Los jóvenes maripenses han venido cultivando su proyecto de vida. Se trata de estudiantes de la Institución Educativa La Cabaña del municipio de Maripí, donde 69 jóvenes de los grados sexto, séptimo, octavo y once, han venido participando activamente en el curso de 40 horas denominado “Mi proyecto de vida en el campo”, con el fin de incentivar el desarrollo rural, a la vez que ponen en evidencia que en el campo sí existen oportunidades de progreso y sostenibilidad.
Este espacio fue el escenario propicio para percibir el deseo de todos estos jóvenes por estar en su tierra, por una razón primordial, el amor hacia su municipio y el orgullo de ser maripenses. Pero a la vez, se identificó que hay un miedo significativo que los rodea y los cuestiona, relacionado con no disponer con las herramientas necesarias para prosperar y salir adelante, como es el caso de la educación básica y media, donde no cuentan con los recursos humanos suficientes; lo que hace que el proceso de formación quede con vacíos.
Los jóvenes desean aportar a su comunidad rural conocimiento, por ello, ambicionan la idea de instalarse en ciudades donde puedan formarse en instituciones de educación superior, para luego de esta formación volver a su tierra y poder servir a la misma. Le puede interesar: Chocoguán: la fábrica de chocolate que sueña con volver a nacer
Aquí cabe citar el proverbio chino que menciona: “no puedes guiar el viento, pero puedes cambiar la dirección de tus velas”, porque este deseo de los jóvenes es de aplaudir, ya que no es común, resaltando la pregunta, ¿por qué los jóvenes deben volver al campo?
Potencial del campo para el mundo
Distintas instituciones del sector agropecuario en el país, continuamente recuerdan el potencial y las oportunidades que tiene el campo colombiano para convertirse en una fábrica de alimentos y llegar a ser una potencial mundial. La posición geográfica, su variedad de climas y el talento humano, son algunas de las razones que le dan más fuerza a esa idea.
Sin embargo, uno de los principales impedimentos para sacar adelante el sector, es la escasa mano de obra que queda en el campo. Las nuevas generaciones ya no se interesan por el quehacer rural, sus aspiraciones son otras y las nuevas tecnologías impiden que los hijos de los campesinos y finqueros sean quienes continúen el trabajo que adelantaron sus padres. Por ellos, aplaudimos y apoyamos el deseo de los jóvenes maripenses en capacitarse y volver a su tierra a aplicar el conocimiento adquirido.
Creando proyectos de vida en el campo desde el aula
Como los hemos plasmado reiterativamente, los jóvenes si aman sus raíces, y plasman su creatividad en muchas actividades, una de ellas es la siguiente: exposición de proyectos individuales, en un pliego de cartulina debían dibujar la identidad de cada persona (personaje o retrato), dibujarán un animal en este describirán los objetivos, en un alimento sus deseos, en una planta los propósitos, la nube las aptitudes y competencias, en un medio de transporte las metas, un objeto los sueños y el camino que quiero aportar a mi comunidad rural, esta actividad se realizó con lo aprendido en las cuatro sesiones del curso.
De los proyectos que presentaron los jóvenes, cuatro fueron elegidos como los mejores en estos se evaluaron por creatividad y contenido de las respuestas sus aportes para la comunidad rural son los siguientes: 1) Quiero brindar más conocimiento a mi comunidad rural; 2) Mejorar la formación y bienestar de las personas que vivan en este medio; 3) Ayudar a la comunidad a que trabajen en equipo además motivación que sepan que todo se puede lograr si se lo proponen; 4) Ayudar al arreglo de las carreteras ya que esto ayuda en la economía de la comunidad.
Los jóvenes campesinos son soñadores y lo que más anhelan es ver a su comunidad prosperar, solo esperan más oportunidades, oferta académica a nivel tecnológico y profesional acorde a sus necesidades, pero, además, que llegue a sus regiones.
Los jóvenes aseguran que no dejan sus territorios por egoístas todo lo contrario quieren empoderarse y traer nuevas propuestas de trabajo para mejorar sus ingresos económicos y ayudar a sus familias; entonces se concluye, la idea no es dejarlos solos como está pasando con nuestros campesinos colombianos, la idea es apoyarlos para que puedan llevar a cabo su proyecto de vida en el campo y con el campo.
Entonces vale la pena replantear la pregunta ¿por qué los jóvenes deben volver al campo? O ¿Cuáles son las herramientas existentes para apoyar a los jóvenes campesinos?
Por: Daniela Fernanda Martínez. Facilitadora educativa.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.