En el municipio de Paicol, Huila, un equipo de recicladores asociados denominado ASOR – Amigos del planeta, fortalecieron habilidades artísticas con acompañamiento técnico y profesional de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena – CAM.
Ahora, ponen en práctica lo aprendido y convierten residuos sólidos en obras de arte. Por ejemplo, Vilma María Chávarro junto a su esposo utilizan molinos, botellas de champaña, sierras, pulidoras, guadañas y cantinas de leche desechados por los pobladores, para pintar sobre ellos la riqueza natural y cultural del municipio.
“En mi trabajo he aprendido que el material sólido se debe separar del orgánico o inservible, así como que a todo se le puede dar un segundo uso, por eso para nosotros reciclar es dar vida y es lo que estamos haciendo dándole otra vida a los artículos con un simple cambio de color, una pequeña transformación”, explicó Vilma.
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Esta asociación fue creada por Víctor Torres, Jesús Polo y Diego Armando Penagos, quienes se dedicaban al turismo y vieron cómo los visitantes generaban cierta cantidad de residuos. En 2020 se formalizó este equipo que ahora está compuesto por siete personas dedicadas a recoger puerta a puerta el material reciclable.
Además de sensibilizar a la población gracias a las enseñanzas guiadas por la CAM. Adriana Arias, coordinadora de Educación Ambiental de la corporación afirma que han realizado asesoría “para su fortalecimiento organizacional, acompañándolos en las actividades de educación ambiental en reciclaje, vinculándolos a encuentros de organizaciones ambientales y además integran el programa de Negocios Verdes, participando de ferias y exposiciones regionales”.
Por su parte, Farid Polo de 48 años de edad dedica dos días a la semana a la transformación de aceites usados, que tras una filtración y proceso químico son convertidos en jabones sólidos de loza listos para la venta en 45 días. Por cada litro de aceite usado salen de 10 a 15 jabones de 150 gramos.
Por: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.