De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación – FAO, América Latina y el Caribe representan el área más extensa a nivel mundial de bosques dedicados a la conservación de biodiversidad. Con más de 97 millones de hectáreas que velan por la protección de estos ecosistemas vitales para contrarrestar el cambio climático.
Sin embargo, las consecuencias de la crisis ambiental generada por malas prácticas humanas son cada vez más evidentes en esta zona, la cual perdió 26 hectáreas de bosque en lo corrido del 2010 al 2020. Una cifra preocupante teniendo en cuenta que alrededor del 60% de la biodiversidad del planeta se encuentra allí.
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En su edición 32 la Reunión de la Comisión Forestal para América Latina y el Caribe – COFLAC, llevada a cabo del 6 al 10 de septiembre en Jamaica, resaltó la importancia de los bosques para mejorar medios de subsistencia de las personas y detener la pérdida de la biodiversidad. “Los bosques tienen un rol estratégico para la futura resiliencia de los sistemas alimentarios” señaló Julio Berdegué, el representante regional de la FAO.
Entre los temas abordados en este importante encuentro fue el acceso a la tierra, a los recursos y a las inversiones en los bosques, y cómo esto puede impulsar un mejor bienestar para comunidades a las que históricamente se les ha vulnerado su derecho a la participación como las mujeres, los jóvenes y los campesinos, afro e indígenas.
Como conclusión se recalcó la necesidad de avanzar hacia una promoción y gestión forestal más sostenible y resiliente, haciendo frente a los impactos que ha dejado el COVID-19, además los expertos reunidos se refirieron al Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas (2021 -2030), como una oportunidad relevante para la recuperación de bosques.
Por: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.