Ingrith Paola Ballesteros Zapata tiene 17 años, vive en el corregimiento de Lusitania, Caquetá, y cursa el décimo grado en la Institución Educativa Rural Jorge Eliecer Gaitán. Además es participante del proyecto Pescado para el Desarrollo implementado por Acción Cultural Popular – ACPO.
Esta estudiante viajará el próximo 10 de mayo a Noruega con todos los gastos pagos gracias a Caritas Noruega, entidad financiadora del proyecto. Durante 25 días estará allí con el objetivo de aprender más de la cultura, el desarrollo y producción piscícola de los noruegos, especialmente del salmón.
¿Qué hizo para ganar el viaje a Noruega?
Trabajar duro, ponerle empeño, ser una de las mejores cuando fuimos a Florencia junto con mi compañero Sebastián Fernández y estar muy pendiente de cada clase de aliados, muy atentos y siempre estar dispuestos a trabajar con ellos.
¿Por qué son importantes este tipo de espacios para los jóvenes rurales?
Son buenos porque en nuestra sociedad hay muchos conflictos y estos espacios sirven para que los estudiantes se informen, estudien y concentren sus tiempos libres en cosas no dañinas para la sociedad, sino en aprender a solucionar los conflictos que hay en nuestra comunidad.
¿En qué le ha aportado el proyecto Pescado para el Desarrollo?
Nos ayudó a mejorar como personas, ser más didácticos, ser más serios, cumplir con nuestras metas y trabajar en equipo.
¿Qué le aportó en la formación con ACPO, para poder lograr este viaje?
En cada una de las formaciones que tuvimos con ACPO nos enseñaron cosas distintas como por ejemplo a expresarnos, a comunicarnos libremente, tener liderazgo, a tener una sana convivencia, a ser jóvenes emprendedores y tener respeto hacia uno mismo y hacia los demás.
Por: Fanery Cabrera Ramírez. Facilitadora educativa del proyecto Pescado para el Desarrollo.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.