La Asociación de Mujeres Campesinas, Negras e Indígenas – ANMUCIC creada en los años 80 con el objetivo de luchar por la reivindicación de los derechos de las mujeres campesinas víctimas de la guerra en Colombia, Inauguró el pasado 28 de marzo un restaurante en la localidad de Teusaquillo, Bogotá con el que buscan promover la identidad de la mujer rural y la diversidad étnica de los departamentos de donde fueron desplazadas.
Atavico funcionará como sede de encuentro para las más de 200 mujeres sobrevivientes del conflicto armado que pertenecen a la asociación y son procedentes de todas las regiones colombianas. Así mismo les permitirá mejorar sus condiciones de vida, fortalecer su autonomía y reconocer su trabajo en el campo. El restaurante ubicado en el barrio La Soledad contará con el trabajo de 30 mujeres pertenecientes a la ANMUCIC, quienes ofrecerán a los visitantes un menú diferente cada día resaltando la gastronomía de las diferentes regiones del país; además de ser las encargadas del servicio y la elaboración de los productos.
Le puede interesar: El Doncello, Caquetá, tiene su propia asociación de mujeres emprendedoras
Atavico significa “comidas ancestrales” y además de ser un proyecto de emprendimiento, es un símbolo de unión y resistencia que evidencia la capacidad que tiene la mujer rural para enfrentar las dificultades defendiendo siempre sus raíces a través del saber ancestral. Este proyecto es resultado de la implementación de las medidas del Plan Integral de Reparación Colectiva contempladas en la Ley 1448 de 2011 que tiene como fin incentivar el emprendimiento para generar ingresos que apunten a la reparación.
Igualmente, el proyecto contó con el apoyo de la Alta Consejería para las Víctimas del Distrito, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD, La Unidad para la Atención y Reparación Integral para las Víctimas y el Ministerio del Trabajo. Entidades que se encargaron de brindarles asesoría en el área productiva, empresarial y organizacional.
Por: Karina Porras. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.
