En estos tiempos de pandemia muchos estudiantes se comunican con sus profesores a través de grupos de WhatsApp para recibir información de sus clases, descargar  archivos, guías e información de tareas. Sin embargo hay una alta cantidad de estudiantes que no poseen un computador o una tablet y aunque hay algunos que tienen teléfonos inteligentes no todos cuentan con los recursos para planes de datos wifi.

Es por esto que la  iniciativa  busca complementar la educación virtual de los 108.675 estudiantes matriculados en el departamento del Atlántico. Según Catalina Ucrós, secretaria de Educación del departamento, uno de los retos que generó la pandemia es el buscar alternativas para fortalecer los procesos educativos que se hacen virtualmente en las 85 instituciones públicas de esta zona del país..

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Con sustento en cifras del DANE que muestran que el 96%  de los hogares en el Atlántico ven televisión y el 84% escucha radio, se pensó en estos medios como una oportunidad para enseñar. Esta apuesta va dirigida a alumnos de grado transición hasta grado once, y además vincula formación y acompañamiento a los docentes, con el apoyo de tres universidades de la región.

Escuela en Casa Radial

Como parte de los gestores la Doctora Elsa Noguera gobernadora del Atlántico inicio con la emisora comunitaria Radio Universal del municipio de Tubará, apoyando la primera emisión del programa “We Speak English” cuyo propósito es ofrecer contenidos educativos en inglés a 107.364 estudiantes de las instituciones educativas oficiales del departamento.

Este espacio se desarrolla de lunes a viernes desde las 10 a. m. de manera conjunta con 16 emisoras, con una introducción en la voz de la doctora Noguera, a la cual los oyentes llaman “Seño Elsa”. Los gestores del proyecto mencionan que este espacio no solo ha unido a los medios radiales, sino también a los niños con sus padres y a la comunidad en general, sobre todo aquella de escasos recursos.

En la franja radial destacan los programas: Pencura kids el cual está dirigido a estudiantes de 5 a 8 años, y el espacio de Pencura exploradores dirigido a estudiantes de 9 a 10 años. Además de los contenidos de ciencias sociales y naturales, hay uno centrado en la literatura, el viernes presentado a las 10 a. m.

Otro que resalta es el programa Leer el mundo, “Una vez terminan de escuchar la lectura, hay una pausa activa a través de videos, y vuelven a la comprensión del texto”. Contó Leonardo Castillo, profesor del Instituto Técnico Comercial la Inmaculada, en el municipio Campo de la Cruz.

Por su parte Farides Manotas,profesora de quinto grado  de la Institución Educativa María Auxiliadora en Galapa, manifestó acerca del programa: “Nosotros invitamos a los niños a oír el programa. Me motivan esos relatos o fábulas de la literatura infantil que nos hacen volver a soñar”.

Escuela en Casa TV

“Hola, chicos, bienvenidos a la sección ‘Cuenta el cuento’ de tu programa Escuela en casa TV. Soy Liliana Marte, promotora de lectura y rectora del Instituto Educativo San Nicolás de Tolentino, Puerto Colombia. Mi misión es acompañarte para mejorar tu proceso de lectura y a que te guste más la lectura”.  Así es parte de la presentación que hace la rectora Liliana en una sección de la franja educativa, que se transmite los martes y jueves por el canal de Telecaribe.

La programación está compuesta por cuatro segmentos: Todo en mi casa es ciencia, Este es mi espacio, Organizo mi interior y Aprendo en casa. Igualmente,  en el espacio de lunes, miércoles y viernes se transmite el emblemático programa educativo de Plaza Sésamo. La suma de estos medios de comunicación tradicionales con los digitales representa un apoyo de complemento a las instituciones educativas para brindar una educación de calidad para toda la población en edad escolar de primaria y secundaria del Atlántico.

Por: John Alexander Saavedra. Periodista.

Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.

Innovarroz es un proyecto diseñado por estudiantes de Ingeniería y Diseño de la Universidad Nacional Sede Bogotá, que buscan un una alternativa productiva que aproveche el 100 % del tamo (residuo) y las cascarillas de arroz. Pretenden generar una oportunidad de emprendimiento ambiental económicamente sostenible; para el municipio de Prado, Tolima uno de los líderes en producción de arroz en Colombia.

“Con este producto hecho a partir de desechos, se quiere reducir la tala de árboles para generar estos materiales, e idealmente reemplazar la madera” explica Lina María Gil Rodríguez, estudiante de Ingeniería Agrícola de la UNAL.

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Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en el año 2019 se produjeron 1.976.520 toneladas de desechos de arroz y 362.484 de estos correspondían al Tolima. Son 35.750 toneladas de tamo y 3.217 de cascarilla de arroz,  desechos que generalmente se incineran generando polución y solo una pequeña parte de estos se usan como abono que terminarán liberando metano con su descomposición.

El mal manejo de estos  residuos pueden causar daños en la salud de los pobladores, así como también generan un impacto negativo en el medio ambiente. Razón por la que nace esta propuesta que pretende dar solución utilizando los residuos para elaborar tableros (tablas) tras un minucioso proceso, de los cuales se puede hacer diverso uso. Se contempla que estos tableros se pueden usar para implementos de la industria apícola y para el desarrollo de mobiliarios o productos para la agricultura.

Sin embargo, el reto es grande ya que se requiere la inversión de distintas entidades competentes para obtener una maquinaria exclusiva para este proceso o para que se desarrolle de forma artesanal. Si se logrará esto, no solo ayudaría al medio ambiente, sino que también a fortalecer el aspecto socioeconómico del Tolima y demás zonas arroceras del país.

Por: John Alexander Saavedra. Periodista.

Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.

El Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), se aliaron para capacitar y certificar a promotores del desarrollo rural o extensionistas en el país, fortaleciendo la economía campesina a través de procesos educativos de técnicas rurales y acompañamiento permanente a las comunidades.

Con el reconocimiento que se le otorga al SENA por ser una institución que brinda una formación profesional en todos los sectores junto con los conocimientos que integra la FAO, se busca un fortalecimiento a la agricultura mediante una innovación social y tecnológica, brindando conocimientos y metodologías que les permitirá a los extensionistas ejercer esa gran labor.

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Carlos Mario Estrada, director General del Sena, explicó “en una primera instancia vamos a elaborar dos nuevos cursos sobre Extensionismo Agropecuario Rural y Agroecología; y a fortalecer el de Seguridad Alimentaria y Nutricional para comunidades rurales que ya existe, con el fin de impulsar el crecimiento y productividad del campo”.

Algunos talleres de apropiación y capacitación de los cursos impartidos a los instructores del SENA y a los extensionistas de Entidades Prestadoras del Servicio de Extensión Agropecuaria (EPSEAS), serán otras de las actividades que se realizarán gracias también a la dotación de su biblioteca con textos especializados de la FAO.

El representante de la FAO en Colombia, Alan Bojanic, habló sobre las actividades a desarrollar, “Estamos hablando de contenidos técnicos altamente sustanciales de importancia práctica para los productores rurales especialmente para la agricultura familiar, la sustentabilidad, la comercialización y la innovación tecnológica. Con esta alianza pondremos a disposición conocimientos y plataformas tecnológicas que permitan generar una transformación del campo colombiano y a su vez contribuir a la seguridad alimentaria global”

Esta alianza se ha realizado gracias a la Ley 1876 del Sistema Nacional de Innovación Agropecuaria -SNIA-, apoyada por el Programa Mesoamérica Sin Hambre impulsado por la FAO y la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID).

Por: Erika Carolina Guarnizo Rico – Periodista.

Editor: Lina María Serna- Periodista – Editora.

Durante estos tiempos de contingencia global se ha incrementado la necesidad de las personas de cultivar sus propios alimentos de manera más orgánica, libre de químicos o pesticidas que se usan mayormente en los grandes cultivos, es por eso que Luz Dary Díaz tomó la iniciativa de generar conciencia creando una huerta en Bosa, su lugar de residencia se ha convertido en un sustento para muchas familias.

El proyecto que comenzó en el 2007 fue impulsado por Luz Dary Díaz que, junto con otras madres de hogar, iniciaron una huerta comunitaria en la que se sembraba hinojo, albahaca, ruda, gulupa entre otras hierbas, frutas y verduras, con el fin de apoyarse de manera económica, pero además permitiendo que niños, jóvenes y adultos mantuvieran una alimentación saludable.

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«La idea surgió porque en el 2007 me inscribí a un comedor comunitario, en ese momento, mi hijo menor era un bebé, tenía un año en ese entonces, y empezó a manifestar síntomas de epilepsia que le daban 3 o 4 veces al día. Tuve que dejar mi trabajo, debido a que soy madre cabeza de familia, y velar por el bienestar de mis seis hijos pues eran todos menores de edad. A partir de ese momento empecé a participar para ayudar en lo que se necesitara. A partir de ahí empezó el nacimiento del proyecto», detalló Luz Dary Díaz.

Esta agricultura sostenible generó en ella un interés por la agricultura, realizando talleres dictados por el Jardín Botánico, allí adquirió conocimientos sobre los valores nutricionales de frutas y verduras, también iniciando un curso en agricultura urbana sostenible a través de la Universidad Nacional.

Díaz, detalló cómo fue el proceso educativo, «uno de los muchachos que nos ayudó en el proceso de aprendizaje me recomendó que le diera a mi hijo las plantas que íbamos cultivando, para mejorar su nutrición. La verdad, yo noté que la salud de mi hijo mejoró considerablemente, logró alentarse y sus convulsiones fueron disminuyendo».

Hoy en día, su idea ha crecido tanto que se convirtió en el colectivo “Semilla de esperanza, vida y paz”, que ha formado casi 300 personas en las diferentes zonas de la capital, logrando obtener apoyo de entidades publicas, educativas y privadas; son más de 12 años en los que Luz Dary Díaz ha aportado su trabajo alimentario a varias familias.

“Con nuestra labor, estamos cambiando el pensamiento de los jóvenes, que, cuando conocen lo que hacemos, quieren ayudar y eso es vital para cambiar el mundo», resaltó Díaz de su labor, en la que se resalta que su actividad ha sido una lucha constante para cambiar la idea alimenticia de la sociedad.

Actualmente, junto con su colectivo lidera una campaña nombrada “Mercados de los Pueblos”, con la que se busca una venta de los diferentes productos orgánicos y verduras de la huerta a través de su tienda virtual de Facebook y su correo [email protected].

Por: Erika Carolina Guarnizo Rico – Periodista.

Editor: Lina María Serna- Periodista – Editora.