Recientemente se ha elevado una voz de preocupación por parte de ambientalistas y comunidad científica, pues debido a la celeridad del ingreso de la tecnología a nuestro país, no se han podido formular propuestas de intervención y mitigación lo suficientemente fuertes como para resolver esta problemática.
Ahora bien, las tecnologías, como recurso comunicativo e informativo, han permitido que más personas tengan acceso a conocimientos que de otra manera no hubiera sido posible. Uno de estos conocimientos hace referencia a lo educativo en materia ambiental; donde las estrategias que se han ido formulando en beneficio de la naturaleza, tales como el cuidado del agua, el mejoramiento de prácticas agrícolas y ganaderas, entre otras, son cada vez más de conocimiento popular debido al alcance e inmediatez de la información.
De igual manera, es innegable que las nuevas tecnologías se han convertido en un motor de desarrollo, llegando a todos los sectores de la sociedad, desde el político hasta el comercial, y donde uno de los sectores más beneficiado es el educativo; pues es donde más recursos se han invertido con el fin de reducir la llamada brecha digital. Le puede interesar: Sembradores de vida: agroecología en el oriente antioqueño
Desarrollo social y económico VS Desarrollo ambiental
En concreto el desarrollo social y económico que ha generado el ingreso y uso de la tecnología, nos ha permitido estar a la vanguardia del crecimiento y aumento de la educación.
La educación ambiental, como estrategia donde convergen diferentes disciplinas sociales, humanas y naturales, se ha visto más que beneficiada al tener al alcance una herramienta tan efectiva de divulgación como son las TICs.
Estas herramientas permiten la participación de múltiples actores, incluyendo a comunidades campesinas, hecho que se resalta actualmente con ejercicios que llegan a ellos por medio de programas como “Escuelas Digitales Campesinas”, en las que se trasmiten conocimientos sobre computación y comunicación, siendo el contexto rural el foco de interés.
Por: Jean Wilman Parra. Facilitador EDC Armenia y Risaralda
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.