencia generada por la mortandad de peces, que se ha presentado en los últimos meses, causada por la alta concentración de sal y falta de oxígeno, en las aguas de este humedal Ramsar. Esta crisis, ha obligado a pescadores locales a desplazarse, ya que esta la actividad es el sustento económico, de la mayoría de familias en la Ciénaga.
Foto: Revista Catorce 6
Los componentes que se articulan en este plan, son: la atención en el marco de emergencias ambientales; el estado ecológico del humedal; el restablecimiento de la gobernanza y reconciliación del territorio; agua potable y saneamiento básico; seguridad alimentaria y productiva. Siendo estos los factores desde los cuales se sustenta este plan, correspondiendo a las dinámicas de la Ciénaga, las cuales han ido cambiando en los últimos años, principalmente por el desequilibrio ambiental, la falta de inversión en la zona, las malas administraciones públicas y el manejo de los residuos sanitarios. Para este último, según el periódico El espectador; “el Ministerio de Ambiente invertirá $50.000 millones en la intervención y adecuación hidráulica de caños”, con el fin de contrarrestar la emergencia en saneamiento, alcantarillado y agua potable.
Este plan será desarrollado por un Comité de Coordinación de Gestión Integral, el cual se conformó en el mes de marzo de este año. Representado por diferentes actores ecológicos y de desarrollo sostenible, que buscan fortalecer la articulación institucional y la participación comunitaria, para poder reestablecer el equilibrio ambiental y social de esta zona del caribe colombiano.
Sin lugar a dudas nuestros campesinos son la fuerza laboral que mueve al país. Colombia es un país agrícola, los sembrados atraviesan nuestros departamentos de norte a sur, grandes extensiones de tierra son labradas por las manos de los campesinos que día a día trabajan los alimentos que llegan a nuestra mesa.
Foto: Semana
Pero no ha sido nada fácil para ellos, las olas invernales además de las épocas de sequía y la crisis económica hacen que el campo sufra pérdidas incalculables. Los precios de los alimentos no siempre se ven reflejados en las ganancias del campesino y como ciudadanos debemos apoyar de diferentes formas a su economía.
Estas son algunas formas en las que podemos apoyar su trabajo y contribuir con el crecimiento del campo:
Apoya los mercados campesinos:
Los mercados campesinos, de plaza, son una opción que además de ser muy económica es beneficiosa para nuestros agricultores. Los mercados de barrio y los puestos en plazas como Paloquemao y Corabastos son en su mayoría atendidos por campesinos que traen directamente del campo los productos que necesitamos en nuestra canasta familiar.
Compra productos del campo colombiano:
Las tiendas de grandes superficies venden en su mayoría productos importados, aunque estas empresas generan miles de empleos, no benefician al campesinado ya que los productos colombianos son comprados a muy bajo costo dejando un margen de ganancia mínimo para el campesino. Compra directamente a los campesinos, tiendas pequeñas y tiendas de barrio.
Vuelve a lo natural:
Sin lugar a dudas en nuestro día a día consumimos muchos alimentos artificiales, las gaseosas, productos de paquete, carnes procesadas y demás hacen parte de nuestra dieta diaria dejando a los alimentos naturales en un segundo lugar. Esto además de significar un daño a nuestra salud también genera bajas en el consumo de frutas, verduras, legumbres y todos los alimentos que nuestras tierras producen. Una forma de apoyar a nuestros campesinos es reemplazando los alimentos artificiales por los que producen nuestros campos que además de ser más económicos son en su mayoría beneficiosos para nuestra salud.
Autor: John Fredy Gil Gómez , Estudiante de Comunicación Social. Editor: Katherine Vargas Gaitán, Periodista Editora. @KatheVargasg
Enseñar en una época donde no hay certezas y donde todo se esfuma en un momento, nos plantea retos para los que nunca fuimos formados y, por tanto, no estamos preparados. Es necesario reinventar la educación.
Por: Kenny Lavacude
Sorprende el bajo nivel académico, cultural e intelectual de los estudiantes y egresados de los centros educativos, en todas las etapas de la educación formal. Ese bajo nivel se da tanto en colegios público como privados, urbanos y rurales, aun en los colegios que tienen alto nivel según los sistemas de pruebas estandarizadas.
Estudiantes o egresados con excelentes calificaciones y desempeño en pruebas, muchas veces no saben argumentar, escribir, leer o resolver problemas complejos. Además de no tener gusto por la actividad intelectual.
En las universidades, aun las de más alto nivel, encontramos estudiantes (insisto, estudiantes que tienen buenos resultados en las pruebas estandarizadas) con unas carencias que no esperábamos.
Los profesores, por su parte, muchas veces ignoran contenidos aun de sus propias áreas, y, en ocasiones sus formas de enseñar no son propicias para el aprendizaje. Cada vez son más los profesores que no leen los trabajos de los alumnos o que abrumados por la cantidad de información que hay disponible en la Web, dan por cierto lo que escriben los alumnos, sin hacer un profundo análisis que requiere tiempo y esfuerzo.
Y es que el mundo ha cambiado y ya poco interesa el conocimiento, y si este implica sacrificio y mística, menos. Cambiamos los conocimientos profundos y complejos por el consumo de datos a gran velocidad, datos muchas veces irrelevantes y carentes de sentido, desechables y hasta falsos. La enseñanza de valores, principios y actitudes se percibe aún más ineficaz.
En este contexto de modernidad líquida, como diría Zygmunt Bauman, qué enseñar, cómo enseñar y para qué enseñar, son preguntas de un profundo sentido que debemos responder quienes nos dedicamos con seriedad y compromiso a la educación.
Actualmente las corporaciones autónomas regionales lideran más que nunca, la protección y conservación del medio ambiente. En esta ocasión se devolvieron 1082 especies de la fauna silvestre en complejos cenagosos de Ayapel y del Bajo Sinú, tal como lo comunicó Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y del San Jorge – CVS en su más reciente boletín:
Foto: CVS
Luego de cumplir con todos los protocolos de rehabilitación en el Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre –CAV- 1082 especímenes de fauna silvestre provenientes de decomisos preventivos y entregas voluntarias, fueron liberados en los complejos cenagosos de Ayapel y del Bajo Sinú, por profesionales de la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y del San Jorge – CVS, con el apoyo de la Policía Ambiental y miembros de la comunidad de las respectivas zonas.
En la ciénaga de Ayapel fueron devueltos 801 hicoteas (Trachemys callirostris), seis (6) babillas (Caimán crocodilus fuscus).
En la cuenca del Sinú se hizo la liberación en la ciénaga de Corralito de 30 individuos de la especie hicoteas (Trachemys callirostris); en la ciénaga de Baño y Los Negros 60 individuos de la misma especie y en jurisdicción de la ciénaga de Lorica y Momil fueron devueltos a su medio natural 178 hicoteas, tres tortugas de río (Podocnemis lewyana), tres tapaculo común (Kinosternon scorpioides), y un tapaculo liso (Kinosternon leucostomum).
La liberación al medio natural de estas especies se hace para que continúen con su ciclo biológico y se mantenga el equilibrio de los humedales de Córdoba los cuales presentan una gran variedad de flora acuática, con disponibilidad de alimento y refugio para estos ejemplares de la diversidad biológica.
Foto CVS
La CAR -CVS, continúa con sus jornadas de concientización para prevenir el tráfico ilícito de fauna silvestre y desarrolla las actividades de valoración, rehabilitación y liberación al medio natural de estas especies decomisadas o entregadas voluntariamente, contribuyendo así a su protección y conservación.
Es el primer registro de reproducción en condiciones de confinamiento de la especie Potamotrygon magdalenae, endémica de Colombia.
Foto: Agencia de Noticias UN
Investigadores del grupo Biodiversidad y Genética Molecular (Biogem) de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Medellín y la Fundación Colombiana para la Investigación y Conservación de Tiburones y Rayas (Squalus) consiguieron reproducir después de dos años las rayas barranquilla, como se les conoce popularmente, las cuales habitan la zona media del río Magdalena, cerca de La Dorada (Caldas).
Se trata de un logro inesperado, pues el objetivo inicial de la investigación de José Gabriel Pérez Rojas, estudiante de la Maestría en Ciencias Agrarias de la Sede, era implementar herramientas de valoración del bienestar animal a partir de la caracterización del estado físico, fisiológico y etológico (de comportamiento) de Potamotrygon magdalenae en cautiverio.
Sin embargo, “haber conseguido su reproducción es el resultado de un manejo idóneo dado a los animales, ya que se deben tener en cuenta necesidades como alimentación, bienestar fisiológico, confort en su medio y, además, deben estar sanos”.
Para hacer los análisis se diseñó y construyó un sistema de recirculación de agua y filtrado de desechos orgánicos como residuos de alimentos y excrementos. El sistema garantiza que el hábitat conserve la cantidad de oxígeno necesario y la temperatura cálida –entre 28 y 30 °C–. Además, permite el tratamiento físico y químico del agua.
En la actualidad, las rayas habitan en cuatro tanques de 500 litros. En cada uno se encuentran dos hembras y un macho, con el fin de tener claridad sobre los padres de las crías. A uno de estos grupos lo acompañan siete rayas barranquillas de un mes de nacidas.
Como parte del manejo de las especie, se les está ofreciendo alimento día de por medio teniendo en cuenta su peso y necesidades nutricionales. El agua de los estanques debe permanecer con pH (grado de acidez) entre 6,5 y 8.
El sistema también incluye monitoreo mediante cámaras conectadas a internet, lo cual permite observar a las rayas en tiempo real desde cualquier lugar e incluso desde un celular. El seguimiento se hace durante 24 horas gracias a que las cámaras poseen visión infrarroja.
La estrategia se aplicó, según el investigador Pérez Rojas, porque el propósito es incidir lo menos posible en el comportamiento de las rayas.
Iniciaremos diciendo que la educación es un derecho al cual tiene acceso toda persona, sin importar su condición social, económica, política o cultural, y esto lo podemos constatar en el artículo 26 de la declaración universal de los derechos humanos; además de ello, es un servicio público que busca el acceso al conocimiento a la ciencia y valor de la cultura.
Hablando de educación, el comienzo de un nuevo año nos recuerda que el tiempo, mi tiempo, pasa muy de deprisa, ¡Demasiado rápido!, años, días, horas se van acumulando y enriquecen la historia de mi vida. Cómo podremos esperar una mejor calidad de vida en nuestro país, si el acceso a la educación superior en las zonas rurales es precaria por la falta de oportunidades para con nuestros jóvenes campesinos.
Cada mañana me digo “lo que hice y viví ayer ya ha pasado, ya es historia; y mañana por la mañana constataré que este hoy, el que ahora tengo entre las manos, ya será otro ayer y también formará parte de mi historia”. Una historia que según el senador Senén Niño, en el país hay 40.000 jóvenes de la zona rural que se están quedando por fuera del sistema educativo.
Así mismo alertó que existen dos millones y medio de jóvenes que estando en edad universitaria no han podido acceder a las instituciones de educación superior. Mi vida tiene un pasado, un presente y un futuro. A esto nos conviene señalar que solo el 1% de los campesinos tienen acceso a la educación superior.
Pareciera que el presente lo estoy haciendo ahora y lo tengo en mis manos como una riqueza y como un reto, sin embargo, son muchos los obstáculos que limitan el acceso de los jóvenes a la educación superior como la falta de oportunidades educativas, la pobreza, la presión por empezar a trabajar, el conflicto y la violencia.
De manera que es preocupante la situación educativa en nuestro campo colombiano, como lo expresaba la señora Rosa Matilde del municipio de Cáqueza en Cundinamarca “la desesperanza de los que no adquieren el puntaje en el ICFES para ingresar a universidades públicas para continuar estudiando, los jóvenes se desplazan a las ciudades para trabajar en oficios varios, y ya”, expresando que el campo está muerto y abandonado por el gobierno.
Santuarios y basílicas menores que tiene nuestro país son una muestra del fervor de la fe del pueblo, ya que estos lugares se han construido con el fin de honrar la presencia del Señor y de la Virgen María.
Por Luis David Parrado Traslaviña
Un estudio reciente del Vaticano ha demostrado que Colombia es el séptimo país con más católicos en el mundo (45, 3 millones de fieles)1. La historia de nuestro país ha ido caminando junto a la Iglesia Católica, prácticamente, en su totalidad. Y es que no resulta nada extraño que en la mayoría de los pueblos y ciudades del país sobresalga un templo católico como principal pieza arquitectónica, ya que, en la mayoría de estos, sus respectivas fundaciones tuvieron como respuesta inmediata la construcción del templo parroquial.
Sin embargo, algunos templos de nuestro país sobresalen sobre los otros, ya que estos poseen una historia particular que se ve enriquecida por milagros y manifestaciones del mismo Señor y de la santísima Virgen María. Estos templos reciben una cantidad enorme de fieles, especialmente los domingos y en Semana Santa, demostrando el fervor del pueblo colombiano por la fe católica. Por estos méritos, el Vaticano reconoce a estos templos como santuarios o como basílicas menores.
Así pues, nuestro país posee 6 templos (entre santuarios y basílicas menores) que son reconocidos nacional e internacionalmente. Quienes visitan estos templos suelen ser testigos de las maravillas del Señor, cumpliéndose sus palabras: “Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y se las has revelado a gente sencilla” (Lucas 10, 21). Estos templos son los siguientes2:
Basílica menor de nuestra señora del Rosario (Chiquinquirá, Boyacá)
Característica esencial del pueblo colombiano es su profunda piedad a la Madre de Dios. La patrona de Colombia es la Virgen del Rosario de Chiquinquirá cuya fiesta se celebra el 9 de julio. Chiquinquirá es un pueblo cercano a la ciudad de Bogotá.
Cuenta la tradición que, entre los primeros conquistadores del Nuevo Reino de Granada, Antonio de Santana, encomendero de los pueblos de Suta y Chiquinquirá, era especialmente devoto de la Virgen del Rosario. Por este motivo fabricó en el pueblo de Suta su dormitorio y pequeña capilla. Deseando poner en ella una imagen de la Madre de Dios, mandó pintar una imagen de Nuestra Señora del Rosario en una manta de algodón. Era la manta más ancha que larga y para que no quedasen en blanco los campos que quedaban a ambos lados de la Madre de Dios, mandó pintar a San Andrés Apóstol y a Santa Antonio de Padua uno a cada lado. Luego que recibió la imagen, acomodó el lienzo en un bastidor de madera y lo expuso en el altar de la capilla.
Pasaron algunos años y el desaseo y la humedad deterioraron el lienzo, que apareció roto por varias partes y la pintura estaba casi borrada. A la muerte de Don Antonio, su viuda, se trasladó a Chiquinquirá llevándose consigo el cuadro al que colocó en una capilla. Diez años más tarde vino a aquel lugar una piadosa mujer llamada María Ramos, cuñada del difunto Santana, quien reparó el cuadro y lo expuso en el mejor lugar de la capilla. Un viernes, 26 de diciembre de 1586, se disponía a salir de la capilla, cuando una india cristiana le llamó la atención hacia la imagen, que aparecía rodeada de vivos resplandores. Volvió el rostro María Ramos y fue grande su asombro al advertir la transformación que se había obrado en el lienzo, cuyos colores, antes tan borrosos y desteñidos, aparecían ahora vivos y claros.
Santuario de Nuestra Señora de las Lajas (Ipiales, Nariño)
Las más antiguas tradiciones dicen que, María Mueses de Quiñones, descendiente de los caciques de Potosí, viajaba a pie con su hija Rosa, sordomuda de nacimiento, cargada a la espalda. Al llegar a la cueva, donde está ahora la Virgen del Santuario, se sienta a descansar, baja a su hija de las espaldas, la niña comienza a trepar por entre las piedras, cuando María se da cuenta ya su hija Rosita está muy arriba y de pronto y ante el asombro de su madre le grita «Mamita, vea esta mestiza que se ha despeñado con un mesticito en los brazos y dos mestizos a los lados». María no puede creer, al mismo tiempo que siente inmensa alegría porque su hija ya está hablando, siente gran temor, vuelve a cargar a su hija y regresa a su casa en Potosí. Deja a Rosita allí y va apresuradamente a Ipiales, a la casa de sus patrones, los señores Torresano, a quienes contó la historia de su hija, ellos no le creyeron, e incluso hasta se burlaron de su sirvienta. Ella insistió todo lo que pudo para convencer a la familia Torresano.
Terminados sus relatos en la casa patronal, regresó a Potosí, al otro día, tan pronto apareció el sol tomó a su hija, totalmente sana y emprendió marcha hacia Ipiales. Al pasar por la cueva, la niña se suelta de la mano de su madre y grita «mamita, mamita, la mestiza me llama», María sigue a su hija y se encuentra frente a frente con la hermosísima imagen de Nuestra Señora del Rosario. Fuera de sí, de gozo y de temor, carga a Rosita a su espalda y hecha a correr hacia Ipiales, va nuevamente a la casa de los Torresano, quienes al comprobar la curación de la niña se dirigen inmediatamente a la casa cural para dialogar con el Párroco de San Pedro Mártir de Ipiales. Entre tantas idas y venidas, entre tantas preguntas y respuestas, ya serían las diez de la noche, cuando finalmente se resuelven a golpear las puertas de la Casa Cural. El padre Gabriel de Villafuerte se levanta presuroso, pensando que se trata de algún enfermo. Al mirar a toda la familia Torresano, junto con María y su hijita Rosa, los hace entrar al patio de su casa y les pregunta qué les sucede para venir a esas horas de la noche. Le piden a María que narre la historia y le preguntan a Rosita lo que ella vio. El señor cura párroco se torna muy serio.
A las cinco de la mañana, todavía era oscuro, con mechones y faroles se inicia la primera peregrinación de la historia hacia Las Lajas. Cuando el sol proyectaba las primeras luces de la mañana, llegan a la cueva de Las Lajas y, los ojos del señor cura y de los peregrinos no pueden creer lo que están viendo. Efectivamente allí estaba la imagen más hermosa que ellos hayan visto jamás. El padre Villafuerte cae de rodillas y con él todo el pueblo. Enseguida envía a traer lo necesario para celebrar la Santa Misa. Quienes fueron por las hostias, el vino y los ornamentos no regresaron solos, mucha gente venía con ellos portando velas, cirios y flores, rápidamente organizaron el altar para la celebración eucarística y comenzó así la primera misa en acción de gracias al buen Dios por la presencia de su Madre en estas tierras de Nariño para bendecir a Colombia y al mundo entero. Eran las doce del día del 15 de septiembre de 1754, fiesta del Santísimo Nombre de María.
El precioso santuario estilo gótico está edificado sobre el lugar del milagro en Guáitara, en los Andes colombianos, a 7 kms de la ciudad de Ipiales y 11 kms del puente de Rumichaca que une Colombia y Ecuador. Es un lugar de extraordinaria belleza escogido por la Madre para prodigar su amor. La Basílica también es una obra preciosa edificada sobre la pendiente del río. La imagen se encuentra en el punto central sobre el altar.
Santuario del Niño Jesús (Bogotá)
Una de las devociones más hermosas y extensas de los colombianos es la del Niño Jesús, honrado bajo el título del Divino Niño. Esta devoción comienza en Colombia en el año 1907, primero entre los carmelitas y después en la Comunidad Salesiana. Fueron tantos los favores concedidos que los devotos agradecidos propagaron la devoción por todas partes.
El padre salesiano Juan del Rizzo llega a Barranquilla, Colombia, en 1914. Con gran esfuerzo se dedica a recaudar fondos para la construcción de un templo, pero no tiene éxito. Fue entonces que tuvo la inspiración de pedir a Nuestro Señor por los méritos de su infancia. Desde entonces el éxito del padre fue extraordinario y se convirtió en un gran devoto del Divino Niño, dedicando su vida a la propagación de la devoción.
Después de 13 años de ministerio en Barranquilla, el padre del Rizzo fue trasladado a Medellín, donde continuó su labor exhortando a todos a confiar en Jesús por los méritos de su infancia. En 1935 el padre del Rizzo fue trasladado a Bogotá y, providencialmente, se encontró allí con una preciosa imagen del Divino Niño. Colocó el padre la imagen en unos terrenos baldíos del Barrio 20 de Julio de Bogotá. Desde allí evangelizaba y difundía la devoción al Divino Niño. Los milagros se multiplicaron: Curaciones, empleos, reconciliación de familias, protección de negocios, pero sobre todo muchas conversiones.
Basílica Menor del Señor de los Milagros (Buga, Valle del Cauca)
La antigua tradición es narrada por el Franciscano Fray Francisco G. Rodríguez, en la novena que publicó en 1819.
«Allá por el año 1580 Buga era un pequeño caserío, en Colombia. El río de Buga corría en aquel entonces por el sitio donde ahora está el templo del Señor de los Milagros. Al lado izquierdo del río había un ranchito de paja donde vivía una india anciana cuyo oficio era lavar ropa. Esta mujer era muy piadosa y estaba ahorrando y reuniendo dinero para comprarse un Santo Cristo y poder rezarle todos los días. Reunió 70 reales que era lo que necesitaba para comprarlo y traerlo desde Quito».
Precisamente el día en que la piadosa lavandera iba a llevar su dinero al señor Cura párroco para que le consiguiera la imagen, pasó por allí llorando un honrado padre de familia a quién iban a echar a la cárcel porque debía 70 reales y no tenía con qué pagarlos. La buena mujer se conmovió por esta tristeza de su vecino e inspirada por un pensamiento caritativo se propuso dejar para más tarde el conseguir su crucifijo, y le dio al pobre necesitado los 70 reales que tenía ahorrados. Aquel hombre lleno de alegría y de agradecimiento le deseó que Dios la bendijera y le ayudara mucho.
Unos días después, la anciana estaba lavando ropa en el río, cuando una ola colocó delante de ella un pequeño crucifijo de madera, que resultó para ella una joya más valiosa que todo el oro y la plata y las esmeraldas que le pudieran ofrecer. El crucifijo hallado de esta manera no podía haber pertenecido por allí cerca a ninguna otra persona, pues hacia arriba, a las orillas del río no vivía nadie. La feliz lavandera, llena de gozo se dirigió a su choza e improvisó allí un altarcito, sobre el cual colocó el santo Cristo que le había llegado de manera tan misteriosa, guardándolo cuidadosamente en una cajita de madera.
Una noche la anciana oyó golpecitos en el sitio donde guardaba la imagen y averiguando lo que pasaba se llevó una gran sorpresa al darse cuenta que el Santo Cristo y la cajita habían crecido notablemente, pero se imaginó que eso sería ilusión de sus ojos ya muy debilitados por la edad. Pero pocos días después advirtió que la imagen tenía ya cerca de un metro de estatura. Sorprendida por este milagro les avisó al Párroco y a los señores más importantes del pueblo, los cuales visitaron enseguida la habitación de la anciana y comprobaron por sus propios ojos la verdad de lo que ella les había contado, y que esta pobre mujer poseía un crucifijo de un tamaño muy difícil de conseguir por aquellos alrededores, y que ella no tenía ni dinero ni amistades para conseguir semejante imagen, y que por lo tanto la existencia de aquel crucifijo allí no se podía explicar naturalmente y que tenía que ser un milagro.
Pero lo maravilloso fue que la imagen al ser echada a las llamas empezó a sudar y a sudar tan copiosamente que los vecinos empapaban algodones con aquel sudor para llevarlos como reliquias y obtener curaciones. Este milagro fue comprobado y atestiguado con la gravedad de juramento por numerosas personas. Y al terminar el sudor, la Sagrada imagen se había vuelto mucho más hermosa de lo que estaba antes, y se le fue lo que anteriormente tenía de desagradable.
En la actualidad cientos de miles de personas acuden a lo largo del año al santuario del Señor de los Milagros de Buga, situado en el Valle del Cauca a pocos kilómetros de la ciudad de Santiago de Cali.
Santuario del Señor Caído de Monserrate (Bogotá)
Asentado en la cima del cerro, un hermoso Santuario preside y vigila tanto la ciudad capital como la sabana verde y apacible donde se encuentra situada. El Cerro de Monserrate es uno de los lugares más emblemáticos de Bogotá. Monserrate tiene una altitud de 3210 msnm. En 1650 se construyó en la cima de esta montaña una ermita dedicada a la Virgen de Monserrat. Con el paso de los años, el lugar se hizo popular sitio de peregrinación por la hermosa y venerable imagen del «Santo Cristo Caído». Esta imagen fue esculpida en 1656 por Pedro de Lugo y Albarracín.
Santuario de María Auxiliadora (Sabaneta, Antioquia)
En la Arquidiócesis de Medellín, en el municipio de Sabaneta muy cerca a Medellín se encuentra un popular centro de peregrinación en donde se venera a la Virgen María, bajo la advocación de Auxiliadora. El padre Ramón Arcila Ramírez fue quién fomentó, hacia la década de los 60, entre sus feligreses la devoción por María Auxiliadora. Actualmente este templo se ha convertido en uno de los sitios de peregrinación más importantes de Colombia y fue consagrado como Santuario Mariano por la Arquidiócesis de Medellín en 1990.
1 Consulta de los países con más fieles católicos en el mundo
Los invitamos a participar de la gran inauguración de la exposición “Radio Sutatenza: una revolución cultural en el campo colombiano”, la cual se realizará mañana 25 de mayo de 2017, y tendrá una duración de ocho meses, para luego ser itinerante por 28 sucursales del Banco de la República en todo el país. El archivo ha sido avalado por la Unesco como patrimonio de América Latina y El Caribe, y contiene más de 150.000 items entre textos, fotografías, audios y diversas publicaciones.
A continuación compartimos la información de la Biblioteca Luis Ángel Arango acerca de esta importante exposición:
La exposición “Radio Sutatenza: una revolución cultural en el campo colombiano (1947 – 1994)” recrea la trayectoria de una empresa educativa orientada a impulsar el desarrollo de los campesinos del país. Su gestora fue Acción Cultural Popular (ACPO), entidad de origen católico cuyo interés fue disminuir las abismales distancias entre la calidad de vida rural y la urbana a través de la educación en nociones básicas y a distancia. Su sistema de acción combinó tecnologías de comunicación con un modelo de Educación Fundamental Integral (EFI) mediante el cual promovió campañas para generar cambios sociales en el campo. A lo largo de cuarenta años, y en alianza con entidades públicas y privadas, ACPO estableció una red de medios educativos en más de novecientos municipios del territorio nacional.
“La educación nos hace libres” fue la consigna para invitar a los campesinos a participar del movimiento radiofónico y a formarse integralmente de manera autónoma. Su éxito radicó en que Radio Sutatenza llevó “el maestro al hogar” de miles de campesinos, muchos de los cuales fundaron Escuelas Radiofónicas en sus casas para acercarse al aprendizaje por primera vez, encontrarse con sus vecinos o disfrutar de programas de entretenimiento. La revolución cultural generada por Radio Sutatenza es recordada como el origen de una transformación de la vida rural en Colombia, una tarea común en la que, sin embargo, aún queda mucho por hacer.
El Banco de la República agradece a ACPO la oportunidad de poner al servicio del público este legado invaluable del patrimonio documental colombiano.
Te invitamos a que asistas a esta gran exposición en la Biblioteca Luis Ángel Arango a partir de mañana, en cualquier momento puedes pasar y dar un recorrido por la historia de Radio Sutatenza como revolución cultural del campo colombiano.
Santísima Virgen María es la Madre del Señor. Las distintas apariciones que Ella ha hecho en el mundo (y de ahí sus advocaciones) son una prueba de su amor y preocupación para con la humanidad.
Por Luis David Parrado Traslaviña
El Credo es la oración en la que se menciona las verdades de la Iglesia (Creo en Dios… en Jesucristo… en el Espíritu Santo…). Una parte de esta oración dice así: “creo en Jesucristo (…) que nació de santa María Virgen”. Al mencionar estas palabras, cada católico está reconociendo que María es no solo la madre del Señor, sino la madre de toda la Iglesia y, por ende, de cada uno de nosotros.
A lo largo de la historia, la virgen María ha recibido innumerables muestras de cariño de parte de sus fieles. Estas muestras se ven reflejadas, por ejemplo, en la construcción de imponentes templos consagrados a Ella (Lourdes, Fátima, Chiquinquirá, Loreto, Luján…), y, a pesar de tantas maneras en que la humanidad demuestra su particular dependencia maternal hacia la Virgen, Ella, como lo dice el evangelista san Lucas, “guarda todos esos acontecimientos en su corazón” (Lucas 2, 19).
¿Cómo nos demuestra María su amor? Durante la historia de la humanidad, la virgen María ha hecho una serie de apariciones en el mundo entero, trayendo con ellas mensajes llenos de esperanza y de amor. Estas apariciones se llaman advocaciones, y la Iglesia las reconoce como verdaderas. “En el catolicismo, una advocación es una referencia mística relativa a apariciones, dones o atributos de la Virgen María. La Iglesia católica admite innumerables advocaciones que significan la figura de la madre de Jesús o alguna de sus cualidades, a las que se rinde culto de diversas maneras”. Algunas de estas advocaciones son las siguientes:
Nuestra Señora de Lourdes (Francia)
Nuestra Señora de Fátima (Portugal)
Nuestra Señora del Pilar (España)
Nuestra Señora de Guadalupe (México)
Nuestra Señora de Chiquinquirá (Colombia)
Nuestra Señora de Luján (Argentina)
Nuestra Señora del Rosario (Guatemala)
Nuestra Señora de Copacabana (Brasil)
Asimismo, la virgen María tiene varias denominaciones, las cuales obedecen a la fe de sus devotos. Algunas de las más reconocidas son las siguientes:
La virgen del Carmen (Carmelitas)
La virgen de la Merced (Orden de la Merced)
María Auxiliadora (san Juan Bosco)
La Dolorosa (Orden de los Servitas)
La virgen Peregrina (Tradición)
La Virgen María nos ama infinitamente. Como dice el Papa Pablo VI: “María es siempre el camino que conduce a Cristo”. Con esto, reconocer cada representación de la virgen María (imágenes) que conocemos, sea por tradición o por curiosidad, debe evocar en cada uno de nosotros el cumplimiento de las palabras del Señor: “Yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo” (Mateo 28, 20), “He ahí a tu Madre” (Juan 19, 27).