viernes, abril 25, 2025
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El eucalipto, un árbol meritorio y perfecto que crece en tierras colombianas

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Mientras los árboles nativos como el nogal, el aliso o el laurel, necesitan en la sábana de Bogotá cincuenta años para alcanzar diez metros, el eucalipto en diez años puede pasar los treinta metros de estatura.

La madera del eucalipto sirve para construcción, para andamiajes, para enmaderar las minas y para la leña. De la hoja se sacan resinas medicinales.

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La semilla es diminuta. En un kilogramo puede haber más de veinte mil semillas, y su poder germinativo es tan vigoroso, que bien pueden obtenerse veinte mil enormes árboles, de ese kilogramo de pequeñísimos gigantes.

Parece que los eucaliptos fueron importados a Colombia desde hace más de un siglo.

En todos los climas, fríos, es decir, en Nariño, en Manizales, en Silvia, en Rionegro, en Boyacá y los Santanderes, y especialmente en la Sabana de Bogotá, el eucalipto es el árbol más sembrado y más sobresaliente.

Por eso, los viajeros distinguen la llegada a estos climas de la alta cordillera, cuando sobre los caminos, sobre los ríos y los vallados, sobre los filos de las altas rocas, sobre las vertientes escarpadas, aparecen con su esbelta figura, con sus largos troncos rectos y con sus frondosos gajos, los linconfundibles eucaliptos.

El crecimiento del eucalipto en tierras colombianas

Aunque de este árbol existen más de 400 especies, la que mejor se ha adaptado a los climas fríos de Colombia es la distinguida en la Botánica con el nombre de Eucaliptus glóbulus. No han dado resultado otras especies, ni se han encontrado especies para clima caliente, ni el eucaliptus glóbulus se ha dado bien en las regiones cálidas.

Peor para los climas fríos, en toda clase de suelos, el eucaliptus glóbulus ha resuelto el problema de la madera, por su rápido y enorme crecimiento, nisiquiera soñado por los árboles nativos.

Cuando el árbol se corta, no se necesita sembrar nuevamente, pues el tronco retoña y produce muchos renuevos que en forma todavía más rápida se convierten en árboles. De manera que después de cortar un eucalipto, de su tronco nacen, no uno, sino muchos troncos nuevos que adquieren el tamaño del árbol primitivo.

Las semillas deben escogerse de los árboles mejores. La germinación se hace en camas de suelo bien mullido, mezclado con arena y con tierra de capota. Cuando están los arbolitos de unos 40 centímetros de altura, se pueden pasar al lugar que les corresponda en el bosque.

Se acostumbra pasar las planticas recién germinadas a tiestos o materos de calceta de plátano o de esparto, para facilitar después el trasplante al bosque. La mejor siembra es la que se hace en octubre, pues con las lluvias de noviembre y de abril, se asegura el buen desarrollo del arbolito.

Muchos bosques se han hecho ya donde antes había solo tierra desnuda. El eucalipto es, sin duda, un árbol meritorio y perfecto.

Por: Edición impresa de El Campesino.

Carta del Campo: La meditación es un lujo, la acción una necesidad

Toma tiempo

Toma tiempo para pensar

Este es el origen del poder

Toma tiempo para jugar

Este es el secreto de la eterna juventud

Toma tiempo para leer

Esta es la fuente de la sabiduría

Toma tiempo para orar

Este es el mayor poder de la tierra

Toma tiempo para ser amistoso

Este es el camino a la felicidad

Toma tiempo para reír

Esta es la música del alma

Toma tiempo para dar

Un día es demasiado corto para ser egoísta

Toma tiempo para trabajar

Este es el tiempo del éxito

Toma tiempo para hacer caridad

Esta es la llave del cielo

Toma tiempo para amar y ser amado

Este es el privilegio dado por Dios

Deja un poquito de tiempo

Para pensar en ti…

Por: Alexander Cruz Ortiz. Habitante rural de Caquetá.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.

Jóvenes campesinos impactan a su comunidad en Restrepo, Valle del Cauca

Los alumnos de la Institución Educativa Teodoro Munera, ubicada en la vereda Santa Rosa del municipio de Restrepo, son jóvenes dedicados al campo que asisten al colegio a formarse con el objetivo de salir adelante y de aplicar sus conocimientos en el desarrollo de su vereda, en todos los ámbitos: laborales, profesionales, personales.

Durante su participación en el desarrollo de la iniciativa “Mi Proyecto de Vida en el Campo”, adelantada por Acción Cultural Popular – ACPO y financiada por Fundación Bolívar Davivienda, fueron adquiriendo herramientas que les permitieron reconocerse como habitantes rurales, conocer su entorno, para así entender mejor cuáles son las necesidades de su región y poder proponer ideas que ayuden en el crecimiento de esta.

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Frente a las metas y sueños que tienen en sus vidas, los alumnos han compartido la importancia de incluir en sus vidas, los pasos de su proyecto de vida frente a sus sentimientos, como autorregularse, motivarse y generar empatía para así reaccionar de una forma apropiada frente a lo que la sociedad les propone.

Ante todo, estos jóvenes se reconocen como parte de una comunidad, que confía en que sus jóvenes, enamorados del campo, luchen por no dejar que la enseñanza ancestral se siga desvaneciendo frente a la modernidad.

Poder articular ambas cosas y generar un cambio que impacte en la sociedad y mejore la calidad de vida de todos sus habitantes, por un futuro mejor para el campo, es el objetivo central de ACPO y sus aliados en el desarrollo de los proyectos; con los que se ha podido llegar con este mensaje a muchos jóvenes en busca de fortalecer la vida y permanencia en el campo.

Por: Diana García – Facilitadora EDC Valle del Cauca.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora

#Opinión: A propósito de educación pública: ¿Y del campo qué?

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Ahora que estudiantes, profesores, padres y madres de familia se pronuncian en las calles por la defensa de la educación pública, resulta aún más pertinente y necesaria esta pregunta: ¿Cómo están y hacia dónde van las educaciones rurales?

¿Y por qué educaciones rurales y no educación rural a secas? Empecemos por ahí: Porque ni el campo colombiano es uno solo, ni hay un solo contexto rural y, mucho menos, una identidad rural unificada.

Como lo consignamos en la investigación denominada Radio Sutatenza y Acción Cultural Popular en la era digital, “hablar del campo colombiano y de lo que significa ser campesino es pisar terrenos complejos, pues no nos podemos referir a una sola identidad sino a identidades llaneras, vallunas, montañeras, costeras, selváticas, entre otras.

Con diferentes delicias gastronómicas, como las hallacas nortesantandereanas, el tamal tolimense, el asado huilense, la bandeja paisa del Viejo Caldas y Antioquia, la butifarra atlanticense, el sudado de pescado del Pacífico y el ajiaco bogotano.

Otras variadas propuestas musicales como el vallenato, la cumbia, la carranga, el joropo, el bambuco, el currulao, el torbellino, el rajaleñas, Son, como vemos, oímos o saboreamos, manifestaciones culturales variopintas como la propia geografía colombiana, las cuales tampoco han salido ilesas de la arremetida violenta.

Según el sociólogo Alfredo Molano, no sólo se ha hecho o se ha pretendido hacer el desplazamiento físico de todos aquellos que se niegan a obedecer a los guerreros, sino lo que podemos llamar un “desplazamiento simbólico”: “Los alabaos y los arrullos (cantos típicos del Pacífico) fueron reemplazados por los corridos norteños y por los vallenatos modernos; los tambores y las marimbas sucumbieron bajo el ruido de los altoparlantes”, dice Molano.

Bueno, y si a pesar de esta dramática realidad el campo colombiano sigue siendo diverso y multicultural, ¿por qué habría de existir una propuesta unificada de educación rural?

Un congreso nacional que pone a la educación en discusión

Esta fue una de las preguntas planteadas en el V Congreso Nacional de Educaciones Rurales, que acaba de deliberar en Bogotá, con la participación de 150 representantes, integrantes a su vez de 14 mesas regionales en diferentes zonas del país.

Es solo una de las propuestas concretas planteadas desde los territorios colombianos, para que sean tenidas en cuenta tanto en el Plan Nacional de Desarrollo, como en los planes regionales.

“El campo necesita y merece que se gestione una política pública acorde con sus necesidades”, dijo Adriana Soler, integrante de la Mesa Nacional, en diálogo con Mundo Rural, el programa radial de las Escuelas Digitales Campesinas.

Le preguntamos entonces: ¿Y cuál es la idea de país y de progreso desde los territorios?

“Sabemos que ser docente o estudiante rural en este país es toda una odisea. Por ejemplo, en Antioquia –como ocurre en tantas otras regiones colombianas– muchos estudiantes necesitan dos días de camino para llegar a sus escuelas. Muchas veces trabajan a la intemperie.

Para solucionar este tipo de asuntos necesitamos voluntad política, que se traduzca en recursos efectivos. Por eso queremos que haya muchas voces de los territorios, que sean reconocidas y que haya respuestas efectivas”.

A ella y a los demás dolientes de las educaciones rurales, las alienta esta consigna del sacerdote Francisco Ocampo Aristizábal, ex director de la Corporación Educativa para el Desarrollo Integral (Coredi): “No se cansen, trabajen siempre en equipo y recuerden que siempre hay una deuda histórica con el campo”.

Por: Juan Carlos Pérez Bernal. Equipo Editorial El Campesino.

Río Negro: el fénix que busca resurgir de sus cenizas

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La inspección de Río Negro pertenece el municipio de Puerto Rico en Caquetá y se encuentra ubicada a 108 km desde la capital del departamento. Se trata de uno de los centros poblados beneficiados por el proyecto “Amazonia Joven: Corredores Amazónicos Sostenibles para la Paz Liderados por Jóvenes”.

Esta zona, fue una de las muchas que se vio afectada por el conflicto armado y el cultivo de la “coca”. Llegó a tener más de 7.000 habitantes y era un punto de encuentro comercial obligatorio, ya que se conectaba vía fluvial con el río Guayas, y este a su vez con el río Caguán, importante río y único medio para el transporte durante la época.

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Desde aquí, los jóvenes han estado en la búsqueda de nuevas oportunidades y desarrollo para su comunidad, logrando que estos se conviertan en los bastiones del nuevo nacimiento de la inspección. Es así como se dio inicio al Grupo de Jóvenes de Rio Negro – ASOJORIO, el cual se ha encargado de la reconstrucción histórica, social y física de Río Negro.

Durante los últimos 5 años, este grupo ha sido precursor de proyectos que permiten traer oportunidades a los niños y jóvenes de la zona. El fin de la guerra y el conflicto armado ha permitido visibilizar y ver una oportunidad de transformar sus realidades.

Cerca de la casa donde se reúnen estos jóvenes hay un lugar que evidencia lo cruda que fue la guerra. Una vivienda afectada por las explosiones de los cilindros utilizados en los combates, la cual mantiene algunas partes de su estructura en pie, fue parte de un proceso de memoria histórica donde los niños, a través de la pintura, mostraron que todo es diferente ahora.

La comunidad muestra un semblante diferente, las fachadas de sus casas reflejan un nuevo aire, se respira un ambiente de paz donde los jóvenes esperan que, con sus experiencias, otros jóvenes busquen transformar la realidad en la que viven en pro de un mejor país.

Por: Cristian Gutierrez. Facilitador de ACPO
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora

Semana de la Agricultura: Desafíos para América Latina y el Caribe

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Las sociedades rurales y los sectores agroalimentarios son los escenarios donde se deberán lograr la inmensa mayoría de las metas ambientales, sociales y económicas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Sin el mundo rural y agroalimentario, no hay desarrollo sostenible posible. Pero para alcanzar esas metas, las sociedades rurales y los actores de los sistemas agroalimentarios de América Latina y el Caribe, deberán realizar profundas transformaciones.

La Semana de la Agricultura y la Alimentación: Desafíos futuros para América Latina y el Caribe es un gran foro regional de intercambio de experiencias, de diálogo, aprendizaje y construcción de acuerdos entre diversos actores, para avanzar hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible – ODS, en el mundo rural y en el sector agroalimentario.

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La primera versión de La Semana se convocó conjuntamente entre la FAO y el Gobierno de Argentina a través de la Secretaría de Agroindustria. La FAO y el Gobierno de Argentina invitaron a un grupo de más de 30 entidades de distintos sectores, a sumarse a la organización de actividades específicas de la agenda (eventos paralelos) y/o a auspiciar participantes. Estas entidades son reconocidas como socios de La Semana.

En La Semana participarán autoridades y funcionarios de gobiernos de la región, líderes de las organizaciones de la sociedad civil y de los movimientos sociales, empresarios, académicos, y directivos y técnicos de organismos multilaterales.

El programa de La Semana se ha estructurado en torno a cuatro temas: (i) los sistemas alimentarios y la paradoja de la obesidad y el hambre en la región; (ii) estrategias más eficaces para erradicar el flagelo de la extrema pobreza rural y avanzar hacia un desarrollo rural sostenible; (iii) los desafíos de sociedades rurales resilientes y de una nueva economía agroalimentaria adaptada al cambio climático; y (iv) los desafíos tecnológicos del futuro en el desarrollo agrícola y rural.

El programa incluye cuatro sesiones plenarias con más de 500 participantes, seis semi-plenarias, y 26 eventos paralelos. Las plenarias y semi-plenarias se llevarán a cabo en las mañanas de los cuatro días del evento (20 al 23 de noviembre), y las sesiones paralelas en las tardes de los primeros tres días (20 al 22 de noviembre).

Por: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.

Las habas: un poco de su cultivo, uso y recetas tradicionales

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El haba es una planta herbácea, de cosecha, que pertenece a la familia de las leguminosas, con un tallo erguido, con un metro de altura aproximadamente, ramoso y algo estirado. Las hojas del haba son compuestas (varias hojas formando una sola), de color verde azulado y venosas.

Tiene el haba unas flores amariposadas de color blanco o rosáceo con una mancha negra en los pétalos laterales, estas flores son muy aromosas y crecen en ramitos de tres o cuatro de donde nace el fruto de esta legumbre en vainas rollizas, carreosas, aguzadas en las puntas y de unos doce centímetros de larga con unas seis semillas cuando la planta ha tenido un buen desarrollo.

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El haba es conocida por todos nuestros campesinos y se recordará que es un fruto de la forma de una uña, aplastada, de color grisáceo o rojizo, con una raya negra en la parte superior.

Algunos afirman que las habas son originarias de Egipto, pero parece seguro que proceden de Persia y desde muy antiguo son cultivadas en Europa.

Cultivo del haba

El terreno: para la siembra de haba el terreno puede ser como de cualquier huerta, suelto y abonado. Comúnmente se acostumbra a sembrar el haba junto con el maíz, práctica que permite un mayor aprovechamiento de las huertas.

Abonos: los más convenientes para las habas son los fosfatos y los potásicos; de aquí que en los rastrojos de papa y en los lugares donde se han botado las cenizas de la cocina, las matas de haba se desarrollen muy fuertes.

El haba puede cosecharse en climas fríos y templados.

Uso del haba

El haba tiene múltiples usos ya que es buen alimento para el hombre y para los animales, y para tales fines se han seleccionado diversas clases de habas tales como el haba caballuna, cultivada especialmente para forraje; haba cochinera, para el engorde de los cerdos, y muchas variedades más usadas como legumbre.

El hombre consume el haba de 3 maneras: verde, madura o seca. En el primer estado se usan cuando han llegado al primer tercio de su desarrollo, con la vaina cubierta que las envuelve, siendo entonces muy tiernas, agradables y digeribles, pero de poco alimento.

Ya maduro el fruto, cuando la vaina es fibrosa pero aún verde, se usa el haba despojada de su cáscara y es alimento fuerte que todos los estómagos soportan.

Finalmente, cuando las habas están completamente secas, se hacen más nutritivas y sus usos en la cocina se multiplican. Veamos algunas formas de prepararlas:

Sopa de habas

Tómese una libra de habas verdes y cocínese. Luego de sacarles la cáscara, muélanse y espésese con la masa obtenida un buen caldo, suficiente para unas 8 personas. Debe batirse bien la sopa a tiempo de poner la masa a fin de que no formen yotas. A la sopa puede agregársele trocitos de pan frito, o alverjas verdes.

Guiso de habas, verdes o secas

En caso de que el guiso quiera prepararse con habas secas, déjense éstas en agua de un día a otro a fin de que la cáscara se ablande. Si el guiso ha de ser de habas verdes no hay necesidad de ponerlas en agua.

Una vez listas las habas sancóchense teniendo el cuidado de echar las habas cuando el agua esté hirviendo, esto evitará que la cáscara se adhiera a la parte comestible. Luego prepárese un guiso común (ceboola, tomate, manteca, leche) y en él pónganse las habas a cocinar una media hora.

Galletas o arepas de habas

Con habas secas obténgase una libra de harina de la siguiente manera: se tuesta un poco, una libra y cuarto de habas, luego se les quita la cáscara y se muelen y se ciernen hasta obtener una libra de harina.

A la libra de harina de habas se le agrega media libra de harina de trigo, cuatro onzas de mantequilla y tres onzas de azúcar y un poco de canela en polvo o de clavo, al gusto. Todos los ingredientes se mezclan y se mojan con un pocillo de leche hasta obtener una amsa suave y consistente.

Si hay horno se pone a cocer en él en forma de galletas o se asan en forma de arepuelas, de la misma manera que las arepas de maíz.

Por: Edición impresa de El Campesino.

En Norte de Santander, se está modernizando la infraestructura del campo

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El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Sostenible inauguró las obras de rehabilitación, conservación y administración del distrito de riego del Zulia (Norte de Santander). La inversión, de $5.765 millones, beneficiará a cerca de 1.100 familias productoras de la región.

En un comunicado de MinAgricultura, asegura que “gracias a las obras entregadas en el Distrito, en caso de que aumente el caudal de las lluvias, el canal principal no se inundará y no se interrumpirá el riego en la región”. Asozulia es la encargada de administrar el distrito de riego y tiene una cobertura de cerca de 9.952 hectáreas de tierra donde cultivan arroz, palma y cacao.

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Esta última, en compañía de la Agencia de Desarrollo Rural (ADR), se encarga de hacer los trabajos que beneficiarán a los cerca de 1.132 usuarios que hacen parte de Asozulia. La inauguración de las obras de reparación se anunció durante el desarrollo de la tercera versión de El Taller del Campo.

Más obras para la región

En este momento, se están ejecutando obras que comprenden la recuperación del canal de riego, la remodelación de 6 compuertas y la construcción de la estructura derivadora de caudal.

Asimismo, la ADR, con el apoyo del MinAgricultura, viene trabajando en la rehabilitación de 12 distritos de pequeña y gran escala de ocho departamentos, para garantizar el agua y permitir que el campo produzca. ​Con la modernización de la infraestructura se busca beneficiar a más de 15.857 hectáreas de cultivos y a 1.340 familias productoras de las regiones.

Por: Andrés Neira. Periodista
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.

Siembro y vendo: una aplicación para comercializar productos agrícolas

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Mauricio Serna Hoyos, microempresario de Guática, municipio del departamento de Risaralda, es el creador de la página web y aplicación móvil Siembro y Vendo, una iniciativa digital que busca que los agricultores del país consigan compradores de sus productos de manera rápida y sin la intervención de terceros en la negociación. Además estas plataformas son de acceso gratuito para todos los productores y vendedores agrícolas del país.

Hoyos cuenta que esta idea surgió a raíz de ver las dificultades que enfrentan los campesinos para lograr vender sus productos a un precio justo o encontrar vendedores en las regiones donde se localizan. Por ello, y mediante la ayuda del Tecnoparque Nodo de Pereira del SENA, desarrolló su proyecto virtual que cuenta hoy con más de 300 contactos comerciales en su base de datos.

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El creador de esta aplicación habló sobre la flexibilidad y accesibilidad con la que cuenta su portal web y afirmó que: “La persona que necesita el producto ingresa a la plataforma y ubica al agricultor que lo tiene disponible; esto hace que se abran nuevos mercados, ya que se busca desembotellar los productos de las regiones para que sean visibles a nivel departamental y nacional”.

Por otro lado, Daniel Ramírez Moncayo, gestor de la línea de Tecnologías Virtuales del Tecnoparque nodo Pereira, afirmó que el apoyo tecnológico que se le brindó a Mauricio Serna para desarrollar su proyecto se hizo a través de una metodología de gestión innovadora que se denomina Design Thinking, lo cual facilitó la rápida evolución del proyecto.

Ventas más eficientes y confiables

Es importante destacar que Mauricio Serna Hoyos es un emprendedor que proviene de una humilde familia campesina, lo cual le facilitó mucho el desarrollo de su aplicación, puesto que él mismo conoce de primera mano las necesidades y dificultades que enfrenta el productor agrícola para poder comercializar sus productos.

Este emprendedor risaraldense ahora espera lograr un vínculo con las empresas privadas de la región y las entidades gubernamentales pertinentes, y de esta manera fortalecer y expandir su proyecto por todo el territorio nacional, y así poder ayudar a los miles de productores agrícolas que necesitan vender sus productos de una manera más confiable y eficiente.

Por: Felipe Espitia. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.

Educación ambiental: un ejercicio entre la familia y la escuela

El impacto producido por el desconocimiento de estrategias ambientales adecuadas al contexto nacional, o simplemente el desconocimiento de la crisis misma, acrecienta la problemática sin una oportuna participación de la ciudadanía, del gobierno o de las autoridades competentes.

La articulación de temas ambientales en los procesos educativos que se desarrollan en las escuelas y otras instituciones son importantes en la mitigación de crisis ambientales; sin embargo, cada vez se hace más necesario contar con estrategias novedosas y llamativas para los niños y jóvenes que asisten a los colegios, pues la dinámica social, obliga a tejer nuevos hilos entre la enseñanza y el aprendizaje, y, por ende, en la practica que en este caso se convierte en un comportamiento ambiental.

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Aunque existen estrategias como los Proyectos Ambientales Escolares (PRAE), desarrollados en todas las instituciones educativas del país, al parecer no son suficientes y no cumplen con las expectativas esperadas por los profesores y estudiantes vinculados.

El trabajo ambiental, aunque empieza en el aula, debe salir de allí a través de ejercicios articulados entre la familia y la escuela, siendo la tecnología con la que hoy contamos un instrumento llamativo en la adquisición del conocimiento sobre asuntos tan propios como son los concernientes a nuestra casa, una casa natural, ambiental y social que tiene muchos inquilinos, pero pocos propietarios.

Tecnología al servicio de la educación ambiental

Es necesario darle un uso útil a las herramientas tecnológicas que el Gobierno Nacional le ha proporcionado a las instituciones educativas, entre estas: tabletas y computadores, los cuales acercan cada vez más a los estudiantes al conocimiento de manera interactiva.

Sin embargo, esto no es posible sin el acompañamiento de profesores comprometidos con los procesos educativos de sus estudiantes, pues son estos los que, no solo traen los contenidos que creen necesarios, sino que cuentan con estrategias pedagógicas apropiadas para la interiorización de estos contenidos.

Ahora bien, es necesario hacer un llamado para que todos nos involucremos en los temas ambientales, ya que no es solo el docente de ciencias naturales el responsable transmitir estos conocimientos a sus estudiantes.

Este trabajo es arduo y de nunca acabar, por esta razón, la transversalidad de las diferentes áreas del conocimiento se hace indispensable en la apropiación del cuidado ambiental en todos los estudiantes de nuestro país.

Por: Jean Wilman Parra. Facilitador EDC Armenia y Risaralda 
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.

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