La energía renovable, como clave de la sostenibilidad humana en el futuro, nos muestra sus variantes, desde la energía solar hasta la undimotriz.
Por Henry Armando Ruiz*
Calificamos como energía renovable, toda aquella energía que puede obtenerse de fuentes no agotables, es decir diferente a las que emplean un recurso finito para su producción.
En el campo de la energía renovable, encontramos 8 vertientes principales a saber: la energía eólica, geotérmica, hidroeléctrica, mareomotriz, undimotriz, solar, biomasa y biocarburantes.
La energía eólica, es un tipo de energía renovable producida a partir del viento como fuerza motriz, utilizando la energía cinética del viento. En la antigüedad, se utilizaron molinos de viento cuyas aspas eran impulsadas por las corrientes y esta fuerza era aprovechada para moler granos. Hoy en día es aprovechada para generar energía eléctrica.
La energía renovable de origen geotérmico, utiliza el calor interno del planeta tierra para producir movimiento de una turbina que genera electricidad mediante el vapor que emanan las aguas a altas temperaturas en las capas freáticas del interior de la tierra ya que como bien es sabido, la temperatura es directamente proporcional a la profundidad de una excavación.
Es posible que estemos más familiarizados con las hidroeléctricas. Este tipo de energía renovable se obtiene gracias a la presión que gana el agua al dejarse caer sobre unas turbinas que generan la electricidad.
Los tipos de energía mareomotriz y undimotriz están directamente relacionados con los océanos y la energía renovable que son capaces de proveer las grandes masas de agua. La mareomotriz, es producida por el movimiento vertical que pueden producir las mareas, las altas y bajas del mar, mueven unas aspas similares a las aspas de los generadores eólicos generando energía eléctrica. Como contraparte, la energía undimotriz utiliza las fuerzas horizontales del mar como lo son las corrientes, las olas y demás. En estos casos, se aprovecha la energía potencial que posee el mar en ambos sentidos para generar energía. Las únicas limitantes de estos sistemas, es el hallazgo de locaciones ideales para su construcción y los altos costos que genera su puesta en funcionamiento.
La Biomasa y los Biocarburantes, están estrechamente relacionados ya que la primera es la cantidad de materia prima que se emplea para producir la segunda. En otras palabras, la biomasa es el material del que se dispone para ser procesado y producir biocarburantes. Este tipo de energía renovable es fácil de conseguir ya que el ser humano, los animales y la misma naturaleza producen una gran cantidad de biomasa que puede derivar en la creación de biocombustibles de amplio uso en la industria.
Por último, la energía renovable que vemos todos los días, que calienta nuestro planeta y en algunos casos recarga nuestros dispositivos. En este caso se habla de la energía solar. Gracias a paneles de celdas fotovoltaicas y colectores solares térmicos. Al ser un tipo de energía renovable obtenida por la radiación electromagnética del sol, ha sido utilizado desde la antigüedad teniendo usos tan variados que van desde la generación de energía eléctrica hasta la creación de rayos caloríficos utilizando la óptica para este fin.
Nuestro planeta nos ofrece energía renovable por donde quiera que miremos, la encontramos en el agua, en los ríos, en el mar, en el sol, en el aire y hasta en los desechos que producimos, está en nosotros crear la suficiente conciencia y creatividad para aprovechar este enorme potencial energético del que disponemos.