El cemento verde es un tipo de cemento de uso general con una adición de puzolanas artificiales en el proceso de producción. Las puzolanas son una materia prima que resulta de calentar (activación térmica) la arcilla en horno a una temperatura igual o superior a los 800°centígrados.
De acuerdo con la empresa Cementos Argos, el cemento verde reduce hasta 38% las emisiones de CO2 y 30% el consumo de energía, en comparación con el producto convencional para construcción.
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Cabe resaltar que el cemento se realiza con una base que le da firmeza como arcilla (primero calcinada y posteriormente molida), que después se fusiona con el clínker, cuya propiedad es ser un aglomerante, es decir que cuenta con propiedades adhesivas. Esto permite que al entrar en contacto con el agua, la absorba y la mezcla funcione como pegante, para que una vez se seque, se endurezca.
Tres beneficios del cemento verde
– Puede aumentar la manejabilidad y trabajabilidad en estado fresco de las mezclas al retener el agua por más tiempo, reduciendo el riesgo de agrietamiento.
– La tonalidad del cemento a base de arcilla, puede aprovecharse como un atributo para acabados arquitectónicos y para la mampostería tradicional, es decir, la construcción de muros.
– Contribuye a disminuir las emisiones de CO2 en la industria de la construcción.
Por: Isabella Durán Mejía. Periodista.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.