El plan de desarrollo departamental “Unidos Podemos Más” presenta una serie de iniciativas para reducir el feminicidio en el departamento de Cundinamarca
Por: Nelson David Ruiz Guzmán, facilitador EDC- Cundinamarca
Según datos del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, en 2014, de 48.849 casos de violencia contra la pareja, 85% corresponde a violencia contra la mujer. En especial, la violencia la sufre el segmento de mujeres entre 15 y 29 años con el 52% de los casos. Se destacan las cifras en Bogotá con 10.144 casos, Antioquia con 5.992, Cundinamarca con 4.779, Valle del Cauca con 3.845 y Santander con 2.626.
De los hechos de violencia presentados contra la mujer muchos terminan en feminicidio, es decir, en asesinatos de mujeres por razones de género. Por tal motivo, Cundinamarca, en cabeza de su gobernador Jorge Emilio Rey, ve necesaria la reducción de la mortalidad femenina en sus diferentes fases. Pretende utilizar como herramientas al deporte y la actividad física, reduciendo el feminicidio a través de la implementación y promoción de los derechos de las mujeres.
Según el texto del plan de desarrollo de Cundinamarca “Unidos Podemos Más”, la meta es reducir en un 5% la proporción de incremento de violencia de género. Los programas esperan ayudar a que las mujeres cundinamarquesas superen su situación de vulnerabilidad, de manera que les permita enfrentar mejor la vida y evitar el feminicidio.
En el informe que sustenta la formulación del plan de desarrollo departamental, 20 municipios reportaron feminicidios en el año 2013. Soacha lidera el ranking de feminicidios con un 53,49% de los casos presentados, seguido por Fusagasugá.
Preocupa también en el informe que el 92% de los casos de feminicidio son dolosos. Es decir, ocurrieron con el propósito de asesinar y causar daño, análisis que se desprende del tipo de arma con la que se comete el delito. Resultó que no son armas de oportunidad, sino de fuego y cortopunzantes.
Los datos son una clara evidencia que en el departamento de Cundinamarca existe una cultura machista muy marcada que tiene a la mujer como una propiedad y no como su igual. Se cree que el hombre puede hacer lo que quiera con su pareja, incluso llegar a cometer un feminicidio.
Esto implica un gran reto departamental en educación y cambios de paradigmas culturales en la sociedad cundinamarquesa. Estos serán apoyados con programas de implementación y promoción de derechos humanos, inclusión de la mujer en espacios deportivos y recreativos, y un trabajo importante con la población masculina en su relación cotidiana con la mujer.
Todo este trabajo ya se empezó a socializar y concretar sus fases en la Primera Reunión de Consejeras Departamentales, organizada por Johana Ortiz, subdirectora de Mujer y Género de Cundinamarca. Su reto es sentar las bases de un trabajo articulado con los municipios que, entre otros objetivos, ayude a frenar el feminicidio en el departamento.
“Nosotras criamos y formamos a nuestros hijos con respeto, afecto y buen trato. Nosotras ayudamos a forjar el tejido social de Cundinamarca. Por eso, las mujeres son pieza clave en el desarrollo de este departamento”, les dijo Ortiz a las consejeras, quienes constituyen la máxima instancia de representación de las mujeres en el territorio.
Dentro del plan de desarrollo departamental se evidencian estrategias como la Escuela de Liderazgo, la Casa de Acogida a la Mujer, así como los lineamientos de los Consejos Consultivos de Mujeres que ya funcionan en Cundinamarca.
En Manta, Cundinamarca hay un claro ejemplo del liderazgo de las mujeres, al ser el Consejo Consultivo de la Mujer de Manta quienes hacen posible que las Escuelas Digitales Campesinas estén presentes en esta localidad aportando al cambio que se necesita en materia de género. En otros municipios también se puede.
*Este es un texto generado a partir del trabajo de las Escuelas Digitales Campesinas de Acción Cultural Popular- ACPO, que buscan promover el liderazgo del campesinado colombiano a través de procesos de educación, formación y capacitación, orientados a su dignificación, inclusión y desarrollo.