El retamo espinoso es un arbusto exótico proveniente de la costa occidental de Europa. Es considerada una especie invasora peligrosa ya que no solo provoca desequilibrio ecosistémico, sino también porque en época de sequía intensifica el riesgo de incendios forestales.
Andrés Figueredo del Grupo de Estudio de Animales Silvestres – GEAS de la Universidad Nacional, explica que “el retamo espinoso absorbe una gran cantidad de agua dejando sin humedad sus alrededores, además, como crece muy rápido, en este proceso libera hojarasca, lo cual hace que un incendio se expanda más rápido”.
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Durante febrero se presentaron 11 incendios forestales en Bogotá, específicamente en Bosa, Sumapaz, Usme y Usaquén, zonas con presencia extensa de esta especie considerada una de las más peligrosas del mundo. En Cundinamarca, las zonas más afectadas son Nimaima, Nilo, Viani, Soacha, Cota, Tenjo y Tabio.
El retamo espinoso se beneficia de los fuertes vientos que permiten a las semillas viajar largas distancias, esparciéndose rápidamente en los ecosistemas. Además, los suelos húmedos de la región cundiboyacense resultan muy aptos para su reproducción, lo cual afecta a las especies nativas de bosques, húmedos y páramos.
Otras características de esta planta invasora que representan un dolor de cabeza para las autoridades ambientales son: su altura de 1 a 3 metros, su rápido crecimiento, fácil transporte en vehículos, ropa, zapatos, animales y fuentes hídricas, y la fácil adaptación al estrés ambiental.
Por: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.
