El 13 de febrero del 2012 se festejó por primera vez el Día Mundial de la Radio, una fecha proclamada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura – UNESCO y adoptada oficialmente por la Asamblea General de las Naciones Unidas – ONU. Su objetivo es resaltar la importancia del papel que cumple este medio de comunicación en la promoción de la democracia y la participación ciudadana.
En Colombia las primeras ondas radiofónicas se generaron en 1929 cuando se fundó la emisora HJN, administrada y operada por el Estado a través del Ministerio de Educación. Su programación consistía en una serie de boletines noticiosos, que se alternaban de vez en cuando con música clásica.
Pero fue hasta 1947 con el nacimiento de Radio Sutatenza, que este novedoso artefacto se convirtió en una herramienta para conectar a los campesinos alrededor de una amplia variedad de conocimientos. Este proyecto de Acción Cultural Popular – ACPO, articuló la radiodifusión con el modelo pedagógico de Educación Fundamental Integral para compartir con los habitantes rurales la alfabetización; llegando a formar a 25.000 campesinos en cuatro décadas.
Le puede interesar: Radio Sutatenza, hito en la historia radial y educativa en Colombia
Panorama actual de la radio en Colombia
Pese a los grandes cambios que han llegado de la mano de las nuevas tecnologías y la digitalización, la radio continúa latente. Su carisma y dinamismo siguen creando en los oyentes una sensación de compañía que no podría compararse con otros medios de comunicación. De acuerdo a la UNESCO este canal informativo alcanza al 95% de la población mundial.
Según el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones – MinTic , en el país hay un total de 1.578 emisoras de las cuales 626 son comunitarias. Una cifra que no es muy alentadora en cuanto a participación de las comunidades, pues de 32 departamentos 26 están catalogados como zonas de silencio.
Es decir que en aquellos territorios no hay radios comunitarias o no cuentan con información y contenido propio para difundir. Estos datos hacen parte de “Cartografías de la información” el resultado de una ardua investigación realizada por la Fundación para la Libertad de Prensa – FLIP.
Cabe recalcar que muchas de las dificultades para generar radio comunitaria radican en la falta de presupuesto y la violencia. Dos aspectos que históricamente han afectado de forma directa a las zonas rurales del país, zonas en las que por la distancia y el bajo costo siguen prefiriendo este medio de comunicación.
Acción Cultural Popular le sigue apostando a la radio
ACPO reconoce la importancia de la radio como escenario para el fortalecimiento del tejido social, por eso continúa trabajando para promover el derecho a la información, la participación y la educación. Esto, a través de proyectos como Amazonía Joven desarrollado en Caquetá y MIA en Chocó, con los que busca empoderar a jóvenes y mujeres rurales para que se apropien de las emisoras comunitarias y puedan entonar sus voces para contar su territorio.
Por: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.