En el municipio de San Luis de Gaceno situado en la provincia de Neira, en el departamento de Boyacá, es también conocido como Puerta de oro del Llano. Está ubicado en las estribaciones de la Cordillera Oriental en la región denominada como Piedemonte Llanero, parte suroriental del departamento de Boyacá. Dista de la ciudad de Tunja, la capital del departamento, a 135 kilómetros.
En este bello municipio existe una gastronomía que caracteriza a sus habitantes, especialmente a aquellos que residen en las zonas rurales del municipio y es el tradicional avío o almuerzo campesino.
Por décadas, las mujeres amas de casa y campesinas del municipio llevan a sus esposos, familiares y obreros este tradicional almuerzo que sin duda hace que más de uno nos antojemos.
¡Ojo! esta maravilla de receta está elaborada en su totalidad con fogón de leña y envuelta en hoja de huerta para mejor concentración y para que permanezca caliente.
Pero… ¿qué ingredientes tiene?
Arroz
Carne oreada
Almojábana
Yuca
Papa
Una presa de pollo
Guiso de cuajada muy típico de la región y se prepara con tomate, cebolla y leche.
Una delicia que no podemos dejar de preparar.
Por: Adriana Ardila. Facilitadora EDC – Acpo. Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.
Cae la tarde en Puerto Betania, una inspección al norte del departamento del Caquetá, municipio de San Vicente del Caguán; y ellas se alistan para el encuentro con el balón. Sus tardes las hacen amenas con la pasión que le tienen a este deporte, el microfútbol.
Del microfútbol podemos decir que es un deporte colectivo de pelota practicado entre dos equipos, de cinco jugadores cada uno, dentro de una cancha. En 1894, una activista fundó el primer club deportivo femenino, y hasta el día de hoy, este es uno de los deportes más practicados en el mundo, tanto por hombres como por mujeres.
Para ellas, los lunes y miércoles se llenan de color, magia y pasión; sus hijos, son sus mejores espectadores, así como el más grande motor y esperanza de vida. Son ellos quienes llenan las bancas del público y las animan con los mejores aplausos.
Las jugadas magistrosas, coreadas por ellas mismas, son habilidades que fueron adquiriendo al pasar el tiempo, amistades de años, conocidas en la inspección y otras en el colegio. Ellas alternan sus actividades diarias con el deporte, la forma de disfrutrar sanamente la vida.
Disfrutan cada vez que se encuentran, en algunas ocasiones hacen apuestas, dependiendo de la cantidad de equipos; no necesitan de un árbitro que las dirija, su pasión es tan grande, que viajan a otras partes, como, a Villa Lobos, un caserío al cual se llega por tierra, a una hora en moto, lugar donde se encuentran con otro grupo de mujeres, enamoradas del futsala, su mayor entretención.
Por: Luz Adriana Mejía. Facilitadora de ACPO en Caquetá. Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.
La infusión se refiere a la extracción de las sustancias aromáticas de las hierbas, con una cocción en agua que no llega a hervir, se recomienda para plantas y flores delicadas, de textura suave y poco fibrosas.
Los beneficios de tomar estas bebidas son muchos, pero, cuidado, no son para todos y también hay contraindicaciones. Son mucho más que agüitas. Las bebidas aromáticas pueden ayudar a tratar algunos malestares.
La polémica que se viene presentando desde hace varios meses por redes sociales se debe a que en varios supermercados del país y del mundo se pueden encontrar frutas y verduras cuya cáscara es retirada y reemplazada con plástico. Razón por la que el hashtag #MandanCáscaraPonerPlástico se ha convertido en tendencia nacional y ha abierto un fuerte debate frente a cuidar el medio ambiente o conservar los alimentos por más tiempo.
Inicialmente, se debe tener en cuenta que el plástico es un material constituido por diversos componentes organicos, sinteticos y semisinteticos, que lo hacen tan resistente como para tardar un total de 150 años en degradarse. Por esta razón se ha emprendido una lucha para evitar el uso de bolsas, botellas y demás elementos de plástico con el objetivo de contrarrestar el grave impacto ambiental que este material ha causado. Entre los que se encuentran la muerte de ecosistemas y especies marinas a causa de que es la basura más común en el mar; y la afectación al organismo humano por la ingesta de peces que han sido contaminados por compuestos del plástico.
Por otro lado, el argumento para defender la medida adoptada por varias industrias de alimentos es que de esta forma se estarían conservando las propiedades nutricionales del producto y alargando así su vida útil. Al respecto, investigadores del programa de Ingeniería de Alimentos de la Universidad de La Salle realizaron un estudio sobre las alternativas generadas desde la ciencia y la tecnología para la conservación de los alimentos, en el que encontraron que técnicas como el empacado al vacío y la atmósfera modificada ayudan a evitar el crecimiento y desarrollo de bacterias, hongos y otros agentes externos.
Según explica Ismael Povea, docente investigador de La Salle “los empaques en plástico pueden representar la diferencia entre comerlos o tener que tirarlos. Aunque sabemos que el plástico es uno de los mayores problemas para el medio ambiente porque tarda hasta 150 años en descomponerse, es el material más idóneo para las técnicas de conservación de alimentos, pues es versátil liviano, transparente y se adapta a la forma del producto”.
Teniendo en cuenta que en Colombia se pierden más de 9 millones de toneladas de comida al año, según un estudio realizado en el año 2016 por el Departamento Nacional de Planeación – DNP, Povea asegura que el tema va mucho más allá porque la premisa debe ser la calidad de los alimentos debido a que son base de la nutrición humana la cual controla desde el crecimiento hasta la capacidad de concentración.
No obstante, la contaminación por plástico es irreversible y cada vez más creciente pues a pesar del auge del reciclaje no todos los elementos son reutilizados y llegan incluso a ser quemados, desprendiendo elementos dañinos como monóxido de carbono y metales pesados que afectan el aire y por ende el sistema respiratorio humano. Es importante considerar si es realmente necesario el consumo excesivo de plástico, pues solo tomando conciencia al respecto se puede asegurar una buena calidad de vida y de esta forma un desarrollo sostenible.
En la castración porcina se recomienda el uso de anestesia local para evitar el fuerte dolor causado en el animal, ya que sin esta sustancia química se trata de un procedimiento doloroso y estresante que puede perdurar por cinco días o más, el cual ha demostrado que es la raíz de una serie de cambios fisiológicos y de comportamiento de los cerdos.
La castración en los cerdos se realiza por los ganaderos antes de la tercera semana de vida, ya que de no hacerla el olor de la carne en edad adulta es demasiado fuerte, siendo de esta manera imposible venderla y consumirla. Este fuerte olor se produce por el crecimiento natural de los cerdos en el cual se generan dos sustancias que son causantes de este efecto, la feromona androsterona y el escatol.
El procedimiento de castración es importante practicarlo de manera responsable y con bases respecto a procesos de higiene ya que si no se ejecuta de manera adecuada puede atentar contra la vida y el bienestar del animal. Es importante la aplicación de anestesia local y analgésicos para reducir algunos factores negativos como dolor y estrés, y favorecer a la ganancia de peso del animal.
Al no usar la anestesia local se interfiere desfavorablemente en la actividad metabólica del cerdo; en esta medida, el uso del medicamento contribuye a mejorar el bienestar animal acompañado con otros factores que pueden afectar la salud del animal. Por otra parte las instalaciones e instrumentos de operación juegan un papel importante a la hora de implementar las buenas prácticas porcinas y que la castración sea la adecuada.
En el Instituto de la Ciudadela Juvenil Amazónica Don Bosco, en San Vicente del Caguán, Caqutetá se llevó a cabo una práctica sobre el uso de anestesia local en la castración de porcinos; esta actividad fue formalizada por los estudiantes del técnico agropecuario junto a la compañía de una medica veterinaria zootecnista. Fue importante tener los elementos apropiados, entre estos los guantes, hojas para mango de bisturí, algodón, agua caliente, aerosol marcador, y por supuesto anestesia. También contar con la ayuda de otras dos manos.
Cabe resaltar que es importante utilizar analgésicos – antiinflamatorios por 5 días consecutivos para lograr el objetivo, la cual trata de disminuir algunos factores que afectan negativamente al animal como dolor, estrés, olor a verraco y comportamientos agresivos facilitando así el manejo. Realizar este proceso asegura en el futuro la ventaja de ofrecer un producto de calidad en el mercado y el bienestar del animal en su tiempo de vida.
Por: Leonela Narvaez; Karen Pinilla y Luis Miguel Villegas. Estudiantes de la Ciudadela Juvenil Amazónica Don Bosco Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora
Recordar es vivir dicen muchas personas en nuestro país, y es una frase muy cierta. Cada vez que viajamos al pasado sentimos felicidad, tristeza, nostalgia y diferentes sentimientos que se quisieran revivir o incluso olvidar por completo. Sin embargo, en este artículo queremos recordar aquellos momentos que se compartían en familia en el momento de ir a las plazas de mercado a comprar alimentos de calidad que nos vendían nuestros campesinos.
Por lo general, nuestros abuelos, padres, tíos o aquellas personas que tomaban los roles familiares sin serlo, revisaban los estantes donde se ponían las frutas, verduras, hierbas, condimentos e inclusive carnes; esto era para saber que faltaba en las cocinas de los hogares. También siempre estaba la expresión de madres que decían “esta semana tengo ganas de garbanzos”; entonces cada siete días habían antojos diferentes que se suplían con la variedad de alimentos que traían los campesinos productores de alimentos.
Ir a las plazas de mercado hace algunas décadas era toda una travesía llena de colores, sabores y espacios de conversación donde se compraba, pero a la misma vez se hablaba con los productores y de paso se contaba el chisme tanto de la ruralidad, como de la zona urbana de los territorios. No podía faltar nunca el canasto de mimbre o de grueso plástico de cuadros de dos tonalidades destinado para ir a mercar, y por supuesto, los niños o jóvenes que acompañaban este proceso tenían garantizado cargar el mercado, pero de paso se tomaban caldo de gallina y uno que otro buñuelito.
Foto: things i love
Era preciso que antes de comprar un libra de tomate se hablará con el campesino y que nos contara la historia del proceso de producción y escuchar “le prometo que sale bueno, si no le gusta no me vuelve a comprar”. Ir al mercado era entrar a un nuevo mundo donde todo hablan al tiempo, se escuchan carcajadas de los comparadores y el pregonero que daba publicidad sobre sus alimentos. Los adultos discutían de política, deportes, economía y lamentablemente, sobre el conflicto armado, pero a pesar del dolor de la guerra, los pueblos siempre mantuvieron esa alegría y unión comunitaria que los identifica.
“¿Qué busca mona?”, “A la oden sumerce”, “Lleve la ñapita”, “Estoy de promoción” y “¡Qué le doy mi cielo?”, son algunas de las expresiones de nuestros vendedores y productores campesinos. En la actualidad, muchas plazas de mercado se encuentran con puestos desocupados y aunque no nos damos cuenta se ha perdido la tradición de ir a mercar con el mismo entusiasmo de antes. Hoy muchas plazas de mercado o galerías como se llaman en algunos pueblos aunque mantienen su infraestructura se observan más puestos de marcas internacionales que el puesto de caldo de gallina de doña Rosalba por ejemplo.
Hernan Rodríguez, vendedor en la Plaza de Mercado 12 de Octubre, le dijo al Campesino hace algunos años que uno de los factores de este problema era que las siguientes generaciones tanto de productores de alimentos o de las familias vendedoras ya no continuaron con esta labor. Además, los impuestos y políticas en el país han perjudicado a estos espacios y principalmente al campesino colombiano.
Hoy un gran número de productores rurales deben vender sus productos a través de ocho intermediarios que al final del proceso no obtienen garantía económica y los consumidores compran a un valor bastante elevado.
En 2004 se fueron creando los mercados campesinos en el país, pero hasta los últimos cinco años se han implementado y el campesino llega a la ciudad con una variedad de productos alimenticios que no han tenido alteraciones químicas y se reconocen por su calidad. Los colombianos deben apoyar a estos mercados y a los campesinos que aún tienen sus puestos en las plazas de mercado y que cada fin de semana están dispuestos a atender a la población y seguir transmitiendo a hijos e hijas esta tradición que esta debilitada.
A continuación dejamos un listado de mercados campesinos en el país que podrían visitar sis se encuentran cercanos:
Meta
– Mercados Campesinos del Meta: venta de alimentos por productores de distintos municipios; se reúnen en la ciudad de Villavicencio los sábados de 6am a 11am en el Polideportivo del barrio Virrey y la semana siguiente en el Poliderpotivo Séptima Etapa Barrio la Esperanza. Además realizaran trueque de elementos en buenas condiciones para ayudar a poblaciones vulnerables.
– Mercado Campesino en el municipio de Lejanías, este se realizará en el parque principal este domingo de 8 am a 3pm.
– Mercado campesino “Todos por el campo para un buen vivir” en Puerto Concordia; de 6am a 1pm en la Parroquia Divino Niño.
Santander
– Mercados Campesinos Agroecologicos en Bucaramanga en la dirección Calle 52A #21A -25 de 8:30am a 5pm todos los sábados.
Chocó
– Mercado de la Asociación de Productores del Medio Atrato – ASPRODEMA en Quibdó en la dirección Barrio Yescagrande Cra 3° # 23-26 de 10am a 4pm de lunes a sábado.
Cundinamarca
– Asociación de Productores orgánicos de la Provincia del Sumapaz – Asopromes en el Pueblito Fusagasugueño de 7am a 1 pm el día sábado.
Los ciudadanos de Bogotá que planean estar en la ciudad pueden visitar los mercados campesinos que están dispuestos a ofrecerles el mejor producto y la información correspondiente al proceso de producción de dichos alimentos. Estos abren cada sábado y domingo de 7 am a 4 pm, ubicados en la Plaza de los Artesanos en los predios del Parque Metropolitano Simón Bolívar; y también, en la Plaza de Mercado de la localidad de Fontibón.
Por: Daimer Fernando Losada Bermeo. Periodista. Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.
Los niños fueron acompañados en las actividades promovidas por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR y la Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Silvania – EMPULSILVANIA S.A; La Brigada Forestal y el Grupo de Apoyo en la siembra de árboles y limpieza de residuos sólidos en los alrededores de la escuela; con el fin de preservar y cuidar las fuentes hídricas del municipio.
Los estudiantes de grado cuarto integrantes del proyecto Valores Cívicos Democráticos financiado por la Embajada de Bélgica y desarrollado por la Registraduría Nacional del Estado Civil, CEDAE y Acción Cultural Popular – ACPO; llegaron con los uniformes que los acreditan como miembro activo de los niños defensores del agua, actividad promovida por la CAR, pero no es tarea fácil ellos tienen que ser ejemplo dentro de su escuela como en cada una de sus comunidades con el cuidado y la preservación del medio ambiente, en especial de las fuentes hídricas que los rodean.
Lemas como “gota a gota, el agua se agota”, “agua que dejas correr, se va para no volver” “el agua es la fuerza de la naturaleza” y “tomar agua nos da vida, pero tomar conciencia nos dará agua”; en pequeñas exposiciones con carteles muy bien elaborados dieron a conocer la importancia de cuidar el agua.
Luego se dieron a la tarea de sembrar un árbol en compañía de varios padres de familia que los acompañaron; también con guantes y bolsas realizaron jornada de limpieza en los alrededores de la escuela; esto con el fin de evitar que las basuras lleguen a los ríos del sector y puedan ocasionar represamientos.
La responsabilidad, la participación y el respeto fueron los valores que la profesora de los niños y niñas Carmen Santana resalto en esta actividad y que se seguirán fortaleciendo en el aula en torno al cuidado de nuestros recursos hídricos.
Por: Sandra Patricia Romero. Facilitador de Acpo en Cundinamarca. Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.
En el mes de febrero de 2019 jóvenes bachilleres ingresaron a la Ciudadela Juvenil Amazónica Don Bosco en San Vicente del Caguán, provenientes de diferentes lugares del Caquetá y de otras regiones del país; todos presentes para realizar el Técnico en Agropecuaria y Transformación de Alimentos. Un curso que puede potenciar la economía de sus territorios al generar empleabilidad a la comunidad y comprar alimentos a agricultores de su región a través de la creación de sus propias empresas.
El día 26 se obtuvo la primera practica de transformación de alimentos y entre esta se llevó a la mesa de trabajo la creación de mermelada a partir del fruto amazónico, la guayaba, cultivada en la misma Ciudadela. La actividad inició cumpliendo con el protocolo de las Buenas Prácticas de Manufactura ya vistas en anteriores clases; luego se procedió a hacer la limpieza y preparación de la fruta para trabajar en el paso a paso de formulación del producto. Los ingredientes eran la pulpa de la guayaba, agua y el azúcar que se dividido en tres partes.
Se mezcló la pulpa, el agua y una parte del azúcar en proceso de cocción, uno de los estudiantes mezcló constantemente hasta que se obtuvo una temperatura de 60°C, a esto se le agregó la segunda parte del azúcar y se continuó mezclando hasta alcanzar los 80°C. Llegando a esta temperatura se puso la tercera parte de azúcar y se esperó a que se produjera un cambio de color, textura y espesor que son indicadores de su punto final. Cuando llegó a su punto la mermelada se retiró del fuego y se dejó reposar hasta los 50 °C para empacarla.
El trabajo realizado por los docentes y estudiantes en la Ciudadela dan a conocer que esta institución brinda las herramientas necesarias para adquirir conocimiento, siendo los estudiantes quienes lleguen después a su lugar de origen a enseñar e implementar empresas que generarán oportunidad de trabajo, mejorando la calidad de vida no solo de la personas que crean empresa, sino de la misma población.
Por: Yesika Guaracas Gutierrez. Docente Ciudadela Juvenil Amazónica Don Bosco. Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora
La Serranía del Perijá es la segunda fábrica de agua de la Región Caribe después de la Sierra Nevada de Santa Marta, además de marcar un importante tramo de frontera entre Colombia y Venezuela con los departamentos de Norte de Santander, Cesar y La Guajira; y Zulia un estado venezolano; es considerada patrimonio del país por sus servicios ambientales de producción de agua, regulación del clima, sumidero de carbono y mantenimiento de la biodiversidad en la fauna y flora de la región.
Entre los ecosistemas que conforman la serranía es posible encontrar bosque seco tropical, bosque húmedo subtropical, bosque muy húmedo montano bajo y bosque pluvial montano. Así mismo, es nacimiento de los ríos Marquesote, Urumita, Villanueva, Los Quemaos, El Molino, Cañaverales, Capuchino, Carraipía, Chiriaimo y Manaure, que a su vez nutren otra variedad de arroyos y quebradas. Estas aguas se drenan hacia la cuenca del río Cesar al oeste colombiano y la cuenca del Catatumbo y Zulia al este venezolano.
Del mismo modo, la serranía es territorio habitado por los Yukpa, uno de los pueblos indígenas más amenazados con la desaparición. Esto a causa de que la comunidad cuenta con muy poca población, lo que ha llevado a la separación de subgrupos y de esta manera a la desaparición de tradiciones y rituales. Además, del poco uso de la lengua por fuera de la serranía y la escasez de sistemas productivos distintos a la caza o la recolección los han afectado con problemas de desnutrición y enfermedades digestivas e inmunológicas.
Pese a la importancia de este tesoro natural antes de ser declarado como Parque Nacional Natural, se vio afectado por la pérdida de cobertura vegetal a causa de la tala indiscriminada de árboles para usos de combustión y para el incremento de fronteras agrícolas y ganaderas. Igualmente, por los incendio forestales en la zona que se han presentado este año se hace un llamado a las entidades, comunidades y visitantes a proteger y defender la serranía, para garantizar no solo el desarrollo sostenible sino la vida animal, vegetal y humana de futuras generaciones.
La población rural de Colombia se ve enfrentada a diario a distintos problemas, uno de ellos radica en el acceso de miles de niños a una educación de calidad en sus territorios, debido a que esta integración se vuelve imposible por factores externos de carácter estatal al no existir una prioridad por estos territorios.
Según lo señalado por el Departamento Nacional de Planeación en 2015 se presentaba una cobertura baja; ya que en secundaria solo el 55% de la población juvenil rural recibía clases y solo el 25% accedía a la educación media. Por otro lado, la posibilidad de terminar el bachillerato e ingresar a la educación superior para el 90% de la población no es una posibilidad, de acuerdo a las cifras arrojadas por el Ministerio de Educación que afirma que solo el 5,1 de la población rural se inscribe en una universidad.
La educación en la ruralidad se ha ejercido desde un componente monótono que dificulta un proceso educativo eficaz al no representar conocimientos que no son útiles en la vida cotidiana, y que garanticen una proyección de vida de niños, niñas y jóvenes. Los docentes deben ser el componente esencial de estos ejes, es decir, que deben contar con todos los recursos materiales e inmateriales para obtener logros positivos.
En esta medida, aunque han existido planes que intentan mejorar la educación en Antioquia no existe una política que garantice el éxito de estos planes, por lo tanto, han fracasado por no contar con la priorización del Gobierno. A partir de esta situación se creó en 2017 una alianza entre entidades públicas y privadas para trabajar por el desarrollo rural en el departamento de Antioquia a través de la educación.
Se encuentra presente en esta alianza la Fundación Secretos para Contar, Comfama, Fundación Fraternidad Medellín, Comité Departamental de Cafeteros de Antioquia, Proantioquia, Fundación Sura, Fundación Sofía Pérez de Soto, Fundación Bancolombia, Fundación Aurelio Llano Posada, Fundación Postobón, Fundación MUV. También está presente la participación de la Gobernación de Antioquia que es prioritaria para el apoyo del modelo educativo, que quiere formalizar una política que apoye al modelo de Escuela Nueva que desean continuar implementando.
Este modelo de Escuela Nueva, se establece según lo señalado en el III Congreso Internacional de Escuelas Nuevas como una herramienta que brinda estructura organizacional, formación de docentes, flexibilidad y adaptabilidad, aprendizaje sobre el medio ambiente y creación de proyecto de vida.
Los logros con este modelo en las escuelas rurales de Antioquia que representan un 80% de las instituciones educativas del departamento según el Ministerio de Educación, son los siguientes:
Compromiso mutuo entre la población con el proyecto generado gracias a la alianza.
Conformación de los Comités de Apoyo territoriales
Nuevas posprimarias en zonas rurales dispersas
Convenios firmados con dos universidades para la implementación de la Universidad en el Campo. Con el Tecnológico de Antioquia (Técnico profesional en operaciones Agrícolas Tecnólogo en Gestión Agroambiental) y con el Colegio Mayor (Técnico profesional en Operación Turística y Tecnólogo en Gestión turística)
Adhesión de más actores en la alianza, que pasó de 6 aliados en 2017 a 11 en 2018.
Consolidación de un equipo multiplicador del modelo
Por: Daimer Fernando Losada Bermeo. Periodista. Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora