Hablar de reconciliación entre las personas es el mejor hecho de paz que se puede expresar después cualquier conflicto.
Por: Mónica Reina García y José Duvan Castaño Escobar, docentes EDC- Caquetá
Hoy día en Colombia está de moda la palabra “reconciliación”, debido al proceso de paz entre el gobierno del presidente Santos y la guerrilla de las Farc. Para muchos no es fácil hablar de ella porque en sus corazones abunda el resentimiento, la rabia y el dolor por la pena causada. Mientras, para otros, ya sea por tener un corazón noble o tal vez porque no han sufrido una tragedia en sus vidas, les queda más fácil. No solo hablan de reconciliación, sino que pasan a los hechos perdonando a quien o a quienes han sido los causantes de su dolor.
La reconciliación es algo necesario en las relaciones sociales, porque a diario las personas por una u otra razón cometen equivocaciones que alteran la armonía en la convivencia. Por salud mental y emocional se debe restablecer el buen ambiente, lo cual se logra por la vía de la reconciliación.
En los hogares, ya sea con la pareja, los hijos y demás familiares existen malos entendidos. Debido a la ausencia de una buena comunicación entre sus miembros, a veces se puede llevar a rupturas afectivas y vínculos familiares rotos permanentemente. Esto porque no hay disposición para llegar a la reconciliación y buscar otras alternativas para salir adelante.
Cuando Jesucristo dice: “Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen” (Mt 5, 44), está pidiendo que se realice la obra de la reconciliación con quien o quienes se haya tenido un conflicto por diferentes razones. Está invitando a experimentar el gozo que trae el perdón, el gozo de la paz.
*Este es un texto generado a partir del trabajo de las Escuelas Digitales Campesinas de Acción Cultural Popular- ACPO, que buscan promover el liderazgo del campesinado colombiano a través de procesos de educación, formación y capacitación, orientados a su dignificación, inclusión y desarrollo.