El proyecto Laboratorio Campesino de la Cátedra Ingenio, Ciencia, Tecnología y Sociedad de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) desarrolló una cartilla ilustrada que pretende invitar al público a realizar actividades de ecoturismo e investigación en el asentamiento Puerto Matilde, de la vereda Jabonal, en Yondó (Antioquia).
La cartilla que surgió de entrevistas con trabajadores y habitantes de la comunidad, además de revisiones de investigaciones en el territorio, contiene información como el peso, tamaño, región de origen, situación de su hábitat, si es carnívoro o herbívoro, entre otros datos importantes sobre más de 30 especies de fauna silvestre típica de la zona.
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Cabe resaltar que el asentamiento Puerto Matilde es considerado como el corazón de la Zona de Reserva Campesina del valle del río Cimitarra, siendo un lugar en el que además de haberse adelantado diferentes proyectos en torno al desarrollo social, se reconoce y destaca la actividad turística y conservación ambiental como bases importantes para la construcción de paz y progreso en el territorio.
Ana Camila Beltrán, una de las creadoras de la cartilla, resaltó que querían aportar al enfoque medioambiental que se tiene en la zona, pero desde los propios recursos a los que tenían alcance para lograr que el asentamiento sea un destino más conocido por su riqueza y particularidad ambiental.
Además de realizar la cartilla que por ahora se difunde de forma digital, se creó un audio corto para difusión radial, en el que se extiende la invitación a visitar el territorio, exaltando las cualidades turísticas y de educación ambiental de la región.
Puerto Matilde, territorio resiliente:
El territorio del asentamiento Puerto Matilde fue campo del conflicto armado por más de 30 años, esto causó desplazamientos, persecuciones y asesinatos de habitantes y líderes de organizaciones ciudadanas. En consecuencia, la comunidad se aisló y la región se cerró, sin embargo, actualmente los ciudadanos buscan visibilizarla y superar la mala fama que se generó en torno a ella.
Dentro de las acciones que emprendieron, estuvo la delimitación de un área de reserva natural denominada “Línea amarilla”, que abarca alrededor de 80 mil hectáreas para resguardarlas de la tala y caza; allí, se han logrado identificar más de 500 especies endémicas de fauna y flora, constituyendo una zona biodiversa única.
Finalmente, los visitantes pueden realizar caminatas ecológicas con sentido social en un sendero ecológico llamado Bosques de Paz, que está rodeado por árboles con los nombres de las personas que han fallecido a causa del conflicto armado en el territorio.
Por: Isabella Durán Mejía. Periodista.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.