La realidad del departamento de Caquetá frente a los datos arrojados por el Censo Nacional Agropecuario.
Por: Ermes Guarnizo
Facilitador de las EDC de Caquetá
El Censo Nacional Agropecuario realizado en 2014 intentó llegar a todo el territorio nacional para conocer más a fondo la realidad social y económica del sector rural, con el fin de facilitar así la formulación de políticas de desarrollo en pro del territorio nacional.
Según últimos informes realizados por secretaria de agricultura de Caquetá en 2003 – 2004 la principal producción económica es la ganadería. La primacía de la producción bovina en el panorama económico actual del Caquetá, responde a la racionalidad económica al proyecto nacional y de los agentes tanto privados como públicos que intervinieron en la construcción de los asentamientos humanos.
Nuestra posición frente a las cifras arrojadas por el Dane en 2014 y desde las reflexiones de diferentes analistas nos da pie para decir lo siguiente:
La realidad del campo en el plan general del desarrollo del país es siempre de marginación desde el punto de vista económico, social y afectivo.
Por otra parte, la proyección y la implementación de proyectos sociales del campo desde los ministerios, no es siempre contextualizada en el aquí y el ahora de los campesinos.
El campo está en manos de pocas personas y la concentración de la propiedad es un problema que afecta a los pequeños campesinos.
Además, el alto nivel de analfabetismo, no permite un desarrollo integral del campesino y la realidad social obliga al campesino a estar sometido a situaciones que obstaculizan el mínimo desarrollo normal de una persona y por ende de una familia.
Con relación a la problemática social se puede decir que es tan compleja que crea en el campesino un nivel de inseguridad muy grande de perder el futuro de esperanza; haciendo que el campesino no recuerde el pasado, viva el presente sin horizontes y con frecuencia sin futuro.
Con todo lo antes descrito, se puede concluir que en Colombia, y especialmente en el Caquetá, se debe hacer un gran esfuerzo para operacionalizar lo que contienen los libros, las ideas y los discursos respecto al campo y al campesino. Sin ánimo de ser pesimistas, pero basándonos en la realidad concreta del Caquetá y especialmente de San Vicente del Caguán, se ve claro el gran camino que deben recorrer el gobierno y la sociedad para devolverle al campesino la dignidad que él se merece y reconocer que son hombres y mujeres que en el silencio y con gran sacrificio sostienen la sociedad urbana.