Juan Carlos Osorio es un joven de 17 años que cursó el décimo grado en la I.E.R. Villa Hermosa, que pese a su timidez siempre ha resaltado por su compromiso, carisma y las ganas de salir adelante.
Hace casi 3 años está vinculado al proyecto Pescado para el Desarrollo, el cual es financiado por Caritas Noruega e implementado por Acción Cultural Popular – ACPO en 8 instituciones educativas rurales de Caquetá.
“Me gusta que estoy aprendiendo cosas nuevas, que a pesar que la piscicultura en mi vereda no es la actividad más predominante ha permitido pensar en que puedo seguir ejerciéndola y que con esfuerzo y capacitación continua puede ser un gran empresario, logrando mejorar la economía en mi región” cuenta Juan Carlos.
Así mismo afirma que algo que le gusta mucho es la formación humana que brinda este proyecto “ya que nos ayuda a ser mejores personas, realmente nos han dado herramientas para poder convivir sanamente”.
Según comenta, las formaciones de las Escuelas Digitales Campesinas resultan muy útiles, ya que se tocan temas de liderazgo, manejo de conflictos, valores, oportunidades para proyectar a futuro, pues muchos caqueteños no saben que hacer o no tienen oportunidades cuando terminan el bachillerato.
Ante la pregunta de qué consejo le da a los jóvenes dice que “aprovechen las oportunidades, que piensen en cómo salir adelante, que siempre piensen en utilizar su tiempo en cosas que sean productivas”.
Así como Juan Carlos hay más jóvenes vinculados a Pescado para el Desarrollo que a través de esta gran oportunidad han adquirido conocimientos teórico prácticos en el área de la piscicultura, permitiendo que tengan una oportunidad para mejorar su calidad de vida.
Por: Sandra Riaño García. Facilitadora educativa del proyecto Pescado para el Desarrollo.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.