El campo colombiano conserva en sus tierras una variedad de saberes ancestrales, desde estrategias de siembra y cosecha, hasta la elaboración de implementos utilizados en el día a día. Entre estos conocimientos, se encuentra el tejido artesanal de canastos de mimbre, muy representativos en varios municipios del país, sobre todo en tierras boyacenses. Estos canastos, tradicionalmente han sido utilizados en los mercados y viajes a los asisten mujeres y hombres campesinos.
El arbusto de mimbre, puede alcanzar los 4 metros de alto y está dividido desde la base en numerosos tallos delgados y leñosos. A partir de este recurso natural es posible elaborar además de los canastos, todo tipo de contenedores y muebles. Actualmente, este arbusto es cultivado en San Antonio, Tolima, Silvania Fusagasugá y Arbeláez, Cundinamarca.
Le puede interesar: Artesanas de Manta, Cundinamarca, rescatan costumbres ancestrales
Por medio de talleres en dichas zonas, se enseña sobre el procesamiento e implementación del mimbre con un enfoque más empresarial, esto en busca del crecimiento de la práctica, teniendo en cuenta que la mayoría de trabajadoras de este oficio son mujeres cabeza de familia.
La importancia del mimbre radica en que es una de las actividades económicas que conservan los saberes campesinos y que además de su utilidad, es una forma de contribuir al medio ambiente ya que con estas creaciones artesanales se pueden reemplazar muchos de los implementos que utilizamos en la modernidad.
Por: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.