Hambruna, un problema grave entre la población, siendo esta la carencia prolongada de alimentos que provoca el deterioro del organismo, apatía, pérdida del sentido social, indiferencia y a veces incluso crueldad hacia los más débiles, niños y ancianos en particular.
Por: Yenoval Daniel Cruz Alfonso
Facilitador proyecto Tabletas para Educar en el municipio de Garagoa – Boyacá.
Hambruna, es un problema universal que ha existido desde tiempos remotos, la hambruna es una situación que se da cuando un país o zona geográfica no posee suficientes alimentos y recursos para proveer alimentos a la población, elevando la tasa de mortalidad debido al hambre y a la desnutrición.
Según el Proyecto Hambre de las Naciones Unidas, alrededor de 24.000 personas mueren cada día de hambre o de causas relacionadas con el hambre. Un 75% de los fallecidos son niños menores de cinco meses. El Instituto de desarrollo y política alimentaria afirma que la hambruna y las guerras causan sólo un 10% de las muertes por hambre, aun cuando éstas tienden a ser de las que trascienden con mayor frecuencia. La mayoría de las muertes por hambre se deben a desnutrición crónica. Las familias sencillamente no consiguen suficientes alimentos. Esto, a su vez, se debe a la extrema pobreza.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que unos 800 millones de personas en el mundo sufren de hambre y desnutrición, una cantidad cerca de 100 veces mayor que el número de personas que efectivamente mueren por esas causas al año.
Las hambrunas han sido comunes a lo largo de la historia de la humanidad. Hubo hambrunas en el antiguo Egipto, y en el libro del Génesis de la Biblia se habla de 7 años de vacas gordas relacionadas a las buenas cosechas, seguidos por 7 años de vacas flacas, relacionados a sequía y malas cosechas durante esa cantidad de años, produciendo una hambruna generalizada.
El planeta podría proporcionar a cada cual la ración de alimentos que necesita. Para responder al desafío del hambre, es preciso ante todo enfocar sus numerosos aspectos y sus verdaderas causas, pero las realidades del hambre y la malnutrición no se conocen todas de forma precisa.
Grupos enteros se ven condenados a morir en la degradación a causa de la hambruna. Esta tragedia, desafortunadamente, se repite en el transcurso de la historia; sin embargo, hay conciencia, más que en otros tiempos, que el hambre constituye un escándalo.
Hasta la década de los 80 las causas últimas del hambre eran atribuidas a catástrofes climáticas, crecimiento demográfico alto y atraso en las técnicas agrícolas, especialmente en los países del Sur.
En 1981 el economista indio y premio Nobel Amartya Sen publica el libro Poverty and Famines (Hambruna y pobreza) en el que analiza varias de las hambrunas más importantes de este siglo y llega a la conclusión de que la hambruna no es causada generalmente por la falta de alimentos, sino por la incapacidad de algunos sectores sociales de acceder a ella, sea produciéndola o adquiriéndola. El enfoque de Sen concentra el problema del hambre en la incapacidad para conseguir comida mediante su compra, comercio o cambio de otros productos, del trabajo propio o los derechos concedidos por el Estado, por ejemplo subsidios. El problema del hambre se centra, pues, en la capacidad de acceso al alimento y no en la existencia del mismo.
Es por esto que debemos prestar mayor atención a nuestro sector agrícola, a las personas que cultivan la tierra y nos brindan el sustento diario para sobrevivir, ayudando a crear empresa, brindando ayuda a los sectores pobres con alimentación y primeros auxilios para de esta manera poder reducir la hambruna en nuestra población y por qué no colocar nuestro granito de arena económico, social y humanitario en todos los sectores que viven esta cruel realidad.